La historieta como objeto de estudio[1]

The comic strips as a study subject

Cartoon como objeto de estudo

Marco Antonio Sotelo M.[2]

RECIBIDO: 17-09-2013; ACEPTADO: 30-09-2013

 

“Los tres pilares del trípode del consentimiento
son el deseo, los datos y la duda. [...]
El deseo reúne a los participantes, los datos
establecen los límites de su diálogo.
La duda enmarca las preguntas”

Saga de Dune - Frank Herbert.

 

En los últimos años, importantes teóricos norteamericanos que han investigado sobre la historieta se han encontrado con serios problemas al intentar definir su objeto de estudio. Aaron Meskin (2007) llega  a la conclusión de que es imposible definir formalmente la historieta, y John Holbo (2012) define formalmente a la historieta con el rotulo de synecdocheforgraficdesign, definición tan general que no delimita casi nada.  Por otro lado, uno de los más prominentes especialistas sobre el tema en Francia, Thierry Groensteen (2012), nos dice que tanto él como sus colegas más cercanos no están demasiado interesados en definirla historieta ya que dicha definición es improbable de ser lograda, además de resultar innecesaria para el tipo de estudios que ellos realizan. Los estudiosos de la historieta en habla hispana  como Gubern (1973), Faustino Pérez (1997), Mario Lucioni (2006) consideran que ninguna de las definiciones existentes sobre la historieta resulta completa. 

Según el panorama presentado, podríamos afirmar con toda seguridad, que este universo teórico conformado por los intentos de definir de la historieta posee más vertientes y problemáticas de las que a simple vista se pueden ver.

 

Sobre la definición de la historieta

A inicios de los años 70 Oscar Masotta (1972), en uno de los primeros libros sobre el tema nos dice:

“La historieta es literatura dibujada o para decirlo con la expresión del crítico francés Gassiot-Talabot, ‘figuración narrativa’...”

Este ensayista argentino realiza su propuesta basada en las historietas publicadas en los periódicos, comic books y revistas de historietas. Masotta llega a esta conclusión que no sería errada si solo existiera ese tipo de obras en toda la producción de historietas; pero, como veremos más adelante, resulta insuficiente.

Román Gubern (1972) nos dice que historieta es:

“Estructura narrativa formada por una secuencia progresiva de pictogramas, en los cuales puede integrarse elementos de escritura fonética”.

Este trabajo es uno de los textos canónicos en la teoría de las historietas; pero, debemos entender que, como el mismo Gubern afirma, son una serie de ensayos y artículos agrupados para su publicación y es el primer intento sistemático por comprender la historieta que se publicó en español. La definición de Gubern (secuencia narrativa) se convirtió en patrón de casi todas las propuestas teóricas en habla hispana sobre la historieta, tal como se aprecia en los escritos de Javier Coma (1978),  Antonio Lara (Rodríguez Diéguez, 1988), Juan Acevedo (1994), Villafañe y Mínguez (1996), Faustino Pérez (1997), Ana Merino (2003), el mismo Román Gubern (1994), entre otros.

Umberto Eco (1974) realiza un análisis funcional del producto historieta. Esta propuesta es considerada por los expertos el segundo gran aporte teórico sobre las historietas.

“La historieta es un producto cultural, ordenado desde arriba y funciona según toda la mecánica de la persuasión oculta, presuponiendo en el lector una postura de evasión que estimula de inmediato la velocidad paternalista de los organizadores […] como refuerzo de los mitos y valores vigentes”.

Pero Umberto Eco no se muestra interesado en buscar la definición real[3] de la historieta; pues no necesita dar una definición de base para realizar su análisis[4], solo menciona algunas características y cualidades de la misma, desde las cuales justificar, correctamente, sus propuestas posteriores. Es uno de los primeros intentos por analizar las historietas con profundidad y rigurosidad. Además, el libro Apocalíptico e integrado (1999), como él mismo menciona en su completísima introducción, está formado por  una serie de ensayos sobre la sociedad de masas. Algunos de ellos son dedicados a la historieta, pero no siguió desarrollando este tema en trabajos posteriores. Umberto Eco no propone una verdadera definición de la historieta; nos  plantea una ruta de análisis.

Mabel Manacorda, citada por  Rodríguez Diéguez (1988), continúa la propuesta de Gubern considerando a la historieta como una narración y añade un elemento fundamental: considerar la viñeta como elemento constitutivo base de la historieta.

“Una historieta es una secuencia narrativa formada por viñetas o cuadros dentro de los cuales puede integrarse texto lingüístico o algunos signos que representan expresiones fonéticas (boom, crash, bang, etc.)”.

Para F. Loras, citado por Rodríguez Diéguez (1988), la historieta  viene a ser

“Por una parte, un medio de comunicación  de masas, impensable sin este requisito de difusión masiva; por la otra, un sistema de significación con un código propio y específico, tenga o no una difusión masiva.”

Loras llama a la historieta medio de comunicación de masas. Sin embargo, Eco (1974) no la llama así sino producto cultural de la sociedad de masa, que no es lo mismo. Se ha convertido en una convención de uso llamar a la historieta un medio de comunicación de masas. Luego veremos algunos problemas que surgen de tal postura.

Manuel Muñoz Zielinski, citado por Rodríguez Diéguez (1988), considera que

“La historieta es una narración construida por medio de imágenes dibujadas en papel, enlazadas encadenadamente por la presencia más o menos frecuente de los mismos personajes, por una continuidad temporal que supone la inclusión de textos y por la lógica implícita de una misma narración, impresa en una gran cantidad de ejemplares y difundido por los canales sociales que corresponden a su propia naturaleza”.

Manuel Muñoz continúa con la propuesta de secuencialidad de la historieta y el hecho de considerarla una narración. La referencia  a los componentes de producción y distribución, presentes en la definición de Muñoz Zielinski, será usada años después por José Luis Rodríguez Diéguez (1988), otro autor considerado como canónico en la teoría sobre la historieta, para afirmar que “supone de alguna  manera  la insistencia en su de carácter de medio de comunicación de masas”. Esto no se puede deducir de la afirmación de Muñoz Zielinski y, como ya hemos mencionado, considerar a la historieta  un medio de comunicación podría no resultar exacto.

José Luis Rodríguez Diéguez (1988), luego de mostrarnos y analizar la postura de algunos de  los principales estudiosos sobre la historieta en el mundo hasta 1988, ve que  coinciden en tres rasgos fundamentales: la historieta como mensaje narrativo,  elemento verbo-icónico y  el uso de códigos específicos (onomatopeyas, etc.). La revisión de la bibliografía sobre historietas llevó a plantear a este autor lo siguiente:

“El tebeo es un mensaje predominantemente narrativo.

Decir que el comic es una estructura narrativa implica reconocer la existencia diacrónica entre sus elementos, la presencia de una línea temporal marcada por un antes y un después”.

            El Norteamericano Scott McCloud en su libro Understanding Comics (1993), ampliando lo ya trabajado por Will Eisner (1985)[5], define a la historieta como

“Imágenes pictóricas y de otros tipos yuxtapuestas en secuencia  deliberada, con el propósito   de transmitir información y/o  obtener  una respuesta estética del lector”.

Vemos que  en esta definición mantiene el concepto de secuencialidad  como elemento definitorio de las historietas, como la mayoría de autores estudiados hasta el momento. Sin embargo, no considera el concepto de narrativo de manera excluyente sino que toma el concepto más general de  informativo,  pues considera que las historietas pueden transmitir diferentes tipos de contenidos.

En uno de los últimos trabajos sobre la historieta, Miguel Angel Muro Munilla (2004) considera la definición más pertinente la dada por Román Gubern (1972)  y en base a ella añade:

“El cómic quedaría definido de forma más cabal si  se entendiera como un medio de comunicación de masas, basado en imágenes dibujadas y por lo general, palabra escrita, en  papel, con un código sencillo (en apariencia), y con tendencia a la rigidez o al estereotipo, de alta rentabilidad informativa, de finalidad predominantemente evasiva y transmisora de valores ideológicos establecidos, que puede tener cualidades estéticas, líricas o satíricas; se realiza en unidades mínimas (viñetas o léxicopictogramas)  que se articulan entre sí, en secuencia, para formar una tira y, en su caso, unidades superiores (páginas, cuadernillos, book),  con las que desarrolla un historia, un gag o un concepto”.

