El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN); opción Libertadora para Nicaragua

 The Sandinista National Liberation Front (FSLN); Liberating option to Nicaragua

 A Frente Sandinista de Libertação Nacional (FSLN); opção libertadora para a Nicarágua

Gabriel Rayos García [1]

Recibido: 24-10-2014 Aprobado: 30-12-2014

 

Nicaragua es un país centroamericano, que limita con Honduras, al norte, y con Costa Rica, al sur, en cuanto a límites marítimos colinda con El Salvador, Honduras, Costa Rica y Colombia. Posee costas en el océano Pacífico y en el mar Caribe. “Dentro del país existen tres áreas físicas fundamentales: la de las tierras volcánicas del oeste nicaragüense, las tierras altas del centro y las de las costa del Atlántico, área conocida como la Mosquitia[2].”[3] En sus orígenes perteneció a la Corona española, obteniendo su independencia en 1821, formando parte del México Independiente, con posterioridad se integra a las Provincias Unidas del Centro de América (1823-1824), y a la República Federal de Centroamérica (1824-1838). Emerge como país independiente en 1838, bajo el nombre de Estado de Nicaragua[4] y se empieza a llamar República de Nicaragua, desde 1854.[5]


Así, este país emprende un largo proceso para mantener su independencia y autonomía, que se ve interrumpida por diferentes, conflictos y guerras intestinas, además de las diversas intervenciones de los Estados Unidos de Norteamérica, ya que Centroamérica es la clave para el expansionismo histórico de este país, que desde 1858 a 1934 realiza diferentes intervenciones militares, con el propósito de cuidar, mantener y consolidar los intereses norteamericanos y al mismo tiempo, mantener el control político de la zona, con el derrocamiento e imposición de gobernantes que estén a favor de la política imperialista, a los cuales respaldó con recursos económicos y militares.

Para los dos primeros lustros de siglo XX, Nicaragua estaba sumida en fuertes conflictos internos entre conservadores y liberas, guerras internas y el control político militar de Estado Unidos, lo cual general que para 1927 y hasta 1933, el general Augusto César Sandino condujo una guerra de guerrillas sostenida primero contra el régimen conservador y, posteriormente, contra los Marines de EE.UU. Este líder popular encabeza una lucha nacionalista y antiimperialista, estas acciones tienen gran influencia a nivel nacional e internacional, generando una serie de documentos y manifiestos políticos que proyectan la imagen de Sandino[6] en toda América. La lucha en contra las fuerzas estadounidenses obliga a que estas se retiren  en 1933, dando paso a la consolidación de la Guardia Nacional que  se estaba conformando desde 1930. Esta nueva unidad militar quedó al mando del General Anastasio Somoza García, de quien se sospecha que es el principal responsable del asesinato del General Sandino el 21 de febrero de 1934.

En 1934 el pueblo nicaragüense inicia un largo periodo de opresión, marginalidad, pobreza y terror en manos del régimen somocista[7], que “construyó un centro de dominación, fuerte, moderno y bien integrado”,[8] respaldado por el imperialismo estadounidense, garantizando la protección de inversiones extranjeras, el control social y consolidó las estructuras políticas-militar somocistas desde 1934 hasta 1979. Esta situación explica que los movimientos de resistencia guerrillera en Nicaragua están presentes desde 1950 a 1960 en baja intensidad y con repercusiones menores, la dictadura reprimió cualquier intento de insurgencia y armada, la imagen de Sandino fue relegada y se mantuvo casi en el anonimato dentro del imaginario colectivo nicaragüense.

A pesar de esto, en el ámbito universitario nicaragüense se difundían ideas revolucionarias y anti-dictatoriales, que permeaban en la comunidad estudiantil de esos años; “en 1944 se funda el Partido Liberal Independiente (PLI) como organismo político opuesto a Somoza, además surge como fuerza de oposición la llamada generación estudiantil del 44 y años más tarde la Sociedad Pro-Investigación de la Verdad Histórica sobre el Sandinismo,[9] que se encarga de promover la figuras del héroe de la Segovia, como “el antecedente de la lucha liberadora contra el régimen somocista, convirtiéndolo en un símbolo que impulsa y avala el proceso revolucionario nicaragüense”.[10]


El triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y el auge de los diferentes movimientos guerrilleros a nivel mundial de corte socialista, dieron mayor fuerza a las organizaciones antisomocistas dentro del país; “no es novedad decir que la gravitación de la Revolución Cubana fue decisiva, aunque también contaron las experiencias revolucionarias en China, Corea y Vietnam, más que la retórica soviética sobre la coexistencia pacífica Este/Oeste, a las que hay que sumar los ciclos de entrenamiento internacionalista”.[11] En este marco, los movimientos sociales se agudizan en Nicaragua los estudiantes participaban de forma activa, integrándose a la resistencia social, pero las acciones guerrilleras aún eran escasas. Un movimiento popular decisivo para la caída del régimen somocista fue “la creación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en 1961, fundado por Carlos Fonseca Amador, exiliado político en Cuba, desterrado de Guatemala por sus actividades de subversión en movimientos estudiantiles, otros integrantes fueron Silvio Mayorca, Tomas Borge y Noel Guerrero, con la integración posteriormente, de Santos López, un representante muy importante en el sandinismo”.[12]

