La permanencia de la Universidad Popular Mexicana durante la Revolución. 1912-1920
Centro INAH Morelos. Marzo 2010
La Universidad Popular Mexicana bajo el liderazgo intelectual de Alfonso Pruneda se adelantó algo más que un lustro al movimiento de reforma universitaria de Córdoba, Argentina (1918) y por ende, a la fundación de varias de sus símiles en el continente. Por lo anterior y por el hecho de que tal proyecto de extensión universitaria estuvo inserto en el más importante proceso revolucionario de la primera mitad del siglo XX, merece ser rescatado y revalorado. (Imágenes del Archivo Pruneda Cuernavaca)
Pareciera que en estos días, al ponernos frente a personajes y hechos, se cumple con la tarea de revisitar la historia. El suceso que se festeja en un día proviene de una larga gestación, y los hilos que se desprenden originan otras historias que continúan enhebrándose por largo tiempo. La Universidad Popular fue una institución que se creó en México después de 1910 y sobrevivió hasta 1920. ¿Fue una institución revolucionaria? ¿Quiénes eran los maestros? ¿Alguna tendencia socialista o anarquista la fundamentaba? ¿Cómo se sostenía? ¿Es de origen mexicano? Son algunas preguntas que surgen al oír el adjetivo de popular y mexicana. Antes de contestar cada una de las preguntas es interesante saber:
¿Qué eran las universidades populares?
Las universidades populares ya eran una realidad en el viejo continente desde finales del siglo XIX, habían surgido en Inglaterra para hacer más amplio el mundo del conocimiento y compartirlo fuera de los espacios universitarios. Los resultados y las ideas que las promovieron se desarrollarían con éxito en Estados Unidos, donde la enseñanza de extensión universitaria se extendió a 28 estados.[nota]1[/nota] Francia tuvo sus peculiaridades donde intervinieron no solamente profesores, sino directamente obreros que invitaron a los artistas e intelectuales que los apoyaron en lo que se llamó la Cooperación de las ideas.[nota]2[/nota] Emile Zolá en los días de la fundación de primera Universidad Popular en Francia, escribía:
Es menester instruir a los obreros para su misión de ciudadanos libres de absurdos, de dogmas y mortales errores religiosos, funestos para la libertad y la dignidad humanas. Mientras haya multitud de pobres de espíritu, habrá multitud de miserables, de bestias de carga, explotadas y devoradas por una ínfima minoría de ladrones y bandoleros.[nota]3[/nota]
Esta idea en México debió calar a muchos de los admiradores de la cultura francesa y sería una liga importante que se enlazaría también con otra experiencia vivida en la Universidad Popular en Madrid. El investigador Torres Aguilar, que ha profundizado en el tema,[nota]4[/nota] comenta que en varias de las universidades populares de España cabían todas las ideologías y se aceptaba todo lo que llegara, su posición era incluyente y plural, el profesorado no era beligerante ni en ideologías ni en el campo político. [nota]5[/nota] Esto será uno de los principios de la experiencia mexicana, no inmiscuirse en política aún con los cambios que traerán los difíciles tiempos revolucionarios.
Los tiempos del festejo
Dentro de la fastuosa celebración del centenario de la Independencia, hubo de todo y para todos. Un acto al que fueron invitadas universidades extranjeras como testigos fue la fundación formal de la Universidad Nacional. No es que no existiera como tal desde tiempo atrás, sino que don Justo Sierra, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, escritor, abogado, historiador y gran conocedor de la realidad mexicana, fue el motor para acelerar los cambios y programar avances en la educación. Por ello concibió que las escuelas de estudios superiores que ya existían, como Medicina, Jurisprudencia, Arquitectura, Bellas Artes y la importante Preparatoria Nacional, que se encontraban aisladas, se juntaran para unirlas a tres institutos de investigación: Médico, Patológico y Bacteriológico, los Observatorios Astronómico y Meteorológico y la comisión Geográfico-Exploradora y Geodésica. Al conjunto se adhiere un nuevo establecimiento denominado, Escuela de Altos Estudios.[nota]6[/nota] La Universidad no contará con instalaciones propias, la novedad será la presencia de un rector y de un consejo universitario que tendrá sus oficinas en la vieja Escuela Normal que sí esperaba estrenar nuevo edificio por esos días, mientras tanto, se comienza a reparar el vetusto edificio colonial de la Universidad Pontificia como futura sede.
El Ateneo de la Juventud
Existía desde 1909 un grupo cultural independiente formado por alumnos y maestros de Jurisprudencia bautizado como El Ateneo de la Juventud. Este grupo coordinó durante septiembre del año de las celebraciones una serie de conferencias de corte nacionalista.[nota]7[/nota] En el Ateneo se encontraban muchachos entre los 22 y los 30 años de edad, algunos se preciaban de una erudición notable. Con el tiempo fueron casi 70 socios los que conformaron esa organización entre escritores, poetas, músicos y pintores. No sólo durante el centenario, sino posteriormente, dictaron conferencias, organizaron conciertos y recitales poéticos dirigidos a un selecto público.[nota]8[/nota] José Vasconcelos, Martín Luis Guzmán, Alfonso Reyes, Alberto J. Pani, Julio Torri, Vicente Lombardo Toledano, el poeta Enrique González Martínez, el músico Manuel M. Ponce y el pintor Diego Rivera, son algunos de los que animaron las reuniones septembrinas. Entre los extranjeros participarán activamente el dominicano Pedro Henríquez Ureña[nota]9[/nota] y el español Pedro González Blanco.[nota]10[/nota]
Ese acto acompañó a los solemnes homenajes del gobierno, pero también se desataron acciones no previstas. Alfonso Reyes describiría años después que los estudiantes esperaban con ansia al poeta nicaragüense Rubén Darío. Al llegar a Veracruz se le impidió continuar el viaje hasta la capital porque en su país inesperadamente habían sucedido cambios en su gobierno, y ya no fungía como su representante. Las expresiones públicas contra Estados Unidos se dejaron venir. Las manifestaciones de los estudiantes llegaron a algo insólito: apedrear la casa del presidente que había permanecido en el poder 33 años. Reyes escribiría: allí se vio…el primer relámpago de la revolución.[nota]11[/nota]
Después del oropel y brillo de las fiestas se enlazan acontecimientos que ponen a la vista la otra cara de la moneda del México que tenía hambre y sed de justicia como lo había escrito desde años atrás el educador Sierra. Mucho se había logrado dentro del largo régimen, pero los pendientes afloraron. En mayo el eterno presidente Díaz renuncia y ante esa realidad se presentaron en el mundo estudiantil y social posiciones encontradas: los que se manifestaban pidiendo la permanencia del caudillo y los que festinaban el futuro exilio.[nota]12[/nota]
A finales de marzo de 1911, todavía en el régimen de Díaz, se nombra a Jorge Vera Estañol, como nuevo ministro de la Secretaría de Instrucción Pública en lugar de Sierra, como un ejemplo de los cambios que se realizaban para que entrara gente nueva ante la crítica generalizada de que en el gobierno estaba asentada la gerontocracia, es decir los viejos llamados despectivamente “los científicos”. Tanto la preparatoria como la universidad eran espacios intelectuales donde no cabía la masa popular, desde varios puntos de la república llegaban los jóvenes a prepararse, muchos de los mencionados ateneístas eran egresados de ellas. También estaban presentes los adolescentes capitalinos que entraban al antiguo colegio de San Ildefonso, sede de la preparatoria que englobaba los estudios secundarios y los previos a las carreras profesionales.
Alguien que agradecía profundamente su formación estudiantil y profesional al sistema porfirista era Alfonso Pruneda (1879-1957). [nota]13[/nota] Él va a ser vital para el surgimiento de la Universidad Popular.
Provenía de una familia de clase media. Los estudios primarios los había realizado bajo la mirada de su padre, José de Jesús Pruneda, ferviente católico, que era dueño y director del Colegio Guadalupano donde se brindaba la Instrucción Católica, Científica y Mercantil.