Muro considera a la historieta un medio de comunicación de masas. Luego añade toda una serie de características diversas sobre la historieta (económicas, sociales, narratológicas etc.). No se conforma con el concepto de narrativo para definir todas las historietas; pues, si bien  manifiesta que la historieta puede desarrollar historias (que se podría entender por narraciones) o un gag (que es un chiste), menciona la posibilidad de expresar “un concepto” por medio de la historieta. Lamentablemente no explica qué entiende por concepto o cómo se hace esto en las historietas. Muro no profundiza en esta visión más amplia de la historieta, pues no es interés de su  libro definirla, sino aplicar los criterios de la narratología y semiótica para analizar las historietas.

Otro aporte para el cuestionamiento del carácter exclusivamente narrativo de la historieta, pero más arriesgado, lo da el estudioso peruano Mario Lucioni (2006) al decir

“Quisiera definir la historieta como un discurso articulado mediante un dispositivo gráfico de creación de sentido, basado esencialmente en la coexistencia  de las imágenes dibujadas. Con esta definición voluntariamente vaga, elimino dos requisitos que no considero indispensables: el globo y la narración […] En el caso del segundo porque considero que muchas historietas no cuentan una historia, sino comentan la actualidad, o realizan reflexiones de carácter abstracto: piénsese en Rius, por ejemplo”.

Decimos arriesgada pues pone en tela de juicios definiciones dadas y aceptadas por estudiosos emblemáticos de la historieta. Lamentablemente Lucioni no ahonda más en el tema por decisión propia.

Según las definiciones revisadas, muchas de las cuales son textos canónicos en las ciencias de la comunicación en habla hispana, la historieta sería

 

  •  NARRACIÓN
  • SECUENCIAL
  • COMPUESTO POR ELEMENTOS  ICÓNICOS Y TEXTO ESCRITO (complementario)
  • LA VIÑETA  como elemento constitutivo
  • POSEE CÓDIGOS ESPECÍFICOS, como onomatopeyas visuales, líneas cinéticas.
  • MEDIO DE COMUNICACIÓN MASIVO

 

Problemas en las definiciones dadas sobre la historieta en la bibliografía en español

A)      El problema de una definición sobre la historieta, posiblemente,  viene signado con lo que Umberto Eco (1973) denomina conceptos fetiche. Estos conceptos son genéricos y ambiguos; los utilizamos para evitar esfuerzos, sostener posturas fácilmente y nos permiten dar por cierto cosas que no sabemos con seguridad. En la revisión anterior, observamos cómo muchos autores han parafraseado las definiciones de los estudiosos más antiguos. En realidad, son pocos los autores que se atreven a proponer y sustentar propuestas distintas a las aceptadas por la tradición académica. Además, si bien muchos autores han analizado, estudiado y conjeturado sobre la historieta pocos han mostrado  las pruebas en las que  basan sus propuestas teóricas.

B)      Otro problema que encontramos es el universo de muestra con el que trabajan estos estudiosos de la historieta. Dicha muestra está conformada, principalmente, por historietas publicadas en la prensa escrita (historietas históricamente muy importantes) e historietas difundidas por medio de revistas (magazines, comic books, etc.). Eso restringe las posibilidades de análisis y las conclusiones posibles; es como si para entender y definir el  concepto de “filme” solo usáramos los productos que pertenecen al cine con fines comerciales y nos olvidáramos, solo porque ya no son de uso cotidiano, de todo el cine propagandístico de la Segunda Guerra Mundial, de todo el cine publicitario que se proyectaba antes de cada función, de todo el cine con fines instructivos que emplearon diversos ejércitos y empresas para capacitar a su personal. La historia oficial de la historieta se centra en lo publicado en la industria periodística o las revistas de historietas,  que generalmente son de carácter narrativo o mal llamados “de ficción”[6]. Y en estas muestras incidentales y/o deliberadas es en la que se basan los análisis y estudios sobre la historieta.

C)      Los libros  que contienen los fundamentos teóricos de la historieta tienen más de cincuenta años de antigüedad (Gubern, Eco, Masotta) y sus mismos autores los reconocieron insuficientes en su momento. Sin embargo no se ha hecho mayores esfuerzos por subsanar dichas limitaciones y se toman en cuenta desde hace más de cincuenta años.  Pues, como dice Jesús Castillo (2008), “El hecho de que libros publicados en la década de los 60 del pasado siglo (sobre todo los escritos por Umberto Eco y Terenci Moix en menor medida –recientemente reeditado– sigan siendo unos de los pilares sobre los que se asienten trabajos teóricos no es síntoma de buena salud.”

D)    Dado que una definición es

“Un procedimiento lógico que permite distinguir, encontrar, […] formular el significado de nuevos términos o especificar el de términos ya existentes en la ciencia […] Con ayuda de la definiciones reales, los objetos se distinguen por sus características  (propiedades y relaciones) específicas.[…] Las definiciones se subordinan a determinadas reglas: la de correspondencia entre lo definido y lo que se define, la prohibición del círculo vicioso”.[7] Diccionario de filosofía (1984), editorial Progreso.

Las definiciones dadas sobre la historieta tendrían que cumplir con los criterios de una “definición”, es decir tienen que poseer exactitud y precisión al relacionar lo que se ha de definir (definiendum) con lo que lo define (definiens). En la revisión de las definiciones sobre la historieta, veremos que muchas de ellas adolecen de exactitud y  encontramos que la definición no se relaciona con precisión con aquello que pretende definir, es decir, existe un ingente número de historietas en las que no se cumplen las definiciones hasta aquí presentadas.

 

La historieta es / la historieta no es

Luego de revisar las definiciones dadas sobre la historieta, pasaremos a contrastarlas con muestras publicadas hasta la fecha, a fin de demostrar los puntos siguientes:

 

1.      La historieta no es un medio de comunicación

En buena parte de las definiciones encontradas se considera  las historietas  un medio de comunicación y específicamente un medio de comunicación de masas. Citamos algunos ejemplos:

“[la historieta es] para F. Loras […] por una parte, un medio de comunicación  de masas, impensable sin este requisito de difusión masiva; por la otra, un sistema de significación con un código propio y específico, tenga o no una difusión masiva”. (Rodríguez Diéguez, 1988)

“[la historieta] Es un medio de comunicación masiva”.  (Rodríguez Diéguez, 1988)

El cómic quedaría definido de forma más cabal si  se entendiera como un medio de comunicación de masas, basado en imágenes dibujadas y por lo general, palabra escrita (Miguel Ángel Muro Munilla, 2004)

Esto, entendemos nosotros, es incorrecto.

En una visión simple y operacional de los medios de comunicación de masas diríamos que  la televisión, el cine, la radio, la Internet son medios de comunicación; pero,  los programas emitidos en ellos, los filmes, artículos periodísticos, fotografías no los son. Estos son productos culturales de diversa índole cuya difusión se da a cabo gracias a los medios de comunicación de masas. Es decir, son contenidos y no medios de comunicación.

Entonces, las revistas, los impresos periodísticos (periódicos, semanarios) son medios de comunicación de masas, pero sus contenidos no. Por tanto, decir que una historieta es un medio de comunicación de masas sería como decir que una fotografía y una nota periodística también lo son.

En una visión más amplia y compleja, tenemos estas afirmaciones  de  M. Janowitz (McQuail, 1972)

“Los medios de comunicación de masa  comprenden las instituciones y técnicas  mediante las cuales grupos especializados emplean recursos tecnológicos (prensa, radio, cine, televisión etc.) para difundir contenidos  a un grupo heterogéneo, numeroso y disperso”.

Y  luego de Charles R. Wright (López, 1990)

“No son los  elementos técnicos de los modernos sistemas de comunicación, los que los distinguen como medios masivos, sino que la comunicación de masas es un tipo especial de comunicación que involucra ciertas condiciones    operacionales distintivas principalmente acerca de  cuál es la naturaleza del auditorio, la experiencia de comunicación y del comunicador”.

En esta definición tampoco ingresan las historietas. Los grupos editoriales (entendidos como instituciones) sí; pero el producto historieta, no.