El FSLN trascendió en la sociedad nicaragüense porque intentaban ser una unión popular que pretendía bajo un programan de propuestas revolucionarias, derrocar al dictador enarbolando la imagen de Sandino; pero el régimen manejaba y mantenía el control político en su totalidad. En 1967 escenificó la farsa democrática lanzando a Luís Somoza Devayle, hijo de Luís Somoza García asesinado en 1957 por el poeta opositor Rigoberto López Pérez, pero, la muerte inesperada del candidato somocista “por un desafortunado infarto pocos meses antes de las elecciones nicaragüense, genera que Anastasio Somoza Devayle “Tachito” como era conocido, el menor de la dinastía, se lanzara en las elecciones como representante del Partido Liberal”,[13] obteniendo un dudoso triunfo. “Tachito” era el más cruento y sanguinario de la dinastía, demostrándolo inmediatamente.

Las protestas de los opositores como Fernando Agüero Rocha candidatos del Partido Conservador y Pedro Joaquín Chamorro director de la Prensa de Managua, no se hicieron esperar, organizaron un mitin para manifestar su inconformidad ante el fraude electoral, las marchas fueron multitudinarias, Chamorro y Agüero procuraban presionar al dictador para que renunciara de forma pacífica, como menciona el poeta sandinista Ernesto Cardenal:

“Y Pedro Joaquín me cuenta: Agüero sabe que perderá las elecciones; era un fraude consumado. Hay que evitarlas. A las diez de la mañana, hora del gran acto de la concentración, Agüero se declararía en rebeldía, diría que no hay elecciones, que no se van de la plaza aunque tengan que estar allí días y días, hasta que los Somozas se vayan del país. Y pediría un diálogo con el Estado Mayor del Ejército para conformar un nuevo gobierno. Me dijo Pedro, que el ejército de un golpe contra los Somoza, poco probable, o los masacraba en la plaza, lo más probable. A mí me gustaba la idea de una rebelión de no violencia”.[14]

Al mismo tiempo, Agüero presionaba al dialogo con los jefes militares mientras, la gente dispuesta a apoyar a sus líderes, llegaba de todas parte del país, uniéndose a la protesta generalizada, pero Anastasio Somoza “tachito”, se inaugura como dictador y ordenó una cruenta represión, los integrantes de la Guardia Nacional masacran a cientos de personas indefensas tiradas en el piso:

“Ernesto Cardenal expresa: Me fui para mí casa. Al poco rato me volví a poner la sotana cuando la radio dijo que la Guardia estaba ametrallando a la manifestación, y me fui para allá. Quise acercarme a la avenida Roosevelt, pero las balas de allá venían, y la Guardia repeliendo a la gente, me lo impidieron. […] pero me dice que hay muchos heridos y muertos, […] cuántos murieron, nunca se supo, porque la Guardia enterró a todos en secreto. Se calculó que podían ser como 300. Yo creo que serían más, por lo que vi. La revista Time dijo eran “más de 30” (y no mintió).”[15]

Para estas alturas los nicaragüenses involucrados en los movimientos de resistencia estaban creando una conciencia que confluía en el impacto del ciudadano común construyendo un vínculo de esperanza reforzado en el imaginario colectivo que se vigorizaba por la experiencia cubana[16] que demostraba la ruptura con los viejos paradigmas opresores del régimen. Los sandinistas supieron aprovechar este antecedente cercano. El cambio revolucionario cubano contribuyó a que el ciudadano nicaragüense que había permanecido alejado de la política se vinculara de alguna forma con los líderes revolucionarios que encabezaban la lucha antidictatorial y generaban una visión liberadora, ya no a través de la sola resistencia, sino de una estrategia de liberación por la vía armada. De esta forma lo expresa Carlos Fonseca:

“…Nicaragua no podrá ser salvada por los políticos que representan a las clases explotadoras, a los terratenientes, a los grandes comerciantes, a los magnates de la industria, a la prensa que los defiende. No es el hombre el que hace al hombre una bestia de carga quien a de crear el mundo nuevo….”

Carlos Fonseca

Comandantes en Jefe de la RPS[17]

 

El FSLN Organización Político-Militar para el Pueblo Nicaragüense


Los focos guerrilleros del FSLN crecían, los movimientos subversivos y movilizaciones populares se vinculaban a esta agrupación paulatinamente. La situación social estaba totalmente deteriorada con el gobierno somocista, y la formación del Frente Sandinista como organización político-militar “produce cambios trascendentales en la realidad nicaragüenses porque involucra a todas las manifestaciones de la vida política, social, económica y cultural del país”.[18] Pero faltaba una identificación total del pueblo nicaragüense con el FSLN. Los integrantes de esta agrupación tuvieron que trabajar en todos los frentes de masas para conseguir permear en una sociedad destruida, temerosa, analfabeta casi en su totalidad, oprimida y con falta de cohesión social por la grave violencia que sufría. Por este motivo el FSLN trabajaba en la organización de los campesinos, instituciones educativas, y barrios populares de Managua. Carlos Fonseca estaba convencido de esto:

“La actividad clandestina es auxiliar importante de la lucha armada. Porque consiste en organizar los mítines relámpagos, la pinta de paredes, la volante subversiva, etcétera. Podemos incluir en esta actividad la radio clandestina que en contacto directo con los combatientes tiene la posibilidad de comunicar la verdad al pueblo, propagar la noticia de los crímenes que la dictadura pretende mantener ocultos, refutar las mentiras propaladas por la propaganda dictatorial. La participación del pueblo en la lucha tendrá su mayor expresión en la huelga general de brazos caídos, en el momento en que las fuerzas del Ejército Revolucionario hayan adquirido el desarrollo que permite asestar severos golpes a la Guardia”.[19]


Los primeros movimientos armados vinculados al FSLN fueron en Matagalpa (predominantemente urbana en la región central), después en Ocotal (región central muy urbana) y Chinandega (Región Pacífico). También las actividades culturales se convirtieron en una parte esencial del FSLN en la lucha armada y movimientos populares que estaban pugnando por la libertad difundiendo toda la propaganda insurgente por cualquier medio. Como lo expresa el sacerdote y guerrillero asturiano Gaspar García Laviana:

“Escribir poemas y cuentos fue una manera de dar salida a ese torrente de sentimientos que le invadían. La rabia y la frustración por las injusticias que vio, fueron adquiriendo perfiles positivos hasta transformarse en un verdadero compromiso revolucionario: había que cambiar la realidad y no simplemente paliar sus efectos”.[20]

 

Entre el Terremoto, Combates y Unificación del Sandinismo

Para 1972 los diferentes grupos del FSLN contaban con un número considerable de militantes, pero la guerrilla y sus movimientos seguían en cierta marginalidad, los triunfos eran escasos y poco contundentes, además la unificación entre facciones no se consolidaba. Sin embargo, hubo un hecho que permitió el resurgimiento de la guerrilla, “fue el terremoto del 23 de diciembre de ese mismo año, que azotó a Managua, la ciudad quedo muy destruida, la población se organizó para auxiliarse, días después, diferentes países como México, Cuba, Costa Rica entre otros, mandaron ayuda. La Guardia Nacional se reorganizó para proteger al gobierno, además saqueó casas y negocios, que junto con los contingentes de ayuda fueron puestos a la venta en tiendas improvisadas”.[21] Para 1973, los grupos de estudiantes participaban activamente identificándose con el FSLN, los centros de estudios se convertían en lugares de reunión para formular estrategias, preparar marchas y plantones, distribuir propaganda, ofrecer ayuda legal para la guerrillera, entre otras cosas, “el Colegio Centroamericano ayudaba a los sandinistas”.[22]


Mientras tanto el régimen dictatorial ejercía “política de represión selectiva (presos políticos) o masiva (en contra de la guerrilla o los movimientos de protesta social), encubierta o abierta, con fuerzas y ejércitos especiales y convencionales”,[23] la violencia era cotidiana para los ciudadanos nicaragüenses, los niveles que alcanzaba la represión eran extraordinarios, además las injusticias que se cometían en contra de la población civil estaban a la orden del día, se dio una peculiaridad en los crímenes del régimen, los jóvenes eran masacrados y sus cuerpos abandonados en la vía pública. Durante 1973 y 1974 los ataques guerrilleros del FSLN se intensificaron, conformando frentes rurales y urbanos.

Al mismo tiempo, los sandinistas desarrollaban nuevas modalidades de ataques a los intereses de la dictadura, asaltando bancos y empresas, adquiriendo fondos para liberar presos políticos, comprar armamento, y fortalecer la guerrilla. Estas acciones apuntalaban la ideología del FSLN como una opción libertadora viable, porque “en ese periodo se inició una difusión más amplia de la problemática nicaragüense y sus objetivos. Se crearon comités de solidaridad en diversas ciudades latinoamericanas”.[24] La dictadura seguía con sus atrocidades, los campesinos, estudiantes, y cualquiera que se vinculara con el sandinismo eran flanco de represión por parte del régimen somocista.


Pero para 1974 las guerrillas urbanas se intensificaron en Matagalpa, Jinotega y Zelaya, y hubo pérdidas importantes de líderes sandinistas como: Oscar Turcios, Ricardo Morales y Juan José Quezada. El 22 de diciembre de 1974 los sandinistas darían un duro golpe a la estructura somocista deteriorando la imagen del dictador; los grupos guerrilleros vestidos de soldado de la Guardia Nacional, asaltaron la lujosa “mansión situada en el barrio de Los Robles de José María Castillos, ex ministro de Somoza, era una reunión donde se encontraban altos funcionarios como Turner Shelton embajador de los Estados Unidos en Nicaragua, Lacayo Rappacciolli presidente de la transnacional ESSO, Alejandro Montiel Arguello, Secretario de Relaciones Exteriores, entre otros nombres de la elite somocista; pero nunca se imaginaban que poco antes de las once de la noche un grupo de la resistencia sandinista entraría en la residencia y los tomarían como rehenes”.[25]

La importancia estratégica de esta acción proyectó a nivel nacional e internacional las acciones del Frente Sandinista, además era un medio propicio para demostrar que la revolución iba avanzando, se cubrían espacios importantes que la dictadura no estaba dispuesta a ceder, además la única forma de conseguir materializar la presencia de la guerrilla a través de sus líderes era acciones violentas que dañaran al régimen y se hiciera presente la voz de los combatientes. Las negociaciones fueron largas y hostiles, pero se consiguió el propósito, la peticiones eran: “liberación de presos políticos, difundir por radio a nivel nacional el Manifiesto del FSLN y 5 millones de dólares,[26] se consiguió un avance importante en tres ámbitos: económico, político e ideológico, los participantes del golpe, fueron exiliados a Cuba, pero este acto repercutió en la conciencia del pueblo nicaragüense.”

