Unas relaciones curiosas: Trotskismo y socialdemocracia (1929-1956)

A lo largo de su historia distintos sectores del trotskismo argentino ensayaron experiencias de entrismo en el espacio de la izquierda reformista. En algunos grupos trotskistas esta estrategia adquirió una centralidad que se mantuvo a lo largo de los años y de las continuas mutaciones y reagrupamientos que afectaron a esas corrientes. ¿Cómo se vivió en el PS y en sus desprendimientos esta repetida aparición en sus filas de militantes con posiciones más radicalizadas que las que la ortodoxia partidaria prescribía? ¿Existió un rechazo unánime ante estos fenómenos o nos enfrentamos a una gama de actitudes mas variada? Nos proponemos indagar sobre como se vivieron estos contactos, a ambos lados de la frontera ideológica, en el periodo que se extiende hasta la revolución libertadora.

Palabras clave: trotskismo, reformismo, socialismo, marxismo, Argentina

 

A la memoria de Emilio Corbiere

El espacio de la izquierda Argentina desde fines de los años 20.

A partir del impacto de la revolución de Octubre el espacio de la izquierda argentina tendió a sub dividirse en ámbitos cada vez mas diferenciados. En el campo marxista se formo el espacio de la izquierda tercerista como ruptura del socialismo reformista. Esta corriente pronto se ramifica en tres partidos: Partido Socialista Internacional (1918, luego Partido Comunista Argentino, PCA) y sus escisiones de 1925 (Partido Comunista Obrero, POC) y de 1927 (Partido Comunista de la Región Argentina, PCRA). Paradójicamente la proliferación de corrientes con sus respectivas ortodoxias ideológicas no siempre reforzó la  impermeabilidad de cada una de estas tendencias. Por el contrario fue tomando forma a lo largo de la década del  20 un sistema de presiones y fugas que involucraba a los terceristas y a los bolsones de izquierda que subsistían en el Partido Socialista. Luego de la ruptura de 1918 y el alejamiento de los terceristas en 1921[2] siguieron existiendo en las filas del PS algunos grupos izquierdistas que se oponían a la ortodoxia reformista.  En 1922 se produjo en el seno del PC la ruptura de los “frentistas” que proponían una alianza con el PS. Este episodio es representativo del tipo de tensiones que venimos señalando. A pocos años de la ruptura con el socialismo un grupo que no se había asimilado a la ortodoxia y el monolitismo de las secciones de la Internacional Comunista (IC) intento una vuelta al redil para desarrollar una fracción marxista. Entre estos “frentistas”  se encontraban algunos de los futuros militantes trotskistas de los años 30.[3]

Nos interesa analizar las relaciones con el PS de las dos corrientes disidentes del comunismo oficial (POC, PCRA) en cuyo seno militaron algunos de los primeros trotskistas argentinos. En 1926 La Chispa, órgano del POC, acusaba al PC de realizar oscuros arreglos con la conducción del PS para apoyar de forma encubierta las listas socialistas en las elecciones de ese año.[4] Poco después, durante los prolegómenos de la crisis que terminaría alejando al grupo de De Tomaso-Pinedo del PS, La Chispa anunciaba que el PC seria engullido por el socialismo, que libre de su ala derecha lo atraería a su seno.[5] Al año siguiente, al avanzar la crisis del PS, La Chispa, sugestivamente, esbozaba un análisis sensiblemente menos duro del socialismo como corriente.

El partido socialista debe cumplir una misión histórica de clarificación que
aunque no revolucionaria tendría la virtud de aunar las fuerzas de izquierda.
La masa proletaria votante, la clase media y los campesinos serian entonces
unificados
(texto borroso) por el socialismo, al mismo tiempo que se los
sustraía a la influencia abiertamente burguesa.[6]

El órgano de los “chispistas” expresaba su esperanza que la “fracción obrera” del PS rompiera con los elementos pequeño burgueses del partido trazando un esquema de interpelación a las bases socialdemócratas que haría escuela en la extrema izquierda en los años siguientes. Por su parte el PCRA, desde su fundación en diciembre de 1927, alternaría las críticas y los guiños al PS según las coyunturas. Pero la interpelación al socialismo tendría más centralidad en la estrategia de esta fuerza que conservaba mayores vínculos con su pasado socialdemócrata. En abril de 1928, mientras los “chispistas” proponían una alianza de los tres partidos comunistas, Adelante, órgano del PCRA, proponía un Frente Único con el PS y el PSI y las distintas centrales obreras.[7] Poco después acusaban  a Enrique Dickman, candidato del PS, de hacer demagogia izquierdista en sus discursos en vistas de conseguir votos comunistas. Acto seguido llamaban a las bases del PS a votar al PCRA.[8] La orientación del PCRA en sus políticas de alianzas era inseparable de una larga historia de enfrentamientos con las dos otras corrientes terceristas. El grupo de Penelon calificaba al PC de “rabanitos” y al POC de “agentes policiales”. A su vez La Chispa calificaba de “caudillista y electoralero” a Penelon.[9] Pero las diferencias excedían los meros rencores faccionalistas. Penelon había sido concejal por el PC y delegado argentino ante la IC en Moscú. En base al prestigio de su líder el PCRA oriento buena parte de sus esfuerzos a la lucha  electoral. Sintomáticamente el PCRA se negó a apoyar la creación de una central sindical de izquierda (CSLA) en la que participaron tanto el PC como el POC.[10] Pasado el entusiasmo que siguió a la revolución de octubre el penelonismo fue recobrando pautas más cercanas a las de la cultura política de la socialdemocracia. En 1929 un grupo de ex afiliados socialistas volvía al partido y publicaba la revista Bandera Roja que se proponía luchar por la formación de una corriente socialista marxista.[11] Por la reseña que Adelante le dedica a la aparición de esta revista sabemos que por lo menos parte del grupo que la editaba había militado en el PCRA.[12] Ese mismo año el PCRA sufriría otra escisión pero de sentido contrario. El obrero ebanista Roberto Guinney, su hijo, M. Guinney, y el español Camilo Díaz, quisieron difundir en las filas partidarias documentos sobre la situación en Rusia provenientes de la Oposición de Izquierda de inspiración trotskista. La conducción se los impidió y estos rompieron con el partido para formar el comité argentino de la Oposición de izquierda.[13] Había nacido el trotskismo en nuestro país.

 

El trotskismo y la izquierda socialista hasta 1937

Benito Marianetti , 1920c
www.chiavazza.blogspot.com
En 1932 toma cuerpo en el seno del PS una corriente de disidentes de izquierda con fuerza en los sectores juveniles. Estos sectores reivindicaban el marxismo como método de análisis y el carácter clasista del partido a la vez que denunciaban el carácter de clase de la democracia parlamentaria. A estas reivindicaciones clásicas  se sumaban otras mas ligadas a esa coyuntura de la lucha de clases a nivel mundial. Como ser la creación por las organizaciones obreras de cuerpos de defensa contra grupos fascistas y guardias blancas.[14] Este proceso fue seguido atentamente tanto por el PC como por los pequeños círculos constitutivos de la Oposición de Izquierda. Estos últimos en un Manifiesto de 1933 tomaban distancia de la calificación de “social fascistas” que el PCA  y la IC,  le endilgaban al  PS.

Condenamos la teoría staliniana del “socialfascismo”. Afirmamos que la
socialdemocracia internacional y el fascismo son dos fuerzas de
sustentación del sistema capitalista de producción. Ni estructural, ni política,
ni funcionalmente puede establecerse un signo igual entre estas dos
fuerzas: negamos que la parte proletaria que explotada y expoliada por el
capitalismo, milita bajo las banderas de la social-democracia sea
conscientemente fascista. Su captación e integración dentro de los
(borroso) revolucionarios depende en gran parte de un trabajo a realizar por
el P Comunista, trabajo que no puede efectuarse sobre la base de una
definición como la de “socialfascismo.[15]

La primer prensa trotskista se intereso por la evolución del ala izquierda del PS. En especial Nueva Etapa, boletín publicado en Rosario por el grupo orientado por el ex socialista Antonio Gallo. En mayo de 1934 este boletín analizaba el congreso del PS en Santa Fe en el que el ala izquierda había sido derrotada por el oficialismo partidario. En opinión de Nueva... el ala izquierda del socialismo estaba formada por militantes sinceros junto a oportunistas entre los que incluía al mendocino Benito Marianetti y a la Federación Socialista Mendocina, bastión clave de la izquierda del PS.[16] Después de este congreso el espacio de la izquierda socialista comenzó a dejar entrever las distintas orientaciones de sus capillas. En agosto de 1934 la revista Cauce, que expresaba a sectores filo comunistas cuyo referente era Ernesto Giudice, anunciaba su próxima ruptura con el PS y su ingreso al PC. En el mismo artículo calificaba de reaccionario el proyecto de crear otro partido socialista:

En esta posición contrarrevolucionaria son alentados (los disidentes
socialistas) por los trotskistas que son también anti revolucionarios
contumaces. Estos desde sus periódicos y en la acción proselitista,
sobrestiman la conciencia de clase de los compañeros que están en esa
posición y los instan a permanecer en ella.“Proyectando en la masa la
perspectiva de la cuarta internacional”. (...)[17]

