Contra el imperio: Historia de la Liga Antimperialista de las Américas

Carlos Arcos Cabrera

 

Daniel Kersffeld. —México Siglo XXI, 2012. 328p. —(Historia)

 

Johan Huizinga define la historia como «la forma espiritual en que una cultura se rinde cuentas de su pasado».  El libro de Kersffeld es precisamente una rendición de cuentas de una parte sustantiva de la experiencia organizativa de la Liga Antimperialista de las Américas, un acontecimiento político, organizativo y «cultural» fundacional de lo que en las décadas siguientes fueron las izquierdas en América Latina. Originalmente, el libro fue parte de la investigación de tesis para la obtención del título doctoral la misma que fue aprobada con mención honorífica. En el 2009 obtuvo el premio como «la mejor tesis doctoral en ciencias sociales y humanidades».

Ni la mención honorífica, ni el premio sorprenden ante un texto basado en una amplísima investigación documental que permite al autor reconstruir el proceso de difusión y organización tanto de los movimientos y partidos comunistas, como de la Liga Antimperialista de las Américas en tres realidades nacionales muy distintas: México, Argentina y Cuba.

El libro analiza el periodo comprendido entre mediados de los años 20 y hasta la disolución y ocaso de la Liga en los años 30. Si algo resulta evidente en la historia de la Liga, es que su devenir y las vicisitudes que atravesó, como experiencia organizativa estuvo fuertemente ligada a los contextos nacionales y a las circunstancias específicas que debieron enfrentar intelectuales y obreros en el proceso de organización de los partidos comunistas.  En México, el Partido Comunista y la Liga, surgían en un contexto post revolucionario, el cubano, con la figura emblemática de Julio Antonio Mella, vinculado a la Reforma Universitaria y a la lucha contra la dictadura de Machado, en tanto que en Argentina, lo hacía en disputa con el socialismo y en el marco de la confrontación con el imperialismo inglés. En el contexto de realidades nacionales diferentes, se presenta el reto común de organizar la lucha antiimperialista. Como telón de fondo, la compleja relación con el Komintern y con Moscú, para los que América Latina era parte de los pueblos de Oriente, que incluía a Asia y África.

Un tema sorprendente y un aporte en el intrincado y complejo análisis simultáneo de tres realidades nacionales, es el destacado papel inicial que el Workers Party cumplirá en la creación de la Liga. Los comunistas norteamericanos apoyaron con «experimentados cuadros». Este apoyo se fue diluyendo debido a los diversos grados de desarrollo de los movimientos y también a las dificultades de lo que hoy podríamos denominar, el diálogo intercultural entre experiencias organizativas y políticas distintas.


La Liga fue un escenario de amplias alianzas de base social muy heterogénea: «desde obreros hasta la burguesía nacionalista, pasando por campesinos y las clases medias progresistas, junto con sindicatos y agrupamiento de muje res, estudiantes, indígenas, negros, protestantes, judíos, etc.».   La Liga fue el marco de debates que incidieron en el futuro político de la región, especialmente en torno a lo que después se definiría como populismos, tal fue el caso del debate entre Mella y  Haya de la Torre. También fue el escenario de la solidaridad entre los pueblos de América Latina como lo atestigua el caso de Sandino.  Por último, fue afectada por los cambios de estrategia del Komintern y su incomprensión de la especificidad de América Latina, que implicó convertir, de la noche a la mañana, a los aliados, en enemigos.

Como lo señala el autor en las conclusiones: «La historia de la LADLA fue también la historia del comunismo latinoamericano y mundial, cada vez más atado a las riendas del estalinismo en su progresivo abandono de la amplitud y del debate interno que habían caracterizado sus primeros años de vida».

El libro de Kersffeld es clave para comprender la historia de América Latina en el siglo XX. Es la otra historia, la que academia y las historias oficiales han mantenido oculta. Es  la historia de las izquierdas que con sus luchas, aciertos y errores marcaron nuestras sociedades. El libro de Kersffeld es un gran aporte  en que desde el rigor académico, una cultura, la de las izquierdas, rinde cuentas de su pasado.