El Nuevo Mundo en el Viejo Mundo

The Old World in the New World

O Novo Mundo no Velho Mundo

Julio Roldán[1]

Recibido: 13-01-2014 Aprobado: 24-02-2014

 

La presencia-influencia de América Latina en la sociedad europea, en los últimos 50 años, es más que evidente. Grosso modo, se puede mencionar este hecho en seis niveles: los misterios del Nuevo mundo para unos o de la América mágica para otros; en el arte culinario; en la música, particularmente en la salsa; en el fútbol; en la novela y en el mito de la revolución política. Sus causas y procesos de concretización contemporáneos en Europa configuran los puntos a tratar.

Para poder explicar los acápites mencionados con los cuales se evidencia la presencia-influencia de El Nuevo Mundo en El Viejo Mundo, es menester comprender las características generales de las sociedades latinoamericanas y su relación con el continente europeo.

Geográficas: América Latina es una parte del continente americano, donde se encuentran todos los pisos ecológicos, los ecosistemas y los climas existentes en el mundo.  Ésta es la causa del por qué germinan en forma natural o implantadas todas las legumbres, las hortalizas, las frutas; la mayoría de plantas y animales existentes en el planeta.

Históricas: A los primeros pueblos inmigrantes-nativos, llamados “autóctonos”, con el descubrimiento, la conquista y la colonia, se les integró el denominado “mundo” europeo y africano.  Posteriormente la presencia del Oriente (China-Japón) hasta terminar en los últimos cien años con la llegada de los árabes. Todos estos pueblos dan forma y contenido a la hibridación latinoamericana, es por ello que se afirma con razón que esta parte del continente americano es donde hay lugar para todo y para todos.

Culturales: Como es natural, todos estos pueblos aborígenes y de otros lugares tienen cada uno sus tradiciones culturales. En este encuentro, el sincretismo religioso, la resemantización idiomática y la simbiosis cultural en general es una necesidad-realidad.

Político-Sociales: América Latina es un continente donde los problemas culturales, las luchas religiosas, han sido pospuestos por acciones que tienen su base en la economía, en la sociedad-real. Los enfrentamientos de clases, con algún tinte étnico, han sido, y son, los que han marcado la vida política en esta parte del mundo. Los Estados han sido concebidos como laicos, con cierta distancia de la religión o los particularismos culturales. Es por ello que las luchas, más que culturales o religiosas, han sido y son de carácter político-social.


Imagen 1. www.liveinternet.ru

En América Latina la influencia y re-influencia mutuas de estos componentes geográficos, históricos, culturales y político-sociales han dado como resultado ese mestizaje en todos los niveles. Naturalmente que esto no se ha formado al margen de luchas-conflictos económico-sociales, además es un mundo en constante cambio-transformación.

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Lo mencionado en los párrafos anteriores son los conceptos-marco que nos permiten explicar, en gran medida, la idea de la América mágica, la calidad del arte culinario, de la música, del fútbol, de la literatura y la perspectiva del cambio-revolución producida en esta parte del mundo.

La América mágica: Ella tiene que ver con dos fuentes principalmente. Primero. En los sueños, en los deseos, en la creación, de un Nuevo Mundo -el país de Jauja, El Dorado, etc.- que hunde sus raíces en la oscuridad de los tiempos. Los que fueron posteriormente moldeados por la mitología griega y la religión judeocristiana principalmente. Segundo. En el asombro que aún genera lo que queda para unos, en la presencia para otros, de las culturas-imperios pre-colombinos más conocidos: Azteca, Maya y Quechua.

El arte culinario: Sin olvidar que la comida es un hecho cultural (donde el gusto, la valoración juega un papel), es común escuchar-aceptar que la cocina china, seguida por la francesa, es la mejor que existe en la actualidad. En las últimas décadas, se agrega a las mencionadas la cocina mexicana y luego la peruana, impulsadas por el interés de la gran burguesía de estos países. Es universal aceptar que los tres elementos considerados claves para una buena comida son: color, olor y sabor. Elementos que son evidentes en la cocina del Nuevo Mundo. En resumidas cuentas, a las bases mencionadas que se sintetizan en el mestizaje, agréguese la fantasíay como resultado se tendrá la apreciada mesa latinoamericana. Nos estamos refiriendo a los potajes de la mediana y alta burguesía principalmente. La de las clases subalternas-populares compone su dieta alimenticia con lo básico y elemental.

