En México, la cuarta parte del territorio (26%) se encuentra concesionado a la minería, la cual está amparada en un marco legal que favorece el capital privado y las transnacionales por encima de la población asentada en el territorio en donde se han otorgado dichas concesiones.

En el caso de estado de Guerrero, 11% de su superficie está concesionada a las empresas  mineras. Actualmente, la mayor parte de las minas en operación son minas a cielo abierto o a tajo abierto, consideradas como la forma de explotación más devastadora, por sus consecuencias nocivas para la salud, el medio ambiente y el patrimonio legado a las futuras generaciones.

Los protagonistas actuales de la resistencia al desarrollo de la minería en sus territorios ancestrales, son los pueblos indígenas. Este documento es un testimonio de los antecedentes, forma de organización y razones de la lucha en contra de las mineras en las comunidades de la Costa Chica-Montaña de Guerrero organizados en el Sistema Comunitario de Seguridad y Justicia.