Para leer el presupuesto de educación 2018

To read the education budget 2018

Ler o orçamento de educação 2018

César Delgado

 

Marco para el análisis

Por mandato constitucional el presupuesto de educación para el siguiente año debe ser enviado al congreso hasta fines de agosto del año anterior, la previsión de los gastos estatales debe cubrir todos los aspectos de la gestión y administración del sector, incluidas las instituciones educativas estatales donde los padres siguen poniendo el mínimo histórico del 30% del gasto[1] total de la “educación estatal gratuita” (sic).

Considerar el presupuesto en una primera entrada formal es una herramienta con la cual el poder ejecutivo cumple políticas educativas, toma decisiones, desarrolla programas de gestión y administración del sector educación de manera abierta, oficial. Una segunda entrada de contenido, el presupuesto es un proceso político del par receptividad y controlibilidad ciudadanas –PRC-, sobre previsión y gastos en la educación nacional[2]. Estas dos entradas están transversalizadas por tres etapas en un continuo de: planificación, aprobación y seguimiento –PAS-, continuo que en teoría democrática debe estar relacionado con el PRC; el PAS no puede quedar solo en órganos de representación o designación de gobierno, dado que la gran mayoría de los recursos son aportados por la ciudadanía, principalmente por impuestos indirectos.

Procesos del presupuesto nacional

Un presupuesto democrático entendido por dos procesos simétricos, un continuo de tres etapas: planeación, aprobación, seguimiento; condicionados por un par categorial de receptividad y controlabilidad.

Ello significa que la práctica democrática de ciudadanía no se limita al acto de elegir autoridades cada cinco años, sino los ciudadanos participan en esas tres etapas a través de sus formaciones sociales en las prioridades de gastos y vigilancia por sus aportes al bien común educativo, el PAS tiene sentido democrático con el PRC; esta relación le da justicia al presupuesto. El objetivo subyacente de todo presupuesto público es la legitimización de las decisiones del PAS adoptadas por las autoridades elegidas, en este caso para la educación nacional[3], producto de la credibilidad ciudadana en los actores sociales que facilitan su participación en todo el PAS: ambos conceptos están fuertemente ligados.

Legitimidad y credibilidad reclaman que las políticas educativas[4] a ser ejecutadas sean identificadas por la mayoría de las poblaciones del país, multinacional y pluricultural consecuencia de un largo proceso evolutivo que se inicia en la cultura chavín hace cuatro mil años. Esos conceptos son el camino democrático representativo del PRC: ajustar políticas educativas a las demandas ciudadanas (receptividad) y fiscalizar cuentas de aplicación de esas políticas (controlibilidad), categorías de análisis imprescindibles en el quehacer político del erario nacional.

En la “democracia” de la carta magna de 1993 el PRC no tiene un espacio claro, indicando la vía legal,  de forma directa a los organismos del estado, MEF/MINEDU y Contraloría, principalmente; de forma indirecta los medios de comunicación masiva (prensa, redes sociales); el enfoque de ciudadanía es pasivo respecto al presupuesto nacional que él financia, como actor distante carece de espacios para su intervención en el PAS, con la desventaja que los medios de comunicación masiva son parte del bloque de poder y, por tanto, el acercamiento a los presupuestos estatales tiene el componente de interés económico.

Podemos identificar dos niveles de acceso al presupuesto nacional, hacia el PAS y PRC. Uno el presupuesto como instrumento formal democrático cuyo punto central es la aprobación a cargo de representantes elegidos por la ciudadanía, que no solo reflejaría nociones tradicionales de la república –elecciones libres, sufragio universal, acuerdos por mayoría, decisiones libres-, además, con una mentalidad moderna: informar a la ciudadanía, compensar diferencias de acceso a recursos, transparentar uso de impuestos, facilitar el seguimiento. Este primer nivel implica que el presupuesto no es un tema de contabilidad, de sumas y restas, que no deja de tener importancia, mas no apunta al quid del presupuesto, aunque en las “criticas” de periodistas, académicos, educacionistas, con respecto, por ejemplo, al presupuesto para educación 2018 –PE2018-, no salgan de estas formalidades, cuyas intenciones no son gratuitas.

El segundo nivel para entender el presupuesto lo aporta la antropología política, es más complejo tanto para el PRC y el PAS. Este nivel integra la mirada formal de los recursos y lleva un manejo de datos e información, pero develando que el presupuesto responde a estructuras de poder en el estado; en su generación -¿qué condiciones materiales y subjetivas reproducen los procesos críticos del sistema educativo?-, ejercicio -¿cuáles actuaciones de los actores principales, tanto para la reproducción como correspondencia del sistema educativo, apuntan al modelo socio económico vigente?-  y distribución -¿cómo reparten los actores orgánicos del bloque de poder los recursos disponibles?-.

Así como de mecanismos de gobierno para legitimarse y ser creíbles en su aplicación -¿qué justifica la generación, ejercicio, distribución del presupuesto en educación?, ¿Cuáles son los niveles de conocimiento o intereses concretos de gobernanza del presupuesto?-. También asumirlo desde el estatus y función de sectores estatales y actores sociales - ¿cuáles son los rangos y acciones principales emprendidas en la racionalidad administrativa de afronte en el fraseo de “función educativa” de la tecno burocracia[5]?, ¿qué prestigio consolida su administración anual centrada en el MEF respecto a proyectos y programas educativos? Preguntas todas involucradas en aprobar aquellas políticas y fondos necesarios para su realización, esto es, el presupuesto educativo es esencialmente un fenómeno social de gran concreción y empirismo en las coordenadas de tiempo y lugar -año y sector-. Máxime si todas esas pautas se dan en un modelo socio económico cultural capitalista con formas institucionales –formales o/e informales- de gobernanza, legalidad y autoridad asociadas a intereses de los que controlan el bloque de poder nacional.

Dentro de esas ideas, el PE2018 del cual conocemos las usuales expectaciones de porcentajes, montos, cantidades, prospectivas, ubicadas en el primer nivel de análisis; por lo que se hace necesario entrar en el segundo, que responde a una estructura de poder del estado en la sociedad nacional; influenciado por la globalización del siglo XXI; interrelación escuela/MINEDU, tanto intersectorial como internacional; sin descuidar la construcción nacionalitaria de identidad peruana, las expectativas de organizaciones políticas y las estructuras burocráticas nacional, regionales y/o locales.

Niveles de acceso al presupuesto nacional

En los niveles de acceso al presupuesto, el primero se agota en la forma, cubriendo  al fondo que es el poder, finalmente el por qué los recursos son planeados, aprobados y seguidos legalmente; así como un par de receptividad y controlibilidad, generalmente escamoteados a la ciudadanía.

EL PRC en la práctica ciudadana es manipulado; la representación legislativa el presupuesto lo utiliza como instrumento o herramienta administrativa legal. De ahí que las observaciones al PE2018 en la prensa y redes sociales, de actores políticos como expertos, giran alrededor de una visión economicista contable, entendiendo que la demanda del MINEDU es toda la receptividad, y la controlibilidad es asentable por la Contraloría. Comentarios y críticas que se agotan en que el PE1018 es centralista, que está desfinanciado, que sus supuestos de ingresos son errados, etc., siempre en el horizonte cuantitativo, de fondos, de dinero, de recursos, que no dejan de ser importantes, pero no satisfacen las expectativas ni aspiraciones del ciudadano que paga diariamente IGV, al margen del lenguaje críptico econometrista en que están escritas las normas del ejecutivo (MEF) y los dictámenes legislativos.