Tomando en cuenta lo último, es menester recordar que para bailar, cocinar y hacer el amor se necesita disponer una sola virtud, dicen los especialistas: Fantasía. En este don descansaría la diferencia entre el potaje latinoamericano y el francés, por citar un caso. Este último ha evolucionado al nivel de arte. Han racionalizado la cocina, han re-elaborado lo que se manifiesta en las recetas, las mismas que ayudan y limitan al mismo tiempo. Mientras que la cocina latinoamericana aún conserva los productos naturales que combinan y re-combinan recurriendo principalmente a la fantasía. La comida china tiene que ver mucho con el juego dialéctico del Yin-Yang, además del rol del tiempo. Ellos utilizan dos tiempos, uno largo para preparar y cocinar los productos y otro corto para servir y consumirlos. Sea en un caso o en otro caso, la sazón, sabiendo que es cultural, es determinante para la elaboración de un buen plato. Por ello es popular esta frase: “Dios crea la comida; pero el diablo la sazona.”

El re-impulso del capitalismo en su versión neo-liberal, la globalización, tiene un doble juego en general y con la cocina en particular. Por un lado, liquida lo que no es moderno para imponer la comida “basura” al estilo Mac-Donals. Por otro lado, conserva-promociona lo tradicional y de esa manera obtienen mayores ganancias.  En las últimas décadas, los europeos que desean degustar comida desconocida, exótica, ya no tienen necesidad de viajar a Asia, África, Arabia o América Latina. Ella se encuentra, al mejor estilo, en los restaurantes de París, de Londres o de Berlín, principalmente.

La música salsa: En América Latina se produce históricamente muchísimos ritmos musicales, destacando dos países: Cuba y Brasil.  Hasta los años 70, era conocido en Europa el folclor andino, el tango-milonga argentino, la samba-Vossa Nova brasileña, la cumbia colombiana, el merengue dominicano, el mambo, el chachachá, los boleros cubanos y los corridos mexicanos. A partir de los primeros años de los años 80 del siglo recientemente tramontado aparece, impulsada desde New York, la denominada música salsa. Este ritmo es, en primer lugar, una mezcla de otros ritmos musicales procedentes del Caribe. En segundo lugar, sus contenidos son simples y monótonos. En tercer lugar, se baila como se desee ya que no hay reglas fijas, para lo cual se tiene que soltar, una vez más, la fantasía.Encuarto lugar, es un ritmo pegajoso e incita a moverse. Por último, hasta su nombre, extraído del arte culinario, concuerda con lo mencionado. La existencia de escuelas de baile, de orquestas, de discotecas, de salsódromos, de programas de radio y de televisión sobre esta música, en toda Europa, es impresionante.


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El fútbol: Cuando los chinos, hace tres mil años, inventaron el juego de la pelota, cientos corriendo tras ella, nunca se imaginaron que este juego se convertiría, al pasar el tiempo, en el deporte rey. El fútbol mueve millones de personas, grandes multitudes, ha sido hasta causante de guerras, como también ha sido motivo para paralizar otras tantas. Los colonialistas ingleses lo trajeron de China a Europa y lo reglamentaron a mediados del Siglo XIX. Al comienzo fue sólo un deporte despreciado porque era practicado por el pueblo “bajo”. A fines del mismo siglo, a través de los marineros, los ingleses lo llevaron a América Latina y se asentó, particularmente, en la zona donde convergen Argentina-Brasil-Uruguay. De igual modo, fueron los sectores populares quienes de inmediato lo adoptaron. Tres décadas después se mostraba este deporte, practicado en esta zona, como el mejor del mundo. Será con los brasileños con quienes ha llegado a tener, no sólo efectividad, sino también belleza. En este caso, la fantasía de los futbolistas juega un rol determinante. El fútbol es un deporte que para practicarlo no se necesita mucha infraestructura, es por ello su popularidad; del mismo modo, esto explica por qué la gran mayoría de futbolistas proceden de sectores económica, social y culturalmente humildes. Los mejores ejemplos son Friedenreich, Nasazzi, Varela, Garrincha, Pelé, Maradona y Messi.

