Memoria de Uchuraccay

Lo que todo periodista y estudiante de periodismo debe de saber...

Edmundo Panay Lazo *
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Asociación Cultural Latino Americana Pacarina del Sur (ACLAPADES)

Recibido: 15-12-2014 Aprobado: 10-12-2014

 

CAPITULO I

Había empezado el año 1983. Gobernaba el país Acción Popular con Fernando Belaunde Terry. Hacía apenas unos días que había sido declarado el Departamento de Ayacucho en estado de emergencia, puesto bajo el control del Comando Político Militar, a cargo del General Roberto Clemente Noel Moral, y se había establecido la Infantería de Marina en la provincia de Huanta.

Desde la aparición de la subversión la realidad ayacuchana era otra, como también era la del país, los huaynos sonaban más dolientes, las guitarras empezaban a trinar amarguras.

La colonial ciudad de Huamanga sufría los más duros embates, mientras Huanta sentía remecer su entraña andina y selvática, allá donde los silenciosos iquichanos (campesinos de las zonas altoandinas) conversaban con el ichu (pasto de las zonas altoandinas), mientras el frío azotaba sus rostros endurecidos.

En los periódicos, en la televisión, en la radio, en el dato del vecino Ayacucho estaba en la noticia, casi todos los días había una novedad que lamentar. Los medios capitalinos movilizaban constante sus enviados especiales hasta la convulsionada ciudad de las iglesias.

Los miembros del Partido Comunista-Sendero Luminoso incursionaban en las comunidades, no sólo con acciones armadas sino con tareas proselitistas. Llegaban a los lugares más alejados para comprometer la participación de los comuneros en sus tareas políticas.

Uchuraccay, comunidad campesina huantina, que vivía dispersa a más de 4000 msnm, teniendo por fondo el imponente nevado de Rasuwilca, tenía en 1981 una población de 470 habitantes, el 30% sabía leer y escribir; en torno a la plaza de armas se ubicaba la hacienda, iglesia, cementerio, cabildo y escuela. 

De pronto, en 1981, fue visitaba por los sediciosos, logrando comprometer a algunos miembros de la comunidad, tanto es así que al año siguiente ya tenían una base de apoyo. En algunas comunidades vecinas habían sido sustituidas las autoridades tradicionales, en Uchuraccay éstas continuaban en su ejercicio.

Los comuneros se opusieron a varias acciones de desarrollo de Sendero Luminoso. En el mes de octubre, con motivo de la celebración de la Virgen del Rosario, se hizo una fiesta en la comunidad, los subversivos colocaron una bandera roja en uno de los cerros; el Presidente de la Comunidad Alejandro Huamán Leandro la quemó.

Esta resolución traería graves consecuencias para los uchurucaínos, el Presidente de la Comunidad Alejandro Huamán sería asesinado por las huestes senderistas. También  Eusebio Ccente y Pedro Rimachi, Presidente de la Comunidad y Teniente Gobernador de la comunidad de Huaychao, respectivamente.

Los comuneros empezaron a planificar sus acciones de defensa reuniéndose   constantemente, de esta manera pasaron a la acción, el día 21 de enero mataron siete sediciosos, cuatro en Huaychao y tres en Macabamba, anteriormente habían muerto a cinco en Uchuraccay.

Lo que trascendió fue lo de Huaychao, a través de una declaración de prensa del Jefe del Comando Político Militar General Clemente Noel Moral, quien dio especial importancia a la acción de los comuneros. Por su parte también el Presidente de la República tuvo expresiones encomiásticas. Decidieron enviar un helicóptero con quince sinchis (comandos antisubversivos),  llevando víveres a Uchuraccay.

En la ciudad de Ayacucho, en el Hotel “Santa Rosa” se encontraban instalados un grupo de periodistas de medios de información capitalinos, captaron la sensación de incredulidad que había en la opinión pública respecto a la información del General Noel Moral, entonces  decidieron viajar a Huaychao para comprobar los hechos.

Foto 1:

 

http://www.caretas.com.pe/2003/1756/web/uchuraccay/62-1.jpg

Al amanecer del día 26 se embarcaron en el carro del taxista Salvador Luna, contratado el día anterior, de esta manera fueron recogidos de su alojamiento los periodistas Eduardo de la Piniela Palao, Pedro Sánchez Gavidia y Félix Gavilán Huamán del Diario Marka; Jorge Luis Mendivil Trelles y Willy Retto Torres del diario Observador; Jorge Sedano Falcón de La República, Amador García Yanque de la revista Oiga; recogieron al periodista ayacuchano Octavio Infante García, Director del diario Noticias, cruzando sin inconvenientes el control militar del Ovalo de la Magdalena a las 6.30 am.