Entonces, a pesar de lo que muchos estudiosos del tema creen, la historieta no es un medio de comunicación de masas (continente y/o difusor), sino un contenido, un producto cultural (en palabras de Umberto Eco)  que puede ser transmitido por algunos medios de comunicación de masas, especialmente la prensa escrita (periódicos, revistas, etc.) y la Internet.

Considerar la historieta como un medio de comunicación de masas es un error que lleva a desarrollar caminos de análisis errados. Los medios de comunicación de masas en los que aparecen las historietas son los periódicos o los suplementos en los que se publican las historietas, el comic book (que es un formato particular de revista de historietas), las revistas de historieta en general, los DVD- comics, las páginas de Internet que contienen historietas, etc.

Tratemos de aclarar este punto con un paralelo: un libro es un soporte físico, un medio sobre el cual se difunden imágenes y texto escrito;    luego, dicho libro debe contener algún texto específico, por ejemplo, La Ilíada. Este texto (escrito), desde luego, comunica. Dicho texto se puede catalogar, en el caso de la Ilíada, como un poema épico. Podemos aplicar este procedimiento con una novela, un filme o una canción con idénticos resultados: contenido y continente son diferenciables y clasificables.

 

2.      Una historieta  es una secuencia de  viñetas.

Decir que una historieta es una secuencia de imágenes es decir poco. Para el presente estudio preferimos considerar  la viñeta, y no la imagen, como unidad mínima significativa para la historieta.

“La viñeta es  la representación, mediante la imagen, de un espacio y de un tiempo de la acción narrada. Podemos decir que la viñeta es la unidad mínima de significado de la historieta”. (Acevedo, 1978)

La afirmación de Juan Acevedo es pertinente: La unidad mínima significativa de la historieta es la viñeta. Pero, en lugar de ser unidad de acción narrada, la llamaremos unidad mínima de sintaxis textual. O en palabras de Jesús Castillo Vidal

“…el cómic es un medio elíptico que convierte a la viñeta en la unidad básica de la sintaxis de narración alrededor de la cual se articula el relato: la acción pasa dentro de ella, pero también fuera, entre ese pequeño espacio que existe entre una y otra”. (Castillo, 2004)

Las viñetas, como unidades mínimas significativas, al relacionarse entre sí han de poseer coherencia y cohesión  entre sí  del mismo modo que dentro de ellas mismas. La coherencia permite a los textos ser comprendidos como una unidad comunicativa con sentido, y la cohesión, característica de todo texto bien formado, consiste en que sus diferentes unidades significativas (ejemplo: las oraciones para el texto escrito) estén conectadas entre sí mediante diversos procedimientos lingüísticos que permiten que cada una sea interpretada en relación con las demás. Este procedimiento es explicado por Michel Martín (1987).

“Aquí funcionan dos tipos de operaciones intelectuales  durante el desciframiento icónico de los  sintagmas figurativos: se trata del anclaje y del relevo descritos por Ronald Barthes: El texto “ancla” un sentido; dicho de otra manera, evita unas interpretaciones erróneas y por otro lado revela a las imágenes, es decir, prosigue la diégesis[8] en un momento en que el icono se revela menos eficaz […]

La secuencia creadora de sentido, lo es también de impresiones. Remitimos a este efecto los trabajos de Kulechov y Einsenstein a propósito del cine. El montaje secuencial se inscribe, pues, en el campo de la denotación y en el de la connotación. Se trata de una verdadera forma de escritura, de un estilo que ha producido muy rápidamente sus signos más o menos convencionales […]”.

La viñeta ha ido evolucionando al igual que la historieta, y definir la viñeta  como  hacía la revista Bang en 1969 “cada una de las unidades básicas que componen la historieta.  Representan un momento de acción, en  el  que la  imagen  dibujada  y  los textos  se  enmarcan  en  una línea negra, generalmente rectangular” (Gubern, 1974) no es errado pero sí incompleto. Analicemos, de la definición anterior, el elemento que delimita la viñeta línea negra, generalmente rectangular. Esta característica de la viñeta no es falsa, sino insuficiente en la actualidad. Si bien la historieta empezó con esas líneas negras para delimitar el espacio de las viñetas, estas líneas y las viñetas en sí mismas se han convertido en convenciones de uso en el lenguaje de la historieta. Es decir que, aunque las líneas no estén físicamente expresadas, sí lo están a nivel sicológico, tanto para el creador de la historieta como para el lector de historietas. 

La viñeta delimita el lugar de expresión de un hecho o acontecimiento que forma parte de un entramado mayor llamado historieta. Esta delimitación es elegida, superada, sometida y empleada por los autores de historieta como elemento expresivo. Ya hemos dicho que la viñeta aunque no esté,  está; dado que es una convención del lenguaje de  la historieta y todo lector inmerso en el mundo de la lectura de historietas lo asume así (como en el cine, as convenciones se dan y permiten trascender las limitaciones físicas del medio en el cual se expresan).

Asumimos como requisito que una historieta debe estar conformada por una secuencia de viñetas. Entonces, una viñeta no es una historieta aunque sea una macro viñeta. Una historieta es una secuencia de viñetas que interactúan, se soportan, se complementan dentro de un propósito expresivo mayor y aportan una significación mayor que la simple suma de sus partes: crean sinergia.

Una viñeta aislada es una caricatura (cartoon), aunque tenga elementos propios de una historieta (globos, onomatopeyas, etc.), nos cuente un hecho o una descripción. Una caricatura es

“Una representación plástica de una persona o de una idea, interpretándola voluntariamente bajo su aspecto ridículo o grotesco […]Con frecuencia, aclarase la idea del dibujo con inscripciones o cortas leyendas que precisan la intención satírica del artista. No es necesario que la idea que ha motivado el dibujo sea la de ridiculizar a una persona o una cosa, para corresponderse entre las caricaturas.[…] Las figuras de John Bull, Johnathan, el Tío Sam […] no se han creado y repetido para hacer burla de ellas […]Tampoco es indispensable que el dibujo sea  exagerado ni grotesco  para que las composiciones sean caricaturas”. (Tamayo, 1988)

Vemos pues que, al denominar a la historieta como “arte secuencial”, Will Eisner (1985) describía uno de las características fundamentales de la historieta, pero el término arte secuencial  comprende también otros artes como: el cine, la fotonovela, algunos murales y jeroglíficos. Nosotros hemos querido especificar el aporte de Eisner.

De lo afirmado hasta aquí podemos caer en cuenta que muchas denominadas  caricaturas o cartoons son en realidad historietas y algunas, mal denominadas historietas aparecidas en la prensa escrita, no lo son. 

Ahora  intentaremos, como dice la muy usada frase, “curarnos en salud”. La lógica nos dice que para que haya una secuencia tiene que existir como mínimo dos componentes. Pero entonces puede surgir la pregunta ¿No existe historietas de una sola viñeta?, ¿y las historietas  de Olaf, Steve Canyon, Garfield, etc. de una solo viñeta que se publicaron en la prensa escrita?  A continuación daremos respuesta a estas dudas.

 

Problemática: ¿Existen historietas de una viñeta o caricaturas de dos viñetas?

¿Existen historietas de una viñeta o caricaturas de dos viñetas? Partiendo de la premisa de que una historieta es una secuencia de viñetas entre las cuales hay una unidad textual, la respuesta es NO. Pero, hay algunos casos particulares que podrían llevar a confusión, por ello, analizaremos los casos que han generado confusión sobre esta característica  de la historieta.

Caso A: tira cómica[9] de una viñeta como parte de un corpus mayor. Este caso se da  dentro de las  tiras cómicas de tipo serial. Una tira cómica de tipo serial es aquella en la que para entender el texto (narrativo generalmente) se necesita leer más de una tira cómica publicada. Ejemplo de este formato de publicación de historieta son: Flash Gordon de Alex Raymond;  Terry and the Pirates de Milton Caniff. Estas tiras cómicas operan a manera de las telenovelas en la televisión actual. Ocurre que en estas historietas serializadas, se publica esporádicamente una tira cómica conformada por una sola viñeta,  y dicha  viñeta cumplirá la función de la splash page[10]. Pero la splash page no opera sola, depende de las demás páginas o partes de la historieta para poder transmitir el mensaje unitario de la obra.