La organización mundial que dirige el fútbol profesional es la FIFA y tiene más países adherentes que la ONU. Además, desde que se profesionalizó este deporte, la FIFA es una de las empresas que más divisas mueve en el mundo. En este gran mercado, los futbolistas latinoamericanos son las “mercancías” mejor cotizadas. Los más importantes clubes (empresas) de fútbol en el mundo tienen, por lo menos, uno o dos futbolistas provenientes de esta parte del mundo. Como corolario se podría decir en torno al fútbol: los chinos lo inventaron, los ingleses lo reglamentaron y los brasileños lo perfeccionaron.

La literatura latinoamericana: Esta expresión cultural tiene su primera gran expresión en el continente a fines del Siglo XIX con la aparición del modernismo y Rubén Darío. Al comienzo, en España se intentó menospreciarlo, oponiéndole la Generación del 98. Algunas décadas después, con la Generación del 27, la literatura latinoamericana será plenamente aceptada en la península ibérica. El segundo gran momento para la literatura latinoamericana será con la Generación del 20, del Siglo XX. Nos referimos especialmente a los 7 poetas. Los chilenos Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y Pablo Neruda, el peruano César Vallejo, el argentino Jorge Luis Borges, el cubano Nicolás Guillén y el mexicano Octavio Paz. Luego aparecerá una generación intermedia, la del Proto-Boom, conformada por Miguel Ángel Asturias, José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Augusto Roa Bastos y Ernesto Sábato, entre otros. Finalmente, a comienzos de los 60 del siglo pasado, aparecerá el grupo de la Generación del 50, que también es conocido como el Boom de la novela latinoamericana. Para la mayoría de especialistas, este grupo estaría representado por los denominados cuatro grandes del Boom: Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.


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Con el grupo del llamado Boom, la literatura, especialmente la novela latinoamericana, se universaliza, lógicamente gracias al momento, la calidad y nivel de los escritores, el trabajo de las editoriales, la propaganda y las traducciones. El idioma español (de América Latina) se extiende con este grupo y se hace conocido en todos los continentes. García Márquez es el escritor más conocido en el mundo actual y su novela Cien años de soledad ha sido traducida a más de 60 idiomas.

Hay algunas razones para el éxito alcanzado por el Boom. En primer lugar, el tránsito de las sociedades latinoamericanas de semifeudales a capitalistas, que implica el desarrollo de las ciudades en desmedro del campo; como consecuencia, la población alfabeta crece y la demanda de lectura de libros también. El impacto que causa en el plano ideológico-cultural la Revolución Cubana (1959). La gran mayoría de los futuros miembros del Boom serán adherentes a esta revolución. La presencia de exiliados republicanos y comunistas españoles quienes, además de ser profesores universitarios, crearon revistas y fundaron editoriales, especialmente en Argentina y México. La buena formación intelectual de sus futuros miembros, su residencia larga en Europa, especialmente en París, donde se “hacen” los Premio Nóbel. Los enfrentamientos entre la burguesía catalana y la de Madrid fueron el motivo del por qué en Barcelona se acogió a los escritores hispano hablantes de América y no a los hispano hablantes de la península; finalmente los concursos y los premios tienen su juego.

A todo lo anterior agréguese, naturalmente, la excelente formación cultural-literaria de sus miembros. Además, su buen nivel en cuanto al manejo del idioma y la técnica, propiamente dicho. Se sostiene que los cuatro mencionados, tomando en cuenta el tiempo histórico, están al mismo nivel de los autores de la llamada Edad de oro de la literatura española. Además hay un elemento importante que se añade a los escritores del Boom, es lo referente a la recreación de los mitos y las leyendas. En dos palabras: el desarrollo de la fantasía. Éste ha sido el motivo del por qué se le ha dado en llamar al estilo de la literatura latinoamericana, como lo Real maravilloso o Realismo mágico. Asturias, Carpentier, Rulfo y García Márquez serían sus mejores representantes.

Sumarun sumarun la realidad-necesidad mestiza latinoamericana con el sentimiento-fantasía de sus pueblos constituyendo el fondo y la forma que da color, olor y sabor a su arte culinario, a su pegajosa música salsa, a su atractivo juego futbolístico y a su buena literatura. A través de estos cinco elementos se manifiesta la presencia-influencia, trasplantada-recreada, en parte, por los inmigrantes de América Latina en Europa en las tres últimas décadas.

