El Perú es un país de sorpresas.Buenas o malas, pero sorpresas al fin. Lo imprevisible nos caracteriza. La captura de la concurrida embajada del Japón por un pequeño comando juvenil del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) el 17 de diciembre de 1996 fue una sorpresiva hazaña militar de trascendencia mundial. Igualmente lo fue el rescate de los rehenes por tropas de “elite” de las FF.AA. gubernamentales el 22 de abril de 1997. Ambos operativos fueron sorprendentes y lograron sus objetivos tácticos. El MRTA, la captura y las FF.AA. el rescate.

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