La salud y la medicina en la cosmopercepción andina

Juan José García Miranda

Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, Perú

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Recibido: 23-06-2019
Aceptado: 07-08-2019

 

 

Planteamiento

Al observar el comportamiento cotidiano de la población en las zonas más populares de Lima Metropolitana sobre el uso de los servicios de salud, encontramos un panorama complejo. Para entender este escenario recreamos un símil familiar que por razones de salud nos moviliza entre Chosica, Santa Anita y Ate-Vitarte, donde ubicamos todos los tipos de servicios de salud formal: de ESSALUD,[1] del MINSA,[2] de la Municipalidad de Lima[3] y privados (clínicas, consultorios y farmacias); y los considerados no formales de salud popular, tradicional que complementan o sustituyen a los formales.

Formales o no, están ubicados en mercados, calles y locales aledaños entre sí formando, un orden nuevo de la medicina tradicional, la herbolaria, quiropráctica y otros como sistemas de armonización, con un panorama complejo, sincrético, paralelo y complementario de apariencia caótica pero efectiva para los usuarios.

Así surge una dinámica espontánea establecida por los usuarios, según su origen, condición sociocultural, prácticas domésticas, saberes, lenguas y tradiciones ancestrales y rurales en escenarios urbano-populares en los conos norte, sur y este de Lima Metropolitana y del lugar que ejemplificamos en Vitarte.

En este espacio conglomerado conviven y comparten estos establecimientos de salud cuyos usuarios migrantes[4] no han roto vínculos con sus raíces, de distintas procedencias, condiciones sociales, instructivas y culturales, que acuden en busca del restablecimiento de su salud cuando ha devenido en desarmonía en el cuerpo, la mente, el alma y, también, en el medio ambiente.

En este contexto describimos a una persona que, como ejemplo, grafica la rutina. Es el caso de una obstetra que labora en un Hospital del Estado y acude como paciente al hospital de ESSALUD en Vitarte y hace lo que sigue:

  • Madruga para: a) En ayunas, dejar una muestra de sangre, heces u orina para análisis respectivo; b) Sacar una cita; o, c) Ser atendida, si tiene cita antelada.
  • En caso de consulta médica, recibe la receta, va a la farmacia y recoge medicinas o va al laboratorio o radiología, saca la fecha de atención o algún examen.
  • Sale del nosocomio, se dirige donde un ambulante que vende emoliente de hierbas medicinales o come una mazamorra de Tocosh.[5]
  • Luego, compra en el mercado hierbas medicinales para varias dolencias y no deja de comprar hojas de achiote (Bixa Orellana) que ingiere, en infusión, su esposo quien padece de afección prostática.

 

Para ella, el mercado y los hospitales son fuentes de información, valoración y validación de diagnósticos y terapias tradicionales y modernas ya que en la fila de pacientes que esperan turno[6] de atención se informa de “terapias” nuevas y volvía a casa con novedades de sanaciones milagrosas con especies vegetales y algunas veces llevaba frutos y hojas exóticas cuyas propiedades y cualidades cura “muchas enfermedades” y sus palabras favoritas son “cura de todo”, “sirve para toda enfermedad”, o simplemente “es para todo”.

Los curadores o armonizadores, comparten y compiten espacios con médicos, clínicas y consultorios de especialistas de salud utilizando, cada cual, a los “llamadores” y “jaladores”[7] para conseguir clientes.[8]

En otras palabras, en este escenario de espontánea diversidad se comparte terapias en los que, conscientemente o no, se mueve la dinámica de los profesionales de la salud (médicos, obstetras, enfermeras) y especialistas no académicos (curanderos, armonizadores, sobadores, hueseros, herbolarios y otros) andinos y amazónicos. Situaciones parecidas se han registrado en otros espacios. En Lima, en la tercera cuadra de la avenida Aviación se ubica el mercado más grande de apoyo a la medicina tradicional. Similares espacios se ubicaron en Bolivia, Argentina y México (Bianchetti, 2004; Idoyaga Molina, 2007; Álvarez Heydenreich, 1987) donde la medicina tradicional es vigente. Como ejemplo señalamos que el “ojeo”, el “susto”, la “sombra”, el “abuelo” son dolencias panamericanas, conocidas de México hasta Argentina y, seguramente sean originarios del viejo mundo, como el muruunquy o viruela, el paludismo o chukchu. Realidad que sugiere que las prácticas de la medicina tradicional y alopática son resultado y síntesis de procesos y tratamiento en la salud, en el viejo y nuevo mundo.

 

Cosmogonía, cosmología, cosmopercepción

Moray, sitio arqueológico del Cusco, paradigma de la cosmogonía y sabiduría prehispánica, cuyas explicaciones escapan al de las disciplinas de las ciencias y según John Earls D., sería un laboratorio agronómico prehispánico que se usaba, y se puede usar para la planificación de la producción agrícola en la región porque cada anden concéntrico representa un piso ecológico donde se cultivaba, evaluaba y sometía a prueba el comportamiento del clima para organizar las labores agrícolas[9] ya que la construcción de los saberes tenía base agro céntrica.

Cada piso ecológico tiene una vocación de cultivo fijada por las señas de la conducta de los cuerpos celestes, los fenómenos atmosféricos y la biología “leídos” en los periodos liminales de estaciones que anuncian los cambios de las aguas naturales y del clima que regulan el ciclo productivo. Su comprensión supone un ejercicio trans e interdisciplinario que derivan saberes cosmogónicos de la cosmo percepción y la cosmovivencia que involucra a las ciencias naturales, sociales, humanas y, por ende, a las médicas y la psicología.

Centro Arqueológico de Moray (Cusco, Perú)
Imagen 1. Centro Arqueológico de Moray (Cusco, Perú). www.ohmachupicchu.com

En este sentido, Earls, explica que los constructores de Moray, habían entendido las teorías sistémicas y de cibernética para comprender los sistemas abiertos, de la relación ecológica, del vínculo de la información y de la organización para entenderse con la naturaleza y la auto programación que arriba a la complejidad como sistema auto-eco-organizador que plantea el pensamiento complejo y de las ciencias de la complejidad para resolver los enigmas del proceso social (Morín, 1990).

La cosmogonía, la cosmología y la cosmovisión, son categorías holísticas que se complementarían para entender los escenarios y procesos para la producción de los saberes, la conciencia de la diversidad y el sentimiento de los pueblos de los Andes.

La cosmopercepción, como percepción, descripción, explicación y transmisión simbolizada del entorno natural y humano o cosmos, que involucra a lo que se llama de la cosmovisión de los pueblos etnocampesinos del hemisferio sur. Categorías que generan una discusión semántica amplia para la explicación y construcción del pensamiento, producido en cosmovivencia natural y humano que se complementan (Lenkersdorf, 2003). Estermann (2018) asume que el pensamiento andino es cosmogónico y espiritual, como creencia y sentimiento y propone la cosmo-espiritualidad como equivalente a la cosmovisión, expresiones de filosofía andina; en este sentido, también, Muñoz (2007), propone los mismos atributos y principios como contenidos y parte de la filosofía andina.

La Cosmogonía viene de las voces: Cosmos que involucra a la naturaleza, el universo, el mundo, la tierra y, Gnosis a la sabiduría, al conocimiento y la comprensión. Es decir, es la percepción, comprensión y entendimiento del mundo del que derivan las teorías construidas por la ciencia, por un lado; y, por el otro, por las ideas adquiridas en la experiencia vivida y las formas de sentir y vivir la vida de los pueblos. En ambos casos, con lógicas propias que suponen procesos cognitivos aprendidos en la vivencia y estudios; así como para entenderse o enfrentarse con el entorno.

La cosmología viene de las voces: Cosmos: Universo, mundo, naturaleza, entorno natural y logía viene de logos: ciencia, discurso, doctrina, tratado, estudio. Es decir, es el tratado o estudio del cosmos, universo, mundo o entorno natural con teorías y metodologías de cada disciplina de la ciencia. Conocimiento científico del que derivan y se sujetan las teorías con sus escuelas, corrientes y tendencias del pensamiento social.

La cosmovisión viene de las voces Cosmos: Universo, mundo, entorno y Visión: percepción, representación, del entorno que se construye a través de la vivencia cotidiana. Es propio de los pueblos llamados de origen ancestral que se transmite de generación en generación mediante la oralidad, el ejemplo, la acción y también la escritura y los medios de comunicación masiva. Son los saberes empíricos, etno-campesinos, intuitivos, populares, pragmáticos, ancestrales, folclóricos, tradicionales y “saber vulgar” como los llamó occidente a estas formas de cosmopercepción.

Esta situación patética nos muestra una experiencia suscitada en el valle del Mantaro al Sur de Huancayo (Junín) donde en los años setenta del siglo pasado, se instalara en el Puesto de Salud, del Ministerio de Salud, un egresado de Medicina para prestar servicios a las comunidades, del SECIGRA,[10] requisito para la obtención del título de Médico-Cirujano. Desde su cosmología, el SECIGRISTA, observó que la población consumía agua de un manantial donde convivían sapos, ranas, renacuajos y otros bichos. Entonces se propuso limpiarlo en actitud positiva e iniciativa personal para atraer a la población al Puesto de Salud. Dosificó y limpió el manantial y notició a la comunidad de la hazaña. Mientras, en la población, se generó un descontento, porque “se secaría el agua del manantial” debido a que habían sacado los sapos, renacuajos y las ranas que, en la cosmovisión del pueblo, eran considerados deidades del agua.[11] Por esta causa, trataron de expulsarlo “montado en un burro al autor” porque había “atentado” contra la comunidad. El médico se disculpó ante el pueblo, repobló el manantial con renacuajos, sapos y ranas para seguir laborando; pero no logró atraer al pueblo al Puesto de Salud. Por el contrario, alentó el rechazo al servicio estatal y la preferencia a sus curanderos que, desde siempre, les asistía en sus desarmonías en la salud. Esta experiencia enseña que la comprensión de la cultura es interdisciplinaria y transdisciplinaria.

La cosmovisión, según las tradiciones culturales de cada pueblo, se sustenta en las actividades económicas y de subsistencia. En el caso de los pueblos andinos es agro-cosmo-etno-céntrica, que permite la construcción del pensamiento desde y para las labores agropecuarias que dependen del comportamiento del cosmos que define el régimen de las aguas naturales y estaciones que posibilitan la producción de bienes y servicios, según las condiciones de cada territorio o marka donde existe un pueblo. Las poblaciones de una marka son ayllus, comunidades, etnias y nacionalidades ancestrales o no, que poseen unidad identitaria definida por un origen mítico o histórico, territorio y sentimiento de territorio, una lengua materna, patrones de vida, expresiones artísticas y técnicas propias que las caracterizan o diferencian.

Asimismo, la cosmovisión es holística, histórica, proyectiva y progresiva. Holística porque imbrica en un mismo proceso lo objetivo con los subjetivo, lo tangible con lo intangible, al sujeto con el objeto, lo profano con lo sagrado y lo material con lo inmaterial[12]. Es histórica porque se nutre del pasado vivido; es prospectiva porque permite visionar el futuro a largo plazo como conocimiento y proceso social, en un escenario en permanente cambio; proyectivo porque supera un orden establecido de un tiempo por otro progresivo con nuevos retos, nuevas incertidumbres y otros riesgos, para construir o reconstruir el buen vivir sin afectar a la Pachamama.

La naturaleza es, al mismo tiempo, sobrenatural como las otras comunidades humana, cognoscitiva y sagrada porque son interpenetrables, transmutables, transustanciales y recíprocos entre sí, pautadas por normas ordenadoras para coexistir en armonía total o AllínKawsay.

Elaborado por el autor con fotografías del Ing. Javier Llacsa. Cusco, Perú
Imagen 2. Elaborado por el autor con fotografías del Ing. Javier Llacsa. Cusco, Perú.

Por el componente y atributo holístico y el carácter abierto e incluyente del mundo andino-amazónico recibe influencias de tradiciones culturales diversas y, también, de occidente moderno sin lograr sintetizarse en concepto nuevo. La cosmovisión conserva y desarrolla una matriz prehispánica y, a su vez, ha incorporado adoptando y adaptando elementos nuevos de la cosmología de occidente moderno y otras culturas del mundo para conservarse en escenario de diversidad natural y cultural.

Forman parte del proceso de origen prehispánico que se conjugan, complementan, contraponen o niegan mutuamente. Una heredada de los ancestros originarios y la otra adquirida por contacto cultural o impuesta por colonización; sin embargo, ambas perciben, representan, simbolizan y explican el entorno natural y cultural, generando un proceso no definido de identidad que gravita en cada persona.

Eduardo Galeano (1996) afirma que “la mitad de los peruanos es de origen indígena”, en otras palabras, señalaría que la mitad de cada peruano es indígena; lado que no se evidencia ni se visibiliza pero se siente y sólo se exterioriza en escenarios íntimos y extraordinarios. Todalidad contradictoria que persiste: Una de matriz prehispánica que se conserva en el ayllu y la otra occidental judeocristiana, grecorromana y anglosajona que se adquiere por contacto o imposición. A propósito, J. M. Arguedas dice:

La vitalidad de la cultura prehispánica ha quedado comprobada en su capacidad de cambio, de asimilación de elementos ajenos. La organización social y económica, la religión, el régimen de la familia, las técnicas de fabricación y construcción de los llamados elementos materiales de la cultura, las artes; todo ha cambiado desde los tiempos de la Conquista pero ha permanecido a través de tantos cambios importantes, distinta a la occidental, a pesar de que tales y tan sustanciales cambios se han producido en la cultura autóctona peruana por la influencia que sobre ella ha ejercido la de los conquistadores (1977, pág. 2).

 

Por consiguiente, en el Perú, existen pueblos con tradiciones culturales y relaciones interculturales que nos permiten identificar grupos humanos muy diferenciados, no contactados, en aislamiento voluntario, en contacto inicial, semicontactados, contactados e integrados a la sociedad nacional, oficial, criolla, aristocrática, comercial o burocrática, conducida por turnos con gobiernos civiles o militares, desde 1821, cuando se instauró la república.

El Perú, forma parte del sistema de montañas de los Andes y, por los grados de articulación al contexto natural y sociocultural, ne es posible homogenizarla porque tiene escenarios naturales, socioculturales sustentadas en la diversidad que describe al territorio de todos los climas y sentimientos, donde florecen pueblos y nacionalidades con territorios, tradiciones, lenguas, saberes, técnicas y maneras de sentir y vivir la vida específicas.

El Perú, tiene 84 de las 104 zonas de vida y 17 transicionales. Es decir, más de las dos terceras partes de las establecidas para el mundo (Brack, 1986) y las regiones naturales de Chala, Yunga marítima y oriental, Quechua, Suni, Puna, Janka, Ruparupa y Omagua identificadas por Pulgar Vidal (1967) con una orografía corrugada con valles costeros, alteños, cuencas, planicies, praderas, mesetas, quebradas, montañas, desiertos, nevados, picos, y laderas, cuyos rasgos comparten los países andinos.

En consecuencia, las condiciones de vida no son homogéneas ni homogeneizables. Cada zona de vida tiene ambientes y recursos diferenciados y, por tanto, identidades, sentimientos, saberes, procesos productivos y reproductivos propios de un escenario heterogéneo. Por eso, existen conductas y psicologías colectivas diferentes como las maneras de ser y de vivir la vida. Por tanto, las desarmonías en la salud de la naturaleza se ven reproducidas en la salud humana, de las personas o de las colectividades identificadas, identificables y diferenciables entre sí.

Sin embargo, importa señalar que la cosmopercepción, la cosmovisión o modo de vida de un pueblo tiene un componente psicológico, conductual que lo caracteriza y que requiere conocer con fines geopolíticos como lo hicieron los antropólogos antes y después de las guerras mundiales en el viejo mundo y también en Latinoamérica cuyos territorios con pueblos de origen ancestral o indígena, aún poseen recursos naturales que el capitalismo transnacional codicia y tiene que encontrar mecanismos abiertos o encubiertos para apropiarse, agudizando las desarmonías.

Cuando Ruth Benedict (1989), por encargo de la Oficina de Información de Guerra, luego Central de Inteligencia Americana -CIA-, de los Estados Unidos de América -USA-, estudió la moral extranjera y los patrones de vida japonesa, fue para comprender la cultura y la psicología de los pueblos para definir la estrategia y tácticas militares de los aliados; asimismo, M. Mead (1965) estudió el Carácter Nacional, de los japoneses durante la segunda guerra mundial con este mismo propósito. Estudios que sirvieron para que USA y los aliados respondan con armas nucleares al nacionalismo japonés que ofrendaban sus vidas en aras de sus propósitos bélicos. Usos de la antropología que, Kathleen Gough (1970), denuncia en su trabajo Antropología hija del imperialismo y explica el impacto del colonialismo en África y Asia y en las culturas de los pueblos del tercer mundo.

Y en Latinoamérica proceso semejante se aplicó con los proyectos impulsados por USA, usando como su instrumento a la OEA para inmiscuirse en los asuntos internos de los países que la integran y que, según J. Britto, “La OEA dejó de ser una organización representativa del conjunto de la Américas, para ser una herramienta neocolonialista en manos del gobierno de los Estados Unidos” (Tomado de la web). Desde 1961, tras la reunión de Punta del este, se han formulado y aplicado planes y programas como la Alianza para el Progreso, el Plan del Sur, Plan Camelot, Plan Simpático, Plan de Desarrollo de los Pueblos del Sur del Perú, Plan Colombia, Plan Puebla Panamá, etc. para conocer sus cosmovisiones e intervenir en cada país a través de esterilizaciones sin consentimiento con contenido etnocida y genocida que derivaron en políticas públicas de planificación familiar para el control de la natalidad entre los indígenas que conservan todavía sentimiento comunitario, en cuyos territorios existen recursos mineros apetecidos por el capital transnacional. No por gusto, Morote señala:

Decidme para que fueron hechos y para que sirvieron los aprestos del “Camelot”, del “Plan Simpático” y sabréis que la respuesta os la darán los muertos y desaparecidos del llamado Cono Sur.

Decidme por qué fueron hechos y para que sirvieron los numerosos volúmenes del Seminario de Integración Social Guatemalteco y será fácil explicar la catástrofe de Centro América, […] las agresiones de Honduras, el genocidio de El Salvador o la liberación de Nicaragua.

Decidme para que fueron escritos los millares de páginas del Plan Regional para el Desarrollo del Sur del Perú y será fácil entender que estos libros, por otros conceptos admirables, sirvió y sirve, para sujetar, para explotar, para oprimir (1991, pág. 49).