El mito de la revolución: A partir del triunfo de la revolución cubana, se han sucedido muchos movimientos revolucionarios en América Latina. La base ideo-política de la gran mayoría de ellos ha sido el marxismo, en sus diferentes variantes. Ellos se habían propuesto terminar con el sistema social injusto predominante y en su reemplazo construir sociedades de Nueva democracia o socialistas. En este trajinar, de más de medio siglo, por materializar el mito de la revolución social, aparecen muchas figuras, destacando dentro de todos ellos el significado y la personalidad de Ernesto Che Guevara, conocido también como el «Guerrillero heroico».

El Che Guevara, no obstante la comercialización que se ha hecho de su figura, sigue siendo un referente para los viejos y jóvenes izquierdistas europeos. Si bien es verdad que encontramos su rostro en camisetas y póster transformado en un icono inofensivo y pop, también lo encontramos en las banderas de los obreros huelguistas, en las banderas de los que protestan, de los que luchan, de los que desean un cambio, de los que creen que otro mundo mejor al capitalismo es posible. Por último, hasta en las tribunas de los estadios de fútbol está su figura presente en las banderolas de los rebeldes.

Finalmente, en estos últimos años, consecuencia de la crisis económico-social que vive el capitalismo, particularmente las sociedades europeas, muchos han comenzado a interesarse en lo que viene pasando en América Latina en este nivel. Las experiencias políticas en Venezuela, Ecuador y Bolivia, donde se viene desarrollando el capitalismo siguiendo el modelo combinado clásico-keynesiano, parece estar dando mejores resultados que el Neo-liberalismo radical en Europa. Es por ello que «La revolución ciudadana» en Ecuador, «La revolución de la mama pacha» en Bolivia y «La revolución Bolivariana» en Venezuela van generando algunas expectativas en el Viejo Continente.

Culminamos repitiendo que la América mágica, el arte culinario, la música salsa, el fútbol, la literatura y el Mito de la revolución son los seis elementos político-culturales del por qué El Nuevo Mundo se hace atractiva-presente en el Viejo Mundo. Esto no implica que aceptemos las  generalizaciones y se piense que un latinoamericano/latinoamericana sea necesariamente buen/buena cocinero/cocinera, buen/buena bailarín/ bailarina, buen/buena futbolista, buen/buena escritor/escritora, buen/buena revolucionario/revolucionaria. No, de ninguna manera. No obstante ello, en el imaginario del común y corriente habitante de El Viejo Mundo estas creencias, vinculadas con El Nuevo Mundo, parecen ser realidades.



Notas:

[1] Julio Roldán (1952) peruano, es sociólogo y doctor en filosofía por la Universidad de Bremen. Profesor universitario: en universidades peruanas y de Alemania (Hamburgo, Bremen, Potsdam y Libre de Berlín). Autor de obras históricas, sociológicas, políticas, filosóficas y literaris: Perú-mito y realidad (1986), Gonzalo: el mito (1990), Vargas Llosa entre el mito y la realidad (2000), Las dos caras del continente americano (2002), América Latina. Democracia y transición a comienzos del tercer milenio (2005), Weimer. Tres momentos en el desarrollo político filosófico en Alemania (2007), Crónica de un trotamundo (2009), Viejas historias vueltas a contar (2009), Latinoamérica y la mentalidad colonial (2010) e Hijas de la guerra (2012). Reside en Hamburgo en condición de asilado político desde 1993. Dirección electrónica: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Bibliografía:

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Galeano, Eduardo, Fútbol: a sol y sombra, Madrid: Siglo XXI Editores, 1996.

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Pereyra, Daniel, Del Moncada a Chiapas, Madrid: Los Libros de la Catarata, 1994.

Relaño, Alfredo, Fútbolcedario, Madrid: Aguilar, 1996.

Rojas, Miguel, América imaginada, Barcelona: Lumen, 1992.

Roldán, Julio, Las dos caras del continente americano, Marburg: Tectum Verlag, 2002.

_____, América Latina y la mentalidad colonial, Marburg: Tectum Verlag, 2010.

_____, Perú: mito y realidad, Marburg: Tectum Verlag,  2013.

Rondón, César, El libro de la salsa, Caracas: Arte, 1980.

 

Cómo citar este artículo:

ROLDÁN, Julio, (2014) “El Nuevo Mundo en el Viejo Mundo”, Pacarina del Sur [En línea], año 5, núm. 19, abril-junio, 2014. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Sábado, 20 de Abril de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=943&catid=5