El Topo Blindado: Pasión y talento al servicio de la historia

 


Pensemos en la etapa previa a la difusión del Internet, hasta hace no tantos años, cuando emprendíamos un trabajo de investigación para atender un compromiso académico o resolver preocupaciones políticas, ¿quién de nosotros no se enfrentó a la tarea tediosa y agobiante de armar rompecabezas documentales para reunir la información necesaria con la cual explorar el tema que justificaba nuestro esfuerzo? Un querido profesor de aquellos años, docente del posgrado en Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata, usaba una expresión  coloquial para levantar el ánimo de sus alumnos cuando notaba que decaía el entusiasmo por falta de insumos informativos, la arenga – tan gráfica como pedagógica-  era algo así como “…no claudiquen muchachos que a veces el trabajo de investigación es una cuestión  de culo más que de cabeza…”. Se refería, como es obvio, a la cantidad de horas que nos pasábamos sentados hurgando revistas descontinuadas, periódicos antiguos, libros agotados, artículos y ensayos perdidos en publicaciones casi desconocidas, muchas impresas en los ya históricos mimeógrafos o estudios editados por instituciones académicas extranjeras.

La revolución informática facilitó algunas cosas pero no resolvió todo, por ejemplo: ¿Dónde se encuentra la colección de tal o cual revista vocera oficial de determinada organización política?, ¿Quién guarda la proclama formulada por los partidos, reconocidos o no,  acerca de algún acontecimiento relevante de la vida institucional del país?, ¿Qué fue del anuncio oficial en el cual se fijó la posición de las agrupaciones estudiantiles acerca de la sanción de un ordenamiento gubernamental que violentaba la autonomía universitaria y la libertad de cátedra?

Si pasamos a otro plano todo resulta más complejo, el tema de la lucha armada y del manejo y acopio de las publicaciones de las organizaciones político-militares de los años sesenta y setenta  es un asunto mucho más delicado. Y para decirlo de una vez, en este aspecto radica la enorme contribución del equipo de investigadores que coordina Gabriel Rot con el respaldo de Esteban Campos y Federico Cormick. Según su propia definición, la tarea fundamental que los convoca es explorar el origen y desarrollo de las organizaciones guerrilleras argentinas que tuvieron fuerte presencia en el ámbito de las luchas sociales hasta fines de la década de los setenta. El colectivo que tiene a su cargo esta tarea monumental de recabar, sistematizar, digitalizar y ofrecer a los interesados un material de incalculable valor documental, no oculta los principios rectores que inspiran a quienes asumen el grueso del trabajo. Vale la pena señalar algunos enunciados del texto con el cual, a modo de manifiesto, se presentan ante sus lectores, de manera contundente se afirma que no se trata de demonizar la experiencia política y organizativa de la izquierda armada de los setenta ni buscar el atajo fácil de explicar los fundamentos  de esa estrategia en un “mandato sacrificial”  o en una incontrolable “pulsión de muerte”, por el contrario, la intención de El Topo Blindado es aportar elementos al debate mediante la recuperación  de acontecimientos, experiencias organizativas y propuestas de lucha que fueron el núcleo de las organizaciones armadas de aquellos años.

Quienes incursionan en este tema admiten que en el estudio de este tipo de agrupaciones de carácter político-militar existe un primer escollo difícil de superar, la principal barrera es siempre la dispersión y el carácter fragmentario de la documentación disponible, lo que condena a quienes desean investigar ese período vertiginoso de la historia argentina a invertir tiempo y paciencia en una tarea en la cual, de acuerdo a la expresión del profesor con la cual iniciamos esta nota, la “silla” es más importante que la cabeza. Con el fin de salvar este obstáculo el grupo de trabajo que orienta Gabriel Rot expresa su decidida intención de contribuir a difundir los documentos recuperados y aportar a la socialización de las fuentes a las que han tenido acceso. No existe en la gente que anima esta empresa el espíritu sectario que tantas veces empaña el trabajo académico, por el contrario, se dan los créditos a quienes desde otras instancias aportan y ofrecen materiales en esta misma dirección, entre otras fuentes se menciona al Cedinci, a la Fundación Pedro Milesi, a investigadores particulares como Roberto Baschetti, al blog Jorge Ricardo Masetti, al sitio web ruinasdigitales.com y a la Comisión Provincial de la Memoria, con quienes se comparten archivos digitales o ejemplares físicos de volantes, prensa partidaria, diarios y revistas de época.

El Topo Blindado ofrece también un espacio editorial con tres colecciones de libros agrupados en las siguientes áreas temáticas: Guerrillas Olvidadas en la Argentina; Grandes Debates y Colección por los Archivos. Por último, queremos dejar que sean los propios protagonistas quienes cierren la declaración de principios que inspira al grupo:”Todas las investigaciones que publicaremos podrán ser consultadas y copiadas desde esta misma página web, gratuitamente y sin necesidad de permiso alguno, en un intento de democratizar y socializar conocimientos y fuentes documentales esenciales para el estudio, investigación y conocimiento de las experiencias político-militares de las décadas de 1960 y 1970.”