Aquí intentamos dar otra lectura -antropológica- al presupuesto educativo del Estado, patentizar el campo de lucha no con armas sino de decisiones respecto a los mecanismos del poder, de derechos, privilegios y obligaciones del bloque de gobierno en el sistema político nacional. Para ello, las cifras son datos presupuestales que informan, empero el conocimiento del PE2018 exige un mayor nivel de abstracción en coordenadas de tiempo y lugar educativos, como formas de constituir decisiones más relevantes que se vistan de gobernabilidad, legitimidad y autoridad de modo que nos demos cuenta de cómo estructurará la ejecución de las políticas el MINEDU para el 2018 en el bloque del poder nacional.

Pretendemos hacer una crítica diferente a la economicista porque estamos en plena globalización y construcción de la educación en la cultura nacional, sus identidades políticas multinacionales y pluriculturales no pueden ser opinables solo desde el cuánto. Del mismo modo, la distribución de fondos presupuestarios en la educación tiene que ver con el desarrollo de ciudadanía integral, la gestación y desenvolvimiento de procesos multinacionales (chola –mestiza-, quechua, aimara) y poli culturales (amazónicas), las ocurrencias de los medios de comunicación en la elaboración de imaginarios populares y las relaciones del poder político en la educación peruana.

 

El continuo del presupuesto para la educación 2017/2018

La sustentación del presupuesto para educación 2018 la encontramos en los dictámenes de mayoría y minoría del congreso nacional; el resumen ejecutivo y las placas de presentación del ministro a la comisión de presupuesto. Todos afirman la necesidad que el estado acometa “…esfuerzo para aumentar la productividad y competitividad del país. Esto se logrará a través de: i) la mejora sustancial del capital humano gracias a mayores inversiones en agua y saneamiento, salud y educación…”. (DM: 06), subrayado nuestro. Los asesores de los dictámenes y documentos del MINEDU, por tanto, consideran la educación como componente para mantener/acrecentar el 4% del PBI, invertir (sic) en capital humano, esta mentalidad  lleva al extremo la deshumanización de la persona reducida a “capital”, implica haber un retorno al gasto público y qué duda cabe, los egresados del sistema educativo deben contribuir al crecimiento económico nacional de mercado perfecto del modelo socio económico cultural vigente, en la creencia que esto propiciará la felicidad de los peruanos. Entonces, el enfoque es claro, un PE2018 no para formación completa del ciudadano, sino como agente económico activo, sea como productor o consumidor.

Eso muestra la naturaleza economicista de afronte del presupuesto, cómo han sido distribuidos los fondos para los diversos programas y proyectos de la “función educación[6], en otros términos, los operadores políticos –ubicados en el PAS- piensan el sistema educativo nacional como fábrica de trabajadores (o colaboradores como gusta oír a los empresarios nacionales, tipo C Acuña) y/o consumidores dado que en ambos roles la economía nacional seguirá creciendo, lo que con los años sacaría de la pobreza al país, falsa generalización que encubre al 10% de la población nacional que es “no pobre” y cuyos hijos o pupilos se educan en las propagandizadas “eficientes” empresas educativas privadas… El reduccionismo de la educación integral que está en la Constitución de 1993 se extingue por la productividad y competitividad, que se viene repitiendo desde la reforma educativa de 1959.

Al interior de la función educativa la tecno burocracia del MINEDU[7] ha identificado desde años atrás cinco ejes estratégicos principales como campos críticos del sistema educativo nacional y a los cuales las decisiones políticas y recursos presupuestales apuntan tradicionalmente, en la creencia que son las demandas más sentidas de los estudiantes pobres de los estratos, todos del E, la mayoría de D y algunos del C -los actores educativos de las empresas educativas no participan de estas demandas- para encauzar soluciones a la educación nacional y contribuir a acrecentar el PBI…

El desagregado de los ejes estratégicos[8] de aquellas supuestas demandas son:

  1. En Aprendizajes, incrementar equidad y calidad con:
    1. acceso a Inicial de EBR;
    2. superar aprendizajes lentos;
  • jornada completa en secundaria;
  1. desarrollo del talento (sic);
  2. materiales físicos y digitales; ampliar cobertura;
  3. desarrollar deporte
  1. En Técnica y producción, garantizar oferta de educación superior y técnica productiva con:
    1. asegurar la oferta;
    2. contar con información;
    3. articular la educación técnico productiva a la demanda;
    4. hacer investigación;
    5. apoyar a las escuelas.
  2. En Formación y carrera docente, incrementar competencias con:
    1. carrera pública;
    2. formación en servicio;
    3. mejor formación inicial;
    4. revalorar la carrera
  3. En Locales, muebles, equipos, mejorar la infraestructura educativa y deportiva, materiales y equipamiento con:
    1. proveer infraestructura, mobiliario y equipos;
    2. incrementar intervención privada;
    3. incrementar oferta deportiva
  4. En Gestión, incrementar el desempeño con:
    1. fortalecer la gestión en escuelas, órganos intermedios;
    2. fortalecer gestión municipal al deporte.

 

Ningún educacionista independiente o adscrito a una ONG que den consultorías al MINEDU ha cuestionado si ese menú de “demandas” racionalizadas, en los cinco ejes definidos por el bloque en el poder, a través de la tecno burocracia, son los que la ciudadanía peruana pobre está identificando en el dia dia o las organizaciones magisteriales más cercanas a la cuestión educativa han perfilado como campos críticos de la educación peruana. Ellos no son creación heroica de especialistas y expertos del ministerio, responden a intereses del bloque del poder dado que esos cinco procesos necesitarán de empresas de servicios, productoras de bienes educativos, entidades constructoras con intereses nacionales e internacionales a través de “puertas giratorias”, “diezmos”, “salarios de éxito”, “viajes internacionales”, “empleo futuro”, es la estación de licitaciones y contratos cuyo doctorado hemos visto con las empresas brasileñas. Lo que hace la tecno burocracia es simplemente canalizar esas “necesidades” anuales, dado que permanente se requerirán de servicios o bienes o se crea interiormente la necesidad. Mismo esquema de cómo funcionan los prestamos educativos –o los bonos soberanos- de las entidades financieras multinacionales que todos los peruanos pagamos con impuestos diarios.

Con la información contenida en las fuentes documentales, desde el 2015 esos cinco ejes han sido abordados con presupuestos en diversos programas y proyectos educativos de la “función educación”, de los cual el principal es Logros de aprendizajes en básica regular al que el bloque de poder le asigna el mayor monto (82%) para acciones comunes, cumplimiento de horas lectivas, capacitación en servicio, materiales educativos, evaluación de aprendizajes, infraestructura y equipamiento.

Esos presupuestos en cantidades fueron en el 2015, 25,000 millones de soles; 2016, 26,874 millones, 2017, 28,812 millones –para el 2018 tienen 29,358 millones- En los tres años anteriores en total los peruanos hemos gastado en el sistema educativo nacional 80,286 millones de soles. Los rangos y acciones en la función educación en el trienio fue finalmente una distribución de fondos que reprodujeron las condiciones anteriores, así como evidenciaron correspondencia con el modelo socio económico capitalista al que se propusieron mejorar en el PBI de esos años, sirvieron para que todas aquellas empresas ligadas al sector sigan “apoyando” la educación peruana.

