Dalia Ruiz Ávila

 

Usted preguntará por qué cantamos […].
Cantamos porque el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo.
Cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos…
Benedetti

Introducción

La vida suele plantearnos situaciones inimaginables. Hasta hace unos meses no estaba en mis proyectos de futuro escribir algunas líneas que aludieran al recuerdo de mi amigo Ricardo Melgar Bao. No es tarea fácil cuando el vínculo sentimental aún pende de fibras emotivas que añoran y protestan por su ausencia; sin embargo, escribo este texto con el afán de difundir con mayor amplitud y motivar a la lectura de su obra. Reflexionar sobre ella permite mantener activo su legado académico y que éste continúe nutriendo nuevas vetas de análisis sobre la complejidad de América Latina.

El 10 de agosto de 2020, las ciencias sociales perdieron de manera temprana a un gran historiador y antropólogo peruano-mexicano formador de varias generaciones de profesionales. A lo largo de su carrera, Ricardo Melgar abordó temas cruciales de la historia reciente de Latinoamérica. Su visión crítica y fundamentada son claves para entender distintas problemáticas históricas y antropológicas de la región.

Dentro de la vasta obra de Ricardo, he decidido centrarme en esta ocasión en algunos de sus escritos sobre los movimientos insurgentes en el continente americano. Las aportaciones teórico-metodológicas de este autor sobre las guerrillas latinoamericanas del siglo XX constituyen un capítulo de estos saberes en proceso de construcción y, por ende, en debate abierto en América Latina. Entre estos resaltaré aquellos elementos que permiten comprender por qué surgen los movimientos guerrilleros en América Latina, las particularidades de sus modus operandi, los objetivos que persiguen, así como algunas de las diferencias y rasgos comunes prevalecientes entre ellos.

 

“La memoria sumergida”

En este artículo Ricardo se sitúa en el periodo 2000-2001 y afirma que el tema de la guerrilla ha sido confundido con un término tan polisémico como el de terrorismo; y que al abordarlo se resiente la restricción existente en torno a la escasez de fuentes que generalmente suelen ser “evasivas, sumergidas, facciosas, fabricadas y además dispersas” (Melgar Bao, 2006).

El lente académico de Ricardo supo captar que la violencia guerrillera estaba sirviendo como soporte principal para la constitución de un saber interdisciplinario e incluso transdisciplinario en el territorio latinoamericano. Por ello, consideraba que no era casualidad que la denominada “violentología”, naciera en los espacios académicos colombianos de la década de 1960 (Guzmán C., Fals B. y Umaña L., 1962).

Las aportaciones de Ricardo a este tema se remontan a una preocupación vigente en su trayectoria, la relación memoria-olvido y de la que derivan dos líneas de exposición que retomaré:

  • El contexto de las principales tendencias que filian las investigaciones sobre las guerrillas latinoamericanas.
  • Los sentidos de la violencia en la nueva izquierda bajo los marcos de la Guerra Fría, más que los que emergieron de las tradiciones regionales.

 

En primer lugar, Ricardo Melgar alerta sobre los sentidos y el uso que se les confiere a las palabras guerrilla y guerrillero, asociadas a relatos populares, que en ocasiones requieren alcanzar una adecuación a las acepciones de la identidad guerrillera en los imaginarios sociales. El autor ratifica la polisemia que encarnan estos términos a través de la revisión de sus definiciones y usos en diversos diccionarios.

De igual manera, Melgar apunta sobre la heterogeneidad en los abordajes teórico-metodológicos de los estudios sobre las guerrillas desde distintos campos del saber. Estos estudios han analizado cómo las guerrillas movilizan en el imaginario social discursos e imágenes sobre la violencia que se conjugan, complementan e incluso contradicen aquellos que circulan en los medios de comunicación masiva

Para Melgar, la historia particular de cada guerrilla o movimiento guerrillero no debe sobrestimar “su expresión coyuntural regional, nacional o internacional sin aproximarse a sus otros espejos del siglo XX” (ídem.). Tampoco desestimar los vínculos que estos movimientos tienen con la cultura de la que emergen, y que explica las tramas simbólicas de sus acciones.