Las montañas se convierten en campos de batallas, los núcleos guerrillero del FSLN aprovechaban la situación geografía que brinda esta zona, inclusive se pensaba que en este terreno seria decisivo para el triunfo de la revolución, pero se estaba trabajando en todos los campos, en 1975 hay comunidades que son controladas por los sandinistas como “Río Blanco y se realizan combates en Kuskawás y Durcalí, pero muchas otras comunidades serranas pasaron por estos combates entre el FSLN e integrantes de la G. N”.[27] El triunfo de Vietnam en este mismo año daba pauta para inyectarle esperanza al triunfo del FSLN, los combates cada vez más fuertes obligaba al aparato militar a movilizar grandes “cantidades de tropas y armamento brindado, además los sandinistas toman radio Corporación y pasan un mensaje de denuncia y de aliento al pueblo”.[28] A pesar de que hubo muchas pérdidas de líderes del FSLN en el campo de batalla, las facciones seguían luchando, pero es importante señalar que la guerrilla sandinista fue “-en el grueso de su historia (1961-1975)- un pequeño foco guerrillero en las montañas del norte y centro del país que se nutría, mayoritariamente, de cuadros estudiantiles. De este largo período, el FSLN, si bien pudo sobrevivir a diversos ataques a los que se vio sometido, obtuvo pocas victorias en el plano militar”.[29]

 

La Muerte de Carlos Fonseca; Líder Ideológico del FSLN

La muerte de Carlos Fonseca en 1976, realmente era un hecho desmoralizante para las facciones guerrilleras, juventudes revolucionarias y el pueblo. La dictadura se adjudicó un gran triunfo, los desplegados de la prensa aliada del régimen fueron intensos:

“Tiene 40 años. Sus lentes se han vuelto más gruesos. Se ha adentrado de nuevo en la montaña para reunirse con Henry Ruiz (Modesto), dirigente de la guerrilla rural. Ya conversa con él, le repite la discusión que había tenido con los compañeros en Managua y en la Habana. A los dos días, el 8 de noviembre de 1976, las fotos del cadáver de Fonseca en la prensa intentarán convencer de que el Frente Sandinista ha muerto”.[30]

Pero la activa política de Fonseca y su ardua labor en la construcción del FSLN, lo consolidó a la altura de héroe nacional, las facciones guerrilleras y la sociedad civil sabían quien era Carlos Fonseca, la guerrilla se identificaba con los postulados ideológicos expuestos a largo de su participación política-militar, este camarada incansable, más allá, de ser una perdida dolorosa para la causa, enarboló la bandera por la lucha de la liberación nacional. Los guerrilleros y algunos grupos sociales nicaragüenses, estaban convencidos que él había peleado por una causa justa, levantándolo a la altura de héroe nacional casi al instante de su muerte, además FSLN tenía ya cierta madures y los otros dirigentes seguían teniendo el control en las células y grupos guerrilleros, para soportar esta caída tan importante en la representación del liderazgo del Frente Sandinista. Al mismo tiempo la muerte se impregna del nacionalismo sandinista como lo menciona Tomas Borges:

“El Comandante de la cárcel de Tipitapa llega hasta nuestra pequeña celda jubiloso, con la Novedades en la mano, a darnos la noticia: murió Carlos Fonseca, nos dice. Nosotros respondimos, después de callar unos segundos: “se equivoca, Coronel, Carlos Fonseca es de los nuestros que nunca muere”. El Coronel nos dice: “definitivamente ustedes son increíbles”.[31]

Del mismo modo en estos años, el FSLN tiene pugnas internas y se fraccionan tres corrientes internas: la “Tendencia Proletaria (TP o proles) y la Tendencia Insurreccional o Tercerista (TI o terces) y la Guerra Popular Prolongada, GPP o comemonos”[32], las que terminarían por constituir las tres principales tendencias del FSLN.

La GGP inicia aproximadamente en 1965, su centro principal de operaciones se ubicó en “Pancasán, situado en la cordillera Dariense, al este de Matagalpa, intentando emular la estrategia de “guerra popular” realizada en Vietnam. Se trataba de la época en que la consigna del Ché de “crear uno, dos, tres, muchos Vietnam...” se convirtió en algo más que un slogan”[33]; la TP o proles, se conforma en 1975, desarrollando su radio de acción en mayor medida dentro de la zona algodonera del noroccidente del país, y “planteaba priorizar una estrategia obrerista en apoyo a los sectores obreros y semiproletarios de las áreas urbanas, a la vez que interpretaba la realidad nicaragüense desde una “perspectiva de clase””[34] y la TI o terces, se creó en 1977, asimismo:

“La estrategia de los terceristas residía en la incorporación de élites políticas civiles y de colectivos populares urbanos en el proceso insurreccional. La diferencia más marcada entre los terceristas y las otras dos tendencias radicaba en “los ritmos de la revolución”. Tanto la GPP como los proles coincidían en señalar el bajo nivel de conciencia revolucionaria del pueblo y, consiguientemente, del carácter prolongado y pedagógico de la lucha. Contrariamente, los terceristas sostenían que “la hora de las acciones trascendentales se estaba acercando”.[35]

Por consiguientes los terceristas, enfocaron sus acciones en las principales ciudades de Nicaragua; “mientras el FSLN aglutinaba y catalizaba las masas insurrectas de los barrios, éstas le daban un matiz claramente urbano.”[36]


La ventaja que tenía el FSLN en esa coyuntura adversa, fue que logró mantener su presencia entre las comunidades rurales y sectores populares urbanos y no se construyó como “grupo guerrillero sino como una organización que utilizó a la guerrilla como instrumento de lucha”.[37]  Entre 1977 y 1978 las derrotas fueron atroces, las diferentes facciones muy lastimadas y con pocas esperanzas de derrocar la dictadura, además las acciones represivas dañaron seriamente las estructuras del FSLN al extremo de pensar que estaba totalmente derrotado, esperanzas para el resurgimiento de la guerrilla. Somoza se confía y “después de tres años se levanta el estado de sitio, la ley marcial y la censura de prensa”,[38] aprovechando esto, las facciones sandinistas se reorganizan y atacan diferentes puntos estratégico del ejercito somocista.[39]

Pero, a pesar de las diferentes derrotas y muerte de líderes sandinistas, las manifestaciones sociales no cesaron, a tal grado que la dictadura toma un decisión que pesaría y repercutiría de forma directa en la sociedad nicaragüense, asesinar al periodista opositor Pedro Joaquín Chamorro en 1978 desatando grandes movilizaciones de protesta exigiendo justicia y la renuncia del dictador. Las manifestaciones se tornarían en huelgas masivas en Managua, pero también en Matagalpa, Granada y León, la resistencia se pertrechó dentro de estas ciudades,[40] ya para estas alturas el régimen somocista estaba seriamente desgastado, las acciones eran cada vez más desesperadas y sangrientas. El dictador ordenó que se realizaran severos bombardeos a varias ciudades, que dañaron seriamente la economía del país.

 

La Toma de Palacio Nacional; Principio del Fin de la Dictadura Somocista.

Las huelgas masivas y constantes y el asesinato de Pedro J. Chamorro, volcaron al pueblo a las calles para derrocar al régimen, apoyando al FSLN, pero algo que realmente marcó el punto de partida para derrotar a la dictadura fue la toma del Palacio Nacional a manos de 25 guerrilleros el 22 de agosto de 1978, una operación que se tradujo como el golpe más fuerte contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, y que aceleró la caída del régimen. “La Operación Muerte al Somocismo, fue dirigida por Edén Pastora Gómez (Comandante 0), y se bautizaba como “Operación Chanchera”,[41] se cree que había como 3000 personas, se liberaron a los civiles y aun así quedaron 1500 individuos pertenecientes al estado presidencial y ejercito somocista. Las peticiones eran “la libertad de 81 militantes sandinistas, la divulgación de un comunicado contra la dictadura y 10 millones de dólares”.[42]


Somoza ordenó atacar las instalaciones del Palacio Nacional, pero no logró rescatar a los rehenes, este acto volcó por completo al pueblo nicaragüense en apoyo  del sandinismo y la identificación anti-dictatorial con el FSLN era ya una realidad, cuando las demandas se cumplen, los 25 guerrilleros son transportados al aeropuerto para ser llevados a Costa Rica, al momento del recorrido las fuerza militares se desplegaron para guardar la seguridad y que no hubiera disturbios “sin embargo, a pesar de las medidas de seguridad, miles y miles de personas se reunieron de uno u otro lado del camino para aclamar y aplaudir a los 25 milicianos”.[43]

Después de esto la autoridad de Somoza estaba siendo cuestionada severamente por su aparato político, integrantes de la Guardia Nacional intentaron dar un golpe de Estado, motines generalizados, los grupos políticos (Conservadores y Liberales) trataron de exhortar al pueblo a derrocar a Somoza, pero ya el sandinismo era un movimiento de rebelión incontenible y hegemónico.[44] La prensa altamente censurada, realizó “prensa de Catacumba” – difusión de los hechos por vías informales - esto ayudó que las noticias no fueran bloqueadas y se difundieran por toda la comunidad nicaragüense y al exterior. Los levantamientos estaban a la orden del día, los de Monimbó perteneciente a un barrio indígena de tradición somosista, bajo el trabajo de sandinistas se sublevaron, “prácticamente la Guardia Nacional tubo que destruir el barrio para que la resistencia cesara; también los indios Subtiava y los campesinos del noroeste que no tenían vínculos directos con FSLN, se unieron al movimiento, el carácter nacionalista que adquirió el sandinismo era incontrolable”.[45]

Para 1978 se consolidó la guerra civil abierta, en febrero se toman las ciudades de “Granada, Rivas y el campamento antiguerrillero de Santa Clara, Nueva Segovia, estas acciones fueron encabezadas por Germán Pomares, Víctor Tirado y Daniel Ortega; la toma de Granada, por Camilo, el hermano menor nuestro, y la toma de Rivas por Edén Pastora y el cura Gaspar García”[46],y luego le siguieron insurrecciones en los departamentos de León, Matagalpa, Chinandega, Estelí, Masaya y Managua; estos movimientos se caracterizaron por la juventud de los integrantes de la guerrilla, pero era menos probable que murieran en combate, que en manos de la Guardia Nacional, la cual se había dedicado a realizar redadas de jóvenes principalmente y acribillarlos sin piedad, este fenómeno de matanza juvenil, se venía dando desde fines de 1977, la política era “adolescente igual a subversivo,”[47] vinculado directamente con el sandinismo.

Después de fraccionarse en tres corrientes, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, se vuelve a unificar, para emprender la arremetida final, preparando un incursión sobre las principales ciudades del país, para estos momentos el sector más consolidado y más efectivo ya que encabeza las principales acciones guerrilleras de peso es el FSLN “Insurreccional o Terceristas”, porque se organizaban en comandos rápidos y móviles, pasaban del campo a la ciudad y fueron quienes asestando golpes graves a la dictadura; a su vez se formaron distintitos frentes: Frente Sur “Benjamín Zeledón”; Frente Norte “Carlos Fonseca”; Frente Central “Pablo Úbeda”; Frente Oriental “Carlos Roberto Huembes”, en el área de Chontales; Frente Occidental “Rigoberto López Pérez”, en la zona de León y Chindandega; Frente Sur-Oriental “Camilo Ortega”, en las áreas de Masaya y Carazo; Frente Interno, en el casco urbano de Managua.

En esta etapa del desarrollo de la guerra, la dictadura somocista pierde presencia militar en  importantes zonas, las cuales son controladas por los diferentes grupos sandinistas:

El Frente Norte “Carlos Fonseca Amador” había ocupado las zonas rurales y varios municipios de Jinotega, Matagalpa, Estelí, y se preparaba para el asalto final de las cabeceras departamentales. El Frente Occidental “Rigoberto López Pérez” libra cruentas batallas en las zonas rurales de León y Chinandega y prepara la insurrección popular en las principales ciudades. Había nacido El Frente Oriental “Roberto Huemes”, en la zona de Chontales y Boaco, […] El Frente Sur “Benjamín Zeledón”, […] tenía maniatada al grueso de las tropas de la dictadura en el Departamento de Rivas”.[48]


Pero la ofensiva de Anastasio Somoza no se hizo esperar, los bombardeos que realizó a diferentes ciudades fue inhumano:

“No recordamos qué día los pilotos criminales del somocismo empezaron a tirar las bombas de 500 libras sobre la población de Managua. Lo que sí recordamos es que ese día fue el de mayor terror en la capital. Las explosiones no sólo se oían más fuertes que los rockets, sino que hacían estremecerse la tierra. Los muertos fueron innumerables. A todos nos llamó la atención ver helicópteros mensajeros de la muerte pararse “fijo” sobre determinados puntos de Managua. Nadie se imaginaban que así comenzaría un capítulo de los asesinatos masivos que la dictadura somocista venía haciendo contra el pueblo nicaragüense desde hace 45 años. El primer día fue horrible. […] Nunca nadie había hecho semejante barbarie contra su propio pueblo”.[49]

Al retirarse la guerrilla después de varios días de lucha, los guardias nacionales irrumpieron en las ciudades y tomaron represalias con la población civil; ya la presión internacional, en contra de  las atrocidades del régimen pesaban, pero a pesar de las quejas ante la Comisión de los Derechos Humanos, la situación no cambiaba, pero en 1979 el gobierno de los Estados Unidos tuvo que dejar de apoyar al régimen, porque “se transmite por la cadena ABC News, un video en donde es interceptado y asesinado a sangre fría el reportero Bill Stewart, pertenecientes a la misma cadena de noticieros, por soldados de la Guardia Nacional, esto confirmo la situación que vivía el pueblo nicaragüense ante esta atrocidad[50]. La dinastía Somoza estaba totalmente desintegrada, sin recursos y con bajas considerables y la credibilidad por los suelos, pero el dictador persiste, el FSLN se repliega en Managua para la avanzada final y así derrotar al régimen:


“Sin la unidad monolítica del sandinismo; sin una estrategia insurreccional apoyada en las masas; sin una debida coordinación entre frentes guerrilleros y los frentes militares de las ciudades; sin una comunicación inalámbrica para coordinar todos los frentes; sin una radio para orientar a movimiento de masas; sin recursos técnicos militares de contundencia; sin una retaguardia solidad para introducir estos recursos, para preparar a los hombres, para entrenarlos; sin actividad previa de triunfos y reveses, como se dio a partir de 1977 en Nicaragua en donde las masas fueron sometidas a las más bárbaras represión pero, a la vez, a la más grande escuela de aprendizaje; sin una política de alianza hábil, inteligencia y madura, no habría habido triunfo revolucionario”.[51]


Los combates eran intensos, Somoza con todo en contra y sin la ayuda de los Estados Unidos, se negaba a renunciar, pero en la madrugada del 17 de julio de 1979, anuncia  que deja el gobierno de Nicaragua, minutos después se embarcaba en una avión a territorio estadounidense.