Sin embargo, los resultados obtenidos y “medidos” en la lógica del pensamiento liberal pedagógico, asesorado por expertos internacionales, son menesterosos; las finalidades que sustentaban esos presupuestos no fueron ni inicialmente tocadas, menos los objetivos estratégicos fueron logrados; todo se resolvió en acciones estratégicas reproductoras y correspondientes, anodinas y fuertemente propagandizadas en intento de legitimización y credibilidad.

El propio Resumen ejecutivo del presupuesto 2018 lo expresa. Así en 2016/2017 el tema de Aprendizajes el trabajo principal fue la aplicación anual de la evaluación censal en el 2do. Grado de Primaria, donde el 46% tuvo resultados satisfactorios en lenguaje (comprensión lectora) y el 34% en matemática (resolución de problemas)[9], tanto en escuelas públicas como empresas educativas.

En Técnica y producción, las acciones principales fueron firmar convenios con universidades para mejorar haberes, becas, capacitación de docentes en ETP, remuneraciones que no llegan a equiparse con la de los jueces, retraso que tiene más de 30 años a pesar de ser legal.

En Locales, muebles, equipos, las acciones principales fueron 900 millones para mantenimiento, 2550 millones proyectos, 49 millones nuevos locales[10], 6,287 rehabilitación de locales viejos (estas cantidades están en el tema de Aprendizajes), contratos que fueron denunciados como irregulares, actualmente en investigación. 

Finalmente, en Gestión, las acciones principales fueron concursos de plazas, programa de capacitación, semáforo escuela, 67% de cumplimiento de compromisos de desempeño[11]. Este eje en la creencia economicista resulta principal para los caminos de solución de la educación peruana; empero ninguna de las tareas potencia lo que la propia ley general de educación dispone, la primacía de la escuela en la administración y gestión del sistema educativo, por ejemplo.

Además del sesgo conceptual que de educación tienen los fundamentos de los presupuestos que se agotan en que el sistema educativo nacional educa a los peruanos para acrecentar el PBI y no para el desarrollo integral de su personalidad –mandato que está en la ley vigente y la constitución de 1993-. Para la función educativa el MINEDU tiene su propia mirada, recorta recursos para las otras dimensiones de la personalidad del estudiante tan importantes como las cognitivas instrumentales de cálculo y compresión; la formación completa en humanismo con arte (plástica, escultura, danza, audio visual), axiología (moral, ética), identidad (todas las sangres), política (ciudadanía activa), literatura (inclinación disruptiva), esto es, desarrollo del pensamiento crítico[12].

La racionalidad administrativa del presupuesto atropella el núcleo de la educación, recomendado por organismos mundiales especializados como UNESCO, sobre la exigencia que la gobernanza de los sistemas educativos se realice dentro del enfoque de formación completa, entera, humanista. Los componentes de la función educativa de los presupuestos debilitan la formación integral escolar y se quedan en generalidades en el esquema costo/beneficio válido para las empresas educativas. La educación estatal es de costo/ efectividad, no invisible al lenguaje y matemática áreas que no dejan de ser importantes, pero no suficientes para el mundo globalizado actual como tampoco para los otros componentes de la vida en sociedad.

Históricamente la ejecución anual de los presupuestos en educación no pasa del 90%, lo que convierte en un mito estatal el pedido de aumento presupuestal anual, como tampoco es totalmente cierto que ese relativo sea causal deficiente de gestión o administración, dadas las actuaciones de los actores educativos principales en el sistema educativo, cuya mentalidad responde a intereses del poder copada por empresarios como otra forma de acrecentar sus capitales con los fondos del estado; aquí perfilando el sistema educativo a sus beneficios, de modo que las inversiones sean rentables con salarios internos bajos y derechos laborales recortados, aunque sus grupos de inteligencia publiciten lo contrario en los medios de prensa.

Imagen 1. La población invisible en todos los presupuestos de educación

Esta pobreza rural no se supera con discursos de brechas, cuando el presupuesto de educación 2018 simplemente ignora las prioridades ciudadanas por los niños campesinos, ellos también son ciudadanos, tienen primacía en los gastos nacionales

La sustentación ministerial y propuestas de PE2018 tuvo los mismos objetivos y acciones estratégicas revestidas por la finalidad de la administración actual del MINEDU: “hacia una educación que le dé sentido a la vida”, frase bucólica carente de relación con los temas de la función educativa de la tecno burocracia. Además, frase contradictoria con el objetivo general expresado por el ministro de educación: “…la educación peruana debe contribuir a la competitividad y al desarrollo económico, sostenido y humano…”[13], ¿el sentido a la vida de un egresado del sistema educativo es haberse educado para la competencia económica en una sociedad clasista y desigual como la peruana?; objetivo a contramano de las claves líricas de gestión ministerial[14]: una educación que forme personas saludables, física, mental y socialmente; buenos ciudadanos; personas productivas con sustento humanístico, científico y tecnológico; ¿cómo entender la salud social, el basamento humanístico de las personas productivas, si los recursos del presupuesto no están “invertidos” en las áreas humanísticas, precisamente; y se encubren del talento egoísta del modelo pedagógico del capitalismo global?

Tanto el demandante como el que sanciona el PE 2018 coinciden en la visión del presupuesto como herramienta de crecimiento económico; una educación básica principalmente para el trabajo del capital con emprendedurismo que son temas centrales de una educación deshumanizada de mercado perfecto, donde el mercado es la finalidad real que le da sentido a la vida del ciudadano sin “talento” y las claves ministeriales se quedan en mensajes velados con intentos de legitimidad del uso de recursos ciegos, intermediando la receptividad de la demanda en la lógica economicista.

Para esos objetivos y estrategias, ocultamente privatizadoras, el MINEDU no tiene en cuenta que la dinámica de la matrícula de educación básica (la mayor del sistema, la básica regular rebasa el 90%) se ha modificado de manera sustantiva, el volumen de alumnos matriculados en lo que corre el siglo se ha mantenido estable, con tendencia al decrecimiento en ciclos y grados; en cambio la matricula privada que históricamente no pasaba del 12% hoy se acerca al 30% de la Básica. También no perder de vista que los ciclos de la básica regular pública tienen números bajos de matriculados y secciones, empero presenta crecimiento de no escolarizados y multigrados en las ciudades, principalmente en los últimos grados de secundaria.

En el eje de Aprendizajes los resultados cuyos porcentajes son maquillados en lenguaje y matemática como áreas principales en 2do grado de Primaria de la pedagogía capitalista vigente, los desafíos latentes son de gran magnitud no solo en el resto de Nivel, también en 2do grado de Secundaria, estudiantes con relativos más bajos a los de Primaria. Ni comprenden la lectura ni resuelven problemas matemáticos, a pesar de las estrategias pedagógicas desarrolladas en los últimos años los avances son muy pobres, ellos fueron alumnos “medidos” hace seis años y los recursos gastados en los presupuestos en el sexenio no revertieron los menores porcentajes obtenidos en las mismas áreas curriculares, antes bien han sido desbordado hacia abajo.