 

“La dialéctica cultural del combate: morir, matar y renacer en la cultura guerrillera latinoamericana”

En este artículo, publicado en 2005, Melgar argumenta que leer la guerrilla consiste en conferirle orden, identificar protagonistas, adscribirle acotados sentidos de representación y acción, marcar sus tiempos y lugares. Una actividad que se dificulta porque esta historia por rearmar se concentra en fuentes no siempre al alcance de los investigadores y con sobre las que puede haber reservas sobre su confiabilidad. El autor decide colocar su mirada sobre la coordenada cultural que marca los procesos de construcción político-militar de la guerrilla en Latinoamérica, principalmente en la muerte, derivación simbólico-cultural de la violencia guerrillera en la segunda mitad del siglo XX.

En las páginas de este artículo Melgar muestra que los rituales de iniciación en la guerrilla se correlacionan con una matriz ideológica que prometía el servicio y la ofrenda de la vida por el pueblo, la nueva sociedad y la organización; pero también, que lo simbólico de lo femenino quedó, en el imaginario guerrillero, subordinado al entretejido de los sentidos de lo heroico. Se detiene a mirar cómo violencia y muerte se encuentran en la vida cotidiana del guerrillero y cierra esta exposición con dos puntos polares propios de la cultura guerrillera: el ajuste de cuentas en aras de la supervivencia del colectivo y la carnavalización de la relación vida-muerte.

De acuerdo con Ricardo Melgar, la guerrilla en América Latina ya no tiene el papel que jugó en las décadas de la segunda mitad del siglo XX, pero sus secuelas en el plano continental aún prevalecen en miles de huérfanos, viudas, padres, hermanos y demás familiares que desde algún lugar de la trinchera perdieron a un ser querido. En esta perspectiva, nuestro autor aporta nuevos elementos teórico metodológicos desde la materialidad cultural para continuar bregando en torno a cuestiones de carácter político prevalecientes en la sociedad.

Dibujo en libreta de secundaria de Ricardo Melgar, década de 1960
Imagen 1. Dibujo en libreta de secundaria de Ricardo Melgar, década de 1960.
Fuente: Archivo familiar Melgar Tísoc.

 

“Los fantasmas del poder: coca, guerrilla y elecciones en Perú”

Para Ricardo Melgar historiar las guerrillas requiere compenetrarse con algo más que nuestras historias nacionales, porque el contexto desde el que se construyen las preguntas sobre el pasado o presente guerrillero y las respuestas obtenidas de los avances o resultados de investigación marcan su función social.

En este artículo de 1990, Ricardo se sitúa en 1989 y principios del año siguiente, para analizar un caso de coyuntura en Perú, vísperas de las elecciones presidenciales de 1990 y de manera particular se centra sobre el impacto de la lucha contra el narcotráfico y la insurgencia guerrillera en el juego electoral.

Melgar introduce al lector a un complejo escenario preelectoral en su país de origen en el cual las presiones institucionales de las fuerzas armadas, de las iglesias y de los cuerpos empresariales, así como las estrategias de confrontación simbólica que éstas ponen en juego pueden conducir a reafirmar las tendencias del electorado y propiciar una variación significativa en la correlación de fuerzas políticas.

 

“Una guerra etnocampesina en el Perú: Sendero luminoso”

Para Ricardo la guerrilla vista como metáfora del caos social y político está lejos de ser un objeto pasivo y desligado de la problemática contemporánea porque no fue únicamente una táctica terrorista eventual o recurrente, sino expresión de resistencia e insumisión ante el orden institucional establecido.

En este documento de 1986, Melgar se refiere al tema de la guerrilla andina, de manera especial a la expansión senderista. Su interés se centra en el debate entre los científicos sociales peruanos en relación con el caso de Sendero Luminoso a mediados de la década de 1980: ¿cómo abordar este complejo objeto de análisis? y ¿cómo se entendía a las guerrillas andinas desde las tradiciones de pensamiento y las discusiones en las ciencias sociales en su país natal (desarrolladas entre 1960 y el momento de escritura de su texto)?  

Este artículo es proclive a mostrar que rearmar otro camino, libertario y justiciero obliga a reinventar nuestros quehaceres ciudadanos y dotarlos de mayor fuerza. En esta búsqueda destaca el hecho de que este autor hizo uso de una hábil maniobra argumentativa entre las relaciones teórico-metodológicas testimoniales y documentales del desarrollo guerra-guerrilla-guerrillero y acerca de la existencia de un campo de mediaciones que signaron las ligas ideológicas de la vieja intelectualidad.

 

Equívocos, enredos, virajes y encrucijadas: el actual escenario político-cultural de Nuestra América”

En este artículo anclado en el siglo XXI, Ricardo Melgar se refiere a cuatro términos que juegan un papel relevante en el campo de la modernidad y que, desde su punto de vista han estado anclados a la antropología, las ciencias políticas y la historiografía: progreso, revolución, evolución y civilización.

Destaca que en América Latina la palabra progreso se relaciona con una economía de tipo extractivista, la existencia de una derecha con aspiraciones devastadoras que se concentra en la conquista del poder público, la comercialización y saqueo de los bienes del patrimonio cultural, cuyas consecuencias se orientan, entre otras, a que las nuevas generaciones pierdan el derecho o el anhelo a un trabajo digno como horizonte de futuro.

A partir de la interrogante ¿A dónde va nuestra América? este autor saca líneas de análisis que le permiten vincular el vocablo progreso con los otros tres. No obstante, en el desarrollo del trabajo subraya las limitaciones que la polisemia ha impuesto a estos términos y centra su análisis en el progreso.

Explora los acontecimientos políticos suscitados entre el 2014 y el 2016 en diferentes escenarios del continente: Estados Unidos (proceso electoral Clinton-Trump), Venezuela (gobiernos de Chávez-Maduro), Ecuador (gobierno de Rafael Correa), Bolivia (gobierno de Evo Morales). De los países latinoamericanos apunta que se han cometido errores; por ejemplo, no afectar ni al 10% de los magnates que aglutinan inmensas riquezas, no realizar reformas estructurales y reproducir para la eternidad el modelo extractivo; también revisa aspectos del gobierno de Peña Nieto en México, de Macri en Argentina, de Rousseff-Temer en Brasil y Tabaré Vásquez en Uruguay.

El desarrollo del trabajo devela que los gobiernos reformistas enfrentan el repudio ciudadano por los elevados costos generados en más de un cuarto de siglo de gobiernos neoliberales. En contraparte, la celebración de tratados concernientes al “mercado” y la contracción de la función cautelar de Estado es vista por las élites (empresariales y políticas) así como por sectores conservadores de las capas medias urbanas como un triunfo irrestricto de la libertad y la democracia. Sin embargo, en los hechos éstas derivaron en la glorificación del capital, la expansión de la corrupción y la impunidad de funcionarios y políticos en cargos de gobierno. 

Ricardo formula una autocrítica al reconocer que, ante los avatares ocasionados por estos gobiernos, sus representantes y adherentes, desde el ángulo de la intelectualidad crítica y de izquierda, no se abrieron a la posibilidad de consenso y de debate. Así como los espacios académicos se tornaron anémicos frente a la realidad nacional y continental e incluso que muchos intelectuales dejaron atrás el legado de la ética del compromiso social y político.

El artículo en cuestión concluye que muchas reformas son necesarias, positivas y viables cuando saben atender las urgencias o carencias de nuestros pueblos y que América necesita reformadores y reformas, más que progres.

