DESDE EL MIRADOR INDOAMERICANO: INTERDISCIPLINARIEDAD. LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
En aras de un acercamiento a la literatura indianista se constata la relevancia y pertinencia de la interdisciplinariedad y su realización en torno a la literatura indígena en el México de finales del siglo XX y principios del XXI, con tal fin se abordan dos puntos: 1) La interdisciplinariedad una vía alterna en el trabajo científico; 2) la lingüística y la literatura.
Va por los colegas y amigos,
que me impulsan a ser, hacer y estar.
Introducción
La interdisciplinariedad remite al desarrollo científico-técnico y a sus relaciones con la historia del esfuerzo humano para unir e integrar situaciones y aspectos que la práctica científica especializada separa; caracteriza a la práctica científica y consiste en la búsqueda sistemática de integración teórico-metodológica, a partir de una concepción multidimensional de los fenómenos y del reconocimiento del carácter relativo de los enfoques científicos aislados; se considera una apuesta por la pluralidad de perspectivas en la base de la práctica científica, de la investigación.
Con esta exposición corro el riesgo de referirme en un espacio abierto a dos de mis ocupaciones, que no preocupaciones profesionales, la interdisciplinariedad[nota]1[/nota] en el campo de las ciencias del lenguaje y la literatura indígena[nota]2[/nota] en una de sus manifestaciones, la que se vincula con el levantamiento de un movimiento indígena ubicado en el sureste mexicano[nota]3[/nota], espacio habitado por un alto porcentaje de hablantes de lenguas pertenecientes a la familia mayense[nota]4[/nota]; de ahí que en esta oportunidad intente una reflexión sistemática de la interdisciplinariedad como recurso teórico-metodológico, tomando como punto nodal la relación lingüística-literatura.
La historia de las ciencias del lenguaje muestra que el desarrollo de la lingüística en relación con la interdisciplinariedad, primero se dio con disciplinas afines y que posteriormente, las exigencias planteadas por problemáticas mayores establecieron configuraciones más amplias, es decir, de más de dos ciencias; en estas disposiciones confluyen múltiples procesos, cuyas interrelaciones constituyen la estructura de un sistema que funciona como una "totalidad organizada”.
Actualmente los estudiosos de las ciencias del lenguaje realizan propuestas teórico-metodológicas, que posibilitan incursionar en el análisis de manera amplia y emprender un diálogo interdisciplinario, no únicamente por una constatación de carácter empírico, sino porque hoy es indispensable para dar respuesta a los problemas de investigación que involucran dimensiones de la teoría y la realidad.
Sobre literatura, mucho se ha escrito, incluso se le ha relacionado de manera estrecha con la vida cotidiana, como una forma de previsión o proyecto de futuro; hecho que no la favorece, porque la ficción no ensaya una realidad que luego se concrete fielmente, no es el original que se copia en la esfera de lo real, sino un trabajo de investigación sobre lo posible, una manera de explorar, y a veces de mostrar, cómo lo cotidiano puede ser diferente y tal vez mejor. Así es como la ficción literaria-poética puede llegar a incidir activamente en la esfera de lo vivido, y tener una importancia crítica en los acontecimientos.
El despliegue de las estructuras lingüísticas permea la vida; la literatura y la vida corren paralelas; de ahí que la relación interdisciplinaria lingüística-literatura, aun no siendo exclusiva del ámbito de las ciencias del lenguaje por la coexistencia en ella de sistemas sígnicos visuales, verbales y paraverbales, que se presentan de manera articulada en dos disciplinas fundantes, encuentra terreno fértil en ésta.
Interdisciplinariedad
El lenguaje disciplinario es una barrera aparentemente infranqueable para un principiante y en esta línea todos somos neófitos de los otros, pero diálogos que parecían irrealizables, actualmente, se están llevando a cabo. Si bien suelen reconocerse como lugar común, situaciones en las que dos especialistas de la misma disciplina tienen dificultad para entender los resultados obtenidos por cada uno de ellos, es un hecho que actualmente, a pesar de la existencia de múltiples disciplinas, es posible que se lleven a cabo diálogos académicos entre lingüistas y químicos, físicos y patólogos, matemáticos y poetas, biólogos y economistas, políticos y especialistas en informática, etc.
Hacia la mitad del siglo XX, por la necesidad indispensable de evitar una nueva torre de Babel, en el terreno del desarrollo científico, se abren vías para entrelazar diferentes disciplinas, manifestándose este intento en el surgimiento de la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la transdiciplinariedad.
La primera consiste en el estudio del objeto de una sola y misma disciplina por medio de varias disciplinas a la vez. Por ejemplo, la obra pictórica de Fernando Botero, puede estudiarse por la historia del arte alternando con la física, la química, la historia de las religiones, la historia de América Latina y en particular de Colombia, la antropología, la geometría, la violencia, los procesos de exclusión, la medicina, la estética, etc.
También, la filosofía de Iván Illich, pensador importante en América latina, puede abordarse alternando con la sociología, la economía, el psicoanálisis, la historia de las ideas, la ética, la pedagogía, las ciencias políticas, la ciencia de la comunicación y la literatura, entre otras posibilidades.
El objeto es enriquecido por la convergencia de varias disciplinas; en otras palabras, el conocimiento de éste se profundiza con la aportación pluridisciplinaria; en consecuencia, este hacer investigativo tributa a la disciplina en cuestión, pero ese aporte está al servicio exclusivo de la misma; se sobrepasa la disciplina, pero su alcance queda inscrito en el círculo de la investigación disciplinaria.
La interdisciplinariedad tiene una mirada diferente, concierne a la transferencia teórico-metodológica de una disciplina a otra. Se pueden distinguir tres grados referentes a esta forma de hacer investigación: a) De aplicación, los métodos de la física nuclear transferidos a la medicina conducen a la aparición de nuevos tratamientos contra el cáncer. b) Epistemológico, la transmisión de los métodos de la lógica formal en el campo de la lingüística genera formas innovadoras en el análisis epistémico de esta disciplina. c) De concepción de nuevas disciplinas, la transferencia de los métodos de la matemática en el campo de la educación ha engendrado la administración educativa.
La transdisciplinariedad, como lo indica el prefijo "trans", concierne a lo que simultáneamente es entre las disciplinas a través de las diferentes disciplinas y más allá de toda disciplina; su finalidad es la comprensión del mundo, uno de cuyos imperativos es la unidad del conocimiento. Atraviesa las disciplinas y va más allá de toda disciplina, pero el hecho de que cada disciplina pretenda que su campo de pertenencia sea inagotable, limita la delimitación del objeto transdisciplinario y por ende procesos de investigación inscritos en esta dimensión[nota]5[/nota].
Como puede observarse, la pluridisciplinariedad y la interdisciplinariedad sobrepasan las disciplinas, quedando su finalidad inscrita en la investigación disciplinaria. Sin embargo, en el tercer grado, la interdisciplinariedad contribuye al desarrollo disciplinario, ejemplos de éste se encuentran en el ámbito de las ciencias del lenguaje en el que cabe destacar a partir de la historia, cómo se fue incursionando en esta dimensión.
El desarrollo de la lingüística ha permitido que los niveles de análisis propuestos por la lingüística estructural constituyan un campo disciplinario integrado por la fonología, la sintaxis, la semántica y la lexicología principalmente, éstas se estudian en grados de especialidad a partir de sus propios objetos de estudio, su impulso continúa vigente en la actualidad.
La historia de la lingüística también muestra su encuentro con otras disciplinas, primero se dio en relación con ciencias afines como la psicología, psicolingüística; la antropología, lingüística antropológica; la etnología, etnolingüística; la sociología, sociolingüística; la filosofía, filosofía del lenguaje; la neurología, neurolingüística y la pedagogía, pedagogía del lenguaje, con las que a partir de un vínculo binario se enfrentan problemas comunes o de frontera.
