Rodrigo Quesada Monge[1]

 

I

 

Ricardo Melgar Bao se nos fue el pasado 10 de agosto de 2020. Tuve la suerte de conocerlo en 1998, para la conmemoración del centenario de la Guerra de 1898, la guerra hispano-antillano-norteamericana, como le gusta llamarla a un amigo poeta puertorriqueño. En esa ocasión el contacto con Ricardo fue ligero y superficial. Pero luego, gracias a su entusiasmo y generosidad, fue posible ampliar nuestros intereses comunes y, debido su activa imaginación, pude formar parte de la revista Pacarina del Sur, un órgano digital que ha jugado un papel central en el desarrollo de la historia y de las ciencias sociales en Nuestra América, como decía José Martí (1853-1895).

Cuando lo conocí, Ricardo me sometió a un interrogatorio sumamente interesante, sobre lo realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra querida universidad, apenas fundada en 1973. Yo empecé a trabajar en esa institución en 1974 y Ricardo estaba interesado en conocer la agenda de problemas que motivaban a los estudiosos de la sociedad costarricense. Eran los años, a finales de la década de los noventa, cuando la crisis del socialismo soviético (1991) nos llenaba el alma de nostalgia y rabia al mismo tiempo. De inmediato puse al tanto a Ricardo sobre los pormenores de lo que se hacía en la Facultad de Ciencias Sociales. De hecho, lo conocí cuando él participaba en una sesión de trabajo del equipo de investigación de aquella facultad.

 

II

 

La comunidad de nuestros intereses investigativos fue inmediata. En ese entonces, yo continuaba los estudios sobre la historia económica de América Central, bajo la influencia inglesa, durante la segunda parte del siglo XIX, iniciados mientras realizaba mis estudios de posgrado en Londres, Inglaterra. La deuda externa, el impacto de las finanzas inglesas en estos países y el estudio de los héroes rebeldes contra esa dependencia bochornosa, nos acercó a Ricardo de una forma insuperable. Pude constatar, igualmente, su interés en el pensamiento anarquista y en el desarrollo de las ideas socialistas en América Latina. Si alguien era un verdadero latinoamericanista, ese era Ricardo Melgar.

Él continuó viajando a Costa Rica y nos veíamos con regularidad. Estuvo en mi casa, en San José, con la recordada y muy querida doña Hilda Tísoc, y luego me invitó a la suya en Cuernavaca; pero, desgraciadamente, nunca pude ir. Luego asistí a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara de 2015 y tampoco me fue posible visitarlo. Aun así, Ricardo Melgar tuvo la elegancia de invitarme a Lima, Perú y, de nuevo, a su casa en México; pero la suerte de su salud tenía otros planes.

Ricardo Melgar Bao en Costa Rica, 2013
Imagen 1. Ricardo Melgar Bao en Costa Rica, 2013
Fuente: Archivo familiar Melgar Tísoc

Supe del fallecimiento de doña Hilda y lo sentí mucho, como era normal de parte de una familia, la mía, que había aprendido a agradecer y apreciar la cercanía de Ricardo y su don de gentes; siempre listo y optimista para emprender cualquier tarea de investigación, relacionada con los estudios latinoamericanos. También me enteré de sus viajes, uno de ellos más reciente, cuando tuvimos la suerte, mi esposa Mary, mi hijo Marco y yo, de visitar Santiago de Chile, debido a la presentación de un libro sobre Rosa Luxemburgo (1871-1919), sobre el cual Ricardo tuvo comentarios muy nobles y bien intencionados. En esa ocasión, tampoco pudimos encontrarnos. Aun así, admirábamos sus amistades, sus hijos y su enorme sentido del humor.

 

III

 

Creo que la suerte me ha premiado con el contacto académico riguroso, pedagógico y noble de personas y amigos que han sido profesores a lo largo de mi vida y de los cuales solo generosidad y buen tino he recibido. Guardo con gratitud el recuerdo de Ciro Flammarion Santana Cardoso (1942-2013), German Tjarks (1919-1997), John Lynch (1927-2018) y ahora de Ricardo Melgar Bao (1946-2020), quienes supieron sembrar en mi cabeza y en mi corazón un interés prolijo y entusiasta por la historia de Nuestra América. De hecho, recientemente, la EUNA (Editorial de la Universidad Nacional) de Costa Rica, publicó un libro mío sobre Enrique Gómez Carrillo (1873-1927), el notable cronista guatemalteco sobre la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y, ese libro, se lo dediqué a la amistad personal e intelectual brindada por Ricardo Melgar Bao. Lastimosamente, él no alcanzó a verlo.

Sé que la revista Pacarina del Sur, un órgano digital difusor de ideas, conceptos e interpretaciones notables de la historia y las ciencias sociales de Nuestra América, continuará para bien de todos aquellos que, como nosotros, sienten en su corazón y su cabeza que la labor investigativa y personal realizada por Ricardo Melgar no fue en vano. El futuro está cargado de anhelos y esperanzas en esta América tan llena de contradicciones y sobre la cual Ricardo escribió tanto. Muchos de nosotros continuaremos su tarea, agradecidos y fortalecidos con su ejemplo. Hasta siempre querido amigo.

Ricardo Melgar Bao y portada de libro La Primera Guerra Mundial en las crónicas de Enrique Gómez Carrillo de Rodrigo Quesada Monge
Imagen 2. Ricardo Melgar Bao y portada de libro La Primera Guerra Mundial en las crónicas de Enrique Gómez Carrillo de Rodrigo Quesada Monge
Fuente: Pacarina del Sur

 

Referencias bibliográficas:

  • Quesada Monge, R. (2020). La Primera Guerra Mundial en las crónicas de Enrique Gómez Carrillo. Editorial de la Universidad Nacional.

 

Notas:

[1] Rodrigo Quesada Monge (1952) es miembro del Consejo Editorial de la revista Pacarina del Sur y colaborador regular de la misma. Catedrático Jubilado de la Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.