Mientras los periodistas se enrumbaban a su destino, en busca de la verdad, en Uchuraccay los sinchis que habían pernoctado ahí, aleccionaban a los comuneros diciéndoles: “nosotros no vendremos por tierra, sólo en helicóptero. Y si alguien desconocido viene por tierra lo matan”. Esas fueron declaraciones recogidas por el periodista ayacuchano Pedro Morales el 30 de Enero, dadas a conocer en la Asamblea que organizó la Comisión Investigadora que nombró el gobierno, presidía Mario Vargas Llosa. Asimismo aparecen en los testimonios brindados ante el Juez Juan Flores Rojas, en marzo y mayo de 1983,  y en las declaraciones ofrecidas durante el juicio oral. También recogidas por el miembro de la Comisión de la Verdad Antonio Morote Sánchez el 27 de abril del 2003 en Uchuraccay.

Los periodistas llegaron a las 8.30 am. a Yanaocro, desayunaron en Paclla y tomaron fotografías, después de dos horas de viaje. El taxista los dejó un poco más allá de la laguna de Tocto, ubicada entre Huanta y Tambo, ahí se inicia un atajo que sirve a los campesinos de acceso a las montañas, este camino lo conocía muy bien Infante, quién tenía familiares en Chacabamba, lugar al que llegaron al cabo de dos horas, visitando a la familia Argumedo García, medios hermanos de Infante. Juan Argumedo, con desagrado de la familia, aceptó guiarlos hasta Wachwasaqa, un abra que está a la entrada de Uchuraccay. A las 11.30 retomaron  viaje.

En Uchuraccay, a media tarde, estaban reunidas las autoridades y comuneros en la casa de Fortunato Gavilán García, ubicada en dirección del camino, mientras bebían  posiblemente tomaban acuerdos para protegerse de Sendero.

En eso,  vieron a los periodistas y salieron gritando “los terroristas están viniendo”…

Sabemos lo que pasó … cuarenta minutos después los periodistas serían mártires de la libertad de expresión … entre ellos el huanuqueño Pedro Sánchez Gavidia.

 

CAPÍTULO II

Los comuneros salieron al encuentro de los periodistas y los acorralaron, mientras otros corrían para dar alcance a Juan Argumedo.

Estaban armados de palos, hachas, machetes, piedras, lazos, sogas. Los periodistas no podían hablar. No fue posible el diálogo, en algún momento pidieron que los llevaran a la policía del Tambo, pero la comunidad parecía convencida de que habían capturado terroristas.

Los campesinos enardecidos atacaron con violencia inusitada, la matanza fue cruel, la acción duraría aproximadamente cuarenta minutos.

Luego fueron enterrados en cuatro fosas, cavadas superficialmente cerca de la plaza de armas.

Mientras que el guía Juan Argumedo fue alcanzado y también muerto, enterrado a orillas del riachuelo.

Foto 2:

 

http://www.larepublica.pe/26-01-2012/homanaje-cultural-las-victimas-de-la-masacre-de-uchuraccay

Así se consumó el horror, en el paraje de una puna silente terminó la búsqueda de la verdad que habían emprendido estos bravos periodistas, ahora había que buscar una nueva verdad.

El día 27 llegó a Huaychao un helicóptero, venían los periodistas de la revista Caretas Gustavo Gorriti y Oscar Medrano. Ahí fueron informados que las autoridades y cincuenta comuneros habían marchado hacia Uchuraccay donde había guerra.

El día 28 se tuvo noticias de la desaparición de los periodistas, patrullas del Tambo y Huanta fueron comisionadas para verificar. Así lo hicieron el teniente de la Armada Peruana Ismael Bravo Reid y el Jefe del Comando Contrasubversivo de Huanta, quienes llegaron a Uchuraccay el día 29 a las 7.00 pm.

El día 30 fue cancelado el vuelo del avión presidencial. A la ciudad de Ayacucho arribó el vuelo de un avión fletado por el diario La República con representantes del periodismo nacional y extranjero, parlamentarios, familiares de los fallecidos.

Ese mismo día el Jefe del Comando Conjunto General Noel Moral dio una conferencia de prensa, en la que manifestó que no conoció del viaje de los periodistas hasta el día 28 en la tarde y que los periodistas llegaron a Uchuraccay portando una bandera roja.

Ese mismo día en la mañana arribó a Uchuraccay Pedro Morales corresponsal del Diario Marka,  a través del cual el país pudo ver horrorizado la imagen de la masacre.

El gobierno nombró el 2 de febrero  una Comisión Investigadora presidida por el escritor Mario Vargas Llosa, el Decano del Colegio de Periodistas del Perú Mario Castro Arenas y el jurista Abraham Guzmán Figueroa, quienes deberían elaborar un informe sobre los sucesos en el plazo de un mes. Esta Comisión se reunió con la comunidad de Uchuraccay el día 11 de febrero, con la asistencia de tres antropólogos, un psicoanalista, un jurista y dos lingüistas.