En esta perspectiva, las exigencias planteadas por problemáticas de mayor envergadura han llevado a los estudiosos del lenguaje a establecer un plano de configuraciones disciplinarias más amplias, es decir, de más de dos ciencias; de ellas destacan la etnografía de la comunicación, la semiótica de la cultura, la lingüística pragmática y el análisis de discurso. Éstas se caracterizan por la confluencia de múltiples procesos cuyas interrelaciones constituyen la estructura de un sistema que funciona como una totalidad organizada a la cual se ha denominado sistema complejo.
La reflexión sistemática en el ámbito de la lingüística ha demostrado que esta disciplina por sí sola no puede dar cuenta de la gama de problemas que se instituyen cuando constituida en objeto de conocimiento se le traslada a cualquier tipo de discurso, por lo tanto es el momento de retomar y desplegar propuestas generadoras de nuevas respuestas.
Lingüística y literatura
Al final de la primera década del siglo XXI hay sin duda consenso que para abordar los problemas del campo de las ciencias del lenguaje, es necesario lograr una verdadera articulación de las diversas disciplinas involucradas, a fin de obtener un estudio integrado de esta compleja problemática. En este campo se da, existe un diálogo académico no únicamente por una constatación de carácter empírico, sino porque actualmente es responsabilidad del científico dar cuenta del involucramiento de las diferentes dimensiones de la teoría y la realidad, cuya complejidad exige del concurso de varias disciplinas, entre las que papel relevante tienen la historia, la antropología, la filosofía, la etnología, la neurología, la pedagogía y la semiótica, entre otras.
La lingüística y la literatura poseen rasgos distintivos, acordes con las diferentes perspectivas teórico-metodológicas con que se les aborde.
1. DISCIPLINAS. |
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LINGÜÍSTICA |
LITERATURA |
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Situación comunicativa en cuanto a participante (destinador, destinatario, mundo referencial y sistema lingüístico |
Fuente. Archivo de investigación.
La lengua, entidad abstracta se concreta en el habla, en el discurso, en la comunicación; la literatura se considera una modalidad posible de esa comunicación, en cuanto que, con propósitos estéticos, usa el sistema de signos derivados de la lingüística, de una teoría general del signo. El discurso literario, creación individual o colectiva que se recrea, se piensa y se estructura a partir de los elementos estilísticos y formas de vida de determinados grupos socioculturales y en el cual predomina una dimensión estética constituida por una diversidad de códigos tendientes a la apreciación y al despliegue de un conjunto de emociones; se manifiesta en forma oral o escrita, también individual, pública, anónima, colectiva; es dinámico, cambiante y admite posibilidades de actualización.
De este discurso literario se desprende un subtipo, la literatura indígena marcada por el surgimiento de tres manifestaciones: vernácula, indigenista e indianista, a las cuales pueden reconocérsele por las características de su autor/escritor, en el territorio mexicano se encuentran expresiones de las tres, mismas que coinciden, en cuanto su objeto discursivo es la esencia de la cultura indígena; en estas manifestaciones del subtipo discursivo, literatura indígena, se desarrolla una retórica tradicional en la que están presentes soportes de resistencia, mantenimiento, permanencia y continuidad sociocultural.
En el primer caso, el discurso se produce por indígenas en lenguas autóctonas (Netzahualcoyotl, Axayácatl, Nezahualpilli), surge en la época prehispánica y es una práctica que actualmente se encuentra en proceso de renovación; en el segundo, la literatura indigenista, los emisores no son indígenas, necesariamente; pero se adentran en el pensamiento de los integrantes de los grupos étnicos; desde su perspectiva, tratan de penetrar la cosmología indígena y crean personajes que se desarrollan en ese ambiente, sin hacer uso de una lengua indígena propiamente[nota]6[/nota] (Abreu Gómez, 1982; Castellanos, 2009), los momentos de mayor despliegue de esta manifestación, se ubican en la colonia y en el siglo XX, en los años, pre y post revolucionarios. En la indianista, los escritores no son indígenas, se apropian de elementos cognitivos y socioculturales y se convierten en voceros/escritores del saber perteneciente a los sujetos de referencia, sin hacer uso de la lengua materna de los grupos étnicos; este suceso adquiere relevancia en la última década del siglo XX en el Estado de Chiapas (Subcomandante Insurgentes Marcos, 1995). Véase el siguiente cuadro.
