La reciente crisis financiera y el debatesobre migración y desarrollo. Propuestas para América Latina y México[1]
José Miguel Candia
La agenda internacional está cruzada por tres temas que serán determinantes para el futuro de la humanidad en las próximas décadas: el cambio climático; la producción de energéticos y de alimentos y la regulación de los flujos migratorios internacionales. En fechas recientes, el presupuesto aprobado por la Unión Europea para el año 2018, asigna recursos extraordinarios a la cuestión migratoria. Episodios recientes, como el ingreso a territorio mexicano de una caravana de trabajadores hondureños y centroamericanos en octubre de 2018, es un ejemplo doloroso de la magnitud de los procesos migratorios en esta región y de las condiciones de vulnerabilidad que afectan a quienes deciden abandonar su país en busca de un empleo digno.
Desde el espacio de la política y desde el mundo académico, se reconoce que las urgencias pasan por la generación de alternativas racionales a los tres desafíos mencionados. Actores públicos, asociaciones civiles y académicos de las más variadas disciplinas están empeñados en el logro de un programa mínimo capaz de armonizar el esfuerzo de todos los países del mundo y asegurar el cumplimiento de las normativas básicas que se establezcan al respecto.
El texto que ahora comentamos se detiene en el estudio específico de los flujos migratorios de la región latinoamericana y de manera particular, se enfatiza el análisis de algunos casos que impactan de forma significativa, en diversas regiones y estados de México. Todos los autores que participan de esta obra destacan la importancia de marcar las características que definen a esta nueva era de las migraciones. Se trata, señalan, de un acontecimiento “global” que involucra a todos los países del mundo: los flujos son sur/norte, sur/sur y norte/norte.
En el estudio introductorio, la coordinadora del libro señala con especial énfasis, las consecuencias que tuvo la crisis financiera del 2008 en el comportamiento de las corrientes de trabajadores migrantes que habitualmente cruzan la frontera norte de México con el fin de obtener empleo en Estados Unidos. La disminución relativa de la salida de migrantes mexicanos como resultado de la caída de las oportunidades de trabajo y la reducción de los salarios llevó a una situación de “migración cero” si se ponderan las estadísticas de salida y entrada de personas en el período 2008 – 2014. El texto de Aragonés y Salgado explica que el cambio en la dinámica migratoria obedece, principalmente, a las altas tasas de desempleo en Estados Unidos (10.6%) en esos años (p. 133-134).
En la misma presentación, se hace referencia a otros aspectos sustantivos para el estudio de los fenómenos migratorios. Se trata de las nuevas variables que definen lo que muchos autores conceptualizan como “nuevos patrones migratorios”. Vectores como sexo, escolaridad y calificación profesional, edad y +composición familiar, entre otros, muestran un universo de población migrante heterogéneo y de más variadas expectativas de vida.
De los ocho capítulos que integran el libro, dos están dedicados a exponer reflexiones de carácter general que aportan un sólido marco conceptual al abordaje del tema de estudio. Juan Artola y Raúl Delgado Wise – Capítulos 1 y 2 - se detienen en el análisis de las nuevas tendencias migratorias en los albores del siglo XXI y sobre el carácter que adquiere la migración forzada en el contexto general del desarrollo desigual del capitalismo y de la persistencia de la hegemonía imperialista en las relaciones entre estados y regiones.
El texto no escapa a los debates teóricos del momento, Juan Artola sostiene que pese a la magnitud reconocida de los flujos migratorios sur/norte no puede hablarse aún de un fenómeno “masivo” (p. 24) una afirmación que amerita un tratamiento más detallado. Raúl Delgado Wise, por su parte, acude también a definiciones polémicas, de uso frecuente en el espacio académico de hace algunos años, como las categorías de “desarrollo desigual” y “nueva división internacional del trabajo” (p. 47-48).
La reciente crisis financiera y el debate sobre migración y desarrollo. Propuestas para América Latina y México
Los otros seis capítulos del libro presentan valiosos estudios de caso. Los análisis de Óscar Peláez Herreros (Capítulo 3), de Ana M. Aragonés y Uberto Salgado (Capítulo 5), Miguel Ángel Corona y Benjamín Ortiz ((Capítulo 6), Francis Mestries (Capítulo 7) y Camelia Nicoleta Tigau (Capítulo 8) están dedicados al estudio de casos vinculados a diversas regiones y entidades de México en las cuales el impacto de los fenómenos migratorios es relevante para la vida de esas comunidades. Las variables analizadas abarcan tanto los aspectos económicos (remesas) como la importancia de otros factores como el nivel de calificación laboral de los migrantes y el tipo de políticas públicas que aplican los países receptores con respecto a este segmento de población migrante.
Por su parte, Fernando Neira Orjuela presenta en el Capítulo 4, un magnífico estudio acerca de la importancia de las remesas en los países de la Comunidad Andina. Un espacio socio-económico escasamente tratado en la literatura que genera la academia mexicana dedicada a los temas demográficos y migratorios.
Miguel Ángel Corona, Benjamín Ortiz y Francis Mestries abordan el estudio de un aspecto menos considerado en las investigaciones sobre cuestiones poblacionales, como es el análisis de las condiciones que explican la decisión de retornar de quienes migraron. El trabajo de Corona y Ortiz “Migrantes de retorno y movilidad laboral bajo condiciones de cambio climático en Puebla” (p. 169-200) incluye la ponderación de una variable de creciente relevancia en la explicación de los movimientos poblacionales, sabemos que el cambio de los factores climáticos es motivo de creciente preocupación en todo el planeta.
Por su parte, Francis Mestries analiza en su investigación las interrelaciones entre los migrantes del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales de Canadá (PTAT) con la formación y el desarrollo de estructuras asociativas entre los campesinos cafetaleros de Veracruz, lo que ha permitido generar capital social y capital humano y de esa manera potenciar alternativas productivas locales.
El estudio de Ana M. Aragonés y Uberto Salgado se enmarca en el análisis de las condiciones económicas que los migrantes retornados encontraron a su regreso en la región de la Sierra Gorda de Querétaro. Los autores se detienen en la aplicación de los recursos obtenidos por los migrantes durante su estancia en Estados Unidos y en los efectos observados en el nivel de consumo familiar.
Por razones de tiempo, la obra que coordinó la doctora Aragonés, no pudo incorporar las nuevas condiciones generadas en materia de política migratoria, por el gobierno del presidente Donald Trump. El posible levantamiento de un muro en la frontera común con México, y las restricciones que se pretenden imponer en la asignación de visas de trabajo o de estudio, así como la suspensión de la ayuda económica para los “jóvenes soñadores”, crean nuevas y más difíciles condiciones para resolver de manera amistosa, un tema de por si delicado y de larga data.
Sin considerar los aspectos mencionados con respecto a las políticas restrictivas de la administración de Donald Trump, el libro que comentamos ofrece valiosos insumos para inferir el posible impacto de esas políticas en las condiciones de ingreso y establecimiento de los trabajadores mexicanos en territorio estadounidense.
[1] Ana María Aragonés (Coordinadora). México: IIEc-DGAPA-UNAM, 2016, 267 p.
Cómo citar este artículo:CANDIA, José Miguel, (2019) “La reciente crisis financiera y el debate sobre migración y desarrollo. Propuestas para América Latina y México”, Pacarina del Sur [En línea], año 10, núm. 38, enero-marzo, 2019. ISSN: 2007-2309.
Consultado el Miércoles, 11 de Diciembre de 2024.Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1716&catid=12