Juan Esteban Cortés Aravena[1]

Recibido: 24-07-2013; Aceptado: 24-09-2013

Antes de decidir el tema de este ensayo leí en la prensa escrita nacional[2] una noticia donde se describía la reacción entusiasta expresada en aplausos y vítores de un grupo mayoritario de militantes del partido Unión Demócrata Independiente (UDI) que se levantó de sus asientos al ser mencionado el grupo Patria y Libertad por su candidato a presidente de la república, en ese entonces Laurence Golborne. Este candidato sólo quería mencionar una vivencia de polarización política dentro de su propia familia durante la Unidad Popular de Salvador Allende.[3] Esta demostración de apoyo a este grupo paramilitar de extrema derecha no causó gran sorpresa en el mundo político chileno ya que siempre se ha relacionado a la UDI con movimientos de extrema derecha.

Se podría decir que la ideología fascista se acabó con el término de la II guerra mundial y la caída del totalitarismo en Alemania e Italia. Sin embargo, es sabido que esta ideología ha tenido influencias en innumerables movimientos de orden político autoritario y de derecha en varias partes del mundo.[4] No es la excepción de Chile con el surgimiento del Frente Nacionalista Patria y Libertad. Existen similitudes con el movimiento fascista europeo principalmente cuando nos preguntamos ¿Cuál es su relación con la política?, ¿Cuáles son sus objetivos o motivo de existencia? y ¿Cuáles son sus medios de acción?

El movimiento Patria y Libertad (PyL) fue un grupo político de tendencia nacionalista creado en el año 1971, justo cuando Salvador Allende era elegido Presidente de la Republica de forma democrática. Así, un grupo de simpatizantes del pensamiento nacionalista guiado por el abogado Pablo Rodríguez Grez formó el Comité Cívico Patria y Libertad para impedir la elección de Allende en el Parlamento. Para este grupo los partidos políticos tradicionales y el parlamento eran el reflejo de la crisis nacional que ellos atribuían al ingreso imperante de un pensamiento de izquierda llevado adelante por el Partido Socialista, el Partido Comunista y los ideales marxistas. Y esto fue ratificado por el congreso cuando su decisión es favorable para la Unidad Popular (UP y Allende).

El Movimiento PyL fue una agrupación más bien pequeña en lo que respecta a sus miembros activos pero no se desconoce su repercusión en un grupo mayoritario de personas en oposición al gobierno de Allende. Era supuestamente un movimiento de masas pero direccionado a la defensa de la oligarquía y la élite del país. Tuvo entre sus filas a personajes tan influyentes como a Jaime Guzmán, que a su salida de PyL forma el movimiento gremialista de la Universidad Católica y luego funda la UDI.[5] Podría decir que los aplausos para PyL en el encuentro político de la UDI se pueden atribuir a su fundador, sin embargo, lo que es conocido por todos es la firme idea por parte de la derecha de que los comunistas y marxistas estaban destruyendo el país en los años 70’s, y que según la política actual pueden volver a intentarlo. Se puede considerar un llamado de atención para los movimientos de ultraderecha en Chile para preparase en una eventual tendencia hacia la izquierda en el ejecutivo y el parlamento para las próximas elecciones. Ahora bien, estos aplausos vienen de parte de los miembros más antiguos de ese partido lo que significa que fueron actores, si no participantes activos, de los hechos políticos durante la UP y posterior participación en la Dictadura de Augusto Pinochet.

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El movimiento Nacionalista PyL plantea varias ideas plasmadas en un manifiesto político. Este tiene divulgación nacional y sus elementos más relevantes tienen mucha semejanza con la ideología fascista de Italia y Alemania. Declaran que su accionar es un accionar político que tiene puntos fundamentales (Pablo Rodríguez, 1971).[6]

Primero que todo, PyL apuesta “Un Estado integrador, que busque la construcción de una sociedad unida por los valores nacionales, que promueva la cohesión nacional por sobre las ideologías, intereses particulares o económicos”.[7] Este punto PyL se asemeja al Fascismo ya que considera al Estado como un ente regulador de la sociedad. Este orden establece que los individuos son parte de un todo perdiendo así su individualidad. También en este punto se ataca la idea de carácter internacional que tenía la ideología marxista, superponiendo los valores nacionales. Además, considera que las ideologías tanto de izquierda como de derecha y su lucha de poder sólo beneficia a la clase política tradicional, por lo tanto quieren terminar con ese sistema.

 Un segundo punto es que desean “Un Gobierno autoritario, que restituya el principio del orden y la autoridad”.[8] Este es un llamado al Orden como así han hecho los fascistas al momento de su creación como partido al término de la primera guerra mundial, donde el poder del estado es importante para normar y obligar a que los principios fundamentales se lleven a cabo. Y aquel que esté en contra de estos ideales será considerado un opositor del Estado y del bien común, siendo reprimido así como se hizo durante la dictadura militar de Pinochet.

Un tercer aspecto es el deseo de construcción de “Un Pueblo con responsabilidad colectiva  y disciplina social”[9] donde el individuo se sacrifica por el desarrollo de la patria y la nación. La disciplina social y el autoritarismo van de la mano en este punto ya que el Estado será el encargado de corregir aquellos elementos que no sigan los parámetros de orden y responsabilidad hacia el Estado. El estado es lo más importante para el bien común.

Un cuarto aspecto político es lo moderno en su declaración de principios ya que se apela por “Un Programa juvenil, atrayéndolos a un proyecto nacionalista de construcción de un nuevo Estado”[10] donde la eliminación de los partidos políticos tradicionales es uno de sus objetivos para así cambiar el parlamento o de lleno eliminarlo, pues es visto como la fuente de degradación de la nación. Un programa juvenil se puede entender como un proyecto que consiste en dejar de lado la política tradicional ya que PyL consideraba estaba en manos del movimiento de izquierda incluyendo a la Democracia Cristiana.

En relación al aspecto económico quieren “Una Empresa integrada, reemplazando la empresa capitalista por una empresa para los trabajadores, estamos por la participación de los trabajadores en los beneficios de la empresa, lo que implica un cambio en la política económica de Chile”,[11] este quinto aspecto, al igual que el fascismo, se enfrenta al liberalismo y al capitalismo considerando una tercera vía opcional al marxismo y al liberalismo. PyL lo llama una vía nacionalista, sin embargo tiene tintes relacionados con la ideología fascista también. Llevan su discurso hacia las masas trabajadoras  prometiendo un beneficio económico lo cual no puede entregar el marxismo.

 Finalmente, en relación a la democracia quieren “Una Democracia funcional, erradicando a los partidos tradicionales por nuevas formas de representación popular, a través de los gremios laborales (sindicatos)”[12] considerando que estas nuevas formas de representación popular serán normadas y dirigidas por el estado. Al igual que la idea fascista de los sindicatos, estos grupos laborales se ven obligados a organizarse bajo el alero del estado que regula y organiza a la vez que las partes trabajen en favor del cuerpo.

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            Entonces declarando estos 6 puntos este grupo paramilitar PyL se organiza para tomar acciones más radicales. Ya que el primer objetivo de evitar la aprobación en el Congreso en favor de Allende se ha perdido, el objetivo principal de PyL será tomar cartas en el asunto a nivel político y más específicamente de forma armada. Contribuir al derrocamiento del gobierno de la UP será su meta. Este objetivo se genera por razones políticas y económicas pero también porque los ideólogos ultraderechistas en conjunto con las Fuerzas Armadas tenían la idea y la sospecha de que a medida que iban pasando los meses de gobierno de Allende las acciones marxista se harían cada vez más radicales. Así, por ejemplo, como la formación de agrupaciones de trabajadores en cordones industriales, los cuales eran entrenados militarmente a vista y paciencia del gobierno. Estas actividades eran de gran preocupación para la oposición de ese entonces.  Otro aspecto que disgustó a la oposición fue la acción por parte de los trabadores de apoderarse de las empresas, los terrenos o latifundios ya que atacaban aquellos elementos que más dolía a la derecha económica, la propiedad privada.

            Como consecuencia de  lo anterior, se temía que el gobierno marxista al no poder llevar a cabo sus cambios a través de la fuerza del proletariado ya que no tenía mayoría en el parlamento, y a la vez el poder judicial ponía trabas constitucionales para las grandes reformas constitucionales, se preveía una acción armada por parte la UP. Y así lo reflejan algunas declaraciones que describen como el Golpe Militar de Pinochet tiene su razón de ser como una acción preventiva. Se adelantaron simplemente a lo que ellos llamaron el golpe marxista descrito en un artículo del diario El Mercurio, “La meta (de los marxistas) era, pues, dar el golpe “desde arriba”, destruyendo violentamente lo que aún quedaba del Estado Burgués, y liquidando a fuego y sangre a sus jefes, a los funcionarios, a los empresarios y los políticos y periodistas opositores”.[13] Este adelantarse a los hechos según ellos fue para evitar un desastre mayor como hubiese sido una guerra civil. Entonces, la razón de la existencia de PyL era llevar a cabo acciones violentista.

Patria y Libertad contaba dentro de sus filas a personal calificado en entrenamiento militar y de acciones terroristas. Uno de ellos fue Michael Townley, considerado el autor material del atentado en contra del ex canciller chileno Orlando Letelier en Washington. Poseían apoyo logístico y económico de la CIA norteamericana[14] y eran respaldados por grupos al interior de las fuerzas armadas,[15] por eso es considerado un grupo paramilitar. A parte del entrenamiento militar para combatir grupos de extrema izquierda como lo fue el MIR, también ingresaron al país armamento desde Argentina. Tal armamento sirvió, aparte de muchas otras acciones, para asesinar al edecán del Presidente Allende Arturo Araya Peeters en su propio departamento. También existen evidencias de sus contactos con movimientos fascistas europeos antes y posterior al golpe de estado.[16]

Obtener el poder absoluto con un golpe de estado y poner a la cabeza a un General de Ejército que se mantuviera en el poder es uno de sus fundamentos: “Un Gobierno autoritario, que restituya el principio del orden y la autoridad”. Su objetivo se daría por la vía armada, a través del terrorismo y el sabotaje. La semejanza con los fascistas es que dentro de su ideología la violencia es una forma válida de llegar al poder. PyL se preparó para aquello y llevó acciones en contra de grupos marxistas en manifestaciones callejeras donde querían demostrar su superioridad física y violentista y atentados terroristas más elaborados. Así lo expresa la noticia de ese tiempo: “En marzo de 1973, un grupo de Patria y Libertad del cual formaba parte el ex agente de la DINA Michael Townley, (que asesinó al canciller Letelier y a Carlos Prats y su esposa)  llevó a cabo una operación destinada a desactivar un aparato que el gobierno había instalado para interferir las transmisiones del Canal 5 de Concepción, dependiente de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Los hechos culminaron con la muerte del obrero José Tomás Henríquez. La responsabilidad moral se le adjudicó al sacerdote Raúl Hasbún, director ejecutivo de la estación televisiva”.[17]

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Había una veneración por la fuerza, así lo refleja su propaganda y sus exposiciones públicas. Un afiche del movimiento activista nacional socialista de la época donde aparece un hombre mostrando su brazo de manera desafiante. El elemento de las espigas de trigo y la pala se parece a la imagen del fasci italiano, que es paja seca amarrada a un hacha.

En las manifestaciones usaban pantalón negro y camisas blancas, se arremangaban los puños para demostrar que estaban listos para la acción y usaban cascos de obreros. También llevaban un símbolo muy parecido a swastica nazi en el brazo derecho. A este símbolo lo llaman “La araña”, pero más bien son cadenas. 

La simbología de “La Araña” tiene su inspiración en la liberación, así se expresa el rompimiento de las cadenas. A la izquierda y a la derecha del símbolo se quiere expresar dos partes de una cadena que están rotas, esto refleja por un lado el marxismo y por otro lado la política tradicional. La parte central está intacta y refleja la unidad nacional.[18]

Patria y Libertad también tenía un himno en el cual se expresan sus ideas del combate al marxismo. Muy parecido al decálogo del soldado de las milicias fascistas en Italia.[19] Este cántico tiene más que expresiones de amor una idea belicista donde se expresa lo inevitable de la guerra y la violencia. Según su himno, la patria los llama a combatir, y este combate es de forma permanente. Se legitima la violencia en contra de los grupos marxistas y se auto denominan fuertes y viriles. También expresan que su objetivo es liberar a la patria del yugo marxista y la política tradicional. Otro aspecto del himno es la idea de entrega y sacrificio personal para combatir hasta dar la vida sin importar las consecuencias, todo esto para entregar a la Nación un destino mejor.

Himno del Frente Nacionalista Patria y Libertad.

Adelante, los nacionalistas. La patria nos llama a combatir.

Opongamos a la traición marxista, La fuerza insurgente de un pueblo viril.

Adelante, los nacionalistas. Alzando la mirada, abierto el corazón,

Al viento la bandera, luchemos por la patria

Rompamos las cadenas por la liberación. Por la liberación.

Adelante los nacionalistas, Adelante un nuevo amanecer

Si la muerte nos sale al camino, Ni aún ella nos puede detener.

Adelante, los nacionalistas, Destruyamos el odio con amor

Por la unidad del pueblo Brindemos nuestras vidas

Entreguemos a Chile un destino mejor. Un destino mejor. Por la Patria y la Libertad.[20]

A modo de conclusión, la formación de grupos paramilitares a través de la internación de armas al país para ser usados en actividades violentistas estaba dirigido para tensionar aún más el ambiente polarizado durante el gobierno de Salvador Allende, y eso es lo que Patria y Libertad hace con sus acciones hasta el momento del Golpe de Estado del 11 de Septiembre de 1973. Después de este acontecimiento deciden disolver el grupo ya que su objetivo estaba cumplido.[21]  Algunos de sus miembros se dedican a la política y otros entran a los departamentos de inteligencia del gobierno como la DINA[22] y posterior CNI. En palabras de Roberto Thieme uno de los fundadores de PyL “Los recluta el general Contreras cuando era coronel y jefe de la Dina. Recluta a todos estos saldos de militantes que quedaron dispersos de PyL. Se meten a la Dina pensando que con eso apoyaban al gobierno, lo que era real”.[23]

Entonces, se puede decir que actualmente todavía se vincula a Patria y Libertad con el movimiento fascista, así lo expresa el ex canciller Juan Gabriel Valdés quien aseguró que "la UDI siempre tiene un fondo oscuro, hay una tentación autoritaria en su identidad y que naturalmente en el mundo de la derecha hay algunos de sus partidarios que tienen nostalgia por los movimientos de carácter fascista".[24]

Al menos puedo identificar estos tres aspectos importantes que vincular a Patria y Libertad con la ideología fascista. No se desconoce su carácter político e ideológico, sus objetivos de instaurar un Estado autoritario y sus medios de acción violentistas. Estos elementos han marcado la historia de Chile.