La entrega del informe al Presidente de la República se produjo a inicios de marzo, Mario Vargas Llosa efectuó una exposición por la televisión, también fue publicado.

 foto 3:

 

http://www.contrainfo.com/8232/vargas-llosa-encubridor-de-la-masacre-de-uchuraccay/

El informe describe el contexto, que se sintetiza en la violencia generalizada que venía produciéndose en la zona por el enfrentamiento abierto entre las comunidades y los miembros del Partido Comunista-Sendero Luminoso.

Asimismo, reconstruye los sucesos ocurridos desde que los periodistas iniciaron los preparativos del viaje hasta que ocurrió la tragedia, estableciendo con “convicción absoluta” que “el asesinato fue obra de los comuneros de Uchuraccay, sin que en el momento de la matanza participaran fuerzas del orden”.

La masacre fue presentada de manera controvertida  “como resultado de un mal entendido generado por las diferencias culturales existentes entre los campesinos quechuas y el país urbano”, “concluyendo que la masacre mostraba la propia tragedia del Perú como país y nación”.

Foto 4:

 

http://www.larepublica.pe/26-01-2012/asociacion-nacional-de-periodista-rindio-homenaje-martires-de-uchuraccay

Sin embargo, la Comisión de la Verdad y Reconciliación refuta esta tesis cuando manifiesta que los uchuracainos eran respetuosos del orden jurídico y de los organismos de seguridad, reconociendo la autoridad de la Guardia Civil como ente protector y estabilizador. Asimismo afirma que Uchuraccay no estaba aislado, tenía una escuela, había jóvenes que se dedicaban al comercio y usaban indumentaria urbana, así como relojes pulsera.

Los medios presentaban distintas versiones, El Diario Marka responsabilizaba al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y al Presidente de la República, mientras que el diario El Comercio  y la revista Caretas daban más credibilidad a la información oficial.

Asimismo, las fotos encontradas de Willy Retto corresponden a instantes anteriores a la masacre, en ellas se “reconoce” la presencia de sinchis o infantes de marina por usar anteojos, pantalones de material diferente a la bayeta común entre los campesinos y, además, su porte”.

El proceso judicial fue iniciado el 30 de enero de 1983, día de la exhumación. El expediente de más de diez mil fojas se encuentra en el 7mo. Juzgado de Procesos Reservados de Lima.

La sentencia definitiva fue expedida en revisión  por la Corte Suprema de la República el 14 de junio de 1988, mediante la cual elevó a 15 años la pena por homicidio simple a los comuneros campesinos Dionisio Morales Pérez y  Mariano Ccasani Gonzales, el otro inculpado Simeón Aucatoma Quispe falleció de tuberculosis en Lurigancho. Confirmó el resto de la sentencia, incluso aquella parte que declara comprobada la presencia militar y policial en Uchuraccay el día de la masacre.

 Foto5:



http://www.elpopular.pe/series/escolar/2013-01-21-30-anos-de-la-matanza-de-uchuraccay

El proceso no ha terminado, se halla en situación de reserva, catorce de diecisiete inculpados no fueron capturados. La orden de requisitoria todavía sigue vigente, la mayoría ha fallecido, otros viven sin saber que la justicia los busque.

La responsabilidad recayó sobre los tres únicos detenidos, a pesar de que los magistrados no lograron comprobar su participación directa el día de la masacre.

A pesar del tiempo transcurrido el asesinato de los ocho periodistas no ha quedado esclarecido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha recomendado reabrir el caso por considerar que ha habido irregularidades en el proceso, las autoridades judiciales no han investigado la presunta participación de las fuerzas armadas en la masacre.

Por esta razón los familiares de las víctimas y el Sindicato Unitario de Trabajadores del Periodismo y la Comunicación Social del Perú (Sutpecos), así como las organizaciones representativas de los  periodistas y trabajadores de la prensa, y la opinión pública nacional solicitan a los poderes del estado atiendan la determinación de la Comisión interamericana de Derechos Humanos y que esta masacre no permanezca en la impunidad.

La justicia seguirá esperando…

In memorian  mártires de la libertad de expresión…

 

* Edmundo Panay Lazo. Escritor y poeta nacido en Huánuco.

 

BIBLIOGRAFIA

COMISION DE LA VERDAD Y RECONCILIACION. Informe Final. Lima: CVR, 2003.

 

Cómo citar este artículo:

PANAY LAZO, Edmundo, (2015) “Memoria de Uchuraccay”, Pacarina del Sur [En línea], año 6, núm. 22, enero-marzo, 2015. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Viernes, 19 de Abril de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=1103&catid=15