 

Conclusión

El pueblo nicaragüense tuvo que pasar por un lago proceso y una cruenta guerra para conseguir deshacerse del yugo opresor de la dictadura somocista que durante décadas configuró a su gusto los diferentes escenarios (político-económico-social), favoreciendo intereses propios y de los capitales estadounidenses, además consolidó un aparato represivo efectivo e ideológicamente bien articulado que le permitió mantener el control casi total de Nicaragua desde 1934 hasta 1979, empleando la estrategia del terror y represión hacia los opositores del régimen. Esta política propició la formación de grupos disidentes que bajo el estandarte del Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización política-militar, emprendió una larga guerra, encabezada por líderes como Carlos Fonseca Amador, Humberto Ortega Saavedra, Tomás Borge y Francisco Rivera “El Zorro”, entre otros, convirtiendo a esta organización guerrillera en la alternativa más viable para derrocar a la dictadura somocista, como lo confirmó el triunfo de la revolución el 19 de julio de 1979.



Notas:

[1] Profesor en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Licenciado en Historia de México (UACJ) y candidato a Maestro en Investigación por el Colegio de Chihuahua. Institución pública de investigación y posgrados (COLECH). Corre: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

[2] Durante el gobierno liberal de José Santos Zalaya (1893-1909), y como parte de su política nacionalista, la región de la Mosquitia se une al territorio nicaragüense, antes bajo el dominio inglés (Camacho, 1991: 17)

[3] Camacho, 1991: 17

[4] Constitución Política del Estado Libre de Nicaragua del 12 de Noviembre de 1838.

[5] Constitución Política del Estado Libre de Nicaragua del 30 de abril de 1854.

[6] Para mayor información al respecto consultar el libro Los Usos de Sandino, escrito por Enrique Navarro Camacho, publicado en México por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1991.

[7] “El somocismo fue una estructura de poder político militar implantada por la intervención norteamericana […]Los Somoza fueron manipulando el poder dictatorial para construir su propio imperio económico, competitivo y excluyente respecto a los capitales tradicionales. […]En los años 30 y 40 había intereses económicos y familias oligárquicas que tenían mucha más riqueza que Somoza. En la década del 60 el somocismo es ya, probablemente, el grupo económico mejor articulado.” (Harnecker, 1986: 6).

[8] Herrera, 1980:95

[9] Ídem: 72

[10] Camacho, 1991: 11

[11] Melgar, 2007: 11

[12] Herrera, 1980: 105-106

[13] Mayo, 1979:106

[14] Cardenal, 2003:138

[15] Ídem: 139-140

[16] “La victoria cubana del pueblo sobre la dictadura de Batista ha sido, además del triunfo épico recogido por los noticieros del mundo entero, un modificador de viejos dogma sobre la conducta de las masas populares de la América Latina, demostrando palpablemente la capacidad del pueblo para liberarse de un gobierno que lo amenaza, a través de la lucha guerrillera. Considerando que tres aportaciones fundamentales hizo al revolución cubana a la mecánica de los movimientos revolucionarios en América, son ellas: (1) Las fuerzas populares pueden ganar una guerra contra el ejército. (2) No siempre hay que esperar a que seden todas las condiciones para la revolución; el foco insurreccional puede crearlas. (3) En la América subdesarrollada el terreno de la lucha debe ser fundamental el campo.” (Guevara, s/f: 6)

[17] Radio La Primerísima, 2005

[18] De Asís, 1976: 16

[19] Fonseca, 2004

[20] Esquivada, 2008

[21] Mayo, 1979: 108

[22] Belli, 2002: 80

[23] González, 1995: 18

[24] Ídem: 142

[25] Ídem.

[26] Mayo, 1979: 122

[27] Cabeza, 1982: 250

[28] Ídem :252

[29] Martí, 2002: 8

[30] Deronne, 2001

[31] Borges, 1980: 83

[32] Martí i Puig, 2002: 10

[33] Ídem: 9

[34] Ídem: 11

[35] Ídem

[36] Ídem

[37] Arias, 1980: 27

[38] Ídem: 212

[39] “El 13 de octubre el FSLN, en su Tendencia Tercerita, ataca los cuarteles de San Carlos y Ocotal. El 15 de octubre ataca el comando de la Guardia Nacional en Masaya”(Arias, 1980: 112)

[40] González, 1995: 18

[41] Bardini, 1984: 30

[42] Ídem: 34

[43] Ídem: 35

[44] Mayo, 1979: 139

[45] Bernal, 1985: 141

[46] Harnecker, 1983: 13

[47] Selser, 1981: 263

[48] Barreto, 1980: 7

[49] Idem: 69-72

[50] Bernal, 1985: 312

[51] Ortega, 1979: 13

 

Bibliografía

Bardini, R. (1984). Edén Pastora, Un Cero en la Historia. México, Universidad Autónoma de Puebla.

Barreto, E. (1980). El Repliegue de Managua a Masaya. México, Cartago de México de México.

Belli, G. (2002). El País Bajo mi Piel. Memorias de Amor y Guerra. Estado Unidos, Vintage Español.

Borges, T. (1980). Carlos. El amanecer ya no es una tentación. Cuba, Casa de las Américas.

Cabeza, O. (1982). La montaña es más que una inmensa estepa verde. Cuba, Casa de las Américas.

Camacho N., E. (1991). Los Usos de Sandino. México, UNAM.

Cardenal, E. (2003). Las ínsulas extrañas. Memorias II. México, FCE.

De Asís, F. (Selección y Prologo) (1979). Poesía Política Nicaragüense. México, UNAM

Fonseca, C., (2004). La Revolución Sandinista. Argentina, Ediciones Nuestra Propuesta.

González, P. (1995.). La Crisis Del Estado y la Lucha Por La Democracia en América Latina, Problemas y Perspectivas.México, UNAM.

Harnecker, M., (1985). Pueblos En Armas. Nicaragua, Editorial Nueva Nicaragua, 1985

Harris, R., C. Vilas. (Comp.) (1985). La Revolución en Nicaragua. Liberación nacional, democracia popular y transformación económica. México, Era.

Mayo, A. (1979). Nicaragua Año Cero. México, Diana.

Selser, G. (1981). Apuntes sobre Nicaragua.México. CEENTEM.

 

Artículos de Libros

Bernal, M. (1985). “La transformación del Estado: Problemas y Perspectivas”. en Harris, R. y C. Vilas, (Comp.). La Revolución en Nicaragua. Liberación nacional, democracia popular y transformación económica. México: Era.

Ruchwargen, G. (1985). “Las Organizaciones de Masas Sandinistas y El Proceso Revolucionarios”, en Harris, R. y C., Vilas. (Comp.). La Revolución en Nicaragua. Liberación nacional, democracia popular y transformación económica. México: Era.

 

Revistas

Herrera, R., (1980). “Nicaragua: el desarrollo capitalista dependiente y la crisis de la dominación burguesa, 1950-1980”. en Revista Foro Internacional, V. 20, No.4, Abril-Junio 1980.

Ortega, H., (1979). “La estrategia de la victoria”. en Revista Bohemia, La Habana, diciembre de 1979.

 

Artículos de Internet

Constitución Política del Estado Libre de Nicaragua, aprobada el 12 de Noviembre de 1838. Disponible en http://legislacion.asamblea.gob.ni/normaweb.nsf/b92aaea87dac762406257265005d21f7/91809802eec04ea5062572a50078ea52?OpenDocument [20 de mayo de 2014]

Constitución Política del Estado Libre de Nicaragua del 30 de abril de 1854. Disponible en http://legislacion.asamblea.gob.ni/normaweb.nsf/bbe90a5bb646d50906257265005d21f8/c62ad4fac36d6f1c06257307006d6cdf?OpenDocument [20 de mayo de 2014]

Guevara. E., (2014). La Guerra de Guerrillas, Disponible en http://es.scribd.com/doc/222070097/Che-Guevara-Guerra-de-Guerrillas-pdf [Abril de 2014]

Martí, S., (2002). “La Izquierda Revolucionaria en Centroamérica: El FSLN desde su Fundación a la Insurrección Popular”, núm. 203, Barcelona, Institut de Ciències Polítiques i Socials. Disponible en http://www.icps.cat/archivos/WorkingPapers/wp203.pdf  [4 de mayo de 2014]

Melgar. R., (2007). “La Memoria Sumergida. Sacralización de la violencia en las guerrillas latinoamericanas”. Disponible en www.cedema.org [Agosto 2008]

Radio La Primerísima., (2005). “Carlos Fonseca y su pensamiento imperecedero”. La Gente. Radio La Priemerísima, 13 de noviembre de 2005. Disponibleen www.radiolaprimerisima.com [25 de mayo de 2010]

Thierry, D., (2010). “La Revolución Vive/Rebelión. Carlos Fonseca, el otro Che”. Disponible en www.elmonitor.obolog.com [2010]

 

Imágenes y Mapas

Imagen 1: “Carlos Fonseca”. Fotografía disponible en www.grupoese.com.ni, [15 de julio de 2010]

Imagen 2: Fotografía de Pedro Meyer disponible en “Pedro Meyer: Fotografía”: Disponible en www.pedromeyer.com, [Agosto de 2008]

Imagen 3: Fotografía de Pedro Meyer disponible en “Pedro Meyer: Fotografías”. Disponible en www.pedromeyer.com [Agosto de 2008]

Imagen 4: Fotografía de Lic. Nicolás López Maltez. Disponible en www.laestrelladenicaragua [10 de julio de 2010]

Imagen 5: Fotografía de Pedro Meyer disponible en “Pedro Meyer: Fotografías”: www.pedromeyer.com [Agosto de 2008]

Imagen 6: Mural 'Sandino: La Historia de las Hormigas' en la Iglesia de Santa María de los Ángeles, Managua. Sergio Michilini y ENAPUM-DAS. Disponible en http://www.sandinovive.org/murales/murales-temas1.htm [Mayo de 2008.

Imagen 7: Fotografía. Disponible en http://www.manfut.org/museos/comandantecero.html [Febrero de 2008]

Imagen 8: Fotografía de Pedro Meyer, disponible en “Pedro Meyer: Fotografías”. Disponible en www.pedromeyer.com, [Agosto de 2008]

Imagen 9: Fotografía disponible en www.trinchera.com.ni recuperada el 10 junio de 2010.

Imagen 10: Foto de Pedro Meyer, disponible en “Pedro Meyer: Fotografías”. Disponible en www.pedromeyer.com [Agosto de 2008]

Mapa I. Disponible en http://apellidosnicas.net/municipios.htm [2 de junio de 2014].

 

Cómo citar este artículo:

RAYOS GARCÍA, Gabriel, (2015) “El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN); opción Libertadora para Nicaragua”, Pacarina del Sur [En línea], año 6, núm. 22, enero-marzo, 2015. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Martes, 10 de Diciembre de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=1084&catid=5