Al año siguiente, con motivo del VIII Congreso extraordinario del PS, IV internacional, sucesor de Nueva..., y órgano de la Liga Comunista Internacionalista, llamaba la atención sobre el encorsetamiento de la izquierda en una praxis echa a la medida de la maquinaria de los congresos socialistas aceitada para consagrar los puntos de vista de la conducción partidaria:

No en vano existe una técnica de los Congresos en la que los viejos
dirigentes son maestros. Por mas que la izquierda logre inclinar en su favor
una buena parte de los vacilantes entre las dos tendencias principales, no
podrá quebrar la rutina de 37 años en la cabeza del sector llamado a decidir.
Pero sobre todo la labor y el programa de la izquierda no han logrado
arraigar en la mayoría del
partido. [18]

A fines de 1935 el sector nucleado alrededor de Marianetti y el grupo mendocino publica la revista Izquierda mientras se va consolidando el grupo centrista liderado por Carlos Mario Bravo, Joaquín Coca, Unamuno, etc que intentaba recuperar la tradición de reformismo clasista de los orígenes del PS. Por su parte la revista Visión, dirigida  por el ex “frentista” Luis Koifman, se convierte en el vocero de sectores trotskizantes cercanos a la  izquierda del PS. En enero de 1936 Visión critico la suspensión de la revista Izquierda por la conducción partidaria. Pero a la vez cargaba contra los centristas opuestos al Comité Ejecutivo del partido a los que acusaba de una eterna indefinición.[19] Visión analizaba la formación de una vanguardia dispuesta a luchar por un socialismo marxista en las filas del PS:

Son hombres jóvenes y hasta ahora solo conocidos por su actuación en
las luchas sindicales dentro del partido no habían alcanzado, todavía,
figuración alguna, acaso porque, absorbido por la mencionada actuación
sindical, carecieron de tiempo y oportunidad para destacarse en la
actividad política. Sin embargo, aseguran que la conocen, que se trata de
marxistas de verdad y, por ende, de políticos de envergadura, capaces de
responder con firmeza a la responsabilidad que la condición de líder
comporta siempre.[20]

Es en estos cuadros gremiales que no estaban alineados ni con los centristas ni con el sector de Marianetti en donde los grupos trotskistas veían un potencial semillero de militantes que podían ser ganados para el campo revolucionario. En ese mismo artículo se tomaba distancia de la propuesta frente populista que levantaba el grupo de Marianetti detrás de la cual se veía la influencia del PC. Esta misma critica le había imputado a Marianetti y su gente la revista Transición, editada por el trotskista de origen socialista Carlos Liacho, que había logrado sacar un único numero a fines de 1935.[21] En julio de 1936 Visión proponía la realización de un Frente Único de Izquierda y criticaba al PC por su orientación frente populista.[22] La cuestión de los frentes populares, inseparable de los triunfos de coaliciones de este tipo en España y Francia, iba ganando una mayor centralidad en los debates de la izquierda argentina.

Luego de la expulsión del concejal de la capital Zavala Viscondo, ligado al grupo centrista, la ya larga crisis del PS, se acelero. El grupo de Marianetti se había autonomizado de la conducción partidaria y había formado frentes con el PC en Mendoza y las otras regionales donde tenia influencia (Tucumán, Entre Ríos, La Pampa). En enero el Comité Ejecutivo ordena disolver la Federación Mendocina. A su vez los centristas forman el Comité de Unidad que comienza a publicar un órgano propio (Unidad). En su número de enero de 1937 IV Internacional caracteriza en los siguientes términos al grupo centrista:

El “Comité de unidad” encarna la fracción opositora que podía llamarse
tradicional del PS. Reformista, consecuentes con concepciones
doctrinarias del kautzquysmo (Sic)- y también de Juan B. Justo - pugna
porque la propaganda y la acción del partido se hace en nombre de la
clase obrera y no de los “intereses generales de la nación”; quiere
apoyarse en la organización sindical en vez de fincarlo todo en el
electoralismo, como lo hace actualmente -y cada vez mas - el P.S. (...)[23]

En mayo de 1937 los  grupos que formaban la izquierda socialista formalizan la ruptura y crean el Partido Socialista Obrero (P.S.O) en el cual distintos grupos trotskistas ensayaran una estrategia de entrismo grupuscular.

 

Los trotskistas en el PSO o el entrismo grupuscular

El PSO nació como una fuerza política de cierta gravitación y con buenos resultados en las elecciones legislativas en las que participo. El  comité capitalino estaba controlado por los dirigentes del ex Comité de Unidad, mientras que el sector de Marianetti dirigía la Federación Mendocina y tenia influencia en otras provincias. En su Congreso Constituyente el PSO hizo suya la bandera de la lucha por la liberación nacional y la formación de un Frente Popular. Por debajo de esta aparente unidad  las dos corrientes partidarias comenzaron una puja por el control de las agrupaciones gremiales, el frente juvenil y federaciones del interior.


La posibilidad de realizar entrismo en una rama de la socialdemocracia corrida a la izquierda y con estructuras poco consolidadas sedujo a no pocos militantes trotskistas que entraron formando fracciones o a titulo individual en el PSO. El más importante de estos grupos fue el liderado por Carlos Liacho, con base en capital y con relaciones con el grupo estudiantil de J Lagos en La Plata. Esta fracción entre los meses de agosto y diciembre de 1937 publico 5 números del boletín mimeografiado Frente Proletario. El primer numero de esta publicación enunciaba un programa fraccional que incluía la lucha por la democracia interna” dentro del respeto a la voluntad de la mayoría. “La democracia obrera. Libre coexistencia de todas la tendencias socialistas dentro del partido de la clase”. Igualmente sostenían la consigna del frente proletario, la unidad sindical y la lucha contra el reformismo y el stalinismo. Se solidarizaban con la España republicana y expresaban sus simpatías por la línea de la izquierda socialista de Largo Caballero, CNT-FAI y el POUM. También reivindicaban el carácter “democrático, socialista y permanente” de la revolución y el internacionalismo proletario. Por ultimo proclamaban que “La lucha anti imperialista, es en primer termino una lucha contra la burguesía nacional.”[24]

Este grupo intervino en la puja por el control de la juventud del partido en capital. Se trataba de una lucha a tres bandas en donde la fracción trotskista eligió como enemigo inmediato a los sectores filo comunistas de las JS del PSO de Capital y de manera mas diferida a los sectores ligados al reformismo centrista. En septiembre Frente Proletario informaba que una iniciativa de 15 centros juveniles pedía la expulsión de sectores filo comunistas enquistados en la Junta Ejecutiva de la juventud.[25] Frente... denunciaba la táctica de unificar a las juventudes del PSO y PC, con la metodología que utilizo el stalinismo para copar a la juventud del PSOE en la España republicana. A la vez no perdía la oportunidad de mencionar que el CE, controlado por el grupo centrista utilizaba la agitación contra los “infiltrados stalinistas” para acotar los márgenes del debate aprobando una resolución que conminaba a los boletines juveniles a no agitar “cuestiones polémicas”:

Se pretende hacer de los boletines de un organismo socialista elementos
de mera información? En momento en que el movimiento obrero mundial
busca una salida en medio del confusionismo de unos sectores, de las
posiciones claudicantes de otros; en momento en que se calumnia a los
mejores revolucionarios y la entrega y la infamia dividen las fuerzas del
proletariado, no hacer polémica en defensa de las posiciones
revolucionarias y limitarse a enunciar bailes o asambleas y hablar de
“generalidades”, significa hacer el juego a los propósitos de los
emboscados.[26]

Mientras la estrategia de Frente Proletario era combatir a las juventudes en un campo de batalla de la lucha de tendencias la prioridad de la conducción partidaria era afirmar su autoridad sobre los frentes de masas, en particular, el sensible frente juvenil de donde se habían gestado las grandes rupturas en los partidos de izquierda en la Argentina. En noviembre, luego de festejar la retirada de los stalinistas, Frente... realizaba la siguiente reflexión sobre el papel de las juventudes partidarias:

La J.J. han sido utilizadas siempre en nuestro país por los partidos obreros
como los organismos mas dinámicos, pero ni los de la Casa del Pueblo, ni el
Partido Comunista se han preocupado en capacitarlas, en hacer militantes
conscientes. Ellos han tenido razones de peso para (borroso) no era lógico
contribuir a la formación de futuros denunciadores de su oportunismo
claudicante. Pero esto precisamente nos indica que si las J.J.S.S. quieren
dejar de ser instrumento de hombres y partidos, no queda otro camino que
el adquirir independencia intelectual a través de los medios señalados y
dentro de una absoluta libertad critica. Así se servirá conscientemente, mas
y mejor, a los intereses de la clase obrera y a su vanguardia revolucionaria.[27]