 

También, el Dr. J. Véliz Márquez hace referencia al informe Succar, cuando señala:

Succar y col. en el Informe Final de la Comisión Especial sobre Actividades de Anticoncepción Voluntaria (AQV) (2002) que se iniciaron en 1995, en mujeres andinas o amazónicas de zonas rurales o urbano marginales. El personal no utilizaba idiomas nativos. No consideraron la cosmovisión andina […]. El personal gozó ferias, regalos, premios, pero también amenazas y obligación de cumplir con cuotas de AQV. No se trataba de emergencias. No existían protocolos. El Colegio Médico (abril) recomendó suspender actividades por 90 días para revisión y evaluación, el MINSA no aceptó […]. La Resolución Ministerial N° 465-99-SA/DM dice: que directivas ‘[…] se apliquen en forma obligatoria e imperativa las disposiciones contenidas en las normas de Planificación Familiar, aprobado […] su no cumplimiento importa responsabilidad administrativa en algunos casos y en otras implicancias de carácter judicial penal […] (Véliz, 2017).

 

Asimismo, se establece que las esterilizaciones estaban, según un informe del MINSA, orientadas a las poblaciones culturalmente atrasadas y económicamente pauperizadas, dice:

[…] ha quedado demostrada la necesidad de frenar lo más pronto posible el crecimiento demográfico […] un tratamiento para los excedentes existentes, elevando la utilización generalizada de esterilización en grupos culturalmente atrasados y económicamente pauperizadas […] facilitaría el acceso de grupos familiares débiles a ciertos niveles de bienestar (Véliz, 2017).

 

Y, señalan el caso de 231 mujeres intervenidas, el 62.3% tenían de 25 a 34 años de edad en Cusco y 63% en Piura …; y más del 50% sin seguimiento”.

Tomando las anotaciones del mismo autor, se observa que intervinieron agencias de cooperación como USAID controlado por el Congreso de USA, y la AID que financiaba los programas. Como financiara a los Rockefeller en las primeras décadas del siglo XX, e imponer la farmacéutica en detrimento de la medicina tradicional, homeopática y natural que se impartía en las Universidades.

Lo acontecido muestra que en la salud pública la planificación familiar es un instrumento genocida dirigido a las poblaciones indígenas con escasa capacidad económica que garantice tener un “hogar estable”, a través de acciones de esterilización, según se señala, con “consentimiento voluntario”. Programas que siguen vivos y afectan la armonía de la sociedad humana, la naturaleza, el mundo total y no solo andino; y, atentan, también la cosmovisión de los pueblos etnocampesinos, que pueblan lugares donde, para la clase política y las empresas transnacionales, hay recursos naturales para “hacer negocio con ellas”, como escribiera Colón al llegar a las Antillas.

Alan García Pérez, calificó estos pueblos como “pequeños grupos” al decir que: “Ya está bueno. Estas personas no tienen corona, no son ciudadanos de primera clase. 400 mil nativos no pueden decirnos a 28 millones de peruanos: tú no tienes derecho de venir por aquí” (2009).[13] Ideario anti indígena de la clase política del país y que involucra a todos los que han llegado a ejercer el poder del Estado desde la instauración de la república.

 

La Pacha: Fuente y destino de la vida

El cosmos es la naturaleza que engloba, a la sociedad, al pensamiento y al sentimiento. En el runasimi o quechua cosmos es Pacha,[14] concepto y categoría polisémica, omnidimensional con significados espaciales y temporales que comprenden al universo, al mundo, a la naturaleza, a la tierra, al calor, al abrigo, a la fuente y morada la de vida, a la enfermedad, al tiempo anterior para mirar lo acontecido, al tiempo posterior para visionar lo que acontecerá mañana para seguir caminando.

Desde la óptica de los pueblos andinos, la Pacha, es un ente con muchas funciones: seminal, germinal, maternal, vital, espacial y temporal que cría la vida; reconocida como Mamapacha, Pachamama o Naturaleza Madre porque es fuente y morada de la vida que refiere el dicho: “Pacha allpamantamkawsayqaqatarimun” (“De la tierra brota la vida”).

La Pachamama tiene condición humana, es runa[15] o persona, y hay que tratarle con afecto, cariño, brindarle alimento y bebida como gratitud y crianza mutua. Es el centro las ofrendas[16] que se le entrega en las apachita de las montañas, nevados y cuevas paqarina[17] para los Achachi, Achachila, Apu, Jirka, Wamani,[18] que moran en sus entrañas y conectan al mundo interior (uku-pacha) con el exterior (hawa-pacha), el mundo de arriba (hanaq-Pacha) y el mundo de abajo (urin-pacha).[19]

En el nivel micro cósmico cada componente de la Pacha es identificado como una persona, casa, chacra o ayllu. La mujer y el hogar son considerados Pachamama.[20] En ellos se reproduce los atributos, cualidades y las dimensiones espaciales y temporales de la Pacha. Por eso se la reconoce y tributa como entes sagrados que cuidan y crían a sus hijos. Se le respeta, “se le cariña” y cría como ella lo hace con los humanos.


Imagen 3. Elaborado por el autor.

La crianza es forma de socialización, aprendizaje y enseñanza, atributo docente de la Pacha o Naturaleza: Pachayachachiq (el que enseña al mundo), que ordena y conduce el mundo: Pachakamaq; revierte el mundo cuando ha devenido en caótico: Pachakuteq. Aprendizaje, enseñanza, ordenamiento y reversión de la anomia que garantiza la armonía y posibilita en los humanos el desarrollo de saberes agroclimáticos, técnico-productivos, terapéuticos y rituales que pautan la vida cotidiana y extraordinaria. Forman y regulan la capacidad criadora, creadora, productiva y armonizadora del ser humano y de los pueblos. Rol de enseñanza/aprendizaje estudiado por Barash (1981), cuando explica que muchas formas de conducta humana fueron aprendidas de los animales.

La subsistencia humana depende de la caza, pesca, ganadería, agricultura y el procesamiento artesanal o industrial. Las labores productivas primarias dependen del régimen de las aguas naturales, las lluvias, que definen las estaciones chiraw y puquy[21] indicadas por señas de la flora, fauna, los cuerpos celestes, fenómenos atmosféricos, la geomorfología, termodinámica que sirven para entenderse con la naturaleza y organizar la vida cotidiana. Indicadores de saberes, procesos y técnicas para producir y reproducir la vida económica, social, cultural y el buen vivir.

En este sentido, en el pensamiento andino, al mundo con sus comunidades, se les reconoce atributos que desde la raíz difieren del pensamiento eurocentrista y se le reconoce un conjunto de atributos como seres vivos personificados, la Pacha y sus componentes son comunidades orgánicas con sentimientos armonizados entre sí. Al respecto, Descola propone:

Pues bien, como se ha notado desde hace largo tiempo, muchos pueblos no modernos parecen indiferentes frente a esta división, ya que atribuyen a las entidades que nosotros llamamos naturales ciertas características de la vida social: animales, plantas, meteoros o elementos del relieve poseen un alma, es decir una intencionalidad subjetiva, viven en comunidades organizadas según reglas, dominan las artes y las técnicas de la humanidad, y, en suma, son concebidos y tratados como personas (2003, pág. 30).

 

Esta idea es similar a lo señalado por Pitágoras y su escuela de Trotona cuando sostenía que “la Tierra es un ser vivo, íntegro e inteligente”. Del mismo modo, James Hutton en 1875 llegaría a afirmar que la Tierra es un “superorganismo” y se debe entenderlo así. Hugo Rengifo, siguiendo las ideas de la endosimbiosis o endosimbiótica, acerca de estas teorías desarrolladas por Lynn Margulis[22] comenta y sugiere que:

[…] está demostrado que los vegetales tienen alma, poseen altruismo, solidaridad y telepatía, leen el pensamiento de los humanos, producen sustancias plaguicidas o llaman predadores cuando enfrentan a las plagas. La teoría de la endosimbiosis de la bióloga Margulis, que puede demostrar la transmisión de las enseñanzas arquetípicas de las plantas al hombre en las sesiones de toma de sustancias psicodélicas o del llamado chamanismo, que reproduce verídicamente en personas con cualidades innatas y no adquiridas.[23]

 

Lynn Margulis apoyó y desarrolló la hipótesis Gaia propuesta en 1979, por James Lovelock, en honor a la diosa de la tierra Gaia. Esta hipótesis afirma que las formas de vida no sólo se adaptan a los cambios que sufre el medio, como se creía anteriormente, sino que la Biosfera influye en el medio ambiente haciendo que sus condiciones sean favorables para la vida que plantea la endosimbiótica. Ella, como los pueblos indígenas, que “todo tiene vida” y por eso junto con el científico Robert Whittaker “propuso una clasificación de los seres vivos en cinco reinos a partir de la simbiogeenesis (Moneras, Protoctistas, Plantas, Animales y Hongos) en vez de los tres (Mineral, vegetal y animal)”.[24]

Así mismo Stéfano Mancuso (2015) y otros de la Universidad de Florencia, en Italia, demuestran que el mundo es un ser vivo, biótico[25] y como tal habla de la inteligencia vegetal que se ha desarrollado a través de sus más de 15 sentidos que perciben lo que acontece en el entorno donde se desenvuelve o sobrevive. Es decir, tienen vida, sentimientos y forman parte del todo holístico integrado por la comunidad: natural, humana, sagrada y cognitiva. El universo y naturaleza son reconocidos como Pacha, la tierra como Teqsimuyu,[26]elevado a la categoría de Pachamamao Madre Naturaleza; el mundo humano es reconocido como llaqta(pueblo), runa(persona); el mundo sagrado-espiritual como waka; y el mundo cognitivo como Yachay(saber) y Yachaykuna(sabiduría).

 

Son comunidades holísticas y dialogantes. Los mundos natural, humano, cognitivo y sagrado son holístcos, dialogantes e imbricados objetiva, subjetiva, material e inmaterialmente por ser interdependientes, omnidimensionales, interpenetrables, transustanciales y transmutables que, según las coyunturas, los momentos, los contextos y las tradiciones culturales, particulares pueden tener diferentes significados y connotaciones.

Este proceso ayuda a hallar los contenidos que según sean se tornan en sujetos u objetos, profanos o sagrados, materiales o inmateriales; transmutables de una condición a otra. Estas cualidades explican el carácter holístico del pensamiento andino que, como parte de un mismo proceso, imbrica lo objetivo con lo subjetivo, lo sagrado con lo profano; lo técnico con lo ritual. Asimismo, está en permanente diálogo entre sus componentes como seres vivos y con sentimientos comunicados entre sí, mediante señas que transmite la naturaleza y los símbolos humanos para comunicarse, porque comparten los mismos atributos de entendimiento mutuo.[27]

 

Abiertas e incluyentes, debido a que reciben todo lo que se les da, llega, por contacto intercultural, por conocimiento y, también por imposición. Esta apertura inclusiva, es llamada mestizaje, sincretismo, paralelismo, etc., sin embargo, no quiere decir que todo lo que llega es asumido, sino hay proceso de selección por asimilación, recreación, innovación, adecuación, complementación o rechazo parcial o total. Y esto es perceptible en todos los campos y también en la medicina, la psicología y otros campos de las ciencias.

Tienen contenido histórico, proyectivo y progresivo. El corpus de saberes, técnicas, procesos y productos generados y que pautan la vida tienen contenido histórico, proyectivo y progresivo que sintetizan la experiencia vivida y transmitida desde los primeros tiempos, inmemoriales y que sirven al futuro, para prevenir las desarmonías y promover el buen vivir o Allin Kawsay.

Los pueblos andino-amazónicos, son parte del universo o Pacha, que tiene un ámbito definido, conocido o kaypacha y, otro que sería el karu pacha, lejano, fuera de nuestras percepciones que es indefinido o desconocido como grafica Santa Cruz Pachacuti Salcamaywa (1993) [ver imagen 4].

Altar de Coricancha. La línea de color en el extremo superior izquierdo es nuestra
Imagen 4. Altar de Coricancha. La línea de color en el extremo superior izquierdo es nuestra.

En el escenario superior izquierdo, fuera de la línea del gráfico de contorno, se observan cuerpos celestes sin denominación específica, este sería el mundo desconocido, mundo sideral lejano o karu pacha (mundo lejano) ohawa pacha (mundo de afuera), donde el ser humano aún no ha explorado y por tanto le es desconocido.

El mundo desde tiempos inmemoriales es fuente de saberes y sabidurías que se comparten, incrementan, desarrollan, innovan, reajustan o descartan cuando se conservan, renuevan o pierden vigencia. Es decir, son dinámicos y no estáticos. Idea que reafirma lo que Mariátegui (1974) señalaba sobre la tradición que “es patrimonio y continuidad histórica” por ser “viva y móvil” y retomado por Morote cuando refiere que:

[…] La realidad nos muestra que cada nuevo momento del proceso evolutivo de la sociedad y cada nueva fase del desarrollo social envuelve, necesaria y concurrentemente tres tipos de fenómenos: el primero, de adquisición; el segundo, de desasimiento; el último de conservación. De adquisición de algo nuevo y, paralelamente, de desasimiento o conservación de algo viejo (1991, pág. 86).

 

De trato horizontal y de crianza mutua. Es decir, las comunidades de la Pacha, entre si se tratan con afecto y cariño, cuidándose y criándose mutuamente. Por eso el ser humano trata con el agua, el sol, la luna, la tierra, las herramientas, el ganado, los cultivos, les adornan, les hacen fiestas, porque además se es fuente de vida. Diferente a la concepción de occidente donde lo que existe es recurso y como tal convertible en mercancía y por eso la tierra, la cultura, los humanos, etc. son recursos apropiables, vendibles, negociables y hasta el diálogo es llamado negociación. Es la sociedad máquina para manejar y manipular y no es raro escuchar: “Manejo del agua”, “manejo del personal”, “manejo de máquinas”, manipulación de conciencias y voluntades.

La crianza mutua implica reciprocidad, respeto y cariño; en los pueblos andinos se considere la naturaleza como ser humano, fuente de vida y madre que “cría” y en reciprocidad, también se “le cría” con cariño. “Nos cría y se deja criar”.

Este proceso supone, entonces, que el hogar humano, las culturas y los pueblos no son inertes ni estáticos sino vivos y móviles, en movimiento continuo, sujetos a cambios y permanencias en cada escenario natural y cultural y en cada espacio y momento se aprende, reaprende, desaprende y enseña lo que está vigente, adoptando o adaptando elementos materiales e inmateriales propios y recibidos contextualizados al modo de vida de cada pueblo.

Estermann (2018), equipara los atributos con los principios de la filosofía andina de relacionalidad, correspondencia, reciprocidad y complementariedad como el principio holístico, agrocosmocentrico, intearctuante, dialógico y recíproco de las culturas de los pueblos etnocampesinos.

 

Qhalikayo, la buena salud andina

Conservar la salud en armonía ha sido, siempre, el interés de la sociedad humana. Como hemos señalado, los humanos han logrado entenderse con la naturaleza para conservar y recuperar la armonía cuando, la sociedad y su entorno, han devenido en anomias y desarmonías. Recuperación a través de los especialistas médicos y no médicos de la salud no sólo humana sino total. Los especialistas tradicionales no médicos dieron base a la medicina alopática porque fueron y aún lo son las semillas que hicieron germinar la ciencia médica.[28]

La vigencia de la medicina ancestral y tradicional en el país y en los andes, pese al avance y expansión de la biomedicina, se utiliza para afrontar las desarmonías entre los componentes de la Pacha o Universo: natural, humano, cognitivo y sagrado.

En este escenario complejo tratamos de conocer y entender las armonías y desarmonías del cuerpo, la mente, y el alma diagnosticado y tratado por los médicos alopáticos y ancestrales o como quiera llamárseles, según el origen, sentimiento, actitud o calificación que les dan desde adentro y afuera, en los mismos pueblos: “adivino”, altomisayoq, amachaq, amawta, awki, awkish, brujo, comadrona o partera, chamán o “shamán”[29], curandero, curioso, despenador, entendido, hampiq, hechicero, halawayo, hilakata, laya, layqa, limpiador, maestro, médico casero,médico folclórico, médico tradicional, médico vulgar, pampa-misayoq, paqo, pongo, ponqo, qampiq, qampi-kamayoq, qampipakuq, qawaq, qayaq,qollana, samachiq, sanador, sobador, suysuq, wamanero, yachaq, yachapakuqoyatiri,[30] a quienes se les llama "especialistas" o terapeutas de tradiciones locales.

Diferenciamos a los terapistas tradicionales de otros que se hacen llamar como tales pero que, en realidad ejercen la hechicería, la brujería y la “malería”,[31] especialistas en hacer “daño”. Según Eduardo Calderón, conocido como Tuno el curandero, son buscados por los mismos clientes para venganzas o generar desarmonías premeditadas, diferencia las acciones curanderiles de los hechiceros y señala que los usuarios y “pacientes obsesionados”,[32] son los que buscan a los hechiceros para disipar sus problemas personales acudiendo a los “maleros”:

A veces me visitan personas que vienen a especular no más. Yo capto rápido su pensamiento. Es gente que me dice que le juegue las cartas y que quiere saber tal o cual cosa. Pero hasta que me expongan una sola idea o que pronuncien ciertas palabras que llamaríamos delatoras, entonces yo inmediatamente pesco la intención y les digo: “Señor, lo que usted quiere saber es esto; ¿No es cierto? Muy bien; pero usted no tiene nada; lo que quiere es averiguar, tiene obsesión. Usted ha asistido a varias mesas por el solo hecho de que le gusta; y eso no está bien” (Gushiken, 1979, pág. 77).

 

Castro (1981), identifica y diferencia el diagnóstico del tratamiento de las enfermedades, que hacen los curadores tradicionales como “jampij” cuando señala que: “(…) ‘jampij’, es equivalente al médico que ejercía adivinando, elevando sus preces al sol, a la luna, al rayo, etc. o confesando, aconsejando, ayudando y administrando remedios del reino vegetal. Pero también recurrían a brebajes, a la brujería. (…) hay tres grupos de ‘jampij´: Brujos, charlatanes y herbolarios”. Reconoce a los amautas como “prudentes, instruidos y sabios. Están cerca de los incas, casi equivalentes a los ministros. En este caso como Ministro de Salud (no eran brujos)”.

Los especialistas andinos en la armonía del mundo humano con el natural y entre los mismos humanos son formados “por la vida”;[33] la convivencia, el mutuo aprendizaje, la herencia generacional, las cualidades personales innatas y las adquiridas por situaciones de excepción como haber sobrevivido a una descarga eléctrica del rayo. Se aprende en el hogar o ayudando a los especialistas locales desde temprana edad, observando y recreando lo que aplica en la cotidianidad y de este ambiente se construye la máxima “Yachaqmanchayaspa, yachapakuna”.[34]

El aprendizaje y la formación de los especialistas responden a la percepción que tienen del mundo o Pacha; percepción holística de los componentes macro y micro orgánicos, a la lógica ordenadora o kamaq, kamachiy, que pautan la vida humana.

Los ordenadores articulan los seres humanos con el mundo natural, cognitivo y sagrado que, a su vez son fuentes de las armonías y que, cuando se desequilibran, deviene en desarmonías o caos que deben ser revertidos para recrear una nueva armonía en diferentes condiciones de existencia.

Una de las condiciones básicas para la armonía, principalmente en la población adulta, es la paridad y la dualidad desde la cosmovisión andina, cuya expresión básica es la pareja o yanantin.[35] Lo que existe se sustenta en la dualidad y la paridad, germen del sentimiento de colectividad y de la reciprocidad, de los opuestos complementarios: varón y mujer, arriba y abajo, frio y caliente, adentro y afuera, sallqa y qechwa, útiles para catalogar los espacios y las existencias. La Paridad opuesta a la imparidad identificada como chulla,[36] al mantenerse como tal, hasta determinada edad reconocida de madurez física y mental, puede devenir en fuente de desarmonías y germen del individualismo, donde el sentimiento colectivo tiende ser desaparecido y, también, penalizado.

La paridad es un ordenador del mundo andino y por eso, sus componentes están emparejados como opuestos complementarios: Hanan/Urin Pacha y Hawa/UkuPacha; diferente en contenido y significado a la trilogía impar de occidente basada en la Trinidad cristiana: cielo, tierra e infierno que, erróneamente ha sido identificado como Hanaq, Kay y Uku Pacha. El concepto kay significa “toma”, “esto”, “este” y asociado a Pacha seria “este mundo” como indicativo y no necesariamente como denominación de un mundo aparte. Esto nos permite diferenciar la base de la racionalidad impar y trilógica de occidente judeocristiano con el de la paridad de opuestos complementarios de la andina.

En occidente es más importante el individuo ciudadano, síntesis de la imparidad; mientras que en los andes es la idea de colectividad encarnada en el ayllu y la comunidad indígena basada en la paridad dual de los opuestos complementarios, con puntos de encuentro/bifurcación tinkuy[37] o chawpi[38] que se localiza en la estructura del hogar, la alcoba, la chacra, el ayllu, la marka. Esto implica que lo impar o chulla sea fuente del desequilibrio y la desarmonía reconocida como enfermedad en los seres humanos, entre la población adulta, y el entorno total, mientras la paridad dual, de pareja yanantin, sustenta el equilibrio, el diálogo y la armonía en el ayllu.

La complementariedad de los opuestos requiere de otro atributo: la inclusión andina opuesto a la exclusión de occidente. En la sociedad andina todo acto humano es colectivo e incluyente, involucra al ayllu, a la comunidad y las responsabilidades comunales se asumen de modo obligatorio y rotativo, diferente al de occidente donde es restringida, segmentada, elitista y mercantil dentro del matiz de dominación imperial e imposición clasista donde se pugna por el acceso al poder.

En este sentido, el concepto de “ser vital” (Qhalikay o qhali runa), sea mujer o varón, anciano o joven, propio o extraño, es considerado como tal cuando vive en armonía con el entorno natural, humano, cognoscitivo o sagrado; con respeto, reciprocidad, solidaridad y mancomunidad que son base de la salud plena tanto de la persona, del ayllu, de la comunidad y del entorno natural. Por eso hay Qhali runa o persona sana, vital, saludable, lleno de energía, QhaliLlaqta (pueblo saludable con vitalidad), Qhali ayllu (comunidad con vitalidad o sociedad saludable), Qhalikawsay (vida sana, saludable).

La existencia del ser vital, saludable o armónico es una evidencia que, dentro de la comunidad, existen condiciones para plasmar la utopía del buen vivir o AllinKawsay. Ideal andino que habiéndose generado en los pueblos andinos se hizo representativo para del hemisferio Sur y se hace universal promovido por el foro indígena de la ONU y que se construye como un paradigma nuevo para los pueblos y el mundo y que debe ser puesto en agenda junto a los proyectos de descolonización individual y colectiva y tiene como principales oponentes al imperio, las transnacionales y al capitalismo depredador, comprador, burocrático, especulante y deshumanizante.

 

Las desarmonías

La comunidad forma parte de la naturaleza y como tal es también material e inmaterial, sagrada y profana; sus componentes, consideradas como personas, se crían mutuamente y para ejercitar esta mutualidad se tratan entre sí con afecto y, por eso, el humano trata horizontal y trato mutuo con su entorno. Es la sociedad de la crianza mutua porque se tratan de sujeto a sujeto. A diferencia de occidente, donde se considera a los pueblos de origen etnocampesinas objetos; donde los que se consideran sujetos manejan, manipulan y negocian con y sobre los considerados cosas u objetos; se manipulan los objetos, se maneja al personal, a los soldados, a los alumnos; se manejan las máquinas, se manipulan a los pueblos; es decir, se manipula, se maneja y se negocia hasta las conciencias y por eso, en nuestro país, surgió el mercado de conciencias como un apéndice del mercado de la gestión administrativa, productiva y política, que son otras evidencias de desarmonía.

Las armonías entre las comunidades del mundo material e inmaterial dependen de las relaciones equilibradas entre tales componentes. La armonía se debilita porque no se cumplen las pautas que regulan la vida orgánica; el surgimiento de tales desarmonías genera estados y situaciones de anomia, caos y convulsiones que irrumpen abruptamente para reordenar y revertir una situación caótica con otra del orden kamaq[39] que restaure el estado de naturaleza o Pacha en el proceso social, pero tomando en cuenta las nuevas condiciones de vida que en el tiempo cambian. Estas irrupciones son señaladas como la llegada del Pachakuteq que también se hace cíclico.

Cada ayllu, comunidad, pueblo, etnia tiene un corpus cognitivo que difiere en el espacio y en el tiempo con los de otras latitudes. Por eso las maneras de enfrentar los problemas de las desarmonías en la Pachamama, en la humanidad y en las personas, tienen sus peculiaridades que han generado saberes, técnicas, y procedimientos tanto ancestrales como académicos que se conservan en cada tradición cultural etnocéntrico. Saberes han generado conflictos, debates y normas con la medicina académica, en la mayoría de los casos, fomentados por el interés económico de las empresas farmacéuticas.

Sin embargo, las desarmonías biofísicas y las socioculturales han generado puntos de encuentro, discrepancia y controversia entre los especialistas académicos con los tradicionales como resaltan Cabieses (1997), cuando refiere sobre las plantas y la salud en el Perú, Caravedo (1968), cuando plantea de que hay dos tipos de médicos: los que se forman para ganar con facilidad dinero a costa de los pacientes y los que dedican sus esfuerzo a la investigación acerca as causas y terapias de los problemas de la salud, la enfermedad y la muerte[40]. Miranda y Borja (2005), en una investigación que hicieron en el valle del Mantaro tratan estas controversiales y los resumimos en los siguientes términos:

  1. La medicina alopática ha llegado a un grado de especialización que lo aleja de su origen y contenido holístico de la formación de los médicos generales y que caracteriza a la medicina tradicional o ancestral que incluye lo biológico con lo cultural porque su visión está integrada. Esta percepción integral académica se va perdiendo porque la formación profesional ha restringido muchos aspectos de las ciencias de la naturaleza, humana y sociales. El contenido biocultural de la vida social ya no es tomado en cuenta en la formación académica de los profesionales de la salud porque se privilegia la técnica y específica, limitándola en la comprensión de la realidad multicultural que es el campo de acción.
  2. La medicina alopática se ha legitimado a través de la legislación emanada de los estados nación controlados por grupos económicos y, en el caso del sector salud, por médicos, farmacéuticos y otros ajenos a las realidades étnicas y, por ello, dan las espaldas al escenario multicultural de los pueblos andinos. Los pueblos etnocampesinos no tienen protección del Estado, pese a ser portadores de la fitoterapia descubierta y utilizada por sus propiedades, cualidades y usos de cada especie vegetal y que son expropiados por laboratorios e industrias químico-farmacéuticas transnacionales[41] que operan en el Perú.
  3. Coincidimos que los especialistas tradicionales son agentes que han aprendido de la experiencia vivida de generaciones (memoria colectiva transmitida) por un lado y, por el otro lado, por la formación que tienen de los especialistas locales reconocidos; y a los adquiridos gracias a cualidades y poderes especiales e innatos o por haber sobrevivido a hechos fortuitos de la naturaleza.
  4. Igualmente, coincidimos en que el operador tradicional tiene un ámbito de acción donde la población a la que sirve confía en su palabra, su mano, sus consejos y remedios; tiene carisma y por sus cualidades personales adquiere respeto y reconocimiento en un pueblo. Son los propios pacientes quienes difunden sus capacidades, cualidades y habilidades para curar. En curador “está donde se le necesita” o a donde “siempre llega a tiempo”.[42]

 

En este escenario, entendemos que la medicina oficial establecida a través de los establecimientos de salud tiene algunas implicancias: a) Es una manera como el Estado busca hacer sentir su presencia en el pueblo; b) Es un aparato ajeno al pueblo, desconocido y, por ende, se desconfía de sus agentes; y, c) Los trabajadores de salud constituyen nexo con la población y de esto depende su acción. Al respecto, es aplicable lo que Módena señala:

El Centro de Salud tiene la distancia social, con la gran mayoría de la población, que le otorga su carácter de institución oficial, por el horario rígido, por su organización espacial anónima, por la lógica de un médico extraño del que no se sabe nada y con el que se tiene una relación distante. Pero, como un lazo que aproxima a la institución estatal con la población, la enfermera –con su inserción particular, su adscripción social más próxima, sus características personales y su tarea de puertas afuera- enlaza el adentro institucional con el afuera de los grupos sociales y el afuera del Estado con el adentro de la vida social (Módena, 1990, pág. 157).

 

Percepción sobre la medicina oficial ausente en las zonas rurales o con escasa, onerosa y coercitiva presencia y acción.[43] Pero existan otras alternativas que, con limitaciones o no, están más cerca de la población en los mismos escenarios.

 

La medicina tradicional

Con este nombre identificamos el conjunto de saberes, procesos, técnicas, procedimientos y prácticas usadas por los especialistas locales, para conservar o restablecer la armonía en el cuerpo, la mente, el alma y el ambiente humano y natural. Ambiente donde conviven los humanos hasta lograr la salud plena que sintetiza el conceptos qhalikay[44] (ser vital, sano).

Las desarmonías generan estados de anomia en la salud corporal, fisiológica, psíquica y ambiental; en runasimi es unquy[45] mientras que el estado de armonía total  allinkay (estar bien), o allinkawsay[46] (buen vivir) y en la persona individual qhalikay.

Allinkawsay, es una categoría y un ideal que tiene la humanidad para alcanzar un estado de bienestar y de felicidad para los pueblos como entes colectivos; tiene contenido histórico, proyectivo y progresivo. Mientras que qhalikay como ser vital, expresa una situación genérica de ser saludable que se concreta en cada componente de la Naturaleza madre y que involucra al runacomo una persona concreta vital, con alegría y buena salud, garantizando el uso racional de lo que la Naturaleza nos ofrece evitando su deterioro. En este aspecto, Montiel (2005), refrenda:

El declive en la biodiversidad […] se explica por diversas razones: Un sistema de explotación industrial agrícola basado en la gran extensión de monocultivos, el uso indiscriminado de la biotecnología que hace más “rentables” ciertos cultivos en desmedro de otros, el cambio de hábitos alimenticios ligados al cambio de paradigmas culturales o económicos. Otro tanto sucede con el auge de la ahora llamada “medicina tradicional”, que ha sido la medicina de siempre, y que en América nos ha brindado, una gama de recursos curativos. El saber medicinal eficaz, acumulado por curanderos y sanadores durante siglos, puede perderse hoy por los embates de una medicina basada en la rentabilidad económica que pretende, a nombre de una “medicina suave” la explotación intensiva y desordenada del planeta (págs. 99-100).

 

Unquy, es enfermedad, desarmonía o desequilibrio en la salud del cuerpo, mente, alma y ambiente. La enfermedad se manifiesta tanto en el mundo natural como en el humano, porque como seres vivos tienen los mismos riesgos, las mismas vulnerabilidades, pueden enfermar, morir y ayudarse para restablecer y recuperar la armonía.

Cuando se evidencian las señas y los signos de las desarmonías en el cuerpo, mente, alma y medio ambiente, los especialistas de la salud, diagnostican y aplican terapias para restablecer la salud del ser humano, la del pueblo, del medio ambiente y del mundo sagrado; entes vivos y considerados personas.

La desarmonía de la vida afecta a las comunidades del mundo: natural, humano, sagrado y cognitivo. Por eso, es frecuente oír que “la Pacha está enferma”, que el “Sol está muriendo”, que la “tierra está enferma” o que tiene hambre y sed, “calenturas”, porque no están debidamente alimentadas. La mala alimentación, el mal trato, son causas de las desarmonías y patologías, razones por las que, ciertos especialistas, consideran que no existe síndromes culturales sino patologías y desarmonías en la salud corporal, mental, espiritual y ambiental, generada por causas fisiológicas porque “todos son seres vivos” y como tales vulnerables.

El diagnóstico y el tratamiento de las desarmonías de los especialistas tradicionales, toma en cuenta el componente holístico de la vida, y usan técnicas productivas, rituales y curativas (Van Kessel, 1997). Por eso, se ofrenda, canta, baila en el diagnóstico para el diagnóstico y cura de desarmonías, como se hace para sembrar y cosechar los campos, criar y cuidar el ganado, construir obras viales, de riego, de vivienda y locales públicos; cuando nace, crece, muere o viaja una persona. Se pide permiso a la Pachamama usando técnica terapéutica y ritual que fundamentan y justifican el sentido cognitivo y sagrado.

También, se produce una patología cuando la desarmonía es producto de la mala función fisiológica del organismo. Los síndromes culturales son desarmonías que los académicos, no identifican las causas fisiológicas de tales desarmonías. Los médicos alopáticos dificultan su diagnóstico y cura; Los tradicionales, en cambio, usan el mismo proceso en el diagnóstico y curación de los enfermos. Es decir, la etiología de las desarmonías y las terapias pueden ser parecidas. Efraín Cáceres,[47] hace una analogía gráfica de los procesos de los médicos alopáticos con los de los tradicionales del origen y terapia de una enfermedad para devolver la armonía o QhaliKay [Ver imagen 5].


Imagen 5. Elaborado por el autor.

El medico tradicional y el alopático siguen el mismo camino. Ven el estado de bienestar, la desarmonía, diagnostican, descubren la etiología, para la curación y volver al estado de bienestar, que resume en micro el mito de Pachakuteq[48] que se inicia con el estado de armonía, sigue con el caos que desarmoniza y finaliza con la recuperación de la armonía, pero en nuevo contexto.

Azucena Colatarci (2008), en relación a la sincrónica y diacrónica de los componentes opuestos complementarios de la salud con la enfermedad y de la enfermedad con la salud, desde Argentina, señala:

Así pues las nociones de salud y enfermedad se pueden homologar […] a los de equilibrio y desequilibrio, o de armonía y desarmonía, se trata de conceptos opuestos pero complementarios ya que la disyunción entre salud y enfermedad […] se advierte a partir de los síntomas que dan cuenta del estado de las personas, y el restablecimiento del estado de las personas se produce por medio de la terapia adecuada, de ese modo entonces se advierte la otra disyuntiva entre enfermedad y salud (desequilibrio/equilibrio y desarmonía/armonía).

 

Y, luego grafica del siguiente modo:


Imagen 6. Elaborado por el autor.

El diagnóstico busca las causas de la desarmonía para prever la terapia y la recuperación del estado de armonía. La condición de armonía, del caos, la desarmonía y la re-armonización son producto de la acción humana y de la naturaleza. Existe el mito de volver al estado de naturaleza para recuperar la armonía o Pachakuti, como esperanza para volver al estado de bienestar de los Ñawpa Runakuna.[49]

Sin embargo, la metodología en sí, es diferente, la que se utilizaría para entender los procesos de armonía y rearmonización, desde la cultura andina, sería en volver al estado de naturaleza, a las relaciones naturales en el comportamiento humano y el de la naturaleza.

Si se trata de construir puentes entre la ciencia médica académica y las ciencias tradicionales, se debe tener en cuenta que “[…] se ha maltratado tanto a las culturas y pueblos indígenas, que pedirles un diálogo intercultural, no tiene sentido, y de hecho, va a seguir actuando como brazo armado de la globalización por homogenización cultural” (Guillemot, 2009). Por eso, el mismo autor, señala que esta metodología impuesta es: “[…] una herramienta occidental desarrollada a la inversa, es decir una kutisicología que implementada como un proceso ‘al revés’ les pueda ir ayudando a alumbrar procesos sincréticos legítimos y vigentes en las prácticas y teorías liberadoras” (ibíd.).

Asimismo, la antropóloga Salazar (2000), plantea que la desarmonía y armonía de la salud es un problema de equilibrio inestable debido a factores “biológicos, medioambientales, económico-sociales, culturales y simbólicos” y, por este carácter es, más que un estado, un proceso continuo de restablecimiento del equilibrio” para estar sano. Por esta razón, “un estado de salud en desequilibrio para unos, para otros no lo sea”; y, la “salud más que una noción médica sea un concepto vinculado a las costumbres, actitudes, ideas de diversos grupos de la sociedad” y también de condicionamiento sociopolítico que en el país no es sostenible sino coyuntural porque no existe políticas de estado sino de gobierno.

Por consiguiente, las propuestas de re-armonización están lejos de los objetivos de la globalización capitalista y deben tener un sustento anticolonialista y liberador.  En otras palabras, se requiere un nuevo Pachakuti en nuestras propuestas de diagnóstico y tratamiento de las desarmonías y otras patologías en el cuerpo, mente, alma y medio ambiente y la anomia política que permita construir un concepto nuevo acerca de la salud integral que guarda las características del holismo que envuelve nuestros estilos de vida.

 

Glosario

Abya-Yala (Kuna). Territorio de todos los climas y sentimientos.

Achachi, Achachila. (Aymara). Ser mítico morador de los cerros/ Lugar de ofrendas.

AllinKawsay (RunasimiChanka). Buen Vivir.

Allin. (RunasimiChanka). Buen, bueno.

Amawta. (Runasimi). Sabio. / Maestro.

Apu. (Runasimi). Poderoso. / Señor. / Jefe.

Awki, (Rusimi) Awkish (RunasimiWanka). Anciano sabio. / Espíritu protector morador de los cerros tutelares.

Ayllu. (Runasimi). Grupo parental sanguíneo. Grupo parental y territorial. Comunidad.

Ayni. (Runasimi). Prestación recíproca de bienes y servicios.

Chawpi (Runasimi). Centro.

Chiraw. (Rusasimi). Estación. / Época de ausencia de lluvia.

Chukchu. (Runasimi). Paludismo / Tembladera del cuerpo.

Hampiq, qampiq, ampiq “Jampij”. (Runasimi). El que cura / Especialista tradicional.

Hanaq. (Runasimi). Arriba.

Hana-kay-uku. (Runasimi). Arriba-aquí-adentro, reinterpretado como cielo, mundo, infierno como trilogía católica.

Hanaqpacha. (Runasimi). Mundo sideral. / Mundo de arriba.

Hawa. (Runasimi). Superficial. / Encima.

Hawapacha. (Runasimi). Mundo externo o superficial

Hawa-Uku. (Runasimi). Afuera-adentro, opuestos complementarios.

Hilakata. (Aymara). Autoridad tradicionalaymara.

Huatuc. Watukuq. (Runasimi). El que se preocupa por conocer, saber.

Kamachiy, kamachikuykuna. (Runasimi). Ordenanza. / Normas. / Leyes /.

Kamaq. (Runasimi). El que ordena. / El que se abastece. / Ordenador.

Kamaqen. (Runasimi). Orden.

Kamayoq. (Runasimi). El que pone orden. / Autoridad ancestral

Karu. (Runasimi). Lejos, lejano.

Karupacha, (Runasimi). Mundo lejano, mundo desconocido

Kawsay (Runasimi). Vive. /. Vivir. / Abastecimiento de víveres.

Kay (Runasimi). Este. / Esto. / Toma, agarra.

Kay Pacha. (Runasimi). Este mundo

Kuna. Etnia del Caribe de Colombia y Panamá.

Kuteq. (Runasimi). El que vuelve.

Kuyakuy. (RunasimiChanka). Amarse. / Banquete en celebraciones festivas.

Kutichi. (Runasimi). Devolver. /. Ofrenda ritual a la Pachamama.

Laya (RunasimiWanka). Layqa. Especialista andino.

Llaqta. (Runasimi). Pueblo.

“Maestro”. Especialista. / Curandero.

Malero. El brujo o hechicero que se dedica a hacer el daño, el mal a solicitud de sus clientes.

Mama Pacha, (Runasimi). Pachamama. Madre Naturaleza.

Marka. (Runasimi). Territorio definido para un ayllu. / Silo, altillo entre las cumbreras de una vivienda para guardar granos.

“Misa”. Escenario cultico para exponer las ofrendas para la Pachamama en un acto ritual.

Mipa. (Runasimi). Influencia externa en las mujeres embarazadas que puede afectarla su salud o al feto. Sinónimo: Uriwa.

Muru. (Runasimi). Varios colores.

MuruUnquy. (Runasimi). Viruela.

Ñawpa. (Runasimi).  Adelante. / Primero. / Temporalidad primordial,

ÑawpaYachay. (Runasimi). Saberes ancestrales.

ÑawpaRunakuna, Ñawpa runa. (Runasimi Chanka). Primeros habitantes.

Pacha. (Runasimi). Universo. / Mundo / Naturaleza. / Tiempo. / Ropa. / Abrigo. /. Enfermedad.

Pachakamaq. (Runasimi). El que ordena el mundo.

Pachakuteq. (Runasimi). El que revierte el mundo. / Revertir el caos en orden en el mundo.

Pachamama. (Runasimi). Naturaleza Madre, Madre Naturaleza.

Paqarina, Pakarina. (Runasimi). Aurora. / Nacimiento / Amanecer. / Nacer del día. / Nexo entre el mundo interno y externo (como los manantiales, las lagunas, los volcanes).

Paqo, Ponqo. (Runasimi). Especialista andino en saberes y rituales.

Pongo. (Runasimi). Especialista andino en saberes y rituales. / Mandadero de las casas haciendas.

Puquy. (Runasimi). Periodo de lluvias. / Época de siembra de los cultivos.

Qalawayu, Halawayo. Curador Qalawayu de Bolivia. / Especialista con influencia qalawaya.

Qampi. (Ruunasimi). Remedio. / Medicina.

Qampinakuy. (Runasimi).  Curarse mutuamente.

Qampikamayuq. (Runasimi). Encargado de la salud. / Médico.

Qampipakuy. (Runasimi). Curandero. / Ayudante del curandero. / Enfermero. / Aprendiz de curador.

Qawa. (Runasimi). Afuera.

Qatipa. (Runasimi). Rastreo. / Seguir la huella. / Diagnosticar.

Qawaq. (Runasimi). Observador. / El que ve y examina y. Diagnostica.

Qayaq. (Runasimi). Llamador. / Curador de susto o mancharisqa.

Qayqa. (Runasimi). Influencia de los cadáveres en una persona.

Qechwa. (Runasimi). Piso ecológico templado.

Qhali. (Runasimi).  Vital. / Salud sana.

Qhali ayllu. (Rusimi). Ayllu sano.

QhaliLlaqta. (Runasimi). Pueblo sano.

Qhalikay. (Runasimi). Ser vital. / Sano.

Qhali runa. (Runasimi). Persona sana.

Qollana. (Runasimi). Ser sagrado. / misterioso.

Quechua. Denominación dada al idioma andino Runasimi. (ver Runasimi).

Runa (Runasimi). Persona.

Runasimi. (Runasimi). Habla del humano. / Sinónimo Quechua.

Simi. (Runasimi). Boca.

Suysu, (Runasimi). Manteo. Mecer a un paciente en una frazada o tela para arreglar la posición del feto en el vientre materno o poner en posición normal el estómago y los intestinos.

Teqsimuyu. (Runasimi).  Planeta tierra.

Uywanakuy. (RCh). Criarse unos a otros. / Convivencia.

Unquy. (Runasimi). Enfermedad.

Urin. (Runasimi). Abajo.

Urin Pacha. (Runasimi). Mundo de Abajo.

Uriwa. (Runasimi). Influencia o impacto que se produce en las mujeres gestantes con alguna impresión inesperada.

Wamani. (RCh). Espíritu que mora en las entrañas de la tierra. Equivales a Jirka, Achachi, Apu.

“Wamanero”. Especialista que se comunica con los Apu, Wamani.

Yachay. (RCh). Saber, sabiduría.

Yachaykuna. (Ru). Saberes.

Yachaq. (Ru). Sabio.

Yanantin. (Ru). Con Pareja.

Yanapa, Yanapay. (RCh). Ayuda mutua. Ayudarse entre sí. / Colaboración. / Convivencia de pareja.

Yatiri. (Ay). Sabio aymara.

 

Notas:

[1] ESSALUD, Se llama así los hospitales del Seguro Social del Perú, sostenido con los aportes obligatorios de los trabajadores públicos y privados.

[2] Hospitales del Ministerio de Salud, funciona con presupuesto del erario nacional, pero hay que asumir costos, sobre todo de medicamentos.

[3] Hospitales implementados por la Municipalidad de Lima Metropolitana.

[4] En Ate Vitarte, hay muchos inmigrantes de la región centro del país, en especial de Junín, Ayacucho, Huancavelica y de Huarochirí de Lima. Y en Lima metropolitana más del 92% son de origen migrante de primera, segunda o tercera generación.

[5] Tocosh, conocido como “penicilina o antibiótico andino” se prepara remojando la papa en agua hasta que se pudra; se seca se consume.

[6] Turno, medio oneroso en tiempo y recursos que los usuarios hacen para ser atendidos en los hospitales: prácticas estresantes y reflexivas para unos y otros; que se aprovecha para despotricar de la salud pública o hacer amistad, conversar y aconsejarse sobre las maneras de conservar la salud con saberes populares o médicos.

[7] “Jaladores”, “llamadores”, personas que en lugares aledaños a los consultorios buscan clientes para que se hagan “chequeos” o tratamiento de algún malestar.

[8]Este proceso complejo merece el estudio desde las ciencias sociales y médicas, y la bioética en el ejercicio profesional y curanderil, en Lima y todo el Perú.

[9] Sobre Moray, hay estudios que difieren de lo planteado por el físico y antropólogo John Earls, sobre su origen y la función. Tomamos sus propuestas porque investigó durante dos décadas, con control meteorológico y descubrió las bases de la agronomía prehispánica para el Cusco. 

[10] El Servicio Civil del Graduando, era un servicio que los graduandos prestaban en las zonas de menor desarrollo como requisito para sacar el Título profesional correspondiente y les llamaban secigristas.

[11] Los sapos y las serpientes como seres míticos relacionados al agua y a la salud han sido estudiados por Demetrio Roca W. (Roca, 1951)y Efraín Cáceres (2011), en el Cusco; Félix Coluccio (2002) y Tobías Rosemberg (1951) en Argentina; y la Baronesa Esther Sant’Anna de Almeyda Karwinsky (2001) en Brasil.

[12] En este caso, es importante el aporte de Edgar Morín (1990) sobre Pensamiento Complejo, punto de partida que desata nuevas incertidumbres y riesgos que lleva a la búsqueda y encuentro de tomas de decisiones adecuadas, en la construcción de estrategias dando importancia el azar, la deriva y las bifurcaciones a diferencia de teorías deterministas y absolutistas axiomáticas y dogmáticos reconocidas como verdades únicas en la diversidad y multitud de culturas y pensamientos.

[13] Calificativo de Alan García P. el 5 de junio del 2009, a los pueblos nativos Awajún, que defendían su territorio y tierras ante la decisión de entregarlas a petroleras transnacionales sin tomar en cuenta que era su escenario de vida.