 

A manera de cierre

La escritura y la palabra de este intelectual de pluma fácil y una cultivada erudición en tópicos literarios, históricos y políticos de América Latina forman parte del acervo académico que legó para continuar la reflexión sistemática en el plano de la interdisciplinariedad, la transdisciplinariedad y de la complejidad social. Así como su lectura permite constatar la densidad simbólica o ideológica de sus señalamientos y el recurso de la memoria acerca del acontecer histórico-político, magnificado en su devenir a través del tiempo es sustantivo en todas sus obras.

Los viajes y el exilio, aunados a sus experiencias de lector y sus expandidas redes intelectuales y políticas fueron modelando en Ricardo Melgar sucesivas y mutantes miradas acerca de América Latina. No es difícil adivinar que su obra va ganando actualidad en el plano de la historia académica y que nuevas exigencias teóricas y metodológicas en boga demandan una relectura ampliada de las fuentes y nuevos modos de interpretación que él puso bajo el tamiz de su mirada; varios de ellos, próximos al marxismo, a la historia, a la sociología y a la semiótica de la cultura.                 

De la estela académica que dejó Ricardo, muchas cosas se pueden decir y otras dejar en el tintero; pero cómo referirme a él y pasar por alto su gusto por el baile, la poesía, el buen vino, los asados y la comida peruana, las tertulias pletóricas de anécdotas en las que imperaba el recuerdo de amigos de diferentes países. En recuerdo de los brindis que improvisábamos y los que dejamos pendientes; cómo no mencionar su amor a la vida, a los libros y a quienes te rodeábamos, incluida a su minina Lola.

Cada vez que un amigo muere y máxime alguien tan querido, experimento que en mí también muere una porción de sentimiento que arrastra las experiencias compartidas e irrepetibles y que se cierra la posibilidad del tiempo futuro.

No creo que el gran recorrido que Ricardo emprendió en vida concluya con su deceso. Aquí aún faltaba mucho por hacer y el legado de Ricardo continuará inspirando y motivando al análisis de la historia de Nuestra América Latina desde una mirada comprometida, sensible a sus contrastes locales, pero sobre todo profundamente humana. Su partida en pos de la pacarina, el manantial sagrado, abre un gran hueco y silencio.  A manera de epitafio pacarino solo me queda decir: Mi amigo, ¡salud y buen viaje sin retorno!

De izquierda a derecha: Ángel Torres, Dalia Ruiz y Ricardo Melgar, febrero de 2017
Imagen 2. De izquierda a derecha: Ángel Torres, Dalia Ruiz y Ricardo Melgar, febrero de 2017.
Fuente: Archivo familiar Melgar Tísoc.

 

Referencias bibliográficas:

  • Guzmán C., G., Fals B., O. y Umaña L., E. (1962). La violencia en Colombia. Estudio de un proceso social. Ediciones Tercer Mundo.
  • Melgar Bao, R. (1986). Una guerra etnocampesina en el Perú: Sendero luminoso. Anales de Antropología, 23(1), 163-194.
  • _____ (1990). Los fantasmas del poder: coca, guerrillas y elecciones en Perú. Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales(18), 113-134. doi:https://doi.org/10.18234/secuencia.v0i18.316
  • _____ (2005). La dialéctica cultural del combate: morir, matar y renacer en la cultura guerrillera latinoamericana. Lucha Armada en la Argentina, 1(4), 90-108.
  • _____ (2006). La memoria sumergida. Martirologio y sacralización de la violencia en las guerrillas latinoamericanas. En V. Oikión y M. García (Edits.), Movimientos armados en México, siglo XX, vol. I (págs. 29-67). El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
  • _____ (2016). Equívocos, enredos, virajes y encrucijadas: El actual escenario político-cultural de Nuestra América. En el Volcán Insurgente, 5(43), 5-18. Obtenido de http://www.enelvolcan.com/ediciones/2016/65-ediciones/043-mayo-junio-2016/466-equivocos-enredos-virajes-y-encrucijadas-el-actual-escenario-politico-cultural-de-nuestra-america