Junto con la lucha en el frente de la juventud la fracción orientada por Carlos Liacho denuncio la línea frente populista de la conducción nacional y de las regionales del interior cercanas a las posiciones del PC. Por eso combatieron el apoyo del PSO a la candidatura presidencial de Alvear y el apoyo a candidatos radicales en las elecciones legislativas. En su ultimo numero en diciembre de 1937 Frente Proletario llamaba a la creación de un Frente con todos los partidos de izquierda para ganar la minoría legislativa en capital.[28] A comienzos de 1938 repartieron un volante titulado “Alerta camarada socialista obrero!” en donde llamaban a los militantes a no votar al candidato a senador por la capital de la UCR, Eduardo Saguier, que había recibido el apoyo de la conducción partidaria.[29] Por esa época realizaron una Conferencia Nacional de la fracción en la ciudad de La Plata. En octubre de 1938, cuando las autoridades del PSO ya habían comenzado a expulsar a los trotskistas en su seno, publicaron un número de un nuevo órgano titulado Marxismo. En el se resumían las criticas de la fracción a la política del Frente Popular y la lucha por la Liberación Nacional y se reivindicaba el derecho a la organización fraccional y la autonomía de las juventudes. Estas críticas fueron acompañadas de un análisis sobre la situación del país y las orientaciones de las distintas fracciones de la burguesía y de las fuerzas que las representaban.[30]

A principios de 1938 se forma otra fracción trotskizante en el PSO capitalino integrada por militantes que provenían de la Liga Comunista Internacionalista que lideraba Antonio Gallo y que se había manifestado en contra de la táctica entrista.[31]

Finalmente el impacto producido por la aparición del PSO había arrastrado a parte de sus miembros a intentar una estrategia entrista. Estos coparon el Centro del barrio de Liniers en donde militaban obreros ferroviarios de los talleres de Liniers y algunos tranviarios como el yugoeslavo Miguel Medunich Orza que en sus memorias recordara sus dudas a la hora de ingresar a las filas del nuevo partido.[32] En febrero de 1938 comienzan a publicar Izquierda. En su primer número criticaban la línea frente populista y la política sindical del partido de claudicación ante las conducciones reformista y stalinista de la CGT. Llamaban a la Formación de un Frente Obrero cuya piedra angular seria una alianza electoral y política con el PS con un programa que incluiría la formación de milicias y comités de base en los lugares de trabajo:”...como las que el 18 de julio de 1936 sofocaron el levantamiento rebelde en Madrid y Barcelona”.[33] Junto con el repudio al apoyo electoral al radicalismo, Izquierda dice que la creación de milicias y comités podría servir para ganar:”...a la gran masa de obreros radicales, que es mayoría en los gremios y que solo así - como proletarios y no como “radical” - tomara parte en la lucha.”[34] En su número de abril de 1938 Izquierda no perdía oportunidad de cargarle el magro resultado electoral del partido en capital al apoyo a la candidatura de Saguier. Desarrollando su política de Frente obrero afirmaban que este debía incluir a todos los partidos de izquierda y las centrales sindicales.[35] En agosto Izquierda criticaba el intervencionismo del CE y la disolución del Centro de Liniers. Por medio de un comunicado los miembros de ese Centro afirmaban que el C.E. lo había disuelto argumentando que había emitido “circulares inoportunas” en vísperas de elecciones. El Centro de Liniers habría contado, en esta coyuntura, con la solidaridad de centros de Lugano y Villa del Parque.[36]

La actitud de la conducción del PSO frente a los grupos trotskistas había terminado de definirse con motivo de la oposición abierta de estos a los apoyos electorales aprobados por el partido. En febrero de 1938 el órgano partidario Avance todavía se solidarizaba con el trotskista Mateo Fossa envuelto en una polémica con la conducción de la CGT a raíz de una carta en que criticaba la resolución de una huelga de albañiles.[37] Pero a mediados de año se disolvió el Centro de Liniers y se censuro a otros centros barriales que se habían pronunciado contra la política electoral del partido. El 17 de septiembre los ocho centros sancionados realizaron una asamblea y siete de ellos reafirmaron su fidelidad al C.E.[38] El otro centro era el de Liniers que quedo solo en esta polémica. Por ese entonces la Federación Mendocina, situada en la órbita del stalinismo, aprobaba en un congreso una declaración de fuerte contenido anti-trotskista y resolvía:

(...)2) Que la Junta Ejecutiva pida a los centros respectivos la separación de
aquellos afiliados que se les compruebe que directa o indirectamente
realicen tareas trotskistas dentro del partido.[39]

En el frente gremial el CE tomo distancia de los trotskistas que militaban en el  partido. A fines de 1938 en una asamblea del S. Unificado de la madera un grupo de militantes del PSO, liderados por Fossa, gano la conducción gremial. Avance califico este echo como el copamiento del gremio por “grupos divisionistas”.[40] No hay mucha información sobre lo que sucedió con los grupos entristas en el interior. El más importante fue el liderado por Esteban Rey en Córdoba y Tucumán. En esta ultima provincia Rey logro consolidar un núcleo de militantes que lo acompañaría años después en nuevas lides entristas. En 1939 los grupos filo stalinistas terminaron de consolidar definitivamente su dominio del aparato del PSO. En agosto de 1939 la Federación porteña, controlada por los centristas, realizo una asamblea en donde se voto reingresar al PS. En 1940 lo que quedaba del partido se disolvió y sus militantes se incorporaron al PC.[41]

 

El debate entre los grupos trotskistas luego de la expulsión del PSO

Una parte de las polémicas entre los grupos trotskistas entre 1938 y 1940 giraron alrededor de la fracasada experiencia de entrismo en el PSO. Esta discusión era la prolongación de la polémica que había dividido al movimiento en 1937 al producirse el ingreso del grupo de Liacho en el partido. El 7 de noviembre de ese año Liborio Justo, uno de los mas fuertes opositores al entrismo,  había promovido una reunión de los distintos grupos trotskistas. A esta reunión asistió Liacho por los entristas juntos a miembros de los distintos grupos anti entristas sin que se pudiera llegar a un acuerdo para una acción común. Quebracho afirmo posteriormente que no era opuesto a todo tipo de entrismo, sino que había considerado que en aquel momento el trotskismo criollo carecía de la suficiente solidez como para encarar una experiencia de esa naturaleza.[42] En varias elecciones a fines de los años 30 Quebracho y su grupo llamaron a votar las listas del PS al que consideraban un partido de clase donde militaban amplios sectores de la clase obrera y la pequeña burguesía urbana.[43] Una parte de los entristas en el PSO se sumaron en 1939 al grupo Inicial orientado por Pablo Milessi. Medunich Orza incluye en este reagrupamiento a los militantes del Centro de Liniers y A. Gallo (Ontiveros). También se sumaron Mateo Fossa, el grupo platense de Lagos y el grupo rosarino de  Narvaja.[44] El líder de Inicial Milessi había sido opositor al entrismo y en un articulo de 1939 evaluaba al proceso de formación del PSO como el usufructo del descontento de las bases del PS por un grupo de demagogos y agentes stalinistas. A su vez daba cuenta de la vuelta al redil de los centristas ante el avance del sector filo PC.[45] El grupo Inicial pronto se disgrego. La mayoría de los ex entristas (A. Gallo y su gente, parte del grupo de Frente Proletario, etc) formaron la Liga Obrera Socialista (LOS) y otros (Fossa, el grupo platense, el grupo de Córdoba liderado por Esteban Rey) se unieron a Quebracho y formaron el Grupo Obrero Revolucionario.[46] O sea que los ex entristas se situaron a ambos lados de la frontera que dividió al trotskismo alrededor de la polémica por la liberación nacional y el carácter que debía tener la lucha anti imperialista en la Argentina.[47]

Luego del fracaso del entrismo en el PSO los grupos trotskistas no desecharon la  posibilidad de beneficiarse de las sangrías del PS. El volanteo en actos socialistas u operaciones para captar descontentos siguió siendo una práctica común. En esos  años ingreso al PS Homero Cristali (Posadas) para captar a un puñado de militantes con los que formo en 1945 el Grupo Comunista Internacionalista (GCI).[48] Por otra parte el Partido Obrero de la Revolución Socialista (PORS), un efímero intento de unificar al trotskismo, se dividió en 1942 alrededor del apoyo a las listas electorales del PS en  las elecciones nacionales o el llamado al voto en blanco.[49]

 

El aporte socialista en la formación del Grupo Obrero Marxista

En 1944 un grupo trotskista liderado por Nahuel Moreno (Hugo Bressano) se instala en Villa Pobladora (Avellaneda) buscando insertarse entre los obreros textiles, de la carne, metalúrgicos y otras industrias del cordón fabril de la zona sur. Fundan el Grupo Obrero Marxista (GOM) y editan Frente Proletario. En 1945 hacen sus primeras armas interviniendo en la huelga del frigorífico Anglo-Ciabasa. Por primera vez un grupo trotskista alcanzaba un cierto grado de inserción dentro del movimiento obrero. En el contexto del ascenso del peronismo y la crisis de las viejas conducciones sindicales (PC y PS) esta pequeña organización logro nutrirse de militantes socialistas descontentos con la línea política y sindical de su partido. En medio de la crisis que envolvía al PS luego de la derrota de la Unión Democrática, Moreno y su gente recorrían los centros socialistas de Avellaneda e intervenían en las conferencias buscando captar militantes descontentos. Pero el aporte más importante de las filas socialistas al GOM fue el de un grupo de estudiantes de la Universidad de La Plata. La historia de este grupo comienza con Ángel “vasco” Bengochea y Horacio Lagar, dos jóvenes socialistas que se habían fogueado en la lucha contra las bandas fascistas del gobernador Fresco que actuaban en la capital de la provincia. En 1946 estos dos jóvenes lograron nuclear a su alrededor a un pequeño grupo de estudiantes platenses. Así recordaba Lagar el clima que se vivía en el socialismo bonaerense luego del triunfo de Perón en las elecciones de 1946:

En una asamblea nos peleamos con Palacios y con todos. Nos quisieron
pegar. Era el congreso provincial del Partido Socialista. Yo intervengo y
Solari que estaba presidiendo el congreso se acerco a pegarme. Entonces
en la ultima fila  detrás del cortinado estaba el “loco” Rosales, el famoso
“loco” Rosales. (...) Saco la pistola y se la puso en el pecho y dijo: “Acá voy
a garantizar la democracia. Si quiere hablar hable y si no lo deja hablar al
compañero”. Y Solari se cago hasta los garrones y empezó a retroceder
marcha atrás.[50]

Durante una visita que Lagar y Bengochea realizaron al centro socialista de Villa Porvenir conocieron a Nahuel Moreno y lo invitaron a tener una charla con el grupo en La Plata. A principios de 1947 se produjo la ruptura de la fracción con el PS. Bengochea y Lagar lograron llevarse con ellos a muchos jóvenes del centro socialista de La Plata y de su similar de Bahía Blanca. El contingente platense estaba integrado por Milciades Peña, Daniel Esperoni, Alberto Pla, Oscar Valdovinos, Saúl Hecker, el “loco” Rosales, Mirta Henault, Padilla y obreros como Nicevi, Belvedress, Camaño y Domingo Quadreri, secretario general del sindicato de la madera. El grupo bahiense incluía a Andrés Baldrich, secretario general de la JS de la provincia; José Baliato, Ferreras, Floreal Sánchez, Palumbo, Bortnik, etc. Estos cuadros montaron células en La Plata, Berisso y en Bahía Blanca. Varios de ellos se proletarizaron en frigoríficos y fabricas de Avellaneda.[51]

Las relaciones entre el GOM y el socialismo en el espacio fabril merecen un capitulo aparte. Desde su aparición en octubre de 1946 Frente Proletario, calificaba al PS de partido de la ”aristocracia obrera” y de una pequeña burguesía  reaccionaria.[52] Hacia 1947 Frente sostenía que se estaba produciendo una curiosa convergencia en muchos sindicatos entre los socialistas y sus viejos rivales sindicalistas. Ante la nueva relación que se había trazado entre estado y sindicatos los sindicalistas puros buscaban cobijarse en el aparato reformista del PS:

El hecho que han sido los sindicatos controlados por socialistas y
sindicalistas los primeros en caer bajo el contralor de la STYP demuestran
que el burocratismo en esos sindicatos había llegado al máximo, que era
donde mas domesticados estaban los militantes sindicales como base
obrera.[53]


En 1948 el ex GOM transformado en Partido Obrero Revolucionario (POR) calificaba al PS de “sociedad filatélica”, “partido de manicuras” y “salón de Te de Harrods”. Sin embargo reconocía que en sus filas había militantes honestos y sinceros a los que, por supuesto, llamaba a romper con el reformismo perimido.[54] A partir de 1950-1951 las criticas del POR al PS sufrirán un desplazamiento desde la esfera sindical a un análisis mas centrado en las posiciones del PS frente al gobierno peronista. Pero en los años precedentes el GOM-POR se había nutrido en mayor grado de militantes obreros de filiación socialista que de activistas provenientes de otros espacios. El morenismo le disputo espacio al socialismo en gremios como textiles donde formo parte de la fundación de la Asociación Obrera Textil que desplazo a la vieja Unión Obrera Textil controlada por el socialismo y a la cual le arranco parte de su activismo.[55] Este mismo fenómeno se produjo, quizás en menor medida, en el gremio de la carne y en metalúrgicos. Se ha sostenido que el morenismo interpelo exitosamente a la militancia socialista y anarquista porque compartía un lenguaje común frente al fenómeno del peronismo en ascenso.[56] En que consistía este presunto lenguaje común?  El GOM-POR mantuvo hasta 1953 una línea de oposición frontal al peronismo centrada en la consigna de impedir la estatización del movimiento obrero y la incorporación de los gremios autónomos a la CGT oficial. También desde las paginas de Frente... se insistía en una defensa a rajatablas de la practica de la democracia obrera en los espacios de trabajo aun en aquellos lugares en donde la relación de fuerzas era desfavorable al activismo de izquierda.[57] Es sugestiva la hipótesis de que este discurso podía ser mas atractivo para los viejos militantes socialistas que, por ejemplo, la línea del PC que en 1946 hizo entrar a los gremios que tenia bajo su control en la CGT y cuya posición frente al gobierno de Perón conoció varios giros. Sin embargo seria un error establecer una ligazón sin fisuras entre la tradición socialista y el discurso sindical del morenismo. Como vimos el GOM-POR denunciaba como obsoleto al modelo de sindicalismo apartidario defendido por el PS y desestimo participar en los sindicatos paralelos opuestos a los gremios controlados por el peronismo. Agreguemos que el morenismo consideraba al proletariado formado por migrantes internos, como la fracción obrera potencialmente mas combativa en la etapa que se había abierto en 1943-1946.[58] En el discurso del PS los migrantes eran lumpenes que habían contribuido a la destrucción del movimiento obrero libre. El lenguaje con que el morenismo interpelo a socialistas y anarquistas tenía a la vez elementos de ruptura y de continuidad con las culturas obreras pre peronistas.

Para tener una visión mas completa de los puntos de contacto y de ruptura entre el discurso sindical del GOM-POR y la tradición sindical socialista seria interesante contrastarlo con las posiciones de otro grupo trotskista de cierta presencia en el movimiento obrero en los años de ascenso del peronismo. La Unión Obrera Revolucionaria (UOR), liderada por Miguel Posse y Mateo Fossa, tuvo una posición mucho más radical frente al ascenso del peronismo y la estatización del movimiento obrero. En 1946 su órgano, El Militante, reproducía número a número el manifiesto de la agrupación que decía:

Contra la entrada incondicional en la CGT y la disolución de los sindicatos.

Por una central obrera anti-estatal y anti-colaboracionista.[59]

La UOR se pronuncio de forma categórica por la defensa de sindicatos libres paralelos a los sindicatos peronistas mayoritarios. Se opuso a la creación de la Asociación Obrera Textil[60] e hizo una campana para impedir que el Sindicato de la Madera se incorporara a la CGT, lo que le valió elogios del órgano socialista La Vanguardia.[61] Polemizando tácitamente con el GOM, con quien en algún momento intentaría fusionarse, la UOR defendía la existencia de los sindicatos libres como progresiva pese a estar hegemonizados por conducciones reformistas.[62] Sin duda alguna la estrategia sindical de la UOR mantenía mas puntos de contacto con la tradición sindical socialista que las posiciones del GOM-POR que eran una  síntesis de lo viejo y lo nuevo. Sin embargo pensamos que el discurso sindical morenista fue lo suficientemente permeable como para presentarse frente a los militantes de base del PS como una versión recreada de su propia tradición de lucha adaptada a las condiciones de la etapa que se inicio con el ascenso del peronismo

 

Esteban Rey y el entrismo en las regionales del PS del NOA

El abogado Esteban Rey había pertenecido al grupo de la revista trotskista América Libre publicada en Córdoba en 1936. En esos anos se incorporo al PS y fue uno de los protagonistas de la ruptura del PSO en Córdoba y Tucumán. Luego había participado del GOR con el que rompería al poco tiempo. En 1945 al reorganizarse los centros socialistas del interior Rey se incorporo al centro socialista de Jujuy y pronto el y sus seguidores pasaron a controlar la regional provincial del partido y a ejercer influencia sobre las regionales de Salta y Tucumán. El centro socialista de Jujuy se opuso a la política de alianzas del PS negándose a hacer campanas por la Unión Democrática (UD). En el bienio 1946-1947 desarrollo una profusa actividad  funcionando por medio de asambleas y plenarios, participando de las elecciones municipales provinciales y publicando folletos teóricos y de análisis político. Estos trabajos debidos a la autoría de Rey reflejaban una línea ideológica anti capitalista desligada de las referencias más clásicas a la ortodoxia leninista-trotskista. Un llamado a la  formación de un movimiento que abarcara al conjunto de los actores sociales pertenecientes al campo de los explotados. Todo esto invocando el giro a la izquierda que en la inmediata post guerra se estaba produciendo en el mundo.

En la vieja Inglaterra ya el socialismo esta preparando la base de ese nuevo
mundo. En Francia y en Italia ocurre igual cosa. En la propia América las
bases de la burguesía capitalista y explotadora comienzan a vacilar
peligrosamente. Somos jóvenes, obreros y campesinos, una esperanza en
marcha somos compañeros, una realidad futura que esta cada vez más
próxima y que ya es  inevitable.[63]

Durante el año 1946 el Centro Socialista de Jujuy logro sumar a sus filas a muchos mineros de Bolivia y el norte de Chile. En Bolivia se vivía un particular clima de violencia luego del derrocamiento del gobierno de Villarroel por medio de una alianza entre la oligarquía y el stalinismo (julio de 1946) El llamado gobierno del “sexenio” siguió una política represiva contra militantes obreros y campesinos y muchos buscaron refugio en el NOA. Quizás apuntando a captar el voto de los extranjeros que vivían en la provincia es que el centro de Jujuy realizo un importante esfuerzo de agitación para las elecciones municipales de ese ano. Comicios en los cuales los extranjeros registrados podían votar. En esa coacción el PS jujeño presento una plataforma que contemplaba los problemas de los distintos grupos que integraban las clases subalternas de la región: peones, pastores serranos, arrendatarios, etc.[64]

En esos meses Rey dio a conocer una serie de análisis de la situación política del país. En enero de 1946 un informe titulado El PS seccional Jujuy y la FOTIA analizaba la formación del sindicato único de trabajadores del azúcar en el noroeste. Rey opinaba que la FOTIA era el producto del ascenso del movimiento huelguístico en el año 45.  Por eso consideraba progresiva la creación de un sindicato que nucleara a los distintos trabajadores del sector azucarero (cañeros, fleteros, peones de ingenio, carreteros, peladores de caña, etc). Pese a que la Secretaria de Trabajo y Previsión había terminado controlando el nuevo gremio este podía ser la herramienta para el desarrollo de un movimiento huelguístico que sobrepasara a la conducción burocrática y se convirtiera en un polo de contra poder regional. En otro orden tomaba distancia de la propuesta de la conducción del PS de crear sindicatos libres y decía que la unidad obrera era más necesaria que nunca.[65]

En un informe leído ante la asamblea partidaria el 13 y 14 de abril de 1946, Rey analizaba las causas del triunfo peronista en las elecciones de ese año. Opinaba que el error de la izquierda había sido interpelar a las masas solo en el nivel político dejando al peronismo una brecha abierta para colar su discurso de colaboración de clases. Para Rey el peronismo era una fuerza representativa de la burguesía industrial que había accedido al poder político nacional luego del golpe de 1943. Después el ascenso de masas del 45 la hegemonía de esta nueva fracción burguesa necesito apoyarse en una fuerza obrerista capaz de encuadrar políticamente a las clases subalternas

(...) La contradicción entre la estructura capitalista y el movimiento obrero de
masas, es la que otorga esa tónica de inestabilidad, características capital
de todo el movimiento.[66]

Luego resaltaba el carácter explosivo de la estructura multiclasista del peronismo y veía en el Partido Laborista el ala obrerista que aspiraba de manera confusa a llevar adelante una política anti capitalista. Despues de exponer este análisis, visiblemente alejado del discurso oficial del PS sobre el gobierno de Perón, concluye que la oposición de izquierda no debe presentar como principal enemigo al gobierno nacional sino poner el acento en una lucha anti sistema concebida como una construcción a largo plazo.[67]

El 8 de julio de 1947 el CE del PS  decidió disolver el Centro de Jujuy por medio de una circular. En un informe redactado por Juan A. Solari, enviado a todos los afiliados en diciembre de ese año, se explicaba los motivos de esta medida. Este informe es toda una radiografía de como la conducción del PS encaraba problemas de este tipo y nos brinda información verdaderamente interesante:

El ciudadano Esteban Rey (abogado), que se afilio al mencionado Centro en
octubre de 1945, siendo aprobada la fiche por el C.E. el 27 de febrero de
1946, había sido expulsado años antes de las filas del partido en Córdoba
por perturbador trotskysta y la Federación Socialista de esa provincia solicito
entonces una prudente fiscalización para evitar su ingreso.[68]

Como vimos Rey venia actuando como secretario general del CE de Jujuy desde  antes de que se aprobara su afiliación. El informe seguía describiendo la acción de Rey como “caudillista y personalista”, de sabotaje a la campana de la UD y con una línea sindical contraria a las orientaciones de la conferencia gremial partidaria. También lo acusaban de introducir en las filas socialistas a elementos extranjeros de tendencia trotskista. Pese a esto se aclaraba que:” penso el Comité Ejecutivo que podía tratarse de una labor llamada a orientarse, dentro de un plazo razonable en el sentido de utilidad para la labor general del socialismo.”[69] Luego, según Solari, pudo comprobarse que la acción del Rey formaba parte de un fenómeno general de infiltración de elementos trotskizantes en  todo el país. Así nos enteramos que en Córdoba un grupo estudiantil, ligado a Rey, publicaba un periódico titulado La Chispa, que en Santa Fe un afiliado había interrumpido un acto para leer un panfleto del grupo jujeño y que incidentes semejantes se habían producido en la Conferencia Nacional de Mujeres. También se mencionaba la infiltración de trotskistas de otra tendencia en los centros de La Plata, Avellaneda y Santos Lugares, en obvia alusión a la acción que el GOM estaba llevando a cabo en esas localidades.[70]

Lo llamativo de todo este proceso no es la expulsión de Rey de las filas del PS, sino que esta se haya producido luego de casi dos años de acción de este dirigente y su grupo en las federaciones del norte. Porque la conducción del PS aprobó la afiliación de un dirigente que había protagonizado una escisión por izquierda y aun confiaba que su labor podía ser favorable a los objetivos del partido? Tal vez la respuesta a esta pregunta tenga relación con las condiciones creadas por el ascenso del peronismo. Dentro del bloque opositor al peronismo el PS jugaba el rol de una fuerza con la capacidad de movilizar a fracciones de las clases subalternas como grupos de presión. Quizás en ese contexto la incorporación de militantes radicalizados con cierta inserción en frentes gremiales fuera considerada una presencia conveniente de amortiguar dentro de ciertos límites. Conviene preguntarse también sobre los mecanismos de control de una red partidaria a lo largo de un territorio nacional tan extenso. La distancia acentuaba el carácter federativo de la organización socialista y obligaba a contemplar un grado importante de autonomía de las dirigencias regionales. Quizás pueda hablarse de una estrategia del CE del PS de tolerar cuotas de “entrismo” controlable si esto contribuía a reafirmar el perfil  de “partido obrero” y permitía mantener un aparato electoral en zonas alejadas del país.

Enrique Dickman
www.amia.org.ar
La trayectoria de Rey luego de su expulsión del PS es digna de ser analizada.  Rey formo el Movimiento Obrero Revolucionario (MOR) adscripto a una variante de  trotskismo-proletarista que planteaba la construcción de un partido revolucionario como coronación de un largo proceso en el cual se forjarían conducciones sociales fogueadas en luchas sindicales y en otros frentes. El MOR tuvo una participación destacada en una serie de conflictos sindicales y estudiantiles en el NOA que concluirían con la gran huelga de la FOTIA de 1949, sangrientamente reprimida por el gobierno peronista. En esa ocasión el propio Perón califico a Rey de “agitador trotskista” en un discurso radial.[71] Los militantes del MOR se repartieron espacios en los ingenios con comunistas, socialistas, peronistas combativos y otros grupos de izquierda. Entre ellos el GOM que envío a algunos de sus cuadros al NOA y que logro captar a algunos militantes del MOR.[72] Luego de la derrota de la gran huelga de 1949, Rey publico el folleto Alerta Trabajadores!... en donde proponía la creación de un frente revolucionario que abarcaría a trabajadores urbanos y rurales y a capas inferiores y medias del campesinado.[73] A principios de la década del 50 el MOR se disolvió. Rey y sus seguidores evolucionarían hacia un apoyo critico al peronismo.

 

El PSRN: una federación de partidos en el ocaso de la era peronista

En  febrero de 1952 Enrique Dickman, uno de los históricos de la conducción del PS, se entrevisto con Peron para solicitarle el indulto a los presos socialistas que habían participado de la huelga ferroviaria de 1950-1951. Esta entrevista, que no contaba con el aval del CE del PS, era la primera respuesta a una serie de sondeos que Ángel Borlenghi, ministro del Interior y ex militante socialista, venia haciendo para sumar sectores de izquierda al bloque político que apoyaba al gobierno de Peron. El PS expulso de sus filas a Dickman y este formo el Movimiento Socialista (MS) de tendencia filo peronista.[74] En el militaron varios de los centristas del  PSO: Carlos María Bravo, Oriente Cavalliere, Joaquin Coca, Juan Unamuno, Pedro Julia, etc. A comienzos de 1954 el MS se convirtió en el Partido Socialista de la Revolución Nacional (PSRN). Un aparato partidario que servia de base de sustentación a un grupo de dirigentes no peronistas que aspiraban a ocupar cargos en el gobierno

Dickman y su gente abrieron las puertas del PSRN a cuanto grupo quisiera hacer su juego debajo del paraguas de un partido de izquierda tolerado por un oficialismo autoritario. En Capital y en Rosario se sumaron grupos trotskistas que se habían acercado al peronismo. Entre ellos los círculos orientados por Jorge Abelardo Ramos y por Aurelio Narvaja. Rey se instalo en Capital, que seria el centro de sus operaciones, a la vez que sus partidarios en el interior ponían en pie las regionales del nuevo partido en el NOA.[75] A estos previsibles aportes se sumaria un grupo con un perfil sensiblemente diferenciado de los anteriores.