De otro lado, la mayoría de los egresados de la Básica se inclinan por estudios universitarios, las pruebas de admisión de estos centros de estudios tienen el mismo formato de lápiz y papel de las pruebas estandarizadas. Con la pobre acumulación bancaria de información escolar evidenciada de los egresados de secundaria el mercado de las academias de adiestramiento ha crecido y está avanzando en la figura de “pre universitaria”, de redes de empresas educativas privadas.

Entonces, la calidad educativa capitalista ha impuesto globalmente que el rendimiento en esas pruebas de lápiz y papel en las áreas curriculares identificadas son los indicadores centrales de satisfacción de las comunidades por la educación que reciben en las escuelas nacionales, además de relacionar con la equidad accesible al menesteroso; esa educación sería la de sentido a la vida, y como tal sustento del gasto de recursos de todos los peruanos en intentar mejorar aquellos números. Estas calidades y equidades legalizadas en la ley no se corresponden con las áreas curriculares para la formación completa en educación básica, cuyas competencias preferentemente son sociales, humanas, artísticas, mas para el desarrollo de estas capacidades son mínimos los aportes presupuestales y no están dentro de las prioridades del PAS.

El PE2018 no está planeado ni aprobado ni seguido para darles a esas competencias un impulso desde la escuela nacional –ni es la filosofía empresarial de las instituciones educativas privadas-. Así los más de 29 mil millones de soles previsto para el 2018 serán gastados en programas, proyectos que no apuntan al corazón de las competencias que exige el mundo del siglo XXI. A diciembre del 2018 estaremos en la misma meseta estructural de los medibles, pero más alejados en derechos humanos, ciudadanía entera, identidad nacional, desalienación cultural. Una escuela nacional que no educa integralmente por la irracionalidad de clase en la redistribución de los escasos recursos que quiere tener el bloque de poder, que otorga a la educación estatal y más bien entiende la escuela como prefabrica de “colaboradores” donde se adiestren en procedimientos de comprensión y resolución, ambas claves instrumentales para ser empleables en el sistema socio económico cultural vigente.

|No solo aquel punto crítico estructural tiene el sistema educativo y que sus objetivos y estrategias no han logrado siquiera reducir significativamente. En el eje de Docentes los concursos de plazas han puesto en la mesa la débil formación inicial de los maestros para educación básica, al final del proceso concursal el número reducido de aprobados ha hecho que los desaprobados sigan en el sistema como contratados. Del mismo modo, las plazas directivas en las instituciones educativas del estado no son cubiertas por docentes formados para la gestión del nivel de básica regular, el asunto en Inicial de EBR es mayor por docentes de primaria en esos cargos directivos.

Lo mismo sucede con el tema de Materiales educativos tan propagandizado en la prensa nacional y que consume un gran monto en los presupuestos nacionales. La cita es clara “…uno de los principales factores que limitan su quehacer educativo (de los docentes estatales) es la falta de materiales educativos, sea porque son insuficientes o porque son inadecuados…”[15], subrayado nuestro. En otros términos, los educadores públicos tienen que auto gestionarse los materiales que en el día día usan en las sesiones de aprendizajes; dado que el material de textos impresos enviados por el MINEDU es inadecuado, pero los recursos han sido pagados a las empresas transnacionales o a las grandes editoriales del país, así como a las ONG que elaboran los contenidos.

Para el mismo actor educativo, el modelo pedagógico capitalista da énfasis a los aprendizajes, dejando a un segundo plano la enseñanza, cuando la realidad nos dice que ambos procesos van juntos, todo el esquema de capacitación docente en servicio está centrado en los aprendizajes con una gran componente de capacitadores no docentes. El eje no asume las observaciones que el núcleo de la precariedad en la formación inicial es las estrategias y prácticas de enseñanzas y sobre este, los recursos no son priorizados, agotándose en otros temas rentables a los intereses empresariales privados o no gubernamentales. Contribuyendo a profundizar la brecha tanto de contenidos para las áreas curriculares como mejores acciones de enseñanza, los altos gastos de recursos se irán a las empresas educativas que contratan con el MINEDU. Es un tema de enfoque que los operadores del bloque de poder realizan con el estado y que es estructural en los presupuestos nacionales.

Aquello hace irrelevante las observaciones sobre los montos mayores para presupuestos en educación y que sirven sólo para el círculo perverso de programas y proyectos que no resuelven los problemas principales, sino los mantienen por la legalidad, pero están deslegitimados y de baja credibilidad. En los cuadros regionales de aquellas pruebas estandarizadas la racionalidad capitalista en educación nos coloca en penúltimo lugar con el 3.7%, alejados de los países de América latina, muy por debajo de lo que gastan los países de la OCDE al que el bloque de poder ideologiza su ingreso. Con ese porcentaje los negocios con el presupuesto son ineficaces y no pertinentes, son un gasto sin resultados reales, ¿qué sucedería si las empresas educativas de servicios contaran con un techo del 6% del PBI (60 mil millones para el 2018)?

Otro mecanismo supuestamente legitimador del presupuesto en educación es el enfoque economicista de costo/eficiencia, tayloriano, dado que se queda en el falso planteamiento del mejor uso de los escasos recursos que como hasta ahora vemos no ha sucedido por lo menos en los tres años pasados de democracia representativa con presupuestos “técnicos”, “participativos”. Aunque algunos expertos educacionistas recuerdan que en otros países con menores porcentajes los medibles son mayores a los nacionales y asientan la razón del hecho en el mayor compromiso de las familias y comunidades locales para la educación de sus hijos. No es, por tanto, mayores recursos presupuestarios, existen otras variables no económicas que el bloque en el poder no ponen en práctica porque el andamiaje de sus negocios con los actuales montos educativos se resentiría.

En todo aquello hay cuestiones de mayor envergadura, y emanan del enfoque del presupuesto que maneja el MINEDU, dado que en sentido estricto las políticas educativas contenidas en los ejes estratégicos son los que generan programas, proyectos y productos de la función educativa. Más la realidad muestra que la situación es la revés son estos componentes que definen finalmente las políticas desarrolladas y que las directrices ministeriales no logran enderezar. Como también, asumen que basta dictar la norma olvidando que las políticas son reales en las escuelas y no por decreto o declaración del ministro, usando el presupuesto como indicador de resultados que finalmente son engañosos o ideológicos.

De ahí que esas políticas falsamente estén centradas en el estudiante, las prioridades no residan en su enseñanza/aprendizaje, es un entorno deformado con énfasis por condicionamiento de la real finalidad del presupuesto, además de no coordinarlas entre los ejes estratégicos y éstos, con los demás sectores del estado; careciendo los modelos derivados para los grandes temas en la educación nacional de recursos, que se quedan sin fondos, y volvemos a citarlos: contradicciones entre escuela urbana/rural, olvido de la primacía de la escuela en el sector.

Sin embargo, el gran olvido de esa relación inversa de políticas y función educativa es el otro actor educativo, la familia (padre/madre) en las escuelas nacionales. El PAS está reducido a la mirada superficial de recursos encerrado en el círculo de ejes estratégicos de mayores fondos en el enfoque costo/eficiencia. Por esta mirada la tecno burocracia del MINEDU asume que mayoritariamente los padres/madres no tienen expectativas ni aspiraciones por la mejor educación de sus hijos, familias que forman la comunidad local, indicador central de la calidad y equidad educativas. Ninguno de los ejes estratégicos siquiera los alude. Sin embargo, como notamos arriba otros países latinoamericanos con menores recursos por estudiante en Básica en las pruebas de lápiz y papel, tienen mejores rendimientos escolares y una mejor formación integral.

 

El presupuesto para educación del 2018

La ley 30693 aprueba el presupuesto nacional 2018 y como parte de él, los gastos decididos en la educación peruana, Como hemos visto, las dos primeras partes del PAS fueron asumidas por el poder ejecutivo y el poder legislativo, respectivamente. En enero empieza la función de la contraloría. También tomamos conciencia que el primer componente del PRC –receptividad- no ha sido contemplado para esas dos partes, ni el MINEDU ni el Congreso nacional investigan lo que realmente demanda la ciudadanía para la educación nacional, el funcionariado legislativo elegido por voto popular conduce las peticiones que le parece conveniente, constantemente desde el parroquialismo de procedencia; el poder ejecutivo basándose en su conocimiento técnico y pasado histórico (siempre solicita más/menos 10% respecto al anterior presupuesto), el poder legislativo le da la mirada política asentada en información de sus electores que se reduce a intereses de grupos o en el mejor de los casos de partidos o movimientos regionales o locales. El bloque en el poder de esta manera sigue manejando la herramienta administrativa como elemento principal en el copamiento del estado en provecho propio, dentro del proceso social analizado. 

Lo permanente en ese cuadro de situación, son los intereses económicos de los más allegados a los lugares de decisión, éstos para presentar el proyecto de gastos, aquéllos donde se aprueban esos montos y se concretan en cabildeo de grandes empresarios, que desde siempre hacen mercantilismo con el estado. Teniendo a la mano una ideología por la educación, cuando en realidad lo que desean hacer son negocios con esa educación, en un sentido real de acrecentar la desigualdad educativa y profundización de brechas…, que luego son utilizadas para legitimar gastos en un círculo perverso de intereses creados que a su vez son informadas con técnicas publicitarias para hacerlas más creíbles.

El bloque en el poder actúa así porque su filosofía de capitalismo global ha hecho que a más desigualdad mayores ganancias, en edificios que se cuartean, máquinas de un solo uso, materiales educativos desterritorializados, capacitaciones descontextualizadas, consultorías insulsas. Esta mecánica no participativa es constante histórica desde el nacimiento de la república, aunque como en toda evolución de los grandes temas del país, en el presupuesto las mejoras tanto de R Castilla como J Basadre, fueron formales, el quid del asunto nunca ha sido tocado, su PAS ciudadano. Este quid sigue siendo recursos aportados por la ciudadanía, no tiene ninguna función real de afronte a los problemas estructurales de la educación nacional, como tampoco en su controlibilidad dejada a un organismo del estado, que más bien está para ser controlado, como recientemente pudimos conocer con los contratos del presente gobierno.

El PE2018 es resultado de las negociaciones no transparentes entre los agentes del PAS; hacia sus diversas reparticiones como el sector ha sido dividido, estamento nacional, regional, local, organismos centrales y descentralizados, empresas educativas y subsidios personales e institucionales, la suma de todo ello son los 29 mil millones.

Como una forma de entender la racionalidad administrativa en elevación del presupuesto del estado además la tecno burocracia del MEF la define también por funciones; una de ella y es la que estamos abordando, la función educativa. La complejidad de las columnas de derivaciones de montos y sub montos de recursos es un producto de la tecno burocracia que justifica por su racionalidad mayormente cubierta por secretismo en su mayor nivel. Por ello, avanzaremos con la información pública, general, manejada como parte del proceso del PAS y dada a conocer por el MINEDU y el Congreso nacional.

Si en general el PRC del presupuesto nacional es una preocupación, en el sector educación tiene aristas inéditas. El MINEDU con el propósito de mejorar las decisiones desde hace algunos años está centralizando información desde los diversos estamentos administrativos. Información que asume cristaliza las demandas del sistema educativo. Es lo que sirve de base técnica para la planeación del presupuesto y que se halla en la base de los documentos como la intervención del ministro de educación en el Congreso. Los interlocutores son endógenos y son los mismos ejes en la vigencia de la actual ley general de educación. Los otros interlocutores vivos, padres y madres de familia (por que no los propios estudiantes) así como las organizaciones magisteriales para el PRC son invisibles, como máximo, su participación la reducen a oyentes de las “propuestas” de la sabia tecno burocracia, como sucedió con el reciente aprobado currículo nacional de educación básica 2016. Lo cual conduce a una conclusión clara el PE2018 se deslizará con los mismos excesos y errores de los anteriores presupuestos y la bola seguirá corriendo…

Imagen 2. Academicismo del siglo XIX al servicio del capitalismo industrial de ese siglo

El humanismo es de derechos humanos y democracia moderna de este siglo. El academicismo fue execrable y egoísta, como los presupuestos educativos econométricos que tienen como finalidad la competitividad y productividad, otro extremo de la mediocridad apuntada por Gonzales Prada.

 

Presupuesto del MINEDU y Lima metropolitana 2018.- La demanda de recursos de la tecno burocracia del MINEDU para el tercio de la población del sistema educativo manifestada por el ministro y decidida por él, son 10,861 millones de soles para el 2018; 36.9% para el MINEDU (Lima metropolitana) de los cuales transfiere a Universidades y Regiones el 33.6%[16]. De la diferencia, 2,675 millones para la DRELM, 2,023 a infraestructura, 1045 a el MINEDU, 841 a PRONABEC, 435 a materiales educativos, 94 millones a calidad educativa, 58 millones a todas las artes, 30 millones al COAR de Huampaní.

Con cifras de tres números o más, fuera de la DRELM (que implica el sostenimiento mayoritario -70%- de las instituciones educativas estatales de la jurisdicción, el resto lo paga las familias pobres de los estratos E, D, C), tenemos infraestructura, tecno burocracia, becas y materiales educativos, hace un total de 4344 millones, más del doble de lo que la ciudadanía a través del MINEDU aporta para ser gastado en las escuelas públicas de Lima Metropolitana. Las instituciones superiores de artes, la calidad de educación básica y el desarrollo de “talento” (sic) suman 182 millones[17]. Todas las artes –música, plástica, folklore, ballet, teatro- y el ISP Monterrico son menos de la mitad de lo previsto para materiales educativos, cuatro veces y media menos de becas, ni ingresar a comparar con los otros montos, pero si nos indica cuáles son las prioridades del bloque del poder para la educación integral de los peruanos.

 Derivamos nos generalizaciones, el reparto de los recursos ni siquiera se ajusta al propio mandato de la Ley, donde dispone la primacía de la escuela en el sistema de gestión educativa, la institución educativa pública no es realmente lo que, en el presupuesto presentado y aprobado tanto del ejecutivo como del legislativo, dicen querer en la frase carente de sentido de una escuela pública de calidad, o como el propio ministro sostiene que el de sentido a la vida. Las altas cifras serán gastadas –como viene siendo desde años anteriores- en las empresas asociadas hacia locales y equipamiento, materiales educativos, consultorías y sueldos de la alta burocracia del MINEDU.

Las becas es un tema particular dado que representan el fracaso del sistema educativo público en la formación básica y profesional superior, beneficiando de este modo a los monopolios diversificados que no solo están en materiales o construcción sino también en entidades universitarias; círculo perverso cerrado con los bajos recursos dados a las universidades nacionales. Las becas en realidad son limosnas que el bloque en el poder concede a través del sistema educativo, dado que son conferidas a los pobres que deben repartirse cerca del tercio del producto bruto interno del país porque los no ricos se llevan más de los dos tercios, siendo una minoría de la población nacional. Las becas no resuelven el problema, porque si bien hoy el poder da una beca, mañana se necesitará otra y así sucesivamente. ¿Por qué no se crean las condiciones de trabajo para que los ciudadanos mismos construyan sus condiciones de vida y no necesiten de esas limosnas?, que además sirven para financiar servicios de baja calidad con el mercantilismo del estado.

Así el presupuesto nacional para el tercio de la población estudiantil del país es un campo de negocios justificados por un anhelo legítimo de la ciudadanía por una mejor educación, pero en la práctica es parte de un circulo anual de negocios con el estado y así tener las industrias en movimiento, las “que dan trabajo” (sic). Por la reiteración de todos esos hechos la credibilidad de lo presupuestado se licua. Y la función real del presupuesto es servir como campo de transacciones con la prestación del servicio de la educación entre empresarios privados y la empresa sistema educativo representada por el MINEDU. Si esta verdad derivada de las asignaciones de los más de 10 mil millones de soles fuera consultada a la ciudadanía de Lima metropolitana utilizando los sistemas computacionales actuales, de seguro una mayoría se opondría a ello. Como tampoco existen los mecanismos de seguimiento para que todo el tinglado empresarial que implica aquella distribución sea controlable por la ciudadanía, el PRC es inexistente. Los portales de transferencia, de educación, por ejemplo, no tiene ni las hojas de vida de los actuales funcionarios, menos comunicara los contratos respectivos, si para los mismos congresistas les son negados a Juan Pueblo ni se le admite la posibilidad de conocerlos, porque “no los entendería” (sic).

De ahí que los mecanismos de gobierno del sector en Lima metropolitana para legitimarse serán la propaganda para hacer ideología ocultando las condiciones materiales de reproducción de los procesos críticos del sistema educativo en las carencias transversales de adecuación curricular (y sus procesos internos), formación continua de los docentes de educación básica y superior, supervisión democrática personalizada, investigación para la innovación pedagógica por docentes en aula. Más bien, cada uno de los actores principales del ejercicio presupuestal lo que está haciendo y hará a lo largo del 2018 es apoyar al sostenimiento del modelo socio económico cultural vigente, con su axiología conservadora y pietista dentro de una escuela confesional, aunque la ley la declare laica, así como garantizar desde el inicio del año los contratos necesarios a las carencias estructurales de locales, equipos, materiales, etc., donde las escuelas en asentamientos humanos es un buen motivo de propaganda.

Esa será la gobernanza del sistema educativo en Lima metropolitana desde el vértice del poder educativo y solo quedará acallar las protestas, o mejor, canalizarlas de manera que el mito de mayor presupuesto para educación siga posesionándose del imaginario magisterial, dado que para mejorar la infraestructura se necesitaría ¡diez mil millones de dólares! Para esta parte del país. Cualquier cuestionamiento al PE20187 desde la ciudadanía será un atentado a la legalidad instaurada en el numerario de la ley y de la cual emana la autoridad para disponer dentro de los parámetros de la norma de los recursos que la ciudadanía paga a diario. Una ciudadanía integral producto del sistema educativo no será apoyado con el mejor uso de los recursos económicos, quedándose en una ciudadanía capitalina pasiva que vota cada cinco años y de receptiva a los mensajes por los medios de comunicación. El círculo se cierra hasta el próximo año.

Presupuesto por función educativa 2018. – En la constitución de 1979 se introdujo la disposición de destinar el 20% a la educación, entendida como sistema educativo nacional. Las condiciones económicas del momento por la naturaleza dependiente del mercado peruano, llevaron a la realidad ese porcentaje que significaba cortar a otros sectores, los de mayor presencia en el bloque, defensa y economía, por lo que idearon que no se refería la educación al sistema sino a la educación de todo el estado y con este argumento el 20% quedó pequeño. La carta de 1993 abre la posibilidad de esta otra forma de afronte de la educación que es práctica en los últimos años.

En el dictamen en mayoría la orientación del bloque de poder para la función educación se ve con mayor claridad al momento de tomar al estado como totalidad y hacer la siguiente distribución:

  • 16 247 millones para “logros de aprendizajes de estudiantes de educación básica regular
  • 2 392 millones para formación universitaria de pre grado
  • 657 millones para acceso y permanencia de población con alto rendimiento académico a una educación superior de calidad
  • 504 millones para incremento en el acceso de la población de 3 a 16 años a los servicios educativos públicos de la educación básica
  • 185 millones para inclusión de niños y niñas y jóvenes con discapacidad en la educación básica y técnico productiva
  • 181 millones para mejora de la formación en carreras docentes en institutos de educación superior no universitaria
  • 156 millones para la mejora de las capacidades militares para la defensa y el desarrollo nacional
  • 111 millones para fortalecimiento dela educación superior tecnológica
  • 83 millones para reducción de vulnerabilidad y atención de emergencia por desastres
  • 11 millones para mejora de la competitividad de los destinos turísticos
  • 4 millones para desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación tecnológica[18]

 

Total 20531 millones de soles que sumando las acciones centrales 1860 y asignaciones que no producen educación 5040 el estado peruano en el 2018, tiene la intención de gastar 27430 millones de soles en la función educativa. Resalta el enorme monto de soles para “logros de aprendizajes de estudiantes de educación básica regular” (sic) 16 247 millones de soles[19] y 4 millones para ciencia, tecnología e innovación tecnológica. Cabe distinguir que todo ese monto se destina en la lógica de los aprendizajes para la educación básica regular (de menores), no comprendiendo en él, las otras básicas como especial y alternativa, ¡aquí no se dan aprendizajes!, según el bloque en el poder. El peso del número de estudiantes no es argumento válido para la falta de una mirada integral a la educación nacional, pero así la conceptúa los funcionarios del ejecutivo como del legislativo, que bajo la creencia de la competitividad y productividad este es el gran norte del sistema educativo nacional.

Significa según el citado documento que el 79.1% de la función educativa se gastarán en este año en una modalidad de educación básica que alcanza al 95% de la etapa del sistema educativo nacional. Y, ¡el 0.01% para ciencia! Con esa cantidad la matricula estatal del 2017 que fue 5795017 por cada estudiante tendríamos 2803.61 soles anuales (849 dólares americanos), mayor a lo gastado en el 2015[20]. El gasto mensual sería de una pensión de empresa educativa privada marginal en Lima metropolitana, sin embargo, por el posicionamiento del mercado en la conciencia ciudadana, la prestación educativa en la escuela pública está desvalorada y en la empresa educativa sobrevalorada. Ocultan estas cifras la constante privatizadora de la creencia neo liberal criolla en la dación de váucher a los padres de familia (que viene desde el fujimorato de la década de 1990) y con esos bonos pagar la educación básica de sus hijos en cualquier otra empresa educativa de su preferencia, receta de uno de los íconos de la economía Friedman para “salvar” la educación en el mundo…, y que en los mismos Estados Unidos ha fracasado.

De otro lado lo otorgado a la ciencia es expresión de una distorsión tremenda que indica con toda transparencia la errática motivación del bloque en el poder tiene para la educación nacional. Ganado por la ideología del capitalismo global, asentado en bonos y acciones de economía libre, el país sería un eterno dependiente de conocimiento importado, dado que con esa cantidad de fondos todo el discurso de la innovación y creatividad en el sistema educativo está negado. Los recursos de todos los ciudadanos no han sido distribuidos para hacer lo que los padres de la república la pensaron como más libre e independiente, sino que a estas alturas la república dependerá de los centros mundiales del poder que tienen los medios para seguir profundizando la brecha en la sociedad del conocimiento de este siglo. Y así lo entiende tanto el ejecutivo como el legislativo.

Analizando aún más, el monto para básica regular nacional en cuanto a aprendizajes, de esa estimación del ministro en su sustentación del presupuesto 2018 detalló su pedido para la “educación básica, currículo y aprendizajes en 1467 millones de soles[21] y que colocamos en el cuadro siguiente:

 

Intervención

Descripción

Monto en millones

Meta 2018

Jornada Escolar Completa –JEC- no incluye acompañamiento a profesores, ni prefabricados, equipamiento, mobiliario o el software de inglés.

•    Incremento de la jornada de 35 a 45 horas pedagógicas semanales

•    Integración de TIC SEN el proceso de enseñanza y aprendizaje

S/ 538.5

2,001 JEC en beneficio de 588 mil estudiantes

Acompañamiento

•    Diferentes tipos de acompañamiento al docente adaptados al contexto

•    Buscar fortalecerla práctica pedagógica

S/ 489.7

Cobertura de matrícula:

• EIB:36%

• Multigrado: 40%

• Primaria poli docente: 45%

• Secundaria rural: 9%

Colegios de Alto Rendimiento –COAR- incluyen nuevas promociones y presupuesto destinado al Colegio Mayor Presidente del Perú.

•    Dirigido a estudiantes de 3º a 5º de secundaria

•    1,100 nuevos estudiantes en el 2018

 

S/ 221.6

Un COAR por región para 7,800 estudiantes

Fortalecimiento educación inicial, incluye continuidad PRONEI, acceso, no se considera materiales educativos.

•    Conversión de 811 PRONOEI a escuelas de inicial en Lima Metropolitana

•    Piloto de implementación del currículo en 1,020 IEI pública súrbanas

S/ 169.5

Cobertura del 89% de niños de 3 a 5 años matriculados en inicial

Diplomado y Segunda Especialidad

Programa dirigido a fortalecer el liderazgo pedagógico del 100% de los directores

S/ 47.9

13,532 directores

Fuente: PP de la exposición del ministro de educación ante la comisión de presupuesto del Congreso, noviembre 2017

 

Los cinco temas priorizados están en gastos corrientes ubicados en secundaria con la Jornada completa y que llegaría a medio millón de alumnos, como una de las “soluciones” a los bajos rendimientos escolares evidenciados en las pruebas de lápiz y papel que para el presupuesto 2015 representó el 86% del total[22]. Lo que disimula la evidencia que la baja calidad en la formación integral de los estudiantes de la EBR está en los docentes que muestran un dominio bajo y muy bajo del contenido de lo que enseñan, abriendo un campo de preocupaciones por las calidades de actualizaciones para este proyecto.

Para acompañamiento pedagógico destinan el segundo monto mayor dentro de la categoría presupuestal logros de aprendizaje o conocido por PELA que representa largamente la mayor cantidad de recursos. Pero que en primaria EBR se ha convertido en un ingreso adicional con pocos resultados concretos como los propios planificadores del MINEDU reconocen en sus documentos de evaluación. Y las metas auto identificadas quedarán como referencias como han sido todas las anteriores en el trienio analizado.

El resto del presupuesto 2018 se completa con la demanda de fondos desde el MINEDU algunos temas con montos u otros declarativos son para básica especial, básica intercultural, básica alternativa; fondos para docentes, educación superior y técnica, becas, infraestructura, espacios y medios educativos, dotación de TIC, institutos de excelencia, inversiones complementarias, reconstrucción con cambios; fondos para gestión de órganos intermedios, capacitación y evaluaciones, semáforo escuela, sociedad educadora (aquí no hay datos ni montos)

 

Principales generalizaciones del análisis

Los dos niveles de abordaje del presupuesto en educación son complementarios, el nivel primario formal, el bloque en el poder privilegia y propagandiza; en cambio el segundo nivel en la mirada antropolítica por ser crítica y disruptiva está oculta incluso para aquellos especialistas y expertos no pedagogos que han hecho de la educación su tema de trabajo.

La relación PAS y PRC son los marcos mentales, abstractos, ascensionalmente eficaces analizadores de intereses y necesidades del bloque en el poder en el PE2018 respecto a la educación nacional que quiere y ha querido desde los orígenes de la república y que algunos docentes han cuestionado en momentos críticos de la historia de la educación peruana.

Por ello, la simetría del PAS/PRC expresa legitimización del uso de los recursos aportados por la ciudadanía para la prestación del servicio educativo en las escuelas públicas, así como son base de credibilidad de las decisiones aportadas por los responsables legales del PE 2018. En su mayoría las empresas educativas privadas tienen una función marginal, quedando en el presupuesto nacional residuos del pasado copamiento de la clerecía que todavía recibe aportes del estado.

En ese sentido, la ciudadanía que paga IGV todos los días no tuvo espacios de participación vía PRC en el PAS del presupuesto 2018, las demandas de recursos son y han sido canalizadas burocráticamente, sancionando una actitud pasiva para la intervención ciudadana que muestra además que solo en cuanto a consumidor es como necesita la tecno burocracia a los que pagan a diario el IGV; el seguimiento de los recursos asignados a los diversos proyectos y programas es un espacio por conquistar en el manejo democrático de la publicitada rendición de cuentas de creencia del neo liberalismo criollo.

Del mismo modo, el PRC es manoseado desde las esferas del bloque de poder, aceptando las opiniones de corte economicista del PE2018 por lo que no apuntan al quid del presupuesto quedándose en las formas. La mirada antropológica abre espacios de tiempo y lugar con respeto a la efectividad del presupuesto y no se queda en el enfoque costo/eficiencia de la creencia contable que angosta la mirada del estado, para los gastos en la educación nacional.

Toda la documentación preparada por la tecno burocracia del MINEDU es simétrica con la creencia de los representantes en el Congreso nacional respecto a que el PE2018 en educación debe tener como objetivos la productividad y competitividad, de manera que con esta fundamentación legitima los recursos de un mercado “perfecto” (sic); marginando la disposición incluso constitucional sobre la formación entera, completa de la personalidad del educando, atendiendo a aquellas creencias reduce al egresado del sistema educativo nacional a trabajador y consumidor. Así el humanismo para formación de ciudadanía activa en base a las artes, filosofías, no son ni serán prioridad para el bloque en el poder.