No sé quién tuvo el cuidado de guardar sus recuerdos de esa primera etapa, pero en su archivo hay varias páginas de ejercicios de caligrafía, donde se encuentran frases como: muéstrate compasivo con los pobres, más vale pobreza honrada que bienes hurtados, habla poco y bien pensado, que tenía que repetir una y otra vez. Las escogí porque creo que esas máximas le quedaron grabadas para toda la vida. Me sorprenden también sus dibujos infantiles ejecutados con una perfección increíble a sus diez años cuando los realiza. La formación dentro de esa escuela paterna y guadalupana no lo volvió intolerante, siempre fue incluyente para admitir lo que otros opinaban. Además de las materias de rigor aprendió el francés e inglés y otro lenguaje, el de la música, que le permitirá tocar el piano con gusto y profesionalismo. Después de esa etapa, el padre lo detiene dos años más hasta que al no contar con profesores, laboratorios e instrumentos indispensables para que siguiera su formación, Alfonso entra a la preparatoria nacional de la que su padre desconfiaba por ser el centro difusor de las teorías de Augusto Comte, traídas a México por su alumno Gabino Barreda desde la época juarista. A pesar del temor paterno, cursa los últimos años en la preparatoria y al salir su decisión es continuar en la Escuela Nacional de Medicina.
En 1897, un día de septiembre, don José de Jesús afectado por años de una dolencia cardiaca, muere a los 45 años. Alfonso había perdido a su madre cuando tenía cuatro, y años después, su padre formó una nueva familia, así que a su muerte –él de 18 años- se hace cargo de la viuda y de sus cinco hermanos. Alfonso cierra el colegio paterno y trabaja dando clases en varias escuelas particulares. Al tipo de enseñanza que daba se le llamaba, “lecciones de cosas” según un sistema de enseñanza francés con las que se daban conocimientos elementales de zoología y botánica, además da clases de piano y de canto coral.[nota]14[/nota]
Con la obligación a cuestas deja de concurrir a sus estudios de medicina por un tiempo y al retomarlos tiene que someterse a examen extraordinario en el primer año de su carrera. La presión por mantenerse disminuye cuando comienza a recibir una beca de veinte pesos mensuales que Joaquín Baranda, ministro de Justicia e Instrucción Pública, le otorga al considerar los servicios educativos prestados por su padre. En la preparatoria conoce a don Jesús Sánchez, profesor de zoología, famoso conocedor de la riqueza natural de nuestro país. La capacidad para el dibujo y caligrafía del estudiante de medicina se perfecciona en los apuntes de esas clases y en sus tiempos libres al pasarlos en limpio los ilustra con imágenes que copia del libro Historia natural de los animales de Milne Edwards. Este trabajo lo titula: Ampliaciones de Zoología extractadas de las explicaciones orales y lecturas del Señor Profesor doctor Jesús Sánchez, 1896. Lo mismo hace, años después, al copiar a mano el Manual de Patología Interna de su maestro José Terrés con quien trabajaba en las noches.[nota]15[/nota]
Primeras cátedras médicas y oficios públicos
Asiste como practicante en los hospitales: Concepción Béistegui y en el de San Andrés y obtiene su título profesional el 11 de junio de 1902. El interés de su tesis se centró en: La tuberculosis pulmonar incipiente, sintomatología y diagnóstico tal vez como recuerdo de la enfermedad que minó a su madre. Su actividad docente en la escuela de medicina comienza desde 1903. [nota]16[/nota]
Cuando estuvo en la preparatoria estableció una buena relación con otros de sus maestros: Ezequiel A. Chávez y Justo Sierra, y para 1905 lo invitan a colaborar en la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. Ahí edita el Boletín de Instrucción Pública y recibe el nombramiento como jefe de educación secundaria, preparatoria y profesional; tenía entonces 26 años. Funda el servicio médico escolar para hacer un examen sistemático de todos los escolares con el fin de detectar enfermedades y dar el tratamiento adecuado. Establece durante su gestión que en las escuelas se lleve un registro cuidadoso de antropobiometría y quita del padrón de incapacitados a los niños con problemas de sordera y de baja percepción visual para que se integren a los demás.[nota]17[/nota] En 1910 recibe la jefatura de la Sección Universitaria de la misma Secretaría de Instrucción Pública y es consejero universitario durante el rectorado de don Joaquín Eguía y Lis.[nota]18[/nota]
Y llegaron los aires revolucionarios …
Probable oficina de la Universidad Popular 1912 (Archivo Pruneda)Desde el arribo del gabinete provisional de León de la Barra comienzan los cambios en la Instrucción Pública. El médico Francisco Vázquez Gómez candidato en la vice-presidencia de Madero será designado como nuevo ministro.[nota]19[/nota] Él había sido uno de los que criticaron en forma abierta al proyecto de la universidad de Justo Sierra en 1910, así que llegado el momento implantó su visión. Inopinadamente cambió el calendario escolar y a varios de los directores. Aún en esa época, Pruneda logra insertar en ese tiempo, un proyecto de alimentar a los niños de las escuelas primarias, Se serviría comida caliente al mediodía y de manera gratuita.[nota]20[/nota] Al final Vázquez Gómez destituye a Pruneda como jefe de la sección universitaria y le da un puesto administrativo.[nota]21[/nota]
Para julio de 1912, ya con el nuevo ambiente revolucionario, es el presidente Madero quien le da el nombramiento para que dirija la Escuela Nacional de Altos Estudios de la Universidad Nacional de México. [nota]22[/nota]Las ramas de la Escuela de Altos Estudios, se dividían en ciencias exactas, humanidades y ciencias sociales. Se le asignó para dar cuerpo a las ciencias sociales la Inspección de Monumentos y el Museo de Arqueología, Historia y Etnología. Ya en la dirigencia Pruneda nombra como su secretario al joven de 24 años Alfonso Reyes. Esa Escuela recordemos se había inaugurado dentro de los eventos septembrinos de 1910. Su primer director fue Porfirio Parra (1854-1912) un viejo profesor y afamado médico, heredero del pensamiento positivista y conocedor del mundo académico de México y del extranjero. Parra muere en julio de 1912 y Pruneda hereda el puesto. La meta en esa nueva escuela era el desarrollo científico para investigar y descubrir lo que requerían las diferentes escuelas para avanzar. Con los cursos los profesores llegarían a obtener un posgrado para cambiar al perfil de muchos de ellos que se habían formado sobre la marcha. En esos primeros años se dieron cursos libres y se contrataron a dos profesores extranjeros: James Baldwin especializado en psicología, y Franz Boas[nota]23[/nota] una autoridad en antropología y etnología. Ellos impartieron los cursos durante 1910 y 1911.[nota]24[/nota]
Adquirida la responsabilidad y con graves carencias económicas, el director y el secretario de la nueva escuela llaman a varios de sus amigos del Ateneo y comienzan dando algunos de los cursos en la institución. Antonio Caso, Vasconcelos, el mismo Reyes, Pedro Henríquez Ureña abundan en la filosofía y literatura. Generosamente otros maestros se acercaron para dictar cursos de lengua inglesa, de literatura francesa y de matemáticas avanzadas. Como médico Alfonso Pruneda llama a varios compañeros para que se den a conocer los avances en las especialidades de medicina, pero fracasa en su petición al no obtener el apoyo necesario. Lo que si logra es abrir la biblioteca y establece nexos con centros de cultura nacionales y extranjeros y divulga de vez en cuando folletos con las publicaciones de los cursos otorgados. Ante el cambio y la entrada de los ateneístas a esa escuela pasó de ser la consentida a ser la discriminada pues con la visión revolucionaria no tenían cabida las elites. Algunos diputados como Horacio Aragón y Horacio Barrera discutieron su disolución por considerar que era inútil y superflua.[nota]25[/nota] El subsidió disminuyó y en el corto tiempo que permaneció Pruneda en la dirección no fue posible llevar a cabo la idea gestora.[nota]26[/nota]
Un testimonio de Julio Jiménez Rueda (1896-1960) [nota]27[/nota] cuando era estudiante, nos adentra en la atmósfera que se vivía en los días en que Huerta había militarizado la preparatoria. La invasión norteamericana estaba en Veracruz y el presidente incita a los preparatorianos no a la defensa de la patria sino a formar posibles batallones contra la insurgencia zapatista.[nota]28[/nota]