Dos ejemplos de splash page.

Splash page de apertura en el Spirt de Eisner. Splash page para acentuar la narración en el manga The Ice Wanderer and Other Stories de Jiro Taniguchipar.

 

El uso del splash page resulta evidente dentro de un comic book o en una revista de historietas pues están conformadas, generalmente por muchas páginas en las que exponen la historieta; pero, al ser la tira cómica una publicación periódica en un formato muy reducido, necesitaríamos tener varias tiras cómicas publicadas para apreciar dicho efecto. En este caso la tira cómica planteada (splash page) es parte de un corpus mayor e indivisible del mismo, la “tira cómica de una viñeta” trabajaría en relación con las otras viñetas y la suma de las mismas conformaría el texto historietístico.

En el ejemplo, tomado de la tira cómica Star Wars, se aprecia que una de las tiras cómicas está conformada por solo una viñeta, pero al ser esta viñeta parte de un corpus mayor, se puede considerar que esta forma parte de una historieta.  Es decir, dicha tira cómica, aislada, no sería una historieta, pero integrada a la secuencia de  viñetas publicadas en tiras cómicas antes y después, sí sería una historieta.

 

Dos tiras cómicas de la historieta serializada Star wars publicadas el 17 y 18 de marzo   de 1981, respectivamente.

Caso B: “Tira cómica de una viñeta”  como  insertos dentro de un texto. Este caso se da cuando dentro de una historieta en formato de tira cómica que se desarrolla a lo largo de meses (serial) en algunas fechas importantes se suspende el desarrollo de la historia para dedicar una viñeta a manera de una postal o afiche  en el espacio de la tira cómica. Esto se realiza  con el objeto de felicitar o comentar un hecho significativo ajeno a la historia que se está contando. Por ejemplo, en agosto de 1948 la tira cómica protagonizada por el personaje de Steven Canyon inicia una nueva aventura en una isla del Pacífico. Esta historia  se desarrollará en las tiras cómicas y la plancha dominical de diversos periódicos. Pero el 18 de setiembre de dicho año, la historia se interrumpe para dar paso a un anuncio y reconocimiento a los integrantes de la aeronáutica norteamericana. El día 19 de setiembre se retoma la historia de acuerdo con los hechos publicados el día 17 de setiembre de 1948. Estos insertos no se pueden considerar como historietas.

 


Tiras cómicas Steve Canyon (Milton Caniff) correspondientes a los días viernes  17, sábado 18  y lunes 20 de setiembre  de  1948.

 

Caso  C: “tira cómica de una viñeta” de carácter auto conclusivo. En este caso se da  en  la  tira cómica que no forma parte de un corpus textual mayor y no se desarrolla a lo largo de semanas o meses de manera directa. Ejemplo de estas son Hägar the Horrible (Olaf el vikingo) por Dick Browne;  Mafalda por Quino. En estas tiras cómicas no se necesita el conocimiento de las tiras cómicas publicadas días antes ni después para el entendimiento de la misma. Este producto, al estar conformado por una viñeta, no se le puede considerar una historieta. En este caso nos encontraríamos ante caricaturas, postales, afiches; pero que se colocan en el espacio correspondiente generalmente  a una historieta.  Como ya dijimos, que no serían historietas.


Dos caricaturas aparecidas en el espacio correspondientes a tiras cómicas. Las obras son Mafalda (Quino) Olaf el amargo (Dan Drown), respectivamente.

 

3.       Una historieta es bidimensional y estática.

La historieta opera desde una plataforma bidimensional y eso es natural pues el hombre siempre ha representado la realidad (tres dimensiones) mediante estructuras bidimensionales (pinturas, planos, dibujos, cine tradicional, fotografía, etc.).

La historieta opera desde lo estático, no como una limitación, sino como una opción expresiva, por algo hay quienes eligen desarrollar el arte de la pintura y otros el de la escultura o en un ejemplo más adecuado, unos eligen  filmar y otros fotografiar.

Aclaremos estos dos aspectos tomando una cita de Joseph Catala (2008)

“En una primera aproximación en este sentido, podemos decir que en el cómic el tiempo se expresa espacialmente, mientras que en el cine el espacio se expresa temporalmente. En otras palabras el cómic es un medio en que surge la  imagen estática, expuesta sobre una superficie bidimensional: al penetrar en este medio el factor tiempo, se produce un reconsideración  del espacio unitario de la página que se resuelve a través de la fragmentación de ese espacio, una fragmentación de la condición representativa del mismo. […]”

“El espacio estático está presente, pues,  en el cine, pero   de forma inversa a como lo está en el cómic, es decir, como sustrato técnico y no como plataforma expositiva”.

En ocasiones, las restricciones operativas de este producto comunicativo se han visto como limitaciones a la creatividad por no tener audio o animación en sus imágenes, eso lo consideramos un error; pues, cada producto comunicacional que ha de ser trabajado desde sus características  (propiedades y relaciones) específicas y asumir sus limitaciones operativas, por ejemplo los programas radiales y las canciones  trabajan sin imagen; las novelas, cuentos, artículos periodísticos o cualquier otro texto escrito operan sin sonido e imagen, y así podríamos seguir enumerando. Lo que tendríamos que tomar en consideración es que todo producto comunicativo opera dentro de restricciones físicas determinadas sobre las cuales puede hacer algunas rupturas; pero que si se desligara totalmente de dichas restricciones, dejaría de ser un producto cultural para pasar a ser otro.

 

4.      La historieta no es solamente una narración

Creemos, como algunos de los estudiosos de la historieta, que el punto más vulnerable de la mayoría de las definiciones es considerar este producto como solamente “narrativa”.  Muchos se centran solo en las de tipo narrativo (que cuenta un relato, una historia a manera de un cuento o novela), dejando de lado una ingente producción con características  que se alejan de la estructura inicio-nudo-desenlace (estructura básica de una narración).

Valdría la pena aclarar que esta investigación, al no ser un trabajo histórico, no pretende mostrar cuál fue la primera historieta no narrativa o en qué país surgió (eso  corresponderá a otros investigadores), lo que pretendemos es ampliar los alcances teóricos de la definición de historieta y hacerla acorde con la realidad contemporánea. Para ello, pasaremos a mostrar casos tipo en que desbordan la definición  de narración y de qué manera estos otros caminos expresivos han estado casi siempre presentes en la historieta.

Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (2001),   narración es la “acción o efecto de narrar”; según el mismo diccionario,  narrar es “contar, referir lo sucedido, una historia o un hecho ficticio”.  Por tanto, los  relatos, los cuentos, las novelas son narraciones.

En una aproximación más rigurosa, Seymour Chatman (1990), teórico literario,  manifiesta que

“Queda por determinar qué es lo narrativo en sí mismo. Los críticos literarios tienden a pensar casi exclusivamente  en el medio verbal, aunque consumen historias a diario a través de películas, historietas, cuadros, esculturas, movimientos de danza y música. Estos medios deben tener un sustrato común”.

En este fragmento queda explícito que un texto fílmico, escrito, gráfico, etc. puede  ser considerado una narración. Entonces, si bien queda claro que una historieta puede ser una narración, ¿se podría afirmar fehacientemente que toda historieta es una narración? Para ello tendríamos que ver qué hace que una narración sea tal, y si una historieta  cumple siempre con esas características.

Ahora, cabría preguntar, siguiendo a Chatman (1990),  ¿cuáles son los elementos –solo esos– de una narración?

“La teoría estructuralista sostiene que cada narración tiene dos partes: una historia (historie), el contenido de cada suceso (acción, acontecimiento), más los que podemos llamar los existentes (personajes, detalles de escenario); y un discurso (discours), es decir, la expresión, los medios a través de los cuales se comunica el contenido”.

“[…] los sucesos y existentes son individuales y distintos, pero la narración es un compuesto secuencial. Además, los sucesos en la narración tienden a estar relacionados  o ser causa uno de otro”.

 

Analicemos estos componentes de una narración.

 

  • Historia (historie):

Suceso. Son acciones desarrolladas por  los personajes: la trama (inicio - nudo - desenlace).

