stampado en la piedra el petroglifo nos marca un lugar en el pasado, donde la imagen representa el orden de la naturaleza a través del agua, ante el hombre del pasado que habito en el desierto de Sonora, la ondulación de la marca hace ver al hombre posiblemente en la orilla, observando el movimiento. En este sentido, el agua se convierte en un sentido por la vida, pues en ella se encuentra la sobrevivencia y por ello, se puede inferir que en este sitio en una antigüedad remota pudo existir agua en su cercanía. Posibilidad que únicamente queda en este momento a nivel de una hipótesis, pero que al realzar estudios de paleoambiente y paleogeografía se podría validar dicha conjetura.

En este sentido, la antropología busca y encuentra conectores con diferentes ciencias que le ayuden a convertir en verosímil lo que estamos infiriendo. La vida, lo humano y la muerte están estrechamente ligados con el sentir por la organización de nuestra especie y con ello, la ciencia busca adentrarse en el conocimiento de lo que no existe ahora, pero de la misma manera de la existencias de nuestro presente a través del cotidiano y de sus instituciones.



El Cerro de la Proveedora, Sonora, México. Fotografía de Rafael Pérez-Taylor. Petroglifo.

Existen diferentes intentos por plasmar en el contexto latinoamericano lo concerniente a los sistemas complejos, “entendidos estos como una producción de conocimiento que desborda los sistemas simples. Es decir, la complejidad busca en la diversidad el sustento del hecho real, como un posible observable construido a partir de una estrategia de investigación que nos conduce a nuevas formas de abordar los problemas. Situarnos en esta línea nos conduce a entablar, en primera instancia, nuevas prerrogativas del dialogo transcultural, a partir de las relaciones entre el antropólogo, la comunidad estudiada y descrita desde el sujeto-objeto, y el compromiso de ambas partes a través de un saber compartido, para llegar a un espacio de encuentro”[1].

Desde una perspectiva humana la complejidad adquiere un carácter transdisciplinar, que le provee del conocimiento de distintas ciencias que le fortalecen en la base conceptual para dar cuenta de un proceso. Líneas de tiempo que construyen observables en el largo camino de la historia de la condición humana, a partir de esta delimitación el espacio se convierte en un lugar cargado de incertidumbre y al mismo tiempo se delimita el orden posible en la asignación de un problema, es la concatenación de diferentes escalas que se proporciona información, organización y autoorganización, es el principio de establecer en el hecho real su lugar en el espacio del sujeto, como un sistema recursivo que denota los vínculos entre la realidad y su teorización.

Este dossier ha intentado dar cuenta de diferentes posibilidades para adentrarnos en el hecho real, se recorren diferentes posibilidades de gran alcance como es la construcción latinoamericana de sistemas complejos que nos den la pauta para poder observar y transformar nuestra realidad, se puntualiza sobre lo que significa tener pertenencia y con ello, se puede pasar a espacios concretos y pormenorizados de estudios de corto alcance, donde la acción del trabajo documental y de campo adquieren sencillez a la vez de una profundidad que nos hace pensar los sucesos del pasado y de nuestro presente, para poder argumentar sobre las posibilidades del futuro.

Finalmente, este esfuerzo realizado para reunir estos artículos son la suma del trabajo individual y de las redes de investigación que nos proporcionado tener una opción diferente del mundo en el  cual vivimos.



[1] Pérez-Taylor Rafael; Anthropologias. Avances en la complejidad humana; Ediciones sb. Colección Complejidad Humana; Buenos Aires; 2006; p.94

 

 

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