Jiménez Rueda contaba:
…el doctor Pruneda…era director por entonces, de la facultad de Altos Estudios que tenía por sede el edificio de la propia Universidad recién fundada en la calle de Lic. Verdad. Un grupo de estudiantes del cuarto año de la Escuela Nacional Preparatoria habíamos decidido fundar una sociedad científica. Las matemáticas habían sido el fundamento de nuestra instrucción todavía barradiana y el nombre que tuvimos presente como patrono fue el del insigne sabio Don Francisco Díaz Covarrubias. En busca de apoyo de la facultad recurrimos a su director quien nos lo dio amplio y completo cediéndonos uno de los salones del patio grande, el sombreado por la monumental y magnifica cúpula de la antigua iglesia de Sta. Teresa. Ahí pudimos reunir una pequeña, pero selecta biblioteca, un pequeño arsenal de instrumentos matemáticos, un catalejo. Ahí comenzaron en el difícil arte del magisterio jóvenes que más tarde se han destacado en la enseñanza de las matemáticas, la astronomía, de la ingeniería, de las letras y aún de la política. El doctor Pruneda presenció estos ensayos con una íntima satisfacción y nos ayudo en todo lo que pudo. Como siempre tuvo la palabra de estimulo generoso y cordial…. Tenía siempre a flor de labio la palabra oportuna el gesto halagador, la sonrisa cordial para todo el que se acercaba a él para acompañarlo en todas sus empresas. En el año de 1913, un grupo de amigos fundamos un periódico “El Estudiante”, una de las mejores publicaciones juveniles que han aparecido en nuestra ciudad. Uno de nosotros al amparo del seudónimo “El duende de san Ildefonso” escribía comentarios sobre la enseñanza universitaria. Eran bromas, más o menos intencionadas pero en una época de franca dictadura militar y sangrienta, podían ser interpretadas como ataque al régimen con las consecuencias imprevistas, que una actitud de reproche a los órganos del gobierno; por muy inocentes que fueran podía acarrear al propio duende. Por fortuna, al frente de la educación nacional se encontraba don Nemesio García Naranjo, como secretario de educación y don Alfonso Pruneda como jefe del departamento universitario. El subsecretario en cambio, era hombre violento, y atrabiliario pese a su vocación de poeta, don Rubén Valenti que tomó en serio las bromas y profirió amenazas veladas contra el duende. El doctor intervino, habló con los responsables de la publicación que desde luego hicieron ver que ejercían un derecho que la Constitución les concedía, sin tener en cuenta que la Constitución prácticamente había sido abolida, por el régimen huertista. Don Nemesio García Naranjo nos dio la razón y manifestó que como periodista el recibía con beneplácito que unos muchachos preparatorianos se expresaran libremente…
Ante diferentes bandos Pruneda con su carácter será siempre un gestor nunca un provocador. El escritor y ensayista Jiménez Rueda acompañara a su maestro en lides futuras.
A finales de mayo de 1912, Pruneda acude como representante mexicano al Congreso Internacional de Tuberculosis en Roma. Contacta en esos días con María Montessori y conoce el método de enseñanza que promoverá en un futuro. Asiste también al Congreso de Americanistas en Londres, donde presenta el proyecto de ley sobre conservación de monumentos arqueológicos.[nota]29[/nota]
De los altos estudios a los barrios bajos
Escudo de la UPM (Archivo Pruneda)En ese apretado año de actividades una nueva responsabilidad llega al ligarse en un proyecto universitario novedoso. El ingeniero Alberto J. Pani (1878-1952), ateneísta y servidor público dentro de la educación, había propuesto integrar al sistema de educación rudimentaria vigente desde el Porfiriato, nuevos conocimientos para ingresar a la industria, a la agricultura y hasta al mundo artístico. Al no obtener el apoyo económico del ministro y vicepresidente Pino Suárez, renuncia al cargo y regresa a la docencia en la escuela de ingenieros y a las reuniones del Ateneo.
Entre octubre y noviembre de 1912 es desde esa institución que se discute el programa y la organización de la Universidad Popular Mexicana (UPM). José Vasconcelos que había sido su presidente propone que se utilice el esquema de las conferencias dictadas durante las fiestas del centenario. Henríquez Ureña también participa en ese plan y es el intelectual español, Pedro González Blanco, (1879-1961) conocedor de lo que eran las universidades populares en España, quien le da el giro y propone que las pláticas sean de carácter sencillamente popular. La cultura debía llegar a las clases más numerosas, tendrían que acercarse al pueblo dentro de la mística que entrañaba el cambio político y social. Trabajadores y obreros serían los invitados a participar. No sería un programa gubernamental, sino dependería de apoyos privados. [nota]30[/nota]
Alfonso Pruneda no era ateneísta, pero hemos visto que conocía a fondo el mundo de la educación. El 26 de septiembre de ese año es nombrado por unanimidad como socio de la corporación. En lo sucesivo el Ateneo celebrará sus reuniones todos los viernes a las siete de la noche en la Escuela de Altos Estudios situada en la calle Lic. Verdad.[nota]31[/nota]
Alberto J. Pani será el rector, Alfonso será el vice-rector y como integrante extranjero y admitido como miembro fundador será González Blanco. Martín Luis Guzmán (1887-1976) será el secretario de esa universidad y Alba Herrera y Ogazón afamada pianista, testificará la fundación de la universidad y será una acompañante fiel dentro de la nueva institución.
Los maestros ateneistas…
Constituida formalmente la Universidad Popular en octubre de 1912 se les llama a todos los miembros del Ateneo de México y se les pregunta si están dispuestos a colaborar en la:
“en la obra de Extensión universitaria extraoficial (científica, artística y ética) que el Ateneo ha resuelto emprender… se hará de dos formas: Consistirá la primera en series de tres a seis conferencias sobre un mismo asunto (verdaderos cursos de generalidades) en los talleres, fábricas y otros centros semejantes, que por su naturaleza garantizan un auditorio numeroso y constante. Consistirá la segunda en conferencias aisladas en los lugares donde no se cuente con auditorios que llenen aquellos requisitos”.[nota]32[/nota]
Uno de sus principios rectores será dar temas básicos de cultura, de higiene y en ocasiones podrán escuchar piezas musicales. Se organizarán paseos dominicales para ir a museos y en los parques se fomentarán los conciertos al aire libre.
Sin local específico, Alfonso Pruneda convence a varias autoridades para que presten sus auditorios y recibe el apoyo de la Escuela Nacional Preparatoria, del Museo Nacional de Arqueología, de la asociación Cristiana de Jóvenes y del Teatro de los señores Díaz de León que se convertirá en la sede, cobrando una módica suma como renta. A ese lugar se le conocerá como La Casa de La Universidad.
Un día 13 de 1913….
El 13 del mes de enero de 1913, no sé si sería martes, el doctor Pruneda tomó la ruta acostumbrada que lo llevaba del centro a la Alameda de Santa María, lugar donde vivía, en la Calle de Álamo 30. Ese día tomó un tren que se le llamaba La Rosa y lo tomó a toda carrera. Al llegar a Santa María la Ribera, justo cuando descendía, se le desprendió al tren un trole y le cayó encima de su pierna. Un estudiante lo encontró tirado en un charco de sangre, era precisamente uno de sus estudiantes en el Hospital Juárez. Al verlo se desmayó. Todavía conciente Alfonso Pruneda se ligó él mismo, con un paliacate que llevaba siempre en el bolsillo para lustrarse los zapatos antes de entrar a cualquier reunión. Ya en el hospital, día con día su estado se complicó y en algún diario salió el aviso de su gravedad. La decisión de amputar el miembro lo toma su compañero el doctor Fernando Zárraga, amigo de la familia.
Serias fueron las complicaciones para adaptarse a una pesada prótesis, el dolor fantasma del miembro perdido le acompañaría siempre. Un mes después en el país se viviría la tragedia del asesinato del presidente Madero, su hermano y el vicepresidente. La decena trágica marcaría un nuevo rumbo con Huerta, el traidor para unos, el restaurador de las canonjías porfirianas para otros.
Pruneda pidió sólo tres meses de licencia con goce de sueldo y pasado ese trimestre se reintegró a sus actividades, lo que dejó fue su consulta privada. A partir de sus 34 años su caminar sería diferente y se le conocería como “el cojo Pruneda”.