Existentes: a) Personaje.  Es el participante o actante.  Pueden ser  agentes  o pacientes, que realizan actos, comentarios, pensamientos, percepciones;  b) Escenario. Tiempo y espacio que permite la continuidad y ubicación de las acciones y los actantes en la trama.

 

  • Discurso (discours) los recursos mediante los cuales se comunica un contenido.

 

En una mirada superficial a estas delimitaciones dadas a una narración diríamos que toda historieta  cumple  con tales requisitos; pero, un análisis minucioso nos permite decir que, si bien todas las historietas  presentan personajes y escenario , existen historietas  que no presentan el elemento fundamental de una narración: la trama (Inicio – nudo -  desenlace); ejemplo de ellas son algunas historietas educativas, todas las historietas  instructivas, de uso o manuales , pues ellas no presentan trama, no plantean situaciones que desean resolución, ni generan conflictos (nudo).

En nuestra experiencia como consumidores de historietas, y sin ser totalmente rigurosos con la búsqueda de las mismas, sino consumidores  incidentales,  encontramos una abundante cantidad de casos en los que la definición que considera el carácter narrativo de la historieta como elemento excluyente, se ha visto sobrepasada y refutada por la realidad de la producción de historietas.

Una primera mención de historieta alejada de la intención solamente narrativa, la da  Rachitoff Infantas (1981) en el libro Historietas de ayer…y de hoy al escribir sobre el  gran historietista norteamericano Will Eisner, refiriendo que  “[…] abandonó la tira (diaria), dedicándose a ilustrar historietas educativas para poderosas empresas de los EE.UU”.

La historieta con intención educativa siempre ha estado presente, dado que ésta (como las películas y programas emitidos por el cine o la televisión) es un poderoso soporte que puede desarrollar dentro de sí (directa o indirectamente) contenidos educativos. Los intentos educativos en este producto comunicacional siempre se han dado, pero pocas veces se han sistematizado e integrado a lo que es la historia de la historieta  o su clasificación.

 

Interior de un ejemplar de la revista PS Magazine  (1969) editado por el Ejército Norteamericano e ilustrado por Will Eisner

 

Otro aporte lo obtenemos del libro La Guerra Psicológica (Frade, 1967) donde nos dice que

“Uno de los medios principales de toda lucha para rebajar la fuerza del enemigo es rebajar su moral, y se emplean en las más variadas formas: desde tarjetas de felicitaciones  en fechas solemnes, como navidad, o de postales erótico-sentimentales que despiertan nostalgia y melancolía, hasta historietas con hechos degradantes por parte de los jefes, esposas, etc…”

Vemos entonces la alusión a la historieta como un arma y herramienta para  informar, persuadir,  desmoralizar al enemigo mediante octavillas[11] o volantes. Estas formas se alejan  de la intención de simple entretenimiento y no son  siempre o únicamente de tipo narrativo.

 


Dos secuencias. La primera, de tipo narrativo, extraída del libro la Guerra psicológica (Fernando Frade). La segunda,  de tipo argumentativo,  extraída del libro Balas de papel, Anecdotario de propaganda subversiva en la guerra civil  española (José Manuel Granada).

 

Como veremos, Japón presenta un universo mucho más variado que el occidental. Vanina A. Papalini (2006) lo explica así:

[El manga] “de acuerdo al argumento, los hay más violentos y menos violentos, más eróticos (hasta llegar a la pornografía, género denominado hentai) y menos eróticos, humorísticos, realistas (sobre trabajo, sobre deportes, didácticos,  en forma de manuales) con un héroe central o con más de un personaje protagónico; […] el manga presta atractivo visual a los temas más inverosímiles”.

“El manga es una forma de expresión generalizada, un gran medio de la industria cultural, cuya producción abarca todos los géneros, todos los grupos de edades y todos los gustos. Está presente en la vida de la ciudad para dar información e indicaciones de todo tipo, se utiliza como elemento didáctico y decorativo […]”.

Vanina Papalini no entra a definir la historieta (el manga), pero en base a su experiencia, ve en Japón historietas  que se usan para dar información e indicaciones; también ve  que son  manuales,  es decir, instructivos para operar o aprender cómo funciona algún objeto o tema.  Nos encontramos con historietas que no son narraciones sino textos expositivos, desde luego, también están las historietas didácticas[12].  Esto resulta de gran interés para nuestra futura propuesta. Estos casos, registrados en la bibliografía revisada, nos pueden ilustrar algo sobre un tipo de historieta distinta a la historieta narrativa.

Antes de mostrar historietas de un tipo distinto a la narración sería bueno aclarar que casi nunca un tipo de texto (narrativo, expositivo, argumentativo, descriptivo, instructivo) actúa solo; lo usual es que se entrelacen y uno utilice a los demás; pero lo que siempre queda claro es que hay uno que predomina, utiliza y subordina a los demás. Ejemplos de esta interacción textual serán mostrados a continuación.

Es curioso que, justo la primera aparición de Superman en comic book (Action comic, 1938) dé muestra de esta interacción entre dos tipos textuales. En la página n°1, luego de presentarnos a Superman y su origen kriptoniano, a manera de un inserto, se lee el siguiente subtitulo para dos viñetas “una explicación científica a la increíble fuerza de Clark Kent” en donde mediante un texto expositivo (planteamiento- aspecto del asunto- conclusión) nos intenta demostrar la posibilidad de la existencia de un ser como Superman. Claro que esta primera historieta de Superman es netamente un narración (inicio- nudo- desenlace); pero, nos demuestra la posibilidad de desarrollar otros tipos de texto mediante la historieta.

 

Superman por Jerry Siegel y Joe Shuster.

Action Comics nº 1 (1938)  National Allied Publications (DC Comics)

 

 

 

Este recurso se conoce como digresión[13] y es muy usado en las novelas, por ejemplo Víctor Hugo en su obra Los miserables interrumpe su narración sobre la persecución de un personaje por las alcantarillas de la ciudad para dedicar casi un capítulo a explicar el origen, historia y funciones del sistema de drenaje de la ciudad. Estas digresiones son un recurso literario  que pueden desarrollar textos narrativos, expositivos, argumentativos o descriptivos pero subordinados a la narración principal.


Valentina obra de  Guido Crepax, citada en El lenguaje de los cómics (Román Gubern, 1963)

 

En 1972, el mismo Román Gubern, en su libro El lenguaje de los cómics, admite la posibilidad de que la historieta desarrolle otros tipos textuales al  poner al pie de  un fragmento de la historieta   Valentina el siguiente epígrafe  “Lámina de Valentina, del italiano Guido Crepax de carácter descriptivo y no narrativo”. La historieta completa desde luego era una narración; pero, utiliza el recurso descriptivo en algunas de sus páginas, como lo haría cualquier buena novela. Pero si una historieta permite utilizar el recurso de la descripción, nada impediría que toda ella sea  descriptiva, salvo la habilidad y manejo del lenguaje de su  autor.

Historietas ajenas a lo narrativo. Como dice Olalla Hernández (2012) basándose en Chatman (1980) “la estructura interna de un texto no-narrativo no es temporal sino lógica, de modo que el orden temporal del discurso es irrelevante”. Un ejemplo de la afirmación anterior aparece en 1975 cuando se editó una recopilación de las aventuras de Astro Boy (OsamuTezuka, 1963) y, en  cada uno de los tomos recopilatorios se añadía una historieta explicativa sobre la obra de Tezuka. Estos prólogos[14] no eran parte de las historietas originales sino textos independientes que contenían explicaciones, argumentaciones  y reclamos. Tezuka emplea la historieta (manga) ya no sólo como  un  texto  narrativo  sino     como un texto expositivo o argumentativo.

Si una historieta se puede usar como prólogo de otra historieta (como lo realizó Tezuka), no era de extrañarse que años más tarde una historieta sea prólogo de una novela (o de cualquier otro producto literario).  Esto ocurrió con el libro Nada (2009) del escritor mexicano Rafael Villegas, a quien el historietista y escritor Bernardo Fernández (Bef) prologó, con una historieta, dicha narración. En dos páginas (planchas),  mediante un texto argumentativo, juega con el recurso de la sicología inversa y la ironía para recomendar  dicha novela.  Este ejemplo pone de manifiesto los alcances que puede tener una historieta y que la libertad expresiva solo es limitada por la intención y   ambición de su creador.

 

 

Página inicial del prólogo en historieta para Astro Boy volumen N° 2  (Buenos Aires, 2009). Nota: La lectura es de derecha a izquierda

 

Página final del prólogo en historieta para Astro Boy  volumen N° 2  (Buenos Aires, 2009).Nota: La lectura es de derecha a izquierda

 

Prólogo de Bernardo Fernández para el libro Nada (Rafael Villegas, 2009).

Rafael Villegas: “Cierto día le pedí a Bernardo Fernández Bef el favor de hacer el prólogo de Nada (Conjunto de cuentos); por supuesto, no imaginaba que me lo entregaría en forma de cómic. Una de esas agradables sorpresas que da la vida” 

 

 

Prólogo de Bernardo Fernández para el libro  Nada (Rafael Villegas, 2009).

Rafael Villegas: “Cierto día le pedí a Bernardo Fernández Bef el favor de hacer el prólogo de Nada (Conjunto de cuentos); por supuesto, no imaginaba que me lo entregaría en forma de cómic. Una de esas agradables sorpresas que da la vida” 

Y desde luego no podemos dejar de mencionar, nuevamente, la obra de Scott McCloud: Understanding Comics: The invisible art ("Entender el cómic" o "Cómo se hace un cómic") de 1993; Reinventing Comics (La revolución de los Cómics) 2000; Making Comics 2006. Todos estos trabajos aportan mucho a nivel demostrativo pues ilustran, mediante una historieta que es a su vez un ensayo teórico, cada una de las características que menciona. Para Alejandro Martín (2008) la obra de McCloud  es trascendente pues

“…sus hallazgos, convierten el libro en algo que va más allá de un ‘manual para leer cómics’ y lo llevan a constituir un ejemplo muy singular de lo que puede ser un “ensayo” escrito en có­mics, que ha de interesar incluso a quien pensó (o piensa) que nunca volvería a leer una historieta […] son pocos los casos donde un “texto” teórico se analiza a sí mismo y usa de modo tan efectivo los medios que el mismo medio le provee. Sin meterse nunca en las honduras del análisis ideológi­co del teórico inglés, McCloud prue­ba aquí incluso más habilidad en el aprovechamiento de las herramien­tas que el medio que está analizando le brinda. Quizás una de las ideas más singulares que consigue probar, y de modo impecable, es cómo el cómic puede ser un medio para otro tipo de escrituras”.

 


Página de Scott McCloud (convertido en personaje de historieta) nos muestra su propuesta para una definición del comic.

“Utilizando el medio mismo de los cómics –Understanding Comics es un ensayo teórico contado en viñe­tas–, (...) sino que nos prueba que los cómics son un género artístico tan valioso como los demás y un medio con una cantidad infinita de posibilidades en muy distintos contextos.”

 (Alejandro Martín, 2008)

 

Llegamos a casa: dos ejemplos peruanos.  Es evidente que pocos textos están tan ligados a la función argumentativa como los textos publicitarios, ya que ellos pretenden vender un producto  y tienen que convencer a sus posibles compradores. Esta historieta, aparecida en el diario El Comercio en 1956, publicita mediante una serie de viñetas que mantienen la unidad gracias a la tesis (tema – argumentos - conclusión) que desarrollan y no por una trama (inicio –nudo- desenlace). Tuvimos acceso a esta, a todas luces, historieta en formato tira cómica por  medio del libro La historia de la publicidad en el Perú  editado por el Grupo El Comercio. Un elemento que cabe destacar es que en esta publicación llama a esta historieta “secuencia de viñetas de tira publicitaria del dentífrico Kolinos” en lugar de llamarla una historieta o cómic.

 


Historieta publicitaria  publicada en el periódico El comercio en 1956.

El siguiente ejemplo es la  historieta realizada  para la municipalidad de La Victoria (Lima) y publicada en el diario Ajá (Lima -1999). Si bien tiene personajes, solo ilustra los principales problemas que afronta la comuna: hay una secuencia de viñetas; pero, no son sostenidas por el hilo de una trama sino por el tema que se pretende ilustrar, del cual nos  informa. Esta historieta  sería entonces una historieta  no narrativa, sino expositiva.

 

Tira cómica, producida por la municipalidad de La Victoria y publicado en el diario Ajá. Lima , marzo 1999

 

Visto así, podría parecer evidente que la historieta no es un texto únicamente narrativo; sin embargo ello no ha sido el común denominador en las definiciones estudiadas anteriormente. Esto se debe probablemente a la existencia de una gran tradición de historietas narrativas (aventura, ciencia ficción, superhéroes) y un desconocimiento de las otras opciones expresivas de las historietas.

Finalizamos diciendo que nadie se atrevería a afirmar que  un producto en video sólo puede contener narraciones; pues, si lo hiciera, estaría dejando de lado buena parte de los documentales, casi toda la publicidad  que aparece en televisión, todos los videos instructivos  sobre temas tan diversos como  gimnasia, música, computación, manejo de armas etc.  A partir de ahora esperamos que suceda del mismo modo con las historietas.

 

V) La historieta es un texto

Para llegar a considerar a la historieta un texto hemos partido de esta pregunta: si la historieta, como ya hemos visto, desborda el concepto de narrativo entonces ¿qué concepto sí lo abarcaría? Para responder, hemos tenido que ver a qué conjunto conceptual  pertenecen  los constructos narrativos y la repuesta es que las narraciones son un tipo de texto. Los productos narrativos están dentro del concepto de texto. La segunda pregunta que apareció entonces fue ¿cuáles son los criterios para que una creación humana entre en este conjunto conceptual llamado “texto”?, es decir, ¿cuáles  son los criterios de textualidad?

Detengámonos un momento en el aspecto teórico de los textos. Comunicacionalmente, la definición de texto como soporte impreso de la escritura nos es inútil y actualmente es inadecuada. Pero la definición de texto ha ido haciéndose más compleja a medida que la sociedad y sus productos culturales también. Desde un punto de vista semiótico, extraemos del libro Análisis del Discurso (Lozano, 1982), las siguientes definiciones. Según L. Lotman: Conjunto de signos coherentes” […] “cualquier comunicación registrada en un determinado sistema sígnico.

Para  Lotman y Pjatigorsky  es una

“forma semiótica singular, cerrada en sí, dotada de significado y de una función íntegra y no descomponible.

De esta definición queremos destacar, para la delimitación del objeto texto, su clausura como un elemento definitorio, […] es precisamente por su clausura y autonomía, por la que independientemente de sus dimensiones, se las pueda considerar un texto”.

Creemos que las definiciones dadas por muchos estudiosos de la historieta, al considerar como una  característica excluyente de la historieta  su condición de  narrativa, en realidad hacían referencia a su condición de texto. Entonces, una definición más adecuada que  narración verbo-icónica  sería texto verbo-icónico y de ahí tendríamos qué clasificar a qué tipo de texto pertenecen las historietas.

Según los lingüistas Beaugrande y Dressler (Greimas y Courtés, 1979), todo texto bien elaborado ha de presentar siete características: a) ser coherente,b) tener cohesión,c) contar con adecuación,d) contar con una intención comunicativa,e) estar enmarcado en una situación comunicativa.

 

Para ilustrar algunas  posibilidades comunicativas y variedades de un texto daremos algunos ejemplos:

 

Ejemplo de un texto escrito de tipo narrativo y presentado en  prosa

Llamada (texto completo)

El último hombre sobre la Tierra está sentado a solas en una  habitación.

Llaman a la puerta...

Fredric Brown

 

Ejemplo de un texto escrito de tipo descriptivo presentado en verso.

La unión libre(fragmento)

Mi mujer de cabellera de fuego de madera
de pensamientos de relámpagos de calor
de cintura de reloj de arena (...)

Andre Breton

 

Ejemplo de un texto verbo icónico de tipo narrativo en formato tira cómica.

 
Alfredo Marcos.

En el caso particular de la historieta, siguiendo a Beaugrande y Dressler (Greimas y Courtés, 1979), esta es

Coherente, esto lo logra al centrarse en un solo tema, de forma que las diversas ideas vertidas en él han de contribuir a la creación de una idea global, idea global que se da en el desarrollo acumulativo de las viñetas para llegar a un hecho concreto; en este caso el desenlace humorístico.

