Mariátegui, Amauta y la Revolución Mexicana
Rescate de una interpretación peruana de la Revolución Mexicana

 

 

En los primeros años del siglo XX, la revolución mexicana, junto con la rusa y la china marcaron la pauta y fueron ejemplo a seguir a muchos movimientos posteriores no solo en Latinoamérica.

Para el caso de la Revolución Mexicana, se han hecho estudios desde diversas perspectivas, y al tratarse de un tema prácticamente inagotable han surgido diversos estudios que tratan de explicarla como un proceso ideológico así como su recepción entre los círculos intelectuales y políticos de las izquierdas latinoamericanas. Una fuente riquísima de análisis son los organismos emanados de éstos y que funcionaron como sus portavoces. Entre estos, la revista Amauta representa uno los más importantes, debido a la fascinación que el peruano José Carlos Mariátegui, su fundador, mostraba por México y su revolución.

Uno de estos estudios es Mariátegui, Amauta y la Revolución Mexicana, de Jorge Humberto Miranda Vázquez, tesis de licenciatura en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México, sustentada en 2002 en la que el autor hace una revisión de los 34 artículos relacionados con el México de las primeras décadas del siglo XX en diversos aspectos, como la revolución, la política, el arte y la literatura que aparecieron en Amauta entre 1926 y 1930.

El autor hace hincapié en la manera en que México y su revolución ocuparon un especio importante en esta revista y los cursos ideológicos que se fueron modificando pasando del entusiasmo e inspiración inicial a un gradual y constante desencantamiento al darse cuenta del giro que los círculos del poder en México le habían dado, “traicionado” su fundamento ideológico.

A lo largo de diez capítulos el autor desarrolla los diversos aspectos que los colaboradores de Amauta destacan acerca de México, entre ellos arte, el llamado “problema del indio”, su relación con los Estados Unidos, la cuestión agraria y su Revolución.

Portada del número 26
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De estos, la cuestión del indio resultó uno de los más destacados, porque se consideraba que el Perú y México tenían grandes similitudes. Estas similitudes se consideraban un incentivo para seguir de cerca su revolución ambos países tenían un pasado similar, con culturas que florecieron hasta alcanzar altos niveles de organización social, pasaron además por un proceso de conquista y colonización que dejó atrás sus antiguas formas de organización y les obligó a vivir durante siglos bajo la tutela del español. Los líderes ideológicos del siglo XIX en estos países buscaron retomar los valores de estas antiguas culturas y sustentar en ellas la base de la identidad nacional.

Destaca también el tema del indigenismo, que tanto en Perú como en México significó la defensa del indio y su cultura ante el avance del hispanismo y las repercusiones de la modernización imperialista. La mayor parte de la población pertenecía a este grupo y cuestiones como la discriminación, la marginalidad y el despojo de tierras eran comunes, por lo que siguieron muy de cerca las acciones mexicanas a este respecto, en especial las de José Vasconcelos, cuyo libro La raza cósmica fue considerado fundamental para estos pensadores.

En cuanto a la revolución mexicana, el autor expone cómo la recepción ideológica de este movimiento se fue modificando, pasando de un inicial entusiasmo, en el que se tomaba como un ejemplo a seguir para otros procesos emancipatorios, con la esperanza de que otros países de América Latina los imitaran, a un creciente desencanto ante lo que se consideraba una pérdida de los valores fundamentales que la inspiraron, una traición a sus ideales por parte de los actuales dirigentes de la nación.

Además de los artículos aparecidos en la revista el autor hace alusión a la correspondencia personal de José Carlos Mariátegui en la que consigna datos relacionados con México, lo que le permitió tener una visión de este país a partir de la pluma personal del escritor. Consultó documentos resguardados en diversos archivos mexicanos, como el Archivo General de la Nación, así como sus publicaciones en otros medios, como la revista Variedades y Mundial, que permite un análisis más profundo, más allá de lo consignado en Amauta.

La confrontación de estas diversas fuentes permitió al autor mostrar cómo Amauta fue modificando sus pensamientos sobre la revolución y la manera en que este se reflejó en su revista. Había pasado de una valoración completamente positiva a considerarla con reservas y más tarde a la total condena de los gobiernos mexicanos emanados de este movimiento, dejando de ser el eje ideológico que había sido.

La aparente fascinación  que los colaboradores de Amauta parecieron sentir por el proceso revolucionario mexicano ni fue impedimento para que la mayoría de ellos lo viera en su justa dimensión.

Destaca la figura de Estaban Pavletich, autor fundamental cuando se habla de revolución mexicana en Amauta, quien llegó a ser uno de los principales difusores del acontecer revolucionario y es una clara muestra de la visión peruana acerca del movimiento.

Las redes intelectuales de Mariátegui permitieron conocer la opinión de otros intelectuales con los que tenía contacto, lo que, a decir del autor, ayudará al investigador a ampliar la trascendencia de la revolución de México en el contexto internacional, así como el conocimiento directo de su pensamiento respecto a este tema.