2. LITERATURA INDÍGENA. |
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Manifestaciones |
Autor |
Destinatario |
Obra |
Época |
Vernácula |
Netzahualcoyotl |
A sus pares étnicos |
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Prehispánica. Final del siglo XX. Inicio del XXI. |
Indigenista |
Ermilo Abreu Gómez |
No a los grupos indígenas |
Jacinto Canek |
Final del siglo XIX. Principio del siglo XX y del XXI. |
Indianista |
S I Marcos |
A la sociedad civil nacional e internacional |
En algún lugar de la selva lacándona. Aventuras y desventuras de Don Durito |
Final del siglo XX. Albores del XXI. |
Fuente. Archivo de investigación.
A partir del último lustro del siglo pasado antropólogos, analistas de discurso periodistas, literatos, sociólogos[nota]7[/nota], entre otros han reflexionado de manera sistemática sobre el discurso zapatista[nota]8[/nota], es decir, ha corrido mucha tinta en relación con el despliegue, desarrollo y diferentes aspectos de este movimiento, que entre sus múltiples acciones ha aportado nuevos elementos a la narrativa literaria indigenista.
Como puede observarse, el siglo XXI en México inicia con la coexistencia de estas tres manifestaciones literarias, que pueden presentarse en prosa o verso; indígenas que han accedido a la escritura[nota]9[/nota]; autores/escritores extranjeros y mestizos que han dado cuenta de las condiciones de vida de los indígenas y desde 1990, indígenas que cuentan con un portavoz de sus condiciones, lugares sociales y puntos de vista acerca de su cosmogonía, así como del acontecer nacional e internacional, por ejemplo, los pueblos mayas del sureste mexicano, pertenecientes al EZLN.
3. LITERATURA Y ESENCIA INDÍGENA. | |
Discurso |
Literario. |
Subtipo discursivo |
Literatura indígena |
Manifestaciones discursivas
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vernácula indigenista indianista |
Fuente. Archivo de investigación.
En el terreno del discurso literario indianista actual, el vocero/escritor, para la difusión de sus fundamentos políticos, adoptó como vía, el discurso literario, mismo que ha expuesto de manera recurrente a través de la operación discursiva narrativa, prioritariamente, para difundir anécdotas derivadas de la relación que lleva con dos personajes; socialmente excluidos (de la modernidad), que en el plano del discurso se rebelan, resisten, se organizan y pelean ante la adversidad y ante quien pretenda eliminarlos: a) el Viejo[nota]10[/nota] Antonio, un indio muerto que encarna la memoria de esos sujetos y al cual recurre el vocero/escritor cuando requiere ejemplarizar tácticas y estrategias o explicar conductas como las de políticos, que después de transitar por la izquierda se pasan al lado de los detentadores del poder neoliberal; y b) Don Durito, caballero andante de la selva lacandona, un animal, que situado en el entorno sociocultural de los pobladores de esa región, opina sobre el acontecer nacional y cuestiona reiteradamente a su interlocutor (Ruiz Avila, 2007).
Véanse[nota]11[/nota] dos ejemplos, un relato realizado por cada uno de los narradores creados por el vocero/escritor, El Viejo Antonio y Don Durito:
1. “El viejo Antonio cuenta otra historia del insolente amor entre la luz y la sombra” |
Hace tiempo, un viejo indígena de otro grupo étnico le dijo que “el amor que parece imposible suele buscar caminos extraños para darse el beso que anula la dualidad” Amor imposible el de la sombra y la luz; el de la luna y el sol; y éste contó que cuentan del imposible suspiro que los unió y los une. El sol Curicaueri y la luna Xaratanga se amaron al grado de no querer separarse, haciendo sufrir a hombres y a tierras, las consecuencias de esa pasión. La naturaleza madre, la tierra Nana Cuaráperi, se enteró, se extrañó y se enojó porque cuando los hizo, ella les explicó su trabajo y “el amor hecho pasión de ambos incumplía el acuerdo…” los llamó a su presencia y les dijo “Todo hice yo, ríos, tierras y montañas. De árboles, animales y plantas y flores los poblé. Hice después al hombre y a la mujer para que en mi y sobre mi fueran. Pero el volcán vaciaba su ira sobre los valles, mientras zirpiri, el rayo y hanicua, la nube, se amaban de tal forma que lluvia grande se hacían y el agua lo cubría todo. Para eso resolver fueron creados ustedes” La luna y el sol protestaron, pero Nana Cueráperi sentenció “No yacerán juntos, no se unirán sus pieles” (…) “Caminó desde entonces el sol el día, y desde aquel tiempo la luna vigiló la noche”. Sin embargo, los amantes “un rincón le hicieron a la habitación del tiempo donde encontrarse pueden la sombra y la luz” ”En algunas madrugadas, la luna deja a lluvias y estrellas cubrirle en la guardia y, vestida sólo de nube, en el abrazo del sol se envuelve (…) otra lluvia se llueve y algo así como un largo suspiro, viento se hace (…)” |
2. “La historia del ratoncito y el gatito”. |
Un día, un animal hambriento que deseaba un manjar que estaba en la cocina de una casa, iba muy decidido cuando se le atravesó un enemigo por antonomasia, se asustó y no logró su objetivo. Ideó una estrategia de distracción en ese momento que no pudo llevar a cabo, porque apareció su adversario; preparó otro plan al que consideró estupendo, del cual obtuvo el mismo resultado. Cansado de la búsqueda de vías pasivas, optó por la violencia; sin embargo, al llegar al lugar anhelado, las cosas que deseaba ya se habían descompuesto; fue hacia su enemigo, lo mató, lo preparó y lo cocinó, Después organizó una fiesta, invitó a todos sus amigos y en la vivencia de la felicidad, la “historia comenzó…” El narrador explica que “este es el final del relato y el término de esta misiva” y agrega unas consideraciones relacionadas con las divisiones del mundo, dos manifestaciones que están por encima de las fronteras: “el crimen que, disfrazado de modernidad, distribuye la miseria” y “la esperanza de que la vergüenza sólo existe cuando uno se equivoca de paso en el baile” Durito afirma que para terminar con uno y potenciar la segunda “sólo falta luchar y ser mejores” La despedida es “Vale, Salud y sabed que para el amor, una cama es sólo un pretexto; para el baile, una tonada es sólo un adorno; y para luchar, la nacionalidad es sólo un accidente”… |
En el primer caso, el narrador, siempre a través del patrón de producción textual oral, rememora lo que pasó “Tiene tiempo ya”, la palabra “tiempo” ubica a los participantes en el momento en que fue hecha la narración. La presencia del Viejo Antonio, siempre se instaura con una introducción del vocero/escritor, que lo sitúa “No en esta madrugada, sino en otra, hace diez años. El Viejo Antonio salió de su techo de nylon, miró hacia la creciente herida de luz y luego volteó a verme”, un cierre del mismo, que remarca el silencio “se calló” y posteriormente se describe el ambiente natural, que adquiere nuevos matices “y la lluvia volvió a reinar, aunque lluvia muy otra me pareció”
El Viejo Antonio fue un ser animado, racional, pobre e indio. Actualmente es un muerto que retorna, siempre con la finalidad de contar algo, que reconoce el valor de la cultura indígena y de sus antepasados “Un viejo sabedor purépecha me contó” venera a los dioses de la naturaleza: tierra, sol, luna, lluvia, aire, etc. “Es por eso que, en algunas madrugadas, la luna deja a lluvias y estrellas cubrirle en la guardia y, vestida sólo de nube, en el abrazo del sol se envuelve y él más luz se hace y ella más se entibiece” siempre que se presenta, el autor lo describe, lo hace visible “No esperó el viejo Antonio, el tabaco no esperó”. Este personaje antes del levantamiento del 1º de enero de 1990, apoyó a los insurgentes en diferentes tareas de enlace, brindándoles y compartiendo protección, alimento (agua, café, tabaco), y calor en su hogar; después de muerto continúa expresando su afinidad, ahora él se aparece en las madrugadas frías y de lluvia, narra una historia y concluida ésta, se esfuma entre el humo de su cigarro y la niebla.
En el texto[nota]12[/nota] del “Viejo Antonio” no se encuentran autodefiniciones, el vocero/escritor es el que hace referencia a él; tampoco se aportan indicios de su no pertenencia a este mundo, su intervención es una muestra de la coexistencia de la vida y la muerte entre los indígenas del sureste mexicano. Un muerto es quien ha concluido su etapa de vida, únicamente en casos de excepción un vivo quiere ser un muerto “¿Por qué lloras? preguntó Durito mientras enciendo mi pipa. Porque no podré asistir a mi entierro. Yo, que me amaba tanto…” morir es lo último que espera el ser humano, el muerto carente de presencia física se convierte en despojo, pierde sus derechos civiles y sólo la memoria de quienes lo trataron en vida, lo aleja del olvido.
Las intervenciones de Durito, generalmente son orales en primera instancia, el vocero/escritor suele contar que en determinadas circunstancias, este animal le dictó o contó tal historia o cuento, mismo que él cuenta a un auditorio como parte de sus intervenciones en actos públicos[nota]13[/nota] “Más vale que te apures porque ya llevamos varias páginas y no va a haber periódico que publique esto” No obstante, en la narración que motiva estas líneas Don Durito afirma que él escribe “Yo he querido escribiros algunas líneas“. Lo cual se relaciona con que en varias ocasiones, la producción de Don Durito sea a través del discurso epistolar “Tal vez le parezca extraño que yo, un escarabajo que se desempeña en la noble profesión de los caballeros andantes, le escriba a usted…” una característica de este autor, que coincide con el vocero/escritor es la inclusión de inmensas y varias posdatas en su correspondencia.
El cuento del que se desprende esta comunicación[nota]14[/nota] forma parte de una colección titulada “Cuentos para una noche de asfixia” y tiene como destinatario “A los hombres y mujeres reunidos en Brescia Italia” y en una nota introductoria apunta que las líneas de su relato tienen “el único fin de contribuir a engrandecer vuestro espíritu y abundar en vuestras mentes los buenos y nobles pensamientos” Después de la nota de consideraciones, se encuentra la despedida: “Desde las montañas del sureste mexicano” y su nombre “Don Durito de La Lacandona”[nota]15[/nota] Cierra con una posdata con la fecha “7 de agosto de 1995” en la que justifica la brevedad de su carta y devela que el tiempo apremia porque está preparando una expedición para invadir Europa.
Las estructuras lingüísticas plasmadas en el discurso constituyen el lugar material en el que se dan los efectos de sentido. En otras palabras, el discurso del Viejo Antonio y el de Don Durito de la lacandona son resultado de las determinaciones de la lengua y del desarrollo histórico específico; estos dos ingredientes posibilitan que el conjunto transoracional producido y su correspondiente sentido, se constituyan en un proceso discursivo.
Estos productos de la literatura indianista (un muerto y un animal), que se identifican con la invisibilidad que por siglos se había posesionado de los indígenas, acosados por condiciones marginales de vivienda, alimentación y salud, que requerían abrirse al mundo, es asumida en gran parte por estos narradores de ficción, en ellos recae gran parte de la responsabilidad de la recepción que buscaba el EZLN, la creación de estos seres, aderezada con elementos ajenos a ellos, revela una búsqueda de flexibilidad para observar, para apostarle a que el tiempo correría a su favor, a mantener su permanencia en aras de obtener, a captar adeptos, etc.
Obsérvese que el Viejo Antonio no habla para otros muertos, ni Durito para otros escarabajos, los dos se dirigen a otros, a los de afuera o cuando menos ajenos a su mundo; ambos hacen una traducción de sus códigos, sin descuidar los propios.
Estas narraciones de ficción y de tendencia realista, ostentan diferencias, pero coinciden en que en ambas está presente la relación entre razón y fuerza, como pilares que recuerdan viejos asuntos, viejas deudas, instalan nuevos significados y propician la reflexión; en otras palabras, abren nuevas perspectivas en la literatura indianista al crear una combinación del entorno sociocultural y de fantasía, mediante el uso de la lengua, de discursos literarios.