Atienden de ese modo a la función educativa del sector desde ejes estratégicos que se vienen repitiendo por lo menos en los últimos presupuestos desde la vigencia de la actual ley general de educación y cuyos resultados, incluso en la lógica del nivel formal, son menesterosos, con los cuales perennizan los grandes problemas educativos a los requerimientos del cabildeo por contratos, consultorías, préstamos, etc., de empresarios cuya creencia en la iniciativa privada de fomento del talento es todo el horizonte de éxito educativo.

Resultados aquellos que no pueden ser ocultados plenamente pero que la tecno burocracia del MINEDU atempera, permeando relativos de modo de mostrar que “alguito” hemos avanzado cuando los gastos para la EBR y su programa estrella de logros de aprendizajes solo está imaginado para aprendizajes medibles por pruebas de lápiz y papel, no como relación de proceso enseñanza/aprendizaje donde la formación integral escolar en pensamiento simbólico y crítico (arte) no tiene mayor significado.

 

Notas:  

[1] ver Estado de la educación en el Perú, FORGE, Pág. 30

[2] el dictamen en minoría –dm- lo define como “instrumento de planificación (…) un mecanismo de distribución de recursos (…) puede ser un instrumento de política económica”, Pág. 1. Por su parte el dictamen en mayoría –DM- lo entiende como un instrumento financiero, legal; cita el concepto normativo de la Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto “…constituye el instrumento de gestión del Estado…”

[3] El dm no discute el marco donde se inscribe el presupuesto, pero apunta “… usualmente las demandas sociales de los diferentes sectores no se ven reflejadas, y los ciudadanos y ciudadanas, así como sus instituciones, no encuentran en el presupuesto una vía para canalizar las mismas…”, Pág. 2. El DM no discute este marco, reconoce la calidad de instrumento de política económica buscando la eficiencia del gasto, aunque cita a un autor (Licciardo Cayetano) que reconoce el carácter republicano “…dado que nace junto al derecho del pueblo a saber lo que le gobierno hace con el…”., Pág. 4

[4] “… Las políticas son guías que orientan la acción institucional/pedagógica (…) se expresan como criterios o lineamientos generales a tener en cuenta al momento de adoptar decisiones sobre dificultades que se repiten en la organización educativa…”, Pág. 48, C Delgado

[5] para tecno burocracia ver a H Mintzberg, aquí utilizamos el concepto como el personal de confianza ubicados en la alta dirección y el segundo nivel organizacional del MINEDU, por ejemplo

[6] en la racionalidad presupuestaria esta función abarca cuatro categorías: logros de aprendizajes en básica regular, incremento de la matrícula en la misma modalidad, acciones centrales, y asignación que no llevan a productos, pág. 105 del DM

[7] ver Resumen Ejecutivo del Presupuesto 2018, Pág. 3 y 4. Nótese el uso del verbo incrementar que ideologiza el presupuesto dado que equidad, calidad, competencias docentes, desempeño, oferta deportiva en las escuelas públicas ocupan los últimos lugares en la región; más lo que si aumenta es la participación privada en la educación.

[8] Ibídem

[9] exámenes de lápiz y papel al estilo de las pruebas internacionales cuestionadas en su diligencia en las empresas privadas del país, que “no desean salir con porcentajes bajos”, como también por la distorsión en la carpeta pedagógica del grado, ambas áreas curriculares son priorizadas en las sesiones de aprendizajes durante todo el año escolar con adiestramiento semanal para contestar esas pruebas (las pruebas se rinden en noviembre, al finalizar el año escolar en básica regular).

[10] notemos que, en este eje, se escriben millones y no el objeto de la acción.

[11] ver Resumen Ejecutivo del Presupuesto 2018, Pág. 6

[12] en el currículo nacional de educación básica 2016 (así como del 2008) el marco estratégico, rasgos de egreso, facultades transversales, competencias curriculares se refieren a ellos –algunos disminuidos- pero no se reflejan en los presupuestos, dado que, según la creencia neo liberal criolla, no aumentarán el PBI (sic)

[13] PP de la exposición del ministro de educación ante la comisión de presupuesto del Congreso, noviembre 2017

[14] Ibídem

[15] Estado de la educación en el Perú, FORGE, Pág. 26

[16] 3660 millones. A esto hay que sumar los fondos directos a las regiones de 14110 millones; así como los 4587 para universidades y organismos públicos descentralizados

[17] PP de la exposición del ministro de educación ante la comisión de presupuesto del Congreso, noviembre 2017

[18] Dictamen en mayoría del congreso, pág. 105

[19] En la pág. 96 del DM “El Programa presupuestal Logros de aprendizajes de estudiantes de la educación básica regular (EBR) tiene mayor asignación de recursos para el año fiscal 2018 cuyo resultado especifico es mejorar los logros de aprendizajes en los tres niveles educativos: inicial, primaria y secundaria. Este programa presupuestal tiene una asignación de 16248 millones, equivalente al 21.9% del total del presupuesto en programas presupuestas, de los cuales 10273 corresponde a los gobiernos regionales que se destinan al pago de docentes, mantenimiento de instituciones educativas, distribución y gestión de materiales

[20] “… Resumiendo, a partir de la información del 2015, en el conjunto de la educación básica regular se gastan por estudiante 2073 soles de ese año, lo que equivale a poco más de 600 dólares corrientes de ese mismo año. En los niveles de educación primaria e inicial se gasta relativamente menos (1994 y 1608 soles respectivamente), mientras que en secundaria esta ratio es de 2481 soles o su equivalente en dólares: 730. En la educación básica alternativa se gasta menos que en primaria, mientras que, en la educación básica especial, más de tres veces lo que se gasta en la educación básica regular…”, Pág. 156 Guadalupe. Para este 2018 ha subiría el gasto por alumno de EBR.

[21] PP de la exposición del ministro de educación ante la comisión de presupuesto del Congreso, noviembre 2017

[22] “… Solo la educación básica (DF-047) representó el 71% del total del gasto total en educación. Cada grupo funcional de los niveles de educación inicial, primaria y secundaria se divide en cuatro categorías presupuestales (figura 1), de las cuales la más importante —desde el punto de vista de los recursos financieros que concentra— es la categoría 90, denominada «logros de aprendizaje de estu­diantes de la educación básica regular»…”, pág. 149, Guadalupe.

 

Bibliografía:

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CONGRESO DEL Perú (2017). Dictamen en minoría de la Comisión de Presupuesto. 27 noviembre.

CONGRESO DEL PERU (2017). Ley del Presupuesto 2018, N° 30693, 07 diciembre.

DELGADO, C. (2002). Planificación y administración educacional. Lima: Ed. del autor.

GANUZA FERNÁNDEZ, E. (2009). Control político y participación en democracia: los presupuestos participativos. Fundación Alternativas.

GUADALUPE, C., et. al. (2017). Estado de la educación en el Perú. Lima: Forge/Grade, Impresiones y Ediciones Arteta.

MINEDU. Exposición del Ministro ante la Comisión de Presupuesto, noviembre 2017.

_____. Resumen ejecutivo del presupuesto 2018, noviembre 2017.

 

Cómo citar este artículo:

DELGADO HERENCIA, César, (2018) “Para leer el presupuesto de educación 2018”, Pacarina del Sur [En línea], año 9, núm. 36, julio-septiembre, 2018. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Viernes, 29 de Marzo de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1631&catid=10