[14] Pacha voz del runasimi o quechua. Como categoría abstracta tiene dimensiones temporales y espaciales; y como concepto son expresiones lógico-concretas de la vida humana, natural y objetiva. Como categoría lógico-concreta se describe asociado: Ñawpa Pacha, qepa pacha, kunan pacha, etc.

[15] Runa. Quechua. Persona humana. Pero, también son las comunidades que conforman la Pacha o Universo.

[16] Las ofrendas se “entregan” en las Apachitas, en Perú, Bolivia y el noroeste de Argentina. Aunque en Salta se entrega el 1 de agosto a la mujer más anciana del pueblo porque, ese día, es la Pachamama (Coluccio, 1990). Las fechas propicias para la ofrenda son el solsticio de invierno y el de verano que son los periodos liminales entre las principales estaciones del año.

[17] Paqarina. Amanecer. Nexo entre el mundo interior y el exterior, la noche y el día, el mundo de arriba y el de abajo. Las lagunas, los manantiales, la lluvia, las cuevas, los volcanes son paqarina que dan nacimiento y articulan a los mundos y a los tiempos. Las cuevas, son consideradas la boca por donde se alimentan los espíritus de las montañas y las ofrendas son alimentos.

[18] Denominaciones a los entes que moran en sus entrañas desde donde tutelan los pueblos y son considerados deidades.

[19] Occidente identifica tres mundos “Hanaq, Kay y Uku Pacha” traducidos como “cielo, tierra, infierno” trilogía cristiana, diferente a la dualidad paritaria andina de opuestos complementarios.

[20] Universo o Pacha, categoría maternal, fuente de vida. Viene de: Pacha: Mundo, Universo, naturaleza; y Mama es Madre. Reconocida como Madre Naturaleza.

[21] Estaciones del año: Chiraw periodo de ausencia de lluvias y Puquy periodo de lluvias. QepaPuquy, (cosechas), Qepachiraw, (descanso suelos y fiestas del agua). Serían las estaciones de verano, otoño, invierno, primavera.

[22] Lynn Margulis, bióloga que ha reformulado la teoría de la evolución darwiniana, autora de la teoría endosimbiosis, de sus investigaciones en Universidades norteamericanas y mexicanas hasta el 2011.

[23] Referencia dada por el Dr. Hugo Rengifo, Presidente del Sub Comité de Medicina Tradicional del Colegio Médico del Perú, tras leer el borrador de este ensayo.

[24] Tomado de las notas de Clasificación de los seres vivos según Lynn Margulis, resumida por Beatriz Manzano y Paquí Martín Roldán. (Tomado de la web); también de Víctor Moreno y Cristian de la Oliva, también de la web.

[25] Stefano Mancuso, neurobiólogo de la Universidad de Florencia, dirige el Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal, experimenta estas cualidades de los vegetales y sustenta la propuesta de la Dra. Summit de que las plantas se comunican y protegen (V. en la web). También Win Hiemstra de CONPAS de Holanda estudia la tecnología ritual productiva de los pueblos andinos y de la India y ha desarrollado la biodinámica como tecnología aplicada a los cultivos, con música y rituales, para la mejora de la productividad de los cultivos.

[26] Teqsimuyu. Cosmos, universo, redondez del mundo. Planeta tierra.

[27] Como ejemplos señalamos algunos casos. Antes de un evento telúrico la Naturaleza emana gas de argón, los animales y los humanos que viven en relación con ella, perciben y se ponen a buen recaudo, pero la mayoría de los humanos no la perciben porque han trocado el comportamiento natural por la artificial. Las alpacas identifican las napas freáticas y excretan en torno a ella, los humanos al notarlo, siembran en el lugar las plantas “llamadoras del agua” y brotará a la superficie como manantial o filtración para que crezcan gramíneas que alimentarán las alpacas.

[28] Los saberes ancestrales, las cualidades y propiedades de las plantas alimenticias y medicinales, son patrimonio inmaterial de los pueblos que ahora se van apropiando y patentando agentes ajenos para patentarlos. En el Perú hay una ley que protege este patrimonio inmaterial pero aún no es posible su implementación.

[29] Chamán, del Diccionario de la RAE es “persona dotada de poderes sobrenaturales para sanar enfermos, adivinar, invocar a los espíritus, etc.” se refería a los sanadores tradicionales de las áreas túrquicas y mongolas. En Wikipedia, derivada por el RAE, dice “[…] esta palabra tungusa contiene la raíz sha, que significa saber”, entonces, shamán sería “el que sabe”.

[30]. Con estas denominaciones se conoce a los especialistas tradicionales que no utilizan elementos ni ritos ajenos a su cultura como los hacen los brujos, hechiceros y “maleros”, conocidos como “charlatanes”. Estos, se publicitan en postes, medios de prensa escrita, radial, televisiva, redes sociales y se autoidentifican como “médicos naturistas”, “bolivianos”, “piuranos”, en alusión a los lugares emblemáticos del curanderismo tradicional, para atraer clientes. Según Walter Pariona (2014), en Ayacucho también se diferencia al curandero de los “charlatanes”. Aunque hay algunos autores como Ramírez (1970) que equiparan a los especialistas tradicionales como brujos.

[31] Malería, sinónimo de brujo, hechicero cuya función es hacer el mal.

[32] Tuno El curandero insiste en que la obsesión que perturba genera anomalía en la persona porque están desocupados, tienen envidia, quieren revancha, tienen rencores y como la medicina no los curanderos pueden curarlos acuden a los brujos, a los maleros y, según él, existe muchos “clientes”.

[33] Designar a aquellos especialistas o sanadores formados sin necesidad de un guía o maestro sino en base a la experiencia personal.

[34] Parte de una máxima mayor que dice: Ruraqmanchayaspa, ruraparikuna; mikuqmanchayaspa, mikuparikuna; tusuqmanchayaspa, tusuparikuna; yachaqmanchayaspa, yachaparikuna”. Es decir, compartir los recursos que nos da la naturaleza, compartir los productos que obtenemos de ella; compartir las celebraciones y conmemoraciones; compartir los saberes.

[35] Yanantin. Significa “con pareja”. Viene de Yanapa, yanapay y yanapakuy(ayudar, ayudarse mutuamente). La ayuda mutual necesita mínimo dos entes. Un varón y una mujer, cuando llegan a la edad casadera, se emparejan para servirse mutuamente formando y conduciendo un hogar. Los hispanos desde el virreinato, equipararon el yanapay y yanapakuy como “servirse mutuamente” que trocando al quechua como “sirvinakuy” y traducido a “matrimonio a prueba”

[36] Chulla. Solo. Único. Impar. En edad adulta es signo de desequilibrio.

[37] Tinkuy. Encuentro, conjunción, convergencia. Unión de objetivos estratégicos de pueblos y parejas. Matrimonio.

[38] Chawpi. Centro, medio, encuentro limítrofe. En el espacio urbano es el punto de convergencia bipartito, cuatripartito de ayllus, barrios y anexos como los casos de Ocobamba en Apurímac, Tambo y Huancasancos en Ayacucho, Colcabamba en Huancavelica, por citar algunos ejemplos.

[39] Kamaq, kamaqen Ordenador, ordenamiento. Término recreado desde la Iglesia como ordenamiento sagrado o divino de Dios.

[40] El Dr. Hugo Rengifo nos comentaba sobre este asunto que había un tercer grupo de médicos que mantiene su condición franciscana y presta asistencia sin esperar recompensa monetaria.

[41] La fitoterapia andina y amazónica tiene reconocimiento internacional. Los especialistas tradicionales aprendieron por ensayo-error a distinguir las cualidades y propiedades de cada especie vegetal en su contexto y utilizado en el diagnóstico y terapia de las enfermedades. Algunos han sido apropiados, patentados, industrializados y comercializados por occidente (quina, cascarilla, uña de gato, hoja de coca, maca, el camucamu, entre otras especies.

[42] En el valle del Huallaga hay un especialista local reconocido y recomendado por la población; no usa propaganda, pero, sin ser convocado “está dónde se le necesita”. Es decir, pareciera que la intuición casi mágica es un don de este especialista para que acuda o espere al paciente que le necesita.

[43] Los establecimientos de salud obligaban a las parturientas a tratarse en los centros de salud y si no lo hacían debían pagar multas o no se les daba el certificado de nacimiento de los neonatos.

[44] Qhali. Sano, vital. Kay: ser. Ser vital. Ser Feliz.

[45] Unquy. Enfermedad, desarmonía. / Parturienta cuando da a luz.

[46] AllinKawsay. Buen Vivir. Ideal andino que reconoce al hombre parte de la naturaleza, con quien convive en armonía sirviéndose mutuamente y posibilita un mundo de bienestar. En Ecuador es sumaqkawsay o vivir bonito y en aymarasumaqqamaña, también es vivir bonito.

[47] Tomado de Efraín Cáceres, Escuela de Líderes, organizado por Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería –CONACAMI-, en el Cusco, el año 2009.

[48] Pachakuteq y Pachakutiresumen el mito de retorno de la armonía luego del caos. Volviendo del estado cultural al natural. Viene de Pacha: Naturaleza, Kuteq: volver a… (volver al estado natural).

[49] Primeros habitantes. Tiempo de los inicios de la humanidad, equiparable con el estado de armonía o buen vivir.

 

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Cómo citar este artículo:

GARCÍA MIRANDA, Juan José, (2019) “La salud y la medicina en la cosmopercepción andina”, Pacarina del Sur [En línea], año 11, núm. 41, octubre-diciembre, 2019. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Viernes, 29 de Marzo de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1822&catid=6