Tiene cohesión, dado que las diversas secuencias que lo construyen han de estar relacionadas entre sí.

Cuenta con adecuación, por la forma en que utiliza  un lenguaje y/o las convenciones que son comprensibles para su lector ideal, pero no necesariamente para todos los lectores.

Tiene una intención comunicativa, es decir, debe querer decir algo a alguien y por tanto hacer uso de estrategias pertinentes para alcanzar eficacia y eficiencia comunicativa. La publicación y difusión. 

Está enmarcado en una situación comunicativa, es decir, debe ser enunciado desde un aquí y ahora concreto, lo que permite configurar un horizonte de expectativas y un contexto para su comprensión. La historieta es comprensible para el lector ideal (que maneja los conceptos: edad escolar, generalización de la idea de que los niños prefieren no ir a la escuela, etc.).

Si consideramos a la historieta un texto, el siguiente paso lógico es ver si hay varios tipos de texto.

 

Los textos por el tipo de superestructura 

Víctor Manuel Niño Rojas (basándose en Teun Van Dijk y otros) nos plantea que

Un texto técnicamente suele realizarse de acuerdo con ciertos esquemas básicos, inspirados en el propósito, la organización estructural, el enfoque, el tratamiento del  tema, ciertos rasgos de estilo y otras características. Estos esquemas constituyen los modelos formales  sobre los cuales arman su propia superestructuralos textos escritos. Reconocemos que la superestructura de un texto es un esquema al que se adapta un escrito, independientemente de su contenido (Niño, 2003)

Aclaremos el concepto de superestructura citando Teau Van Dijk (1996)

“La manera más sencilla de ilustrar la superestructura es hacerlo a través de una narración. Una narración puede tratar de un tema determinado, p. ej., de un robo. Sin embargo, además del hecho de que el texto posea este tema global, tiene a la vez la característica global de que se trata de una “narración”. En otras palabras: después de haber escuchado o leído una narración, sabemos que  se trata de una narración y no de un anuncio o una conferencia. Ahora bien para demostrar que el tema o el objeto y típica estructura narrativa son independientes entre sí, podemos muy bien imaginarnos un texto que si bien trata de un robo, no es en absoluto una narración, sino un informe policial o una declaración hecha después del robo, un informe de los daños habidos a una casa de seguros junto con la denuncia del robo, etc. Estos diferentes tipos de texto se diferencian  todos entre sí, no solo por sus diferentes funciones comunicativas y, por ello también, por sus funciones sociales, sino que además poseen diferentes tipos de construcción. Denominaremos superestructuras a las estructuras globales que caracterizan el tipo de un texto. Por tanto, una estructura narrativa es una superestructura independiente de su contenido”.

Estas superestructuras son o sustentan los tipos de texto. La historieta, considerada como un texto es pasible de ser dividida en tipos según superestructuras textuales. Siguiendo el ejemplo de las narraciones dado por Van Dijk (1996), “Una estructura de relato se puede expresar tanto a través de un texto como  través de  dibujos o películas”.

Ahora bien, valdría aclarar  que no hay un consenso absoluto en cuanto a la totalidad de tipos de textos que existen (ello porque faltan estudios en otros ámbitos de la comunicación humana), para algunos estudiosos son descriptivos, narrativos, expositivos, directivos, argumentativos; para otros son descriptivos, argumentativos, narrativos, conversacionales.

Para el presente estudio elegimos como base la propuesta (de consenso)  dada por Víctor Miguel Niño (2003), planteada en su libro  Competencias en comunicación y los estudios del libro de Helena Calssmilia Blancafort (1999) Las Cosas del Decir de los cuales tomamos los siguientes tipos de textos y sus características: narrativo, expositivo, instruccional, argumentativo, descriptivo

 Tipo de texto

Componentes
superestructura

Descripción
de componentes

 

TEXTO

NARRATIVO

 

Hecho inicial

Aparición de situación inicial, ambiente (tiempo y lugar)  y personajes

Complicación

Presentación y desarrollo del conflicto

Desenlace

Resolución del conflicto (s)

 

             Introducción                                   Nudo                                Desenlace

Narración en formato tira cómica de la sección Anécdotas de famosos dentro de la revista Batman presenta: Campeones de la justicia. Editorial Novaro, México .Marzo 1973

 

 

Se denomina narración al relato de hechos (trama) en los que intervienen personajes y que se desarrollan en el espacio y en el tiempo. El texto narrativo está presente en: narraciones literarias (cuentos maravillosos, fantásticos, policiales, novelas),  prensa  escrita (artículos noticiosos, reportajes, crónicas), etc.

Su estructura básica es la organización temporal.  Pueden distinguirse tres segmentos: 

 

A)    situación inicial                   B) complicación (nudo)                  C) desenlace.

 

 

 

Tipo de texto

Componentes

superestructura

 

Descripción de componentes

 

TEXTO EXPOSITIVO

Planteamiento

Introducción del tema

Aspecto del asunto

Secuencia de datos relacionados con el tema

Conclusión

Sintetiza o reafirma el tema

http://reparaciondepc.cl/blog/manual-de-computacion-en-comics/

 

Planteamiento

Del tema

  

Aspectos del asunto y su

desarrollo

Conclusión

La función primordial es la de transmitir información pero no se limita simplemente a proporcionar datos sino que además agrega explicaciones, describe con ejemplos y analogías. Las características principales de los textos expositivos son:

• Predominan las oraciones enunciativas 

• Los verbos de las ideas principales se conjugan en modo   Indicativo

La estructura básica de este tipo de texto es:

             a) Planteamiento del asunto       b) Aspectos del asunto        c)  conclusiones

 

 

TIPO DE TEXTO

Componentes

superestructura

 

Descripción de componentes

 

Texto Argumentativo

Premisa

Aparición de  la  tesis o afirmación

Argumento

Presenta y/o refuta argumentos

Conclusión

Reafirma planteamiento

toma de postura en favor de Kool-aid


Premisa

Disfruta

Kool-Aid

Argumento 1

Rico

 

Argumento 2

Refrescante

Reforzadores:

Imagen de líder de opinión (Bugs Bunny).

Imagen del niño para permitirse una identificación con el receptor del mensaje.

Argumento 3

Divertido

 

Argumento 4

Rendidor

 

Conclusión

Kool-Aid se disfruta

Historieta publicitaria del refresco Kool-Aid en la que aparece el personaje Bugs Bunny perteneciente a Warner Brothers,en la contraportada de la historieta Marvilla editorial Novaro.

Es un tipo discursivo que engloba las características de otros textos y  las complejiza:

• El emisor tiene dos propósitos: tomar posición sobre un tema dado y a la vez influir (mediante un conjunto de estrategias)  sobre sus interlocutores respecto de ese tema

• Estructura básicas:

  1. a.      planteamiento de tesis (hipótesis )
  2. b.      presentación de argumentos y o refutación de contrarios
  3. c.       conclusiones

 

TIPO DE TEXTO

     Componentes

superestructura

 

Descripción de componentes

 

Texto Descriptivo

Anclaje descriptivo

Determinación  el objeto o tema

Aspectualización

Características del objeto o tema

Puesta en relación

Relaciona objeto o tema con el entorno

Anclaje

descriptivo

 
 

 

 

 

 

 

 

Aspectualización

y

puesta en relación de manera simultánea

Historieta Claudia obra de Martín Riera aparecida en publicación Viñetas de España -1992.

 

Refiere las características o propiedades de un objeto, su estructura se organiza básicamente sobre la dimensión   espacial. Supone una  forma de análisis, ya que implica la descomposición de su objeto en partes o elementos y la atribución  de  propiedades o  cualidades. Los elementos que  intervienen en un texto descriptivo:

            A) observador  B) mundo real o imaginario  C) Recursos: imágenes (auditivas, visuales),  comparaciones,   metáforas.

