La Problemática de la Comunicación en América Latina
n la historia de larga duración, así como los hombres han modelado a la sociedad, ésta a su vez, los fue significando con los atributos de la heterogeneidad y la desigualdad. La sociedad fue moldeando los diferenciados y cultivados modos de los seres humanos para comunicarse, fraternizar y ejercer la violencia real o simbólica. Fueron el capitalismo y la modernidad quienes dibujaron la unidad del mundo y sus nuevas contradicciones. En cada una de sus formaciones sociales, algunos grupos de poder y el estado –unidos o distanciados– fueron sentando las bases de operación de un régimen de industria cultural que suscitó, entre la intelectualidad crítica y algunos sectores en resistencia de las clases subalternas, sus réplicas culturales y comunicativas, informales, abiertas, trasgresoras, subterráneas o clandestinas. No obstante lo anterior, los medios de comunicación incidieron de manera decisiva en los modos de ver, pensar, sentir y actuar en la sociedad.
Es así como nuestra concepción del mundo, nuestras representaciones, imaginarios, actitudes y conductas se van construyendo o se van erosionando en la medida que tomamos contacto con los diversos y variados mensajes que difunden los medios de comunicación, las industrias culturales y su contraparte informal y en resistencia, anónima o no.
La mayoría de los medios de comunicación en América Latina aún no son nuestros, en su sentido relacional e inclusivo, en el grueso de los mensajes que difunden cotidianamente no nos afirmamos ni nos reconocemos, no plasman los referentes culturales de nuestra identidad y pertenencia. Y las sendas de la comunicación alternativa cultivada por los colectivos críticos o personajes impugnantes han conquistado pocos espacios legales, acosados por los grupos de poder y las prácticas autoritarias de nuestras insolventes democracias. Las tradiciones de comunicación alternativa seguirán vivas, mientras la desigualdad y la dominación cultural persistan. En este dossier recuperamos algunas de sus formas: la práctica epistolar, el cine político subterráneo o abierto, los programas televisivos, el cartel de solidaridad, quedando muchas otras formas por recuperar como las radios comunitarias, los fanzines, los grafitis, las revistas o periódicos orales, los volantes y los panfletos, entre muchas otras, que serán abordadas en los próximos números.
Consideramos que el ámbito en donde se expresan los medios de comunicación son espacios de confrontación entre los contenidos informativos, de entretenimiento y educativo, que producen en desiguales condiciones culturales, económicas y tecnológicas los diversos actores sociales de un país.
En este sentido, consideramos que la finalidad de Pacarina del Sur es la de sumarse a la gesta coral latinoamericana que expresa unidad en la diversidad, porque nuestras culturas son distintivas, pero no divergentes, porque queremos forjar una identidad colectiva, pero no masiva. Porque aún son pocos los medios de comunicación que recogen los signos y las imágenes del sujeto colectivo pensante y actuante del pueblo latinoamericano que lucha por nuestra segunda independencia.
Precisamente, el presente dossier N° 10, aborda uno de los aspectos más complejos que está presente transversalmente en toda la complejidad de las múltiples tramas (económicas, políticas, históricas, ideológicas, sociales, culturales, etc.) de que está urdida el bloque histórico de una sociedad: las asimetrías en las redes del poder de la comunicación humana asistida por máquinas electrónicas y digitales.
Este es el contenido del dossier:
El Trabajo de Alberto Villagómez, “América Latina: entre la democracia informativa y la concentración de los medios de comunicación”, alerta acerca de los nuevos ímpetus del capital monopólico en la conformación de grandes grupos mediáticos que quieren acaparar la información periodística, la publicidad y el entretenimiento.
Daniel Omar De Lucia en, “El cine militante y clandestino en la Argentina y la remodelación del imaginario. (Relecturas del cine militante desde el fin de la dictadura hasta el presente)”, nos revalora una producción cinematográfica casi perdida en el olvido.
La investigación de Ernesto Guevara Flores, “Necesarias, prescindibles y obligatorias aproximaciones cinematográficas a Nelson Mandela”, hace una revisión crítica de toda la producción cinematográfica que ha tenido al gran líder africano como protagonista.
Luis Alvarenga en su trabajo “Por la causa proletaria, órgano de la Resistencia Nacional de El Salvador, durante la década de los 70”, reconstruye la historia del periódico clandestino Por la causa proletaria, de la Resistencia Nacional (RN) de El Salvador.
Por su parte, Ricardo Melgar en, “El epistolario como vehículo de comunicación y cultura: México en la correspondencia de José Carlos Mariátegui”, hace uso del epistolario como recurso etnográfico muy poco utilizado por la investigación académica.
Urbano Muñoz Ruiz en, “El peruano como estereotipo y estigma. Cultura e identidad nacional en la televisión peruana”, identifica y analiza los estereotipos y estigmatizaciones en los programas de mayor rating de la televisión peruana.
Coordinador: Alberto Villagómez
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