La interdisciplinariedad juega un papel relevante, a través del fundamento de elementos teórico-metodológicos de la literatura y del análisis de discurso que coadyuvan a comparar dos narraciones creados por un vocero/escritor, una del Viejo Antonio y otra de Don Durito de la lacandona; con la finalidad de reconocer y caracterizar los mecanismos de sus estructuras narrativas, sus respectivos objetos y sujetos discursivos, las funciones discursivas dominantes, sus marcas de oralidad en la escritura y los rasgos de formalidad e informalidad existentes, para recuperar las semejanzas y diferencias significativas en estos discursos exponentes del fenómeno identitario.
Bibliografía
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Castellanos R. (2009), Balun Canán, México, Ed. Fondo de Cultura Económica (3ª. Ed)
Foucault M. (1990), ¿Qué es un autor?, UAT-México, Ed. La letra.
García R. (1987), “Interdisciplinariedad y sistemas complejos” en Leff Enrique, Ciencias sociales y formación ambiental, España, Ed. Gedisa.
González C. P. (1997), “Palabras preliminares” en La Formación de Conceptos en Ciencias y Humanidades (Fines del siglo XX, principios del XXI)” UNAM, México.
Haidar J. (1991), “Las materialidades discursivas, un problema interdisciplinario” ponencia presentada en el Congreso Medio milenio del español en América, Cuba, Facultad de Artes y Letras, La habana.
Illich Iván (2006), obras reunidas I, México, Ed. Fondo de cultura Económica.
Jakobson R. (1986), Ensayos de lingüística general, México, Ed. Planeta y Artemisa
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Pécheux M. (1978), “Formación social, lengua y discurso” en Revista Arte, Sociedad Ideología, # 5, México, Ed.
Ruiz Avila D. (2007), “Representaciones del neoliberalismo en el discurso de Durito” en Beristáin H. y Ramírez Vidal G. Crisis de la historia. Condena de la política y desafíos sociales, México, Ed. UNAM.
S I Marcos (2008), En algún lugar de la selva lacandona. Aventuras y desventuras de Don Durito, México, Ed. EÓN.
Weinrrich H. (1974), Estructura y función en los tiempos del lenguaje, España, Ed. Gredos.
[notar]1[/notar] Mi agradecimiento a Don Pablo González Casanova, quien hace años, poco antes de la huelga más larga de la historia de la máxima Casa de estudios de nuestro país, me invitó a integrarme a su equipo de trabajo en el III-UNAM; no olvido “el miedo” que en ese momento me invadió. Únicamente pude decir “Gracias, no trabajo la interdisciplinariedad como objeto de estudio, la aplico, pero nunca he reflexionado sobre ella de manera sistemática” Sin embargo, a partir de ese día, como puede suponerse, la persigo.
[notar]2[/notar] Desde 1995.
[notar]3[/notar] El ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
[notar]4[/notar] Tojolabal, tzeltal, tzotzil, lacandón, chuj, maya, chol, etc.
[notar]5[/notar] No es fácil encontrar condiciones para su despliegue, su campo de aplicación, aún es restringido; por ejemplo, en este país en algunas Instituciones de Educación Superior todavía está en debate, o cuando menos “causa ruido” la relación teórico-metodológica subyacente a la formación de los Cuerpos Académicos.
[notar]6[/notar] Aunque sí elementos de coexistencia lingüística entre el español y la lengua del grupo indígena.
[notar]7[/notar] En el plano nacional e internacional
[notar]8[/notar] Práctica social
[notar]9[/notar] Actualmente, la publicación de estos materiales suele ser bilingüe.
[notar]10[/notar] No con función adjetival sino sustantiva.
[notar]11[/notar] De forma sintética.
[notar]12[/notar] Materialidad del discurso.
[notar]13[/notar] Posteriormente éstas son difundidas de forma escrita en algunos MCM.
[notar]14[/notar] Existen diálogos con su escudero, entrevistas, cartas dictadas, etc.
[notar]15[/notar] En esta misiva no se encuentra su firma, que suele ser en letra cursiva OTIRUD subrayado por una línea curva larga, como carácter de rúbrica