 Estructura básicas:     a) Anclaje descriptivo     b) Aspectualización    c) Puesta en relación

 

TIPO DE TEXTO

 

Componentes estructurales

 

Descripción de componente

 

Texto

instruccionales

 

Meta

Objetivo deseado

Programa

Acciones precisas y ordenadas que permiten alcanzar la meta

Meta alcanzada

Objetivo alcanzado

Meta Programa:
Paso 1 Paso 2
Paso 3 Meta alcanzada
Historieta Hazlo tú mismo 1 Stensil. Autor Rodrigo. Aparecido en el Blog La Orgía de los sueños (ODS).Chile -2006

            Dan instrucciones, recomiendan operaciones, indican procedimientos.

Su estructura está conformada por la secuencia de pasos a seguir para la consecución de una actividad. Contiene una meta (expresado generalmente en el título) y el programa (acciones precisas y ordenadas que permiten alcanzar la meta).Tiene el propósito de orientar los procedimientos en forma detallada, clara  y precisa para realizar alguna actividad ya sea simple o compleja. Ejemplo: los manuales de uso de  tecnológicos, arreglar artefactos, etc.

             Estructura básica:

a)  planteamiento de meta  b) desarrollo del programa (pasos a seguir)    c) meta alcanzada

 

 

PROPUESTA PARA UNA DEFINICIÓN DE LA HISTORIETA

Hasta aquí tenemos un camino recorrido, un camino que nos lleva al inicio de otro, uno que muchos creíamos ya terminado. Sería pertinente mencionar una cita de Heráclito “En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos].” pues todo cambia, todo fluye. Las historieta de hace 50 años es probable que no sea la misma que se desarrolla hoy en día., lo que unos pudieron observar hace 50 años en la primera historieta sobre Superman no será lo que las nuevas generaciones podrán percibir de la misma. El río de Heráclito —que no deja de ser el mismo río— ha cambiado sin embargo casi por completo, así como el bañista.

La que presentamos aquí es una propuesta de definición sobre la historieta  que tiene algunos cambios aparentemente mínimos o evidentes  sobre las definiciones dadas por los estudiosos del tema de la historieta. Pero, recordemos que con solo cambiar un grado en la trayectoria de un disparo y a mayor la distancia del mismo, más alejados del blanco estaremos. Lo mismo opera en sentido contrario, cada grado que viremos en la dirección correcta nos acerará a definir mejor nuestro objeto de estudio: la historieta.

  • La historieta  es  un texto  (singular, cerrado en sí, dotado  de significado y de una función íntegra y no descomponible) secuencial  icónico (imprescindible) verbal (prescindible).
  • conformado por viñetas en orden  secuencial sobre una estructura de composición de página (estática y bidimensional) determinada.
  • Su superestructura textual  puede ser narrativa, expositiva-instructiva,  argumentativa, descriptiva.
  • Posee  signos específicos propios.
  • Es producto comunicacional especializado y de evolución constante que se difunde generalmente  a través de los medios de comunicación de masas.
  • La historieta como texto es pasible de ser difunda por diversos medios de comunicación y algunos medios de comunicación masiva. La historieta no es un medio de comunicación

Lo que este estudio ha demostrado es que el producto historietas ha sido, en esencia, siempre el mismo. Hemos sido nosotros quienes no lo hemos podido ver en toda su magnitud, por limitaciones  de nuestro campo de acción. El universo de posibilidades está allí, muchos lo han usado intuitivamente, otros han estado inmersos en él y apenas se daban cuenta. Más al profesional de la Ciencia de la Comunicación le compete sistematizar y difundir esos conocimientos.

La historieta es un texto verbo-icónico secuencial compuesto por  viñetas.  La historieta es un producto comunicativo mediante el cual  se puede plasmar diversos tipos de mensajes,  ya no se puede decir que la historieta es para niños, pues sería como decir que el cine es solo lo que produce Disney. La historieta es un texto y de lo que se haga con ella  determinará su  mensaje, su público objetivo, su eficacia pragmática, su manejo gramatical, etc.

Este estudio solo ha pretendido ser el capítulo número uno de un libro que esperamos se siga escribiendo. Este  es el  difícil y largo camino que nos toca desarrollar. Esperamos  obviamente que para ti, amable lector, haya sido corto y sencillo, pero esclarecedor y valioso en su simplicidad y sencillez  y que las dificultades hayan quedado con nosotros.



Notas:

[1] Este artículo tiene como base la tesis Taxonomía de las historietas limeñas: propuestas para una clasificación de las historietas producidas y publicadas en la provincia de Lima Metropolitana entre los años 1990 a 2005, para optar el título de Licenciado en Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Letras y Ciencias Humanas, EAP de Comunicación Social, 2009. Un adelanto ha sido publicado como “Redescubriendo la historieta”, en Carlos Cornejo Quesada (comp.) (2013). Comunicación & Sociedad, Lima, Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

[2] Comunicador social, investigador y profesor universitario. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

[3] (La definición) “es un procedimiento lógico que permite distinguir, encontrar, […] formular el significado de nuevos términos o especificar el de términos ya existentes en la ciencia  […] Con ayuda de la definiciones reales, los objetos se distinguen por sus características  (propiedades y relaciones) especificas.[…] Las definiciones se subordinan a determinadas reglas: la de correspondencia entre lo definido y lo que se define, la prohibición del círculo vicioso” Diccionario de filosofía (1984). Moscú, Editorial Progreso.

 

[4] Omitir la definición de la historieta en estudios sobre la misma no es algo poco usual.  Ejemplo de ello lo encontramos en  obras tan fundamentales para el estudio de las historietas como: Para leer al Pato Donald de Dorfman y  Mattelart; Los lenguajes del comic de Daniele Barbieri; Historieta para sobrevivientes Carlos Alberto Scolari; El comic underground español de Pablo Dopico.

[5] Will Eisner (1985) llama  a la historieta arte secuencial.

[6] Los criterios ficción y no ficción (aún muy usados para clasificar productos fílmicos) no son criterios rigurosos ni formales para definir o clasificar productos comunicacionales como el cine o el cómic; pues, generan muchas más dudas de las que permiten aclarar.  Interesantes y  apasionantes estudios  sobre este problema los podemos apreciar en Ficción y Dicción de Gerard Genette  y Lecturas de Teoría Literaria I  compilado por Miguel  Ángel Huamán.

[7] Error lógico consistente en utilizar como argumento de la demostración una tesis demostrada con ayuda de la misma tesis que se  ha de demostrar.

[8] En una obra literaria, desarrollo narrativo de los hechos (RAE)

[9] Una tira de prensa, también llamada tira cómica (del inglés comic strip) o simplemente tira es una historieta publicada periódicamente (generalmente diaria o semanalmente) en diarios, revistas y más recientemente en páginas de Internet, protagonizadas, generalmente, por personajes fijos. Pueden ser obra exclusiva de un dibujante o resultado de su colaboración de un guionista e incluso todo un equipo de trabajo. No excede el 50% del total de la página.

[10]La viñeta splash Page es una viñeta a toda página, que contiene generalmente el título de la historia y los créditos; actualmente se la emplea además  como elemento dramático para generar impacto visual dentro del desarrollo de una historieta.

[11] Octavillas  (la octava parte de un pliego de papel) pueden ser informativas, persuasivas, desmoralizadoras. Por tanto no solamente narrativa.

[12] Por historieta didáctica se entiende toda historieta que tenga como fin principal la enseñanza de algo y para ello puede emplear diferentes tipos de texto por ejemplo una fábula (narración) tienen un fin didáctico o un manual de instrucciones de un DVD (texto  instructivo) también.

[13]  Digresión o excurso: consiste en la ruptura de la coherencia de un texto temáticamente unitario mediante la intercalación de una  unidad indepen­diente. El autor sale del tema que estaba tratando para poner un ejemplo, hacer alguna observación, reflexionar  sobre los hechos, etc.

[14]La unidad de un  texto es una de sus características fundamentales, en una novela el prólogo, la introducción o los estudios que contenga no son  parte de la novela, son otros textos y además son textos de otra índole (generalmente  expositivos o argumentativos).

 

Referencias bibliográficas

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Cómo citar este artículo:

SOTELO M., Marco Antonio, (2013) “La historieta como objeto de estudio”, Pacarina del Sur [En línea], año 5, núm. 17, octubre-diciembre, 2013. ISSN: 2007-2309. Consultado el

Consultado el Jueves, 18 de Abril de 2024.
. Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=830&catid=17