El POR morenista venia buscando desde tiempo atrás una forma de sortear los obstáculos que le impedían ser una fuerza legal reconocida por el estado. En vísperas de las elecciones para elegir vice presidente en 1951 había realizado un acuerdo con Concentración Obrera (ex PCRA) para aprovechar su  estructura legal. El Comité Central del POR había destinado un pequeño numero de militantes para esta breve experiencia de “entrismo” que concluyo luego del magro resultado electoral que obtuvo CO.[76] En su IV congreso de octubre de 1953 el POR proclamo finalizada su etapa de captar militantes sueltos y anuncio el comienzo de la etapa de gravitación en sectores importantes del movimiento obrero.[77] A la vez se amortiguaron las criticas a la estatización de los sindicatos bajo el peronismo y se tomo distancia frente a la actividad golpista de la oposición.[78] El nuevo objetivo estratégico del POR seria captar a los militantes mas combativos del peronismo ante lo que se avizoraba como una perdida de consenso del régimen entre las masas. Por otra parte la prensa del POR calificaba a la estrategia gubernamental de sumar aliados a derecha e izquierda como un intento de crear un gran Frente de la burguesía contra la creciente combatividad de la clase obrera. En 1953 el  POR cargo duramente contra el MS que había comenzado apoderarse de locales socialistas cerrados por el gobierno.[79] Luego de la formación del PSRN, Frente Proletario siguió aporreándolo fuerte hasta que en marzo de 1954, en un análisis de las posiciones de los partidos de izquierda ante las elecciones, le dedicaba un párrafo un tanto sibilino:

Su futuro es un gran interrogante, pues no puede descartarse la posibilidad
de que la corriente de desperonización pase por sus filas, sin embargo en la
actualidad, no es mas que un grupo de funcionarios, directa o
indirectamente ligados al gobierno, con intenciones de canalizar en un
sentido peronista y en consecuencia burgués, la futura radicalización
proletaria.[80]

Un mes después del Comité Central del POR voto su incorporación al PSRN y en  base a sus regionales de Avellaneda, San Martín, La Plata-Berisso y Bahía Blanca organizo la Federación Bonaerense del PSRN, cuyo órgano de prensa seria La Verdad.[81] El morenismo ejerció un férreo control sobre la Federación Bonaerense y hasta la caída de Peron mantuvo relaciones de convivencia aceptables con la conducción del PSRN y demás grupos que actuaban en su seno. La Federación aprovecho la cuota de legalidad que gozaba el PSRN ubicando militantes en las listas para elecciones legislativas en 1954 y ampliando sus espacios de agitación. Así recordaba Horacio Lagar la actividad del grupo en ese periodo:

...con Elias Rodríguez hacíamos un acto en Villa Diamante. Elias Rodríguez
había sido un fundador de la Villa, un líder carismático. Antes de eso no se
podía hacer un acto político en una villa. Como hiban hacer los socialistas,
los trotskistas, un acto en una villa!. En cambio cuando se dio eso yo iba a la
comisaría y le decía al comisario “Yo voy a hacer un acto el sábado acá”,
“Si, señor, señor”; me decía.[82]

Los otros grupos del PSRN provenientes del trotskismo siguieron una línea mas pro oficialista. No obstante el Centro Manuel Ugarte de la capital dio a conocer un programa que incluía la nacionalización de la tierra y la expropiación de los latifundios, la nacionalización de las empresas extranjeras, la democratización de la vida sindical ,el control de precios por medio de comisiones sindicales y barriales y la solidaridad con las luchas anti imperialistas en todo el continente.[83] El grupo de Aurelio Narvaja publico en octubre de 1954 un numero de Frente Obrero, órgano de la federación partidaria de la capital. En el escribieron Saul Hecker, Jorge Spilimbergo, Ernesto Zeballos y Hugo Silvester. En este único numero se hacen presentes todo los lugares comunes de lo que se conocería como “izquierda nacional”: historiografía revisionista, un homenaje a Manuel Ugarte cuyos restos fueron repatriados esos días y una serie de artículos sobre la necesidad histórica del Frente Nacional de la burguesía Industrial y la clase obrera bajo la hegemonía peronista.[84] Por su parte Jorge A. Ramos, que lideraba otra fracción, publico unos números de la revista Izquierda con un tono un poco mas radicalizado.[85]

A poco de fundado el PSRN la agudización de la crisis política pasaría a hacer el principal ordenador de la actividad del partido. Es en su posición ante el conflicto entre el gobierno y la iglesia católica en donde mejor se puede apreciar la diferente orientación de la Federación Bonaerense en relación a los otros sectores del partido. Para los grupos filo peronistas la ruptura del gobierno con la iglesia fue la señal de orden para explayarse en un furibundo y sospechoso anticlericalismo. En cambio La Verdad centraba el meollo del conflicto en la acción pro golpista de la iglesia y la necesidad del gobierno de defenderse del clero y no en una política laicista convencida:

Nosotros, socialistas, sostenemos con Marx que la religión es el opio del
pueblo. Los sacerdotes de todas las religiones componen una casta
parasitaria, improductiva que sirve a la clase explotadora tratando de
inculcar en la mente de la gente el principio de sometimiento y el
conformismo. El gobierno peronista ha protegido al máximo a la iglesia,
abriéndole las puertas de la enseñanza al implantar la religión en las
escuelas. Por otra parte, la constitución argentina dispone el sostenimiento
de la iglesia católica por el estado.[86]

En mayo de 1955 La Verdad comentaba con cierto escepticismo la supresión de la ley de enseñanza religiosa por el congreso, la ley del divorcio y la anunciada separación de la Iglesia y el estado. Luego de los bombardeos de junio de 1955  La Verdad llamo a crear milicias obreras y preparar una insurrección para barrer con los golpistas y sus aliados. Luego de que Perón ofreciera su renuncia como una forma de pacificar el país La Verdad levanto la consigna de entregarle el poder a la CGT.[87] Por su parte Ramos desde la revista Izquierda también llamaba a crear  milicias sindicales bajo la dirección de la CGT.

La caída del gobierno peronista en septiembre de 1955 marco la crisis del PSRN.  Sin el elemento galvanizador del oficialismo que los apadrinaba los objetivos y estrategias divergentes salieron a la luz con toda su fuerza. En noviembre la Federación de Capital comenzó a publicar Lucha Obrera bajo la dirección de Esteban Rey. Este nuevo órgano reflejaba en sus páginas la heterogénea composición del PSRN metropolitano. Junto a un articulo de Ramos que clamaba por un golpe del sector nacionalista del ejercito, el editorial central, con la firma de Esteban Rey, llamaba a la creación de un partido obrero independiente superador del peronismo y articulador de una alianza de la clase obrera con sectores medios urbanos y rurales.[88] También un comunicado de la Federación Tucumana, bajo la influencia de Rey, llamaba a organizar la resistencia obrera uniendo a trabajadores peronistas y anti peronistas.[89] En el número de diciembre Carlos María bravo llamaba a crear una gran fuerza obrera nacional que ganara a los “cabecitas negras.”[90] La caída del peronismo abrió las puertas a las tendencias centrifugas presentes desde su origen en una corriente de estas características

En diciembre la Federación Bonaerense rompió con el PSRN luego de dos meses de polémicas con la conducción nacional a raíz de que esta se negó a apoyar la huelga llamada para el 17 de octubre. Luego que Carlos María Bravo enviara una circular desautorizando volantes de la Federación esta publico el 11 de diciembre su ruptura con el PSRN.[91] En enero de 1956 la dictadura cerro Lucha Obrera y metió presos a Bravo y a Esteban Rey.[92] Poco después “la fusiladora” proscribió al PSRN. Los grupos que lo integraban siguieron cada cual su propio camino. Los  círculos ligados a la Izquierda Nacional irían profundizando su integración lineal al peronismo. Por su parte el morenismo formaría una agrupación ligada a la resistencia sindical a la libertadora (MAO, Movimiento de Agrupaciones Obreras, 1956) y finalmente emprendería una revulsiva experiencia de entrismo en el peronismo de la resistencia en 1957. No serian estas las ultimas aventuras entristas del morenismo y sus distintas escisiones que a lo largo de los años siguieron considerando la apelación a la identidad “socialista” una estrategia apta para el reagrupamiento y la acumulación partidaria en momentos de crisis. Pero esa ya es otra historia

 

Conclusiones

En el proceso de formación del trotskismo criollo la presencia de militantes que provenían de las filas socialistas o de las corrientes “terceristas” que mantenían algunos vasos comunicantes con el espacio socialista fue sin duda relevante. Pensamos que este hecho influyo en la apreciación subjetiva del PS en el espacio cuarta internacionalista. Mientras el stalinismo era el otro a partir del cual definir la propia identidad, la socialdemocracia era considerada como la prolongación de una etapa pretérita del desarrollo de la lucha revolucionaria que se negaba a morir y que obligaba a los revolucionarios a establecer relaciones, no siempre lineales, con ella.


Los debates relacionados con el entrismo reprodujeron en la Argentina las polémicas que dividieron a los trotskistas en otros países luego de la toma de posición de Trotsky a favor del entrismo en los partidos socialistas. Este debate llegaba a la Argentina cuando en el PS crecía un polo de izquierda heterogéneo que se iba orientando hacia una ruptura de derivaciones imprevisibles. Los ejes sobre los que se desarrollo la controversia entre entristas y anti entristas fueron: a) La caracterización de las tendencias generales de la izquierda socialista y b) las posibilidades de los grupos trotskistas de constituir un núcleo capaz de infiltrarse en el aparato socialista resistiendo las presiones y evitando ser engullidos. Respecto a la primera de estas discusiones los puntos de ruptura están presentes en  la distinta mirada que sobre la evolución de la izquierda socialista tenían IV Internacional y Visión. El órgano de la LCI llamaba la atención sobre el fuerte peso que tenían en la izquierda socialista los códigos y pautas de la cultura partidaria del viejo reformismo que había forjado un sólido dispositivo legitimador de las decisiones del grupo dirigente a través de su confirmación en las instancias “democráticas” del partido (congresos) De ahí se deriva su caracterización del Comité de Unidad como un clon, corrido a la izquierda, de los dirigentes de la Casa del Pueblo. Por el contrario Visión cifraba sus esperanzas en los militantes de los frentes de masas a los que los férreos mecanismos de control de la conducción del PS vedaban sus posibilidades de llegar al centro del poder partidario. Mientras la LCI veía en el naciente PSO un espacio que reproduciría  las pautas de subordinación de la militancia a la elite partidaria, Visión cifraba sus expectativas en poder arrastrar militantes de los frentes de masas antes que se legitimara como grupos dirigente el sector “centrista” o el grupo filo stalinista del PSO.

El entrismo grupuscular estuvo orientado a ocupar espacios en el frente juvenil, en las agrupaciones gremiales y en la red de centros barriales. Por eso la línea estratégica central de ambas fracciones entristas fue la defensa de “la democracia obrera y la libertad de tendencias dentro del partido”. Sus caballitos de batalla en la impugnación de las líneas mayoritarias en el partido fueron la lucha contra el frente populismo y las consignas de liberación nacional y el rechazo al apoyo de las candidaturas burguesas en las elecciones nacionales. Como explicamos, para los entristas en la lucha que se desarrollaba en la Federación de Capital los sectores filo-stalinistas del PSO estaban primeros en su lista de enemigos. En esta opción jugaron un rol cuestiones ideológicas pero aparte el sector “centrista”, como detentador del control del aparato partidario, parecía un grupo con menor capacidad para eliminar cualquier tipo de oposición interna. A la postre no le costo mucho trabajo al CE expulsar a los grupos trotskizantes. Esta operación de limpieza ideológica estuvo ligada al crecimiento de la influencia de los grupos filo comunistas. Pero la propia existencia de una lucha a tres bandas entre “centristas”, “filo-stalinistas” y “trotskos” impulso la necesidad del grupo reformista de capital de disciplinar de manera drástica el aparato partidario en el distrito donde era hegemonico para poder exhibir un frente mas compacto en vistas al conflicto principal que se desarrollaba en el seno del partido.

Los debates posteriores a este frustrado intento de entrismo prolongan la mezcla de dudas y expectativas recurrentes que se producían en el trotskismo criollo en relación con el PS. La llegada al poder del peronismo hizo nacer un nuevo escenario. Indudablemente las campañas de captación realizadas por el GOM en los centros barriales socialistas y entre la militancia fabril se distingue del entrismo grupuscular en el PSO por varios motivos. El GOM era un grupo de vanguardia que había logrado cierto grado de consolidación a partir de la proletarización de sus miembros y su participación en huelgas. Por otra parte la crisis que afectaba al PS luego del triunfo de Peron era de naturaleza muy distinta a la crisis que había llevado a la ruptura del PSO en 1937. Lo que estaba en duda luego del triunfo de Peron no era una posible ruptura de un ala radicalizada, sino la continuidad del PS como partido con representatividad en las clases subalternas. Un grupo que planteaba una intervención audaz para disputarle al populismo triunfante palmo a palmo su influencia entre los trabajadores atraía naturalmente a muchos militantes desilusionados y descontentos con la conducción partidaria. Estas razones explican la ruptura de los sectores de la JS que se alejaron del partido en 1946-1947 y la captacion de militantes gremiales socialistas. De la misma manera que la corriente morenista logro presentarles a los militantes socialistas una versión adaptada a los nuevos tiempos de su propia tradición gremial, es interesante preguntarse en que medida los contingentes provenientes del PS impregnaron al GOM/POR de algunos códigos, pautas y esquemas provenientes de la tradición socialista. Tal vez pueda rastrearse esta influencia en aquellos rasgos que a lo largo del tiempo distinguieron a la corriente liderada por Nahuel Moreno de otros grupos trotskistas locales

El PS era desde sus orígenes un partido férreamente controlado por un núcleo dirigente que se ampliaba solo por cooptación y que tenia resistencia a incorporar a sus filas a líderes con bases propias que pudieran desafiar su poder. El PS había resuelto crisis de distinta magnitud en sus filas eliminando a las corrientes disidentes y reteniendo la adhesión del grueso de las bases partidarias socializadas alrededor de la ortodoxia reformista y la solidaridad acritica con la conducción nacional. Hacia mediados de la década del 30, cuando comenzaron los intentos de entrismo trotskista, el grupo dirigente del PS tenia suficiente experiencia como para controlar a los grupos díscolos en sus filas. La ruptura del PSO, sin duda una sangría de importancia, fue una consecuencia de la derrota de la izquierda socialista en apoderarse del control del partido. Por eso la crisis de 1937 termino arrojando como saldo una fuerte homogeneización del espacio partidario y una consolidación de su conducción. Y ni que hablar de la vuelta al redil de parte de los dirigentes del Comité de Unidad en 1939. Nosotros trabajamos alrededor de la hipótesis que para la conducción partidaria del PS, en los años de ascenso del peronismo, las pequeñas sangrías por izquierda eran consideradas un fenómeno incorporado a la vida del partido y no se las consideraba una amenaza seria al control que esta ejercía sobre la red partidaria. Incluso la necesidad de redorar los blasones obreristas dentro de la coalición de partidos anti peronistas puede haber alentado la conveniencia de tolerar dentro de ciertos límites un poco de radicalismo gremial heterodoxo en sus filas. La actitud del CE del PS para con la experiencia del grupo de Rey es muy sugestiva. Quizás el limite tolerable a este tipo de intromisiones estaría marcado por la posibilidad del apoderamiento por los entristas de la organización partidaria en regiones enteras del país, poniéndose en peligro la existencia misma del partido a nivel distrital, no pudiendo garantizarse el apoyo electoral a las listas partidarias. Pero mini escisiones como la de los jóvenes bonaerenses y algunos militantes fabriles descontentos tal vez hayan sido considerados mecanismos de drenaje natural que no tendrían grandes consecuencias en la vida partidaria.

Incluso un análisis del proceso de creación del PSRN puede aportarnos mas elementos para comprender este tipo de fenómenos. Dickman rompió con el PS  para embarcarse en una aventura en la que contaría con el apoyo del oficialismo, pero también sabiendo que todo un sector de cuadros medios del partido o periféricos a el estaría dispuesto a secundarlo. Esa eterna minoría protestona en las filas del PS que había roto en 1937 y había retornado parcialmente sin lograr re integrarse de todo en el seno del partido. En 1954 se decidieron a apostar a esa curiosa experiencia de “transversalidad” impulsada por Peron en los años más álgidos de su gobierno. Indudablemente se trataba de un juego en el que todo el mundo sabía muy bien quien era el otro. Y esto es particularmente valido para la relación de Dickman y su núcleo con los grupos trotskistas que se incorporaron al PSRN. El propio Dickman en sus memorias (Recuerdos de un militante Socialista, Bs. AS., 1949) y Joaquin Coca en un folleto de fuerte tono macartista (Quinta columna bolchevique; Bs. AS., 1940) habían descripto en tono airado la infiltración comunista y trotskista en la formación del PSO. La breve pero intensa vida de esa recreación filo peronista del PS que fue el PSRN arroja mucha luz sobre los limites del espacio de la izquierda en la Argentina de post-guerra. Es interesante constatar el grado de atracción que ejerció el PSRN sobre distintas corrientes de extrema izquierda si lo comparamos con la escasa repercusión del Movimiento Obrero Comunista (MOC), esa escisión filo peronista del PC integrada por Juan Real, Rodolfo Puiggros y otros. Sin duda alguna la identidad comunista no tenia la misma capacidad de agrupar de forma coyuntural a un heterogéneo mosaico de grupusculos de extrema izquierda, que la mas flexible tradición de reformismo socialista.

 


Notas:

[1] El autor quiere agradecer al CEDINCI y al CEIP León Trotsky por haber podido consultar sus colecciones de publicaciones trotskistas y al señor Horacio Lagar cuyo testimonio sobre el origen de la corriente morenista les fue de suma utilidad.

[2] Corbiere, Emilio; Orígenes del comunismo en la Argentina; Bs. As., Ceal, 1984.

[3] Tarcus, Horacio; El marxismo olvidado en la Argentina: Silvio Frondizi y Milciades Peña; Bs. As., Cielo por Asalto; 1996; pag. 87.

[4] La Chispa; 30 de enero de 1926, “Pactos electorales”.

[5] Ibídem; 17 de abril de 1926; ‘El colapso del P. Socialista”.

[6] La Chispa; 9 de abril de 1927; “El momento histórico y el socialismo” (subrayado en el original)

[7] Adelante; 29 de abril de 1928; “Algo sobre el frente único propuesto por el partido.”

[8] ibídem; 14 de junio de 1928; “La idea del Frente Único Proletario se abre camino entre las masas”

[9] La Chispa; 28 de enero de 1928; “Se ha constituido el Partido Comunista de la Región Argentina”

[10] Adelante; 1 de julio de 1929; “Declaración de un grupo de militantes del grupo rojo de la madera”

[11] Bandera Roja; marzo de 1929; “Los afiliados que reingresan al partido”

[12] Adelante; 1 de agosto de 1929; “Bandera Roja, su izquierdismo y nuestra posición frente a la C.S.L.A.”

[13] La Verdad. (Órgano del comité comunista de oposición); junio de 1930; “Mordaza - centrismo - oportunismo - mala organización”. Una reseña de la fundación del Comité de Oposición comunista en la Argentina.”

[14] Tortti, María Cristina; Estrategia del Partido Socialista. Reformismo político y reformismo sindical; Bs As., Ceal, 1989; pgs. 6-18.

[15] Boletín de la Oposición de Izquierda Comunista Argentina; 28 de febrero de 1933; “Declaración de Principios”.

[16] Nueva Etapa; 1 de mayo de 1934; “Nuevos rumbos del Partido Socialista” Sobre Marianetti y la Federación Socialista Mendocina ver: Lacoste, Pablo; El socialismo en Mendoza y en la Argentina 1/2; Bs. As., Ceal, 1993,

[17] Cauce; agosto de 1934; “Los peligros del momento”. (Palabras entre paréntesis agregado de los autores)

[18] IV Internacional. Boletín de la Liga comunista; mayo de 1935; “El Congreso del Partido Socialista”.(Subrayado nuestro)

[19] Visión; 10 de enero de 1936; Koifman, Luis; “Estado de Sitio en el Partido Socialista”; pgs 3- 4 y MM;  “Que pasa en el P. Socialista?”; pag 7.

[20] Ibídem; 31 de enero de 1936; “Renacerá la izquierda socialista”; pgs 9-10

[21] Transición; diciembre de 1935. Ontiveros, Ángel; “Lecciones de la intervención a Santa Fe”.

[22] Visión; 14 de julio de 1936; “Viva el Frente Único”.

[23] IV Internacional;  enero de 1937. “La crisis socialista”

[24] Frente Proletario. Boletín del marxismo revolucionario; IV semana de agosto de 1937; “Nuestros propósitos”

[25] Ibídem; 20 de septiembre de 1937; ‘Las J.J.S.S. reaccionan contra el stalinismo”

[26] Ibídem; octubre de 1937; “Las J.J.S.S. contra el stalinismo”

[27] Ibídem; noviembre de 1937; “Perspectivas de las J.J.S.S.”

[28] Ibídem; diciembre de 1937; “Propósitos de F.P”

[29]Alerta camarada socialista obrero!”

[30] Marxismo. Órgano de la fracción Marxista Revolucionaria del P.S.O.; “Por la democracia partidaria hacia el marxismo”; pgs. 2-7

[31] IV Internacional; septiembre de 1937; “El otro reformismo especula con los votos radicales” Critica al frente populismo del PSO acompañado de una critica al entrismo

[32] Medunich Orza, MIguel; Los Intelectuales de izquierda vistos por un obrero; Bs. As., Editorial Astral, 1930; pag. 34.

[33] Izquierda. Órgano de afiliados y para afiliados; febrero de 1938; “Ante el congreso local del partido

[34] Ídem; “La posición de nuestro partido en el momento político”.

[35] Ibídem; abril de 1938; “La Jornada electoral del 27 de marzo” y “Nuestro inmediato programa de acción”

[36] Ibídem; “A los compañeros del Partido Socialista Obrero”

[37] Avance. Semanario de los trabajadores; 12 de febrero de 1938; “Dio un comunicado la comisión socialista obrera de información gremial”

[38] Ibídem; 1 de octubre de 1938; “Se realizo una Asamblea de los centros afectados por las medidas del Comité Ejecutivo”

[39] Ídem; “Un congreso constructivo. Sobre el trotskismo”

[40] Ibídem; 10 de octubre de 1938;La ultima Asamblea del S.U. de la madera y nuestros afiliados”

[41] Iñigo Carrera, Nicolas; Alternativas revolucionarias en los 30. La Alianza Obrera Spartacus y el Partido Socialista Obrero (en prensa)

[42] Breve reseña cronológica del movimiento cuartainternacionalista en la Argentina; Bs. As., LOR, 1941. Sin paginar. El autor de este folleto es Liborio Justo (“Bernal”. “Quebracho”)

[43] Quebracho; Como salir del pantano?; Bs. As., 1939; pag. 25.

[44] Medunich Orza, Miguel; op. cit.; pgs. 40-41.

[45] Inicial; septiembre de 1939; Milessi, Pedro; “Aspectos de nuestra vida política y social”; pgs. 14-15

[46] Justo, Liborio (“Quebracho”); Estrategia revolucionaria; Bs. As., Fragua, 1957;  pgs. 52-55

[47] De Lucia, Daniel Omar (Estudio preliminar y compilación de documentos); Liborio Justo. Los Estados Socialistas de América latina; Bs. As., Grupo Editor Universitario, (en prensa)

[48] Coggiola, Osvaldo; Historias del trotskismo en la Argentina (1929-1960); Bs. As., Ceal, 1984; pag. 72.

[49] González Ernesto (coordinador); El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina; Bs. As., Editorial Antídoto, 1995; pag. 76.

[50] Entrevista con Horacio Lagar; 21 de septiembre de 2004.

[51] Lagar, Horacio; Testimonios de la primera década (Acumulación original partidaria); Bs. As., mimeo, 1988; pgs. 15-17.

[52] Frente Proletario; marzo de 1947; “Los apolíticos, los partidos obreros y el partido obrero revolucionario”

[53] Ibídem; agosto de 1947; “Reformismo, sindicalismo y el movimiento sindical”

[54] Ibídem; marzo de 1948; “La sociedad filatélica de la casa del pueblo”

[55] González, Ernesto (coord.); op. cit.; pgs. 113-116 y 211/216.

[56] Coggiola, Osvaldo; op. cit.; pag. 106.

[57] Frente Proletario; agosto de 1947; “La posición sindical del GOM”

[58] Entrevista con Horacio Lagar; 21 de septiembre de 2004.

[59] El Militante; diciembre de 1946; “Nuestro Programa”.

[60] Ídem; “Que es la Asociación Obrera Textil”

[61] Coggiola, Osvaldo; op. cit.; pag. 106.

[62] Ibídem; “Sobre los sindicatos libres”

[63] A la juventud obrera y socialista.(Volante)

[64] Plataforma electoral del Partido Socialista de Jujuy.(Volante)

[65] Rey, Esteban; El Partido Socialista. Sección Jujuy y la FOTIA; Jujuy, 1946; pag. 28

[66] Rey, Esteban; Que es el peronismo? Que es el socialismo?; Tucumán, 1946. pgs. 30-31

[67] Ibídem; pgs. 38-40.

[68] Solari, Juan Antonio; Partido Socialista. Informaciones sobre la disolución del Centro de Jujuy; Bs. As., Diciembre de 1947; Sin paginar.(Palabra entre parentesis en el original)

[69] Ibídem.

[70] Ibídem.

[71] Coggiola, Osvaldo; op. cit.; pag. 107.

[72] González, Ernesto (coord.) op. cit.; pgs. 161-165.

[73] Rey, Esteban; Alerta Trabajadores!; Tucumán, MOR, S/F.

[74] Bejar, María Dolores; “La entrevista Dickman-Peronen Todo es Historia;

agosto de 1979, N 143; pgs. 83-93.

[75] Coggiola, Osvaldo; op. cit.; pag 135.

[76] González, Ernesto (coor); op. cit.; pgs. 219-220.

[77] Frente Proletario; 31 de octubre de 1953; “El IV Congreso del POR”

[78] Ibídem; 28 de noviembre de 1953; “IV Congreso del POR. Informe sindical”

[79] Ibídem; 3 de octubre de 1953; “Un nuevo paso en la estatización del Partido Socialista”

[80] Ibídem; 18 de marzo de 1954; “El POR frente a las elecciones”

[81] Tarcus, Horacio; op. cit.; pag 115.

[82] Entrevista con Horacio Lagar, 21 de septiembre de 2004.

[83] Declaración del Centro Manuel Ugarte reproducido en Galasso, Norberto; La izquierda nacional y el FIP; pgs. 82-83

[84] Frente Obrero; “La Gran tarea política de la clase obrera”

[85] Galasso, Norberto;. op. cit.; pag. 85.

[86] La Verdad; 3 de diciembre de 1954. “La iglesia católica al servicio del golpe de estado del imperialismo yanqui

[87] Ibídem; 10 de junio de 1955; “Movilización obrera única respuesta contra el golpe de estado clerical-patronal e imperialista”

[88] Lucha Obrera. Órgano oficial del Comités Ejecutivo del Partido Socialista de la Revolución Nacional; 24 de noviembre de 1955; Ramos, Jorge A.; “Las tendencias políticas del ejercito y la crisis actual” y Rey, Esteban; “Frente Obrero  contra la reacción oligarquico-imperialista”.

[89] Ídem; “El socialismo Revolucionario de Tucumán ante los sucesos de septiembre ultimo”

[90] Ibídem; Bravo, Carlos María; “Ahora construir el Partido Obrero”

[91] La verdad; 11 de diciembre de 1955; “Porque somos el ala izquierda y al mismo tiempo el comité ejecutivo del Partido Socialista”

[92] Lucha obrera; 25 de enero de 1956; “Carlos María Bravo ante la investigadora y Esteban Rey en la penitenciaria. La “Democracia” funciona.”