Un artista describe a la Universidad Popular Mexicana
En una larga crónica de Ángel Zárraga[nota]33[/nota], hermano del médico que acompañó a Pruneda en el difícil trance de meses atrás y que también es amigo cercano, nos cuenta en detalle lo que sucedía en los primeros años de la UPM. Llama la atención el tono que utiliza para solicitar y regañar a sus oyentes y lo castizo de su lenguaje. Ahí encontramos también la presencia de uno de los mecenas de la Universidad Popular:
Era el 8 de abril de 1913
Hace ya años cuando yo vivía en Madrid, algunos amigos míos, jóvenes y entusiastas, ateneístas, empedernidos, Pedro González Blanco, Enrique Díaz Canedo, Ángel Vegue y Goldoni, muchos otros más, consagraban lo mejor de sus energías a la Universidad Popular de Madrid. Cuántas mañanas de domingo pasamos juntos en el Museo del Pardo, enseñando las maravillas que encierra a aquellos obreros, gente sencilla y ávida de revelaciones…
Yo entonces andaba por mis veinte años y no sentía como ahora el amor y la belleza de mi tierra, pero yo anhelaba que aquella obra de cultura y de desinterés, engendrada y sostenida por el tenaz esfuerzo juvenil de mis amigos, pudiera también arraigar y dar fruto entre nosotros. Años más tarde en París, hojeando periódicos de México vi que por obra y gracia de otros jóvenes fuertes y entusiastas la idea de la Universidad Popular de México era un hecho. Y me alegré íntima y hondamente y a mi vuelta a mi patria mi alegría se hizo más intensa al saber que la obra buena estaba en manos de un hombre bueno. No, no he hecho nunca elogios bastardos y hago esta aclaración porque en cuatro palabras debo hablar al ocuparme de la Universidad Popular, de quien es el alma de ella y en quien coinciden las cuatro cualidades de seriedad, inteligencia, tenacidad y desinterés necesarios para quien como el doctor Alfonso Pruneda con la secuencia que da un entusiasmo razonado, ha sabido en su papel de rector de la Universidad Popular dar vitalidad a una obra que tal vez en otras manos habría perecido por indiferencia o incuria…
Yo no sé si vosotros; los que andáis a caza del último rumor político o guerrero, o los que lanzáis compañías petroleras, o los que buscáis ansiosamente, día por día las cotizaciones de las bolsas extranjeras, o los que leéis en las sociales o personales, desde el “señoras que reciben hoy”, hasta el último punto de la última defunción, habéis parado vuestra atención en las cortas líneas que en los diarios se anuncian, tres días de la semana con, las conferencias de la Universidad Popular. Y si menos aún si vuestros graves cuidados os han permitido ir aun barrio populoso y popular de la ciudad, apartado y triste, donde coincidiendo con esos anuncios, hombres de buena voluntad han hablado y hablan a centenares de gente sencilla y humilde, de cosas bellas ó útiles, divertidas o serias. Pero si un día, a las siete de la noche, os sentís cansados del tráfago del día, y queréis olvidar por un momento a Mister Lind y al excónsul Carothers y a Wilson y sus acólitos y a Carranza y los suyos (en el texto tachados por una línea), encaminad vuestros pasos a aquella vieja plaza del Carmen y llegad al Teatro Díaz de León. No veréis al exterior más que un foco eléctrico empolvado que es lo que parece vivir únicamente en la fachada sombría. Subid la empinada angosta escalera y estaréis en el Salón de la Universidad Popular y observad: ahí vosotros, los que juzgáis del pueblo nuestro por unos cuantos alcohólicos que encontráis en las calles, veréis que hay otro pueblo nuestro, ávido de saber, ávido de sentir; el pueblo nuestro que prepara el grande advenimiento futuro que vosotros negáis en vuestro culpable pesimismo. Ahí veréis al obrero que sale del taller, y al empleado poco retribuido que penó largas horas del día y a la madre que después de la humilde y noble labor casera va a con el niño en los brazos a oír cosas que le interesan; desde las misteriosas y fabulosas teogonías nahuas y las bellezas inmensas de nuestro arte colonial, hasta reglas elementales de higiene. Y si pensáis que todo aquello que vosotros sabéis porque vuestro destino así lo quiso, es para aquella gente palabras de anunciación. Os sentiréis conmovidos y si no os conmueve el espectáculo, tal vez os haga pensar por un momento en que hay gentes que anhelan saber y que tienen tanto derecho como vosotros a saber y a gozar con lo que supieron…
(Archivo Pruneda)Y si el espectáculo os ha interesado preguntaréis y como sois hombres prácticos os preocupará la vida interna de la Universidad y preguntaréis de qué vive, quién la paga, quién la subvenciona, de que ministerio depende. Yo os voy a sacar de dudas. La Universidad Popular es un organismo independiente. Es una obra de cultura netamente mexicana. Ni ministerios la subvencionan ni gobernantes la dirigen, por que la Universidad ha comprendido en estos tiempos de pasiones encontradas, lo único que puede tener condiciones de estabilidad es aquello que se hace y se continúa fuera del “yo” y del “tu”; y que en esta obra colectiva y desinteresada no hay de parte de quienes la organizan más que una grande y buena voluntad y un sereno optimismo en los destinos de nuestras clases pobres…Hay alguien entre nosotros que así lo ha comprendido y que sin bombos y sin vanidad ha ayudado y ayuda noblemente a la Universidad Popular: se llama Don Gabriel Mancera.[nota]34[/nota] Pero es preciso que su esfuerzo no quede trunco y que haya quien lo siga. Es preciso que esta obra buena y noble no perezca y para eso o ahora me atrevo a hablaros y a pediros. La Universidad Popular tiene pocas necesidades pero esas necesidades existen, Ayudadla, comprendedla, e interesaos en ella. Id solo una vez a oír en aquel medio sano y sencillo y estoy seguro que seréis amigo de ella y que tomaréis a pecho que no termine el esfuerzo bellamente comenzado, Cualquier cosa que para vosotros no es un sacrificio es un día más de vida para la Universidad Popular y cuando lo hagáis sentiréis que vuestra vida no es solo vuestra sino que habéis ayudado en la medida de vuestras fuerzas a la continuación de algo que es provechoso para todos. Y mostraréis que contra todo lo que se dice y se diga de nuestro egoísmo y de nuestra indiferencia para todo lo que sea labor general, aún hay entre nosotros el deseo ardiente de hacer Patria porque creemos aún en nosotros mismos.
Es preciso mirar de cara al porvenir en estos momentos de prueba; pero es preciso preparar también ese porvenir, por la educación y el enaltecimiento de nuestras clases pobres, En este programa la Universidad Popular cumple una obra sagrada y yo sé que al señalaros ahora esta institución he hecho como deber y sé también que si conocéis y amáis este rincón de México, en donde se habla de cosas fuertes y sanas, habréis ganado más para vosotros mismos y para vuestra raza que el día en que las acciones de una Petroleum Compañy cualquiera subieron dos o tres puntos.
Retomando el caminar…
Después de los sucesos de 1913 el panorama cambió en la capital. No sabemos si la petición de Zárraga rindió frutos pero las actividades de la universidad van a renovarse hasta agosto, Pruneda regresa a sus quehaceres y asiste a la conferencia que da Martín Luis Guzmán sobre El Romance y al concierto que ofrece Alba Herrera y Ogazón, la única mujer presente años atrás en la firma del acta constitutiva de la Universidad. [nota]35[/nota]
Es en diciembre cuando Pruneda presenta la obra didáctica de María Montessori (1870-1952) a quien había conocido el año anterior en Italia. Con todo detalle habla de su trayectoria, de sus logros, y enseña el material educativo que se requiere en este método que involucra a los padres para que los niños aprendan la responsabilidad en libertad.[nota]36[/nota] Pruneda será el encargado de recopilar la información, los sílabos o resúmenes de las pláticas, convocar y difundir sus acciones, publicar folletos sobre algunas conferencias para su venta y, sobre todo, va a estar atento para transmitir las cuestiones de salud e higiene, de manera sencilla, desde la explicación de qué eran los microbios causantes de enfermedades y cómo se podía prevenirlas, hasta la educación sexual, tabú desde entonces.
En los cuatro boletines que publica la UPM, la lista de personalidades que apoyaban a Pruneda en su labor no caben aquí, solo mencionaré algunos cuantos: Antonio Castro Leal, Manuel Toussaint, Alberto Vázquez del Mercado, Carlos Pellicer, Manuel Sánchez Mármol, Antonio y Alfonso Caso, Ignacio Mariscal, los hermanos Zárraga, Julio Jiménez Rueda.[nota]37[/nota] Muchos de ellos iluminarán el campo cultural en México en el futuro.
El lema de la Universidad Popular Mexicana será: “La ciencia protege a la patria” y estará representado por un doble círculo que enmarca una imagen de un sello prehispánico representando en una síntesis lineal a un águila devorando una serpiente. El pensamiento era similar al que se encontraba escrito en el primer escudo de la Universidad planteada por Justo Sierra, pero escrito en latín: Patriae. Scientiaeque. Amor. Salus. Populi.est.[nota]38[/nota]
En el primer boletín de 1913 escribía Alfonso Pruneda:
Sinceramente creemos que el Ateneo de México ha dado un paso muy
serio en pro de la educación de muchos gremios obreros… esperamos
que las clases dictadas y principalmente favorecidas por la nueva
institución demuestren con su entusiasmo que no en vano hay quien se
ocupa en poner a su alcance los medios de elevar su nivel moral, intelectual, social. [nota]39[/nota]
Otros cambios sobrevienen. Con el ascenso al poder de Victoriano Huerta la plana mayor de la UPM tiene que tomar varios caminos. El rector Alberto J. Pani sale del país y Martín Luis Guzmán se une a las fuerzas villistas. Alfonso Reyes se exilia en París y Henríquez Ureña se va a trabajar a una universidad de Minesotta en Estados Unidos.[nota]40[/nota] Desde 1914 Pruneda será el rector de la Universidad y nombra como secretario a Vicente Lombardo Toledano, que años después se convertirá en un promotor del movimiento obrero.
Una crónica del ambiente que existía en la universidad en esos difíciles años lo encontramos en un texto de Luz Vera, asistente para algunos cursos y profesora de otros en la misma institución: “… no puede olvidar quien lo presenció aquellos trágicos días de nuestra vida nacional, durante los años de 1913,14 y 15 especialmente…”[nota]41[/nota]
A finales de ese año el 13 de diciembre de 1915, Alfonso Pruneda recibe una orden militar, del doctor José M. Rodríguez para que se haga cargo del Servicio Especial contra la enfermedad que asolaba a la población: el tifo. Eran tiempos de carestía, de mala alimentación y condiciones precarias para una gran población flotante que llegaba con los ejércitos revolucionarios. Los trabajos se sucedían día con día sin descansar. Poco más de 500 personas realizaron la campaña.
Alfonso Pruneda en su informe describía:
El número total de visitas practicadas es de 36,388... 15,696 casas en buenas condiciones; 20,692 casas en malas condiciones, 313 en donde había escombros... los agentes descubrieron 3,394 enfermos, de los cuales 375 eran de tifo... se practicaron 3,559 incineraciones de diversos objetos: hilachos, colchones, almohadas y trebejos...
Casas desinfectadas: 1,102... individuos despiojados, 1,643
Desde el principio de la campaña, un servicio especial destinado a impedir el acceso a esos vehículos de los individuos notoriamente desaseados... el servicio bajó de los tranvías a 62,906 personas.[nota]42[/nota]
Con todo y los acontecimientos que impresionaban a los capitalinos… en el aula del teatro Luz Vera relataba:
Noche a noche se veía llena de gentes de todas condiciones sociales.
Algunas veces el conferenciante contó con un extraño acompañamiento; tiroteos en las calles cercanas y en el jardín del Carmen. Los concurrentes tuvieron, en ocasiones para salir, a que todo quedara en relativa calma.[nota]43[/nota]
Iban los revolucionarios cansados, sucios, con sus rifles y sus botas. El que estaba en la puerta, el vigilante, no los dejaba entrar, y cuentan que el rector decía: Déjelos entrar. Esta universidad es para el pueblo.[nota]44[/nota]
…a pie, a tomar el tranvía iba la mayoría de los que asistían de lejos. Pocos contaban entonces con coche propio y los de alquiler no se presentaban. No importaba, la caminata se hacía en gratas compañías que permitían el comentario inteligente.[nota]45[/nota]
Ahí se escuchó la palabra del maestro Antonio Caso; durante los meses de noviembre y diciembre de 1915 y enero y principios de febrero de 1916, sustentó una serie de magistrales conferencias sobre “Psicología del Cristianismo” que fueron escuchadas con salón enteramente lleno, ya que la gente ocupaba los pasillos, permaneciendo de pie todo el tiempo de la conferencia.[nota]46[/nota]
En la inestabilidad que se vivía a las 6 de la tarde ya no había luz, pues los servicios municipales la interrumpían: “…a la luz de las velas que habían traído sus discípulos, hablaba Caso y predicaba el mensaje de san Agustín, santa Teresa y de Pascal, Tolstoi, Lutero y Carlomagno entre otros…”[nota]47[/nota]
Antonio Caso el maestro concluía con la reflexión: “la existencia como economía y caridad”. Se oponía a todas las formas de vida egoísta, económica, con la forma superior del desinterés, la caridad.[nota]48[/nota]
En 1916 y 1917 los recursos que aportaban las sociedades, los mecenas, algunos ateneístas o los profesores desminuyeron. Otra cosa más que deterioro el débil equilibrio de las finanzas, fue que lo que se había guardado en papel moneda, denominado irónicamente papel infalsificable dejó de valer en esos tiempos. Así que la UPM se quedó con lo poco que había guardado en monedas de oro y la ayuda generosa de personas que se adherían a la causa. Algunos de los que cooperaban en esos tiempos eran: la señora Jeanne Roux, dueña de un hotel en el lejano San Ángel y aficionada a la arqueología. Ella daba mensualmente una cantidad, lo mismo que el ingeniero Pastor Rouaix que apoyaba por esos días nuevos trabajos de excavación en San Juan Teotihuacan. Aún en la difícil situación se dieron 52 conferencias de afamados profesores universitarios como el arquitecto Ignacio Mariscal y don Isaac Ochoterena. 19 las dio Alfonso Pruneda. Hasta los domingos había cursos prácticos y amenos en el Centro Instructivo y Recreativo para obreras y sirvientas que permaneció activo siete meses, hasta que por falta de fondos se llegó a deber varios meses de renta y tuvieron que abandonar la Casa de la Universidad, pero encontraron otras sedes.[nota]49[/nota]
Una replica de la institución surgió en 1915, lejos del centro neurálgico del país. Se encontraba en la población de Venado, en San Luis Potosí, cumplía con fines similares a la UPM. Tenía 42 socios activos que ofrecían conferencias, obras de teatro y audiciones musicales. Treinta obreros se instruían en su escuela nocturna.[nota]50[/nota] El rector daba a conocer en la misma publicación que con la idea de la extensión universitaria se había formado la Sociedad de Conferencias y Conciertos, en la ciudad de México, gracias a la entusiasta labor de dos universitarios veinteañeros de la Escuela Nacional de Jurisprudencia: Antonio Castro Leal y Alberto Vázquez del Mercado, socios activos en la institución popular donde impartían clases. El primero daba las nociones de literatura universal y Vázquez del Mercado era el profesor titular de literatura mexicana e hispanoamericana. Ellos son los que impulsan la creación de la Sociedad.. para propagar la cultura entre los estudiantes. La Pastoral de Beethoven resonaría en un espacio gracias al dúo formado por Alba Herrera Ogazón en el piano y Julián Carrillo al violín.[nota]51[/nota]
Y las pestes y los esfuerzos continuaron
En abril de 1920 Carranza es derrocado, perseguido y asesinado en mayo. Las garantías individuales se suspenden. El doctor Gabriel Malda es nombrado jefe del Departamento de Salubridad de la República cargo que le otorga un militar del Ejército Liberal Revolucionario. Ante la presión de la responsabilidad llama a su amigo Pruneda y juntos la asumen. Las dotes de higienista, como buen conocedor de la realidad mexicana, se ponen a prueba para acabar con la amenaza de una nueva peste y otra vez de noche y día trabajan sin parar. La peste bubónica se encontraba en Veracruz, Tampico y Cerritos; la fiebre amarilla invadía las costas del Golfo y el Pacífico; el tifo se extendía de nuevo por toda la república y la viruela brotaba en varios lugares. No había fondos para la campaña, puesto que Carranza se había llevado lo que quedaba en las arcas nacionales. Existía la amenaza de que un convoy de trenes vendría hacia la capital con soldados y soldaderas atacados con la enfermedad. Los responsables de la salud pública dan la orden de que retornen al puerto de Veracruz y son obedecidos. Al mes siguiente, ya con Adolfo de la Huerta como presidente interino, Malda intenta renunciar, pero no le aceptan sino que les confirman a los dos médicos en sus cargos. Gracias a la colaboración de amigos norteamericanos,[nota]52[/nota] se formó el proyecto para destruir los agentes contaminantes que pululaban por toda la ciudad: las ratas. La campaña continuará bajo el gobierno de Álvaro Obregón y además se instituyen los centros de vacunación antirrábica. Se difunde también una importante campaña para prevenir las enfermedades venéreas.[nota]53[/nota]
Aún con las inesperadas cargas de trabajo para Pruneda, la labor de la UPM no se detuvo, como constancia existe el IV boletín donde se enlistan las actividades que se llevaron a cabo en tiempos tan difíciles. [nota]54[/nota] El secretario Lombardo Toledano sería el encargado de difundir el calendario de actividades en la nueva sede en la calle de Puente de Alvarado. El grupo de destacados profesores continúa entre ellos se encuentran: Enrique González Martínez, Julio Jiménez Rueda, los hermanos Miguel y José Palacios Macedo. A partir de abril, el secretario Lombardo Toledano en su calidad de abogado comienza mes con mes a dar las platicas sobre Las nuevas corrientes de la Moral Social, donde comenzará un discurso político sobre los movimientos sociales contemporáneos y expondrá temas; como el colectivismo, la Internacional, las Trades Unions, la liga Agraria Irlandesa, el socialismo en Europa y varias más.[nota]55[/nota]
Se enlistan las fechas para las reuniones literario-musicales y las visitas a los museos de arqueología, de historia natural, de la academia de Bellas Artes y el museo comercial. Se planifican entonces los cursos nocturnos para obreros, con la mira de suministrar a éstos y a cuantos lo soliciten diversos conocimientos útiles de eficacia inmediata.[nota]56[/nota] Podían inscribirse hombres y mujeres aún cuando no supieran leer ni escribir. Como condición de ingreso se les pedía que fueran mayores 15 años, ahí aprenderían nociones de aritmética y geometría, lengua nacional, dibujo, trabajos manuales y economía doméstica y el clima de confianza con sus maestros sería la base para que los cursos se aplicaran a sus necesidades. El canto coral sería parte de su instrucción. Se anunciaba que el 24 de octubre se cumplía el octavo aniversario de la institución.[nota]57[/nota]
¿Dónde quedó la obra de Pruneda?
Al seguir el andar de Pruneda en el servicio público como educador, médico, higienista y promotor de la educación cívica y social [nota]58[/nota] entre otras actividades que organizó para el mundo cultural, quedo admirada y agotada. ¿Cómo logró esa energía imparable? será asunto de otro acercamiento, pero tal vez ese enlistado de actividades fue lo que motivó a que Javier García Diego a describir al personaje como “el ubicuo Pruneda”.[nota]59[/nota] Esa percepción la tuvo también en los años cuarenta Luis Cabrera.[nota]60[/nota] Me entero de ello, por la crónica de una reunión de viejos preparatorianos en 1940.[nota]61[/nota]
Por años se acuño el apelativo de perros a los que ingresaban a la preparatoria nacional. Al grupo de la generación del doctor Pruneda se le invitó a reunirse para compartir recuerdos y chanzas con varios contemporáneos. En esa fecha acudirían dos personajes entrañables que pertenecían a ámbitos muy distintos. El primero era el querido maestro Ezequiel Chávez, la segunda “la gatita blanca” María Conesa serviría como postre y al cantar y bailar hará las delicias y los ladridos de los concurrentes En esa ocasión Luis Cabrera, hizo una crónica de los “médicos que no habían sido médicos” y entre ellos aludió a Pruneda, mencionando que “el doctor don Alfonso Pruneda había batido el record de la burocracia perpetua”[nota]62[/nota]Poco después el aludido contestó en una carta donde le aclara paso a paso su carrera pública, iniciada a sus 26 años. Rememora que fue por invitación expresa del mismo que asistió a la reunión, Ezequiel Chávez. En el escrito puntualiza que sus actuaciones diversas había sido una colaboración no como burócrata sino como un apoyo técnico a la misión emprendida por Sierra y el mismo Chávez. A continuación le refresca la memoria cuando compartían trabajos en un colegio particular de Dn. Manuel Pimentel, donde Cabrera era el conserje nocturno y él era el joven maestro que impartía la “lección de cosas”. Alude enseguida a su actuación como profesor vitalicio de la facultad de medicina desde 1903 y nombra las otras instituciones donde ha enseñado, como son: la escuela Nacional Preparatoria, la Normal de Maestros, la antigua Escuela Nacional de Altos Estudios y le recuerda que él mismo lo apoyó para nombrar como secretario de la misma al joven abogado Alfonso Reyes en un difícil año revolucionario. No olvida mencionar a su querida Universidad Popular y a la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional donde imparte sus lecciones. Al lic. Cabrera lo pone al tanto de su actuación como higienista en los años de las epidemias, para prevenir los estragos de la enfermedad y anota “que tan médicos son los que curan aunque a veces maten enfermos, cómo dice usted con su amable ironía,, como los que de uno u de otro modo, procuran que las gentes no se enfermen”. En la misiva gentilmente Pruneda le advierte su sinceridad y ningún sentimiento mezquino, y le recuerda que hace 42 años que se conocen. La respuesta a esa carta llega tres días después y se publica también en el libro “perruno” y en ella Luis Cabrera le expresa “un sincero remordimiento ante el temor de haberlo lastimado injustamente con una referencia irreflexiva”.[nota]63[/nota]
Con esa respuesta a la carta aludida Pruneda tranquilo y sin aspavientos hace el recuento de su larga carrera de servicio público y puedo entender que con esa carga de trabajo nunca encontró el tiempo para escribir “la gran obra”, pero su pensamiento lo deja plasmado en folletos, libritos, artículos de periódico y conferencias que dará en México y en el extranjero. Algunos apuntaban que sólo era conferencista, pero su defensa era: “Las conferencias las recibe la gente; los libros, quién sabe”.
Cuando Vasconcelos regresa al país en 1920 va a integrar los objetivos de la UPM a las labores de la Universidad Nacional[nota]64[/nota], y son muchos los maestros de la UPM que se unen a la gran labor revolucionaria que pretendía realizar en 1921.[nota]65[/nota] Más de treinta profesores impartieron 2,850 conferencias a los obreros en diversas sedes y en poco tiempo. Ante esa avalancha y efervescencia de acciones, la historia de la eficaz y paciente labor de la UPM quedo opacada.
Es hasta 1924 cuando la extensión universitaria se impondrá como realidad en la Universidad Nacional. Alfonso Pruneda será su rector por cuatro años. Con un reducido presupuesto adaptado a las circunstancias impulsó acciones coordinadas de varias facultades. La de Ingeniería ayudó con obras concretas al mejoramiento sanitario de la ciudad, se estableció un bufete jurídico de maestros y alumnos de Jurisprudencia para aconsejar y defender gratuitamente a los que lo necesitaran. Los estudiantes y profesores de Química y Farmacia brindaron asesoría técnica a varias industrias y en la de Medicina se planearon campañas públicas de higiene personal en los centros de reunión, como mercados, ferias y celebraciones religiosas. La instrucción cívica como elemento de cohesión social y de conocimiento de la patria se difundió y se formuló todo un programa para visitar museos y exposiciones.[nota]66[/nota] Las conferencias y debates no faltaron y la actividad extra-muros fue una realidad hasta 1928. El lejano foco de luz de la popular universidad de 1912 iluminaba con mayor potencia la actividad de los muchachos universitarios y el pueblo percibió el enlace entres sus necesidades y la vocación de servicio universitario.
[notar]1[/notar]Torres Aguilar, Morelos.(2009) Extensión Universitaria y Universidades Populares: El Modelos de Educación Libre en la Universidad Popular Mexicana (1912-1920) Rhela.Vol.12.Año 2009. P.202
[notar]2[/notar] Ibid. El autor después de analizar los diferentes modelos europeos, refiere que la Universidad Popular en México es un híbrido e incluye la corriente francesa con la línea original de Les coopérations des idées por un lado y con algunos de los elementos de la llamada extensión universitaria inglesa, y mucho toma de las experiencias españolas. La contribución a su mantenimiento eran contribuciones voluntarias y no se recibía apoyo de las otras universidades o del gobierno. Se optaba por la divulgación de las nociones científicas y humanísticas en lugar de un plan de acción revolucionario. Existían otra modelo también en Francia que sí tenían un componente político, donde se estudiaban las condiciones para la organización sindical y la conciencia de la lucha de clases Pp.211-212
[notar]3[/notar] Ibid. Torres Aguilar cita de: Mimenza Castillo, Ricardo. (1919): “Las Universidades Populares”, en El Pueblo. México, D.F. 25 de febrero, p.2,
[notar]4[/notar]Torres Aguilar, Morelos (2006). La Universidad Popular Mexicana; cultura y revolución en la ciudad de México. (1912-1920). Tesis de Doctorado en Historia. México. UNAM- Fac. de Filosofía y Letras.
[notar]5[/notar] Ibid. (2009). p.209
[notar]6[/notar] Garcíadiego Javier, (1996) Rudos contra científicos. La Universidad Nacional durante la Revolución Mexicana. COLMEX. UNAM. México. p.40. cita…
[notar]7[/notar] Ibid..p.38.
[notar]8[/notar] Carretta Beltrán Claudia.(2003) Del trabajo al centro cultural. La Universidad Popular Mexicana (1912-1920) y su papel en la construcción de “un nuevo ciudadano”. Latin American Studies Association. Dallas Texas. p.3
[notar]9[/notar] Pedro Henríquez Ureña nace en 1884 en Santo Domingo, dentro de una familia de políticos e intelectuales. Los estudios secundarios los hace en Estados Unidos. Desde 1906 llega a México donde despliega una importante labor cultural. En 1913 regresa a dar clases en la Universidad de Minesotta en Estados Unidos. Años después llega hasta Argentina como un académico de las letras y muere en 1924.
[notar]10[/notar] Ibid. p.3 Ver: Álvaro Matute, El ateneo de México. bibliotecadigital.1ilce.edumx/site/fondo2000/vol2/25/htm/sec_1.html. Pedro González Blanco, desde 1898, participaba de las tertulias iniciadas por Darío y por Valle Inclán. Es traductor de Nietzsche. Desde el Ateneo de Madrid participa como fundador de la Extensión Universitaria y de la Universidad Popular de Madrid.
[notar]11[/notar] Op. cit. Garciadiego. p.48. nota 11
[notar]12[/notar] Ibid. pp.70-91
[notar]13[/notar] Varios de sus escritos y publicaciones están resguardados en un pequeño archivo que sobrevivió al abandono, a la humedad y a los seres voladores y rastreros que se alimentaron por mucho tiempo con sus papeles. Heredera de lo que perduró, he podido revisar y leer algo de lo que escribió. Este archivo aún sin clasificar ha sido consultado por Morelos Torres y Claudia Carretta para sus respectivas tesis sobre la Universidad Popular, a los que agradezco el acercamiento al tema. El Dr. Morelos Torres es quien en su tesis nombra al archivo como de: Alfonso Pruneda. Cuernavaca, y así lo citaremos.
[notar]14[/notar] Ibid. pp12 y 25
[notar]15[/notar] Ibid. p13
[notar]16[/notar] Desde 1913 fue profesor de patología médica, patología general, fundó las clases de medicina social y de medicina e higiene del trabajo. Prestó servicios y fue decano en la Escuela Nacional de Medicina. En la Preparatoria Nacional impartió las materias de: anatomía, fisiología e higiene, civismo, lógica, psicología y moral. En el Conservatorio Nacional de Música dio las clases de: psicología del arte teatral y de higiene de la voz. Imparte también las clases de higiene escolar y de educación sexual para maestros en la Escuela Normal de Maestros en 1933, entre otras.
[notar]17[/notar] Fernández del Castillo, Fernando. (1952) La obra docente y académica del Doctor Alfonso Pruneda, en Jubileo Profesional del doctor Alfonso Pruneda. 1902-1952, Sesión especial de la Academia Nacional de Medicina. Gaceta Médica de México. Tomo LXXXII. Julio- agosto. P.5
[notar]18[/notar] “Informe del Dr. Joaquín Eguía y Lis. Rector de la Universidad, 1910-1912”. Dic. de 1912. En revista de la Universidad Nacional Autónoma de México. Vol XLI, núm. 423. Abril 1986. p.xv.
[notar]19[/notar] En tres años hubo el cambio de tres ministros de educación en México. Dr. Francisco Vázquez Gómez, del 25 de mayo al 27 de octubre de 1911 en la presidencia interina de León de la Barra y el gobierno de Madero. Lic. Miguel Díaz Lombardo, del 6 de noviembre de 1911 al 26 de febrero de 1912 y José María Pino Suárez, del 26 de febrero de 1912 al 19 de febrero de 1913 con Madero.
[notar]20[/notar] Encuentro esos datos al reverso de una fotografía, donde se anota que en presencia del presidente León de la Barra y el ministro Vázquez Gómez y sus respectivas esposas inauguran uno de los comedores infantiles. Fecha octubre de 1911. Esto será el primer apoyo a los niños para mejorar su calidad de vida. Ignoro durante cuánto tiempo permaneció en pie esa acción. El interés por la infancia será una de sus ocupaciones constantes. Tenía muy claro que había que atender a los niños desde su gestación, la integración en el núcleo familiar y dar lo mejor para ellos en el ciclo escolar.
[notar]21[/notar] Ibid. p 99. cita 22. Vázquez Gómez acabó siendo repudiado por sus maneras y descortesías con el mundo estudiantil y académico y renuncia en octubre de 1911.
[notar]22[/notar] Ibid. p. 123 La escuela de Altos Estudios según Sierra y Chávez sería la base de la Universidad Nacional por el nivel más alto que el de otras escuelas. En ella se producirían investigaciones y descubrimientos. La salida de los porfiristas canceló esas pretensiones y Vázquez Gómez fue su enemigo. Según Garciadiego su propia estructura fue la causa de su declive.
[notar]23[/notar] Dentro de los planes de profesionalizar los estudios en México se crea la Escuela Internacional de etnología y arqueología mexicana. (1911-1914). Los recursos vendrían de Prusia, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y México. Los primeros directores serían Eduard Seler y Franz Boas, (por eso se encontraba en México) y se les invita a participar en la Escuela de Altos Estudios.
[notar]24[/notar] Op.cit. “Informe del Dr. Joaquín Eguía y Lis. Rector …P. XVII
[notar]25[/notar] Garcíadiego Javier. De Justo Sierra a Vasconcelos, La Universidad nacional durante la revolución mexicana. Historia Mexicana. Vol. XLVI. 4. 1996. Col Mex. p.787
[notar]26[/notar] Ibid. pp. 129 a133
[notar]27[/notar] Julio Jiménez Rueda. Escritor mexicano con estudios de leyes y doctorado en Filosofía y Letras. Emabajador en Uruguay y Argentina, a su regreso obtiene el cargo de Director del AGN y después es presidente del Centro Mexicano de escritores y del Instituto internacional de literatura iberoamericana.. Enamorado del arte teatral es autor y promotor de varias obras.
[notar]28[/notar] Krauze, Enrique. (1976) Caudillos culturales en la Revolución Mexicana. Siglo XXI editores. México. p.61.Garcíadiego Javier. De Justo Sierra a Vasconcelos…p.796.
[notar]29[/notar] Reseña de la Segunda sesión del XVII Congreso de Americanistas (Congreso del Centenario), Buenos Aires 1910. Krauss Reprint, Nedeln/ Liechtenstein, 1968. En México, Seler fue nombrado presidente del congreso y como vicepresidentes varios de los congresistas: Boas, Sánchez Moguel, Louis Capitan, Ales Hrdlicka, Alfonso Pruneda. P.15. Pruneda Alfonso (1912) “Informe del delegado de México en el Congreso de Americanistas”. Anales del Museo Nacional. Tomo IV Nueva Época pp.145-168 En el congreso de Londres (27 de mayo al 1° junio de 1912), como delegado presentó “La Legislación Mexicana sobre monumentos arqueológicos” de su autoría, “El Folklore de Milpa Alta, Valle de México”, de Isabel Ramírez Castañeda. Francisco del Paso y Troncoso presentó un ejemplar del Códice Kingsborough y otras obras más. .
[notar]30[/notar] Carretta Beltrán, Claudia (2002). La universidad Popular Mexicana, 1912-1920. Tesis de maestría. Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del IPN. Depto. de Inv. Educativas
. México. pp.44-45.
[notar]31[/notar] Archivo Alfonso Pruneda Cuernavaca. Septiembre 26, 1912. Nombramiento de A. Pruneda. Firma Quijano.
31 Ibid. doc. s/ clasificar, 12 de oct. de 1912. Comunicación Alfonso Pruneda, Martín Luis Guzmán a los socios del Ateneo.
[notar]33[/notar] Ángel Zárraga (1886-1946) pintor duranguense que llega de adolescente a estudiar a la Academia de San Carlos en la capital, conoce a Diego Rivera y tiene como maestros a Santiago Rebull, a José Ma. Velasco y a Julio Ruelas. Desde 1904 estudia en varias academias europeas y Porfirio Díaz lo beca desde 1907. Estudia en París, Bruselas y en España tiene como maestro a Sorolla, pintor muy apreciado en México. Ya conocido y con cierto éxito en Europa regresa a México en 1913. Ligado con Pruneda lo va a apoyar en su labor. No cuento con ninguna pista que me permita saber el lugar donde solicita a cierta concurrencia que atienda el llamado de la Universidad Popular.
[notar]34[/notar]Gabriel Mancera (1839-1925) Ingeniero, empresario minero en Real del Monte y el Chico, constructor de las vías de México-Toluca, México- Pachuca. Diputado en 1867 y Senador (1882-1886). Benefactor y protector de varias instituciones.
[notar]35[/notar] Op. cit. Carretta Claudia, Tesis. p. 70.
[notar]36[/notar] Archivo Alfonso Pruneda, Cuernavaca. Boletín de la UPM Tomo III. 1917. Esta plática la da por primera vez el 18 de diciembre de 1913 en la Preparatoria Nacional y la repetirá el 7 de octubre en la Casa de la Universidad. Pp.160-173
[notar]37[/notar] Ibid. documento s/f.
[notar]38[/notar] Op. cit. Garciadiego. Rudos contra científicos… Reproducción del escudo de la Universidad planteada por Justo Sierra. p. 49
[notar]39[/notar] Op.cit. Carretta Cita el boletín de: La Universidad Popular Mexicana y sus primeras labores. México 1913. Imprenta Escalante. P.5
[notar]40[/notar] Op.cit. Krauze (1976) Caudillos… pp. 54 y 57.
[notar]41[/notar] Archivo Pruneda. Cuernavaca. Notas de Luz Vera. Agrupación Cultural de Acción Social. Comida sesión dedicada al Doctor don Alfonso Pruneda por su designación de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de México. s/f.
[notar]42[/notar] Ibid. Doc. 13 de diciembre de 1915, Nombramiento como jefe de la Campaña contra el Tifo. Doc. 30 de abril de 1916.
[notar]43[/notar] Op.cit Luz Vera
[notar]44[/notar] Entrevista del Doctor Morelos Torres a Dolores Pruneda Batres, hija de Alfonso Pruneda. Marzo de 2002.
[notar]45[/notar] Op.cit. Doc. Luz Vera.
[notar]46[/notar] Ibid.
[notar]47[/notar]Op.Cit. Krauze (1976). Caudillos culturales…p.69. Entrevista de E. Krauze a Manuel Gómez Morín. Dic. De 19170.; Manuel Gómez Morín, 1915,p.6.
[notar]48[/notar] Ibid.
[notar]49[/notar] Boletín de la Universidad Popular Mexicana. (1917) Publicado bajo la Dirección del Dr. Alfonso Pruneda, Rector de la Universidad. Tomo III. México. P .6
[notar]50[/notar] Ibid.p11
[notar]51[/notar] Op.cit.Krauze. p.74
[notar]52[/notar] Malda Gabriel.(1952). Jubileo Profesional del Doctor Alfonso Pruneda.1902-1952. Gaceta Médica de México. Tomo LXXXII No. 4 julio- agosto 1952, México. D.F. p. 8. Malda menciona al Dr. Lister Lombard, jefe de la peste bubónica en Nueva Orleans y el dr. Michel, especialista en anatomía patológica e los roedores y en la desratización.
[notar]53[/notar] Ibid. p.9
[notar]54[/notar] Programa de trabajos de la Universidad Popular Mexicana. México. Imprenta Victoria. 1920
[notar]55[/notar] Ibid. Meses de abril, mayo, junio y julio
[notar]56[/notar] Ibid. p.3 Advertencia.
[notar]57[/notar] Ibid.
[notar]58[/notar] Alfonso Pruneda. Prontuario cívico y social. Guía explicativa de las Instituciones al servicio de los habitantes del Distrito Federal. Dirección de Acción Cívica, de Reforma Cultural del Departamento del Distrito Federal. Talleres Gráficos de la Nación. 1929. Ese código ponía al tanto a los citadinos de las instituciones públicas de servicio social que existían en ese entonces. Hospitales, escuelas especiales para ciegos y sordomudos. Centros cívicos y de recreación. Comisarías, registro civil, asilos, cárceles y reformatorios entre otros. A ellas se podía pedir auxilio y se asentaban además las obligaciones ciudadanas que se contraían para ayudar al prójimo ante un percance.
[notar]59[/notar] Op.cit. García Diego. Rudos contra científicos. P.128
[notar]60[/notar] Luis Cabrera Lobato.(1876-1954). Abogado, diplomático y escritor. Colaborador en el “ Hijo del Ahuizote” con el seudónimo de Blas Urrea. Antiporfirista radical apoyo la causa maderista pero insistiendo en proseguir la revolución. Durante el gobierno maderista fue director de la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional. Diputado en la XXVI legislatura atacó a la posición maderista acerca de las rebeliones zapatistas como causa de la anarquía y la bancarrota. Sus ideas acerca del problema agrario lo alineó junto a Andres Molina Enríquez. Sus propuestas fueron base de la Ley Agraria de 1915 y del artículo 27 promulgada por V. Carranza. Carrancista de corazón se opuso abiertamente a los gobiernos de Obregón, Calles y Ortiz Rubio y por un discurso titulado El balance de la Revolución fue desterrado uso meses a Guatemala. Fue postulado a la presidencia en dos ocasiones en 1933 y en 1945.
[notar]61[/notar] Perros Preparatorianos ( 1885-1895). Núm. 2 Comidas de 29 de junio y 24 de agosto de 1940.
[notar]62[/notar] Ibid. p.37.
[notar]63[/notar] Ibid.pruneda carta 8 de julio de 1940 p.37-44. cabrera, contestación 11 de julio de 1940. p.45-49
[notar]64[/notar] García Diego Javier (1996) De Justo Sierra a Vasconcelos La Universidad Nacional Durante la Revolución Mexicana.H Mex, Colegio de México. Tomo XLVI:4, cita. 60. p.792
[notar]65[/notar] Op.cit. Krauze. P. 107.
[notar]66[/notar] Guadalupe Pérez San Vicente. (1979) La extensión universitaria. Tomo I. UNAM. México. pp.65-68