Cuatro feministas peruanas. Contribución al Diccionario biográfico del movimiento popular en el Perú 1848-1960[1]

Hilda Tísoc Lindley

RECIBIDO: 13-09-2016 APROBADO: 09-11-2016

 

Acosta Cárdenas, Miguelina

Anarquista, abogada, feminista y educadora. Nació en Yurimaguas, 23 de noviembre del año 1887 en el seno de una familia dueña de una plantación cauchera en Loreto. Su padre la envió a estudiar a Suiza. A su retorno al Perú fundó la primera Escuela de Señoritas de su ciudad natal y la primera escuela de educación inicial. Posteriormente se trasladó a la ciudad de Lima con el ánimo de cursar estudios universitarios, pero al no serle reconocidos sus estudios en Europa y tuvo que volver a cursarlos. Ingresó a la Facultad de Letras y más tarde a la Facultad de derecho y jurisprudencia de la Universidad de San Marcos.

Colaboró de cerca con Pedro Zulen y Dora Mayer en la Sociedad Pro-Indígena. En 1915, al decir de Jorge Basadre, fue la intermediaria de Zulen frente a Dora Mayer en su intento de suspender su relación de pareja.

En 1917, Miguelina al lado de Dora Mayer, fundó la revista La Crítica. Formalmente fue su codirectora hasta el año de 1920. Está publicación fue vocero de las preocupaciones indigenistas, feministas y sindicales. Miguelina atendió la gravísima problemática indígena en las plantaciones de caucho de la Amazonía. Fue la más tenaz defensora de los indígenas amazónicos, sin menoscabo de su solidaridad con los movimientos obreros, indígenas y campesinos de las demás regiones del país.

Adhirió al movimiento obrero, durante la lucha por la jornada de las 8 horas y en la del Paro contra el alza de las subsistencias: 1918-1919. En este último, se desempeñó como Presidenta del Comité Femenino Pro Abaratamiento de las Subsistencias, destacando por su labor en la conducción y agitación, en los medios obreros. En 1919, participó activamente en el movimiento de Reforma Universitaria.

Su firme adhesión al feminismo motivó que fuese elegida presidenta de la Federación de Universitarias Peruanas que aglutinaba a estudiantes y profesionales interesadas en consolidar un espacio de reconocimiento público y estrechar vínculos con sociedades afines de otros países. Asumió cargos en las sociedades feministas: «Evolución Femenina», «Sección femenina de la Liga Agraria» y de su anexo «El Bazar Nacional» y de la «Sociedad Labor Feminista».

Su adhesión al feminismo quedó reflejada en su tesis, para optar el Bachillerato en Jurisprudencia, en junio de 1920, misma que lleva por título, Nuestra Institución del Matrimonio refleja la condición jurídica y social de la mujer. Puso especial atención en la vulnerabilidad de la mujer casada frente a su cónyuge. Tres meses después, fue reproducida en la revista La Crítica.

El 23 de mayo de 1923, en Lima, tuvo destacado liderazgo en la realización de la jornada por la libertad de creencia y en contra de la consagración del Corazón de Jesús, como culto único y oficial. Viajó a Jauja para impartir la conferencia inaugural de la Universidad Popular «González Prada» a principios del mes de marzo de 1924, según dieron cuenta los periódicos proletarios La Voz del Obrero (Jauja) y El Obrero Textil (Lima).

Se doctoró en leyes con la tesis intitulada Reformas necesarias del código civil común peruano tendientes a hacer efectiva la igualdad civil y jurídica del hombre y la mujer. Participó como disertante y comentarista en la Conferencia Pan Americana de Mujeres (Lima, 1924). Su ponencia «Creación de maestros rurales ambulantes» reveló el influjo que suscitaron en ella las misiones culturales en México promovidas por José Vasconcelos. Con nuevos elementos la publicó en el número 12 de la revista Amauta, febrero de 1928. Formó parte de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad en el Perú.

Fue asesora y propagandista de la Federación Indígena Obrera Regional Peruana (FIORP). Participó en la conducción de algunas experiencias de organización sindical y acción huelguística campesina, como la propiciada en la hacienda Palpa, el año de 1925.

En 1926, con motivo de la inauguración de la empresa editora «Amauta», asistió en calidad de invitada al lado de Dora Mayer. Colaboró ocasionalmente en las páginas de El Obrero Textil durante los años 1919, 1924 y 1925, y en 1928 en la revista Amauta publicó: «Los educacionistas suizos pide la abolición de la milicia.»(núm.11, enero de 1928: 99-100).

Fue partidaria de un sistema flexible de educación de los niños indígenas a través de lo que llamó «escuelas rurales ambulantes» desde un criterio más cercano a los nuevas orientaciones pedagógicas y a la realidad nacional. Colaboró en el suplemento de la revista Amauta: «Proceso al Gamonalismo» (1928), y un año más tarde, publicó otro artículo educativo de combate a propósito de la demanda de los educadores suizos de abolición de la milicia.  

Mariátegui reconoció en ella una gran conocedora de la problemática amazónica, más allá de sus disensos sobre la crisis cauchera y la condición colonial de dicha región: «Quiero considerar con la más amplia justicia las observaciones de Miguelina Acosta. Una de éstas, la esencial es que de la sociología de la Montaña se sabe muy poco….en la Montaña, o más propiamente hablando en el departamento de Loreto, existen pueblos de costumbres y tradiciones propias, casi sin parentesco con las costumbres de las tradiciones de los pueblos de la Costa y de la Sierra. Loreto tiene indiscutible individualidad en nuestra sociología y nuestra historia. Sus capas biológicas no son las mismas. Su evolución social se ha cumplido diversamente.

A este respecto es imposible no declararse de acuerdo con la doctora Acosta Cárdenas, a quien toca, sin duda, concurrir al esclarecimiento de la realidad peruana con un estudio completo de la sociología de Loreto. »

Miguelina no pudo cumplir con este deseo de Mariátegui, la cárcel y la deportación sufridas durante el gobierno de Augusto B. Leguía conspiraron contra ello.

Miguelina osciló entre su ideario anarquista y feminista, y su adhesión a una rama internacional teosófica hinduista. Militaba en la sociedad Mixta «Igualdad» Nº 636. Concurrió a las reuniones con el teósofo hindú C. Jinarajadasa que les otorgó el reconocimiento de su hermandad internacional El 19 de abril de 1929, ella, al lado de   Zoila Aurora Cáceres, Laura Farje de Leo y María Negrón Ugarte, aparecieron como socias fundadoras. Falleció el 26 de octubre de 1933.

 

Referencias bibliográficas:

  • ACOSTA, M. Escuelas rurales ambulantes. Para la Educación de los niños indígenas. Ponencia a la II Conferencia Panamericana de Mujeres. El Proceso al Gamonalismo. Boletín de Defensa Indígena (Lima), Febrero de 1928, núm. 5.
  • _____ «Los educacionistas suizos piden la abolición de la milicia», Amauta (Lima) núm. 21 especial, pp. 99-100.
  • «Apuntes para construir la Historia de la Masonería liberal en el Perú», Fénix, Journal Masónico (Lima) núm. 137, 13 de agosto de 2006.
  • MAYER, D. Memorias, Rosa Bocciolini, Y. Cadia, R. Jiménez en M. Pinto ed. Lima 1992, p. 226.
  • MARIÁTEGUI, J. C. 7 Ensayos de Interpretación de la realidad Peruana, Amauta, Lima, 1957.
  • MEJÍA, J. y DÍAZ, R. Sindicalismo y Reforma Agraria en el valle de Chancay, Lima. IEP. 1975.
  • SÁNCHEZ ORTIZ, G. La prensa obrera, 1900-1930: (análisis de El obrero textil), Lima: Ediciones Barricada, 1987, p.56.
  • El Obrero Textil (Lima) núm. 5, primera quincena de marzo de 1924; La Crítica (Lima) 1917-1920.


 

Alvarado Rivera, María Jesús

 Escritora y profesora, defendió los derechos de los oprimidos y marginados (mujeres, trabajadores, indígenas y niños).

Nació el 27 de mayo de 1878 en la Hacienda Chacrabajo, Chincha Baja, Ica, propiedad de sus padres. Falleció el 6 de mayo de 1971 en la ciudad de Lima.

Siendo adolescente solía acompañar a su madre en sus viajes a la ciudad capital. Muchos de esos viajes estuvieron motivados por su asistencia a las veladas literarias femeninas de la época. A partir de 1908 comenzó a ejercer como profesora de escuela y a publicar sus primeros textos en medios periodísticos como El Diario, El Comercio y La Prensa hasta el año de 1911.

Remitió una ponencia de corte feminista al Primer Congreso Femenino Internacional celebrado en Buenos Aires, del 18 al 23 de mayo de 1910 convocado por la Asociación Universitaria Argentina, en la cual era significativa la presencia socialista. Un año más tarde afinó sus ideas en su disertación sobre «El Feminismo» presentada en el auditorio de la Sociedad Geográfica de Lima, en defensa de la igualdad de derechos civiles, jurídicos jurídica de mujeres y hombres.

En uno de sus primeros artículos, asumió la defensa del indígena, señalando su crítica y repudio al comunismo autoritario del Tahuantinsuyo y con mayor contundencia a la «esclavitud más cruenta» del coloniaje hispano, así como a esclavitud republicana ejercida por el cura, el gobernador, los enganchadores, mineros y caucheros de su tiempo. Concluyó su artículo demandando ayuda, instrucción y justicia para que en el indígena afloren y se desarrollen sus potencialidades físicas y espirituales. Consideró que el proceso regenerativo de la raza indígena, haría de ella «uno de los importantes elementos constitutivos de la nación, que hoy más que nunca, necesita del concurso unánime de sus hijos, para salvar su integridad amenazada y alcanzar la preponderancia que las ingentes e inagotables riqueza que su suelo atesora» «El Indio», El Comercio, 10 de julio de 1911. Es posible que haya asumido a su manera, el legado ideológico del regeneracionismo de Joaquín Costa.

En 1914 se desempeña como una de las principales conductoras de la Sociedad «Evolución Femenina» de la cual llegó a ser su presidenta. Asesoró a la Sociedad Femenina de Huaral. Su ideario ecléctico reformista, poseía sesgos socialistas románticos mezclados con ideas y demandas feministas a favor de nuevas leyes, cambios educativos y de la conquista del derecho de sufragio electoral. En 1915 funda en su domicilio una escuela alternativa denominada «Moral y Trabajo» gratuita para las mujeres obreras y artesanas, con la finalidad de enseñarles algunos oficios e inculcarles algunos presupuestos de la moral socialista y feminista.

En 1916, fue elegida miembro titular de la Junta General de la Asociación Pro-Indígena. Un año más tarde, desde las páginas del diario La Crónica, reivindicó la jornada de lucha de las mujeres en Huacho librada en 1917, la cual fue cruentamente reprimida: «Mujeres conscientes del deber de solidaridad conyugal, que no quisieron abandonar a sus compañeros en la hora de la demanda del derecho; mujeres impulsadas por un noble y legítimo anhelo de mejoramiento; mujeres inermes sin más escudos que el derecho, han sido inicuamente victimadas por la fuerza armada, en la masacre más horrorosa que registra el martirologio del proletariado…[…]» Le ha cabido al Perú la depresiva distinción de bautizar con sangre el primer movimiento del feminismo económico. »

Según testimonios de época, viajó a E.E.U.U. con Pedro Zulen, a seguir estudios en la Universidad de Harvard, en donde contrajo matrimonio con un norteamericano afrodescendiente. A su retorno al Perú, publica su obra literaria El Cuarcar, en cuatro entregas en La Crítica durante el primer bimestre de 1919.

En 1923 participó en el proceso de constitución de la Liga Nacional de Higiene y Profilaxis. Sustentó diversos petitorios ante el Ministerio de Educación Pública para que se aprobase el dictado obligatorio del curso de Puericultura en las escuelas públicas.

El 14 de agosto de 1924, dio una conferencia en la Unión Huaraz, titulada «Sobre la esclavitud de la mujer y el indio». Condenó la Ley de Conscripción Vial que forzaba a los comuneros andinos a realizar trabajo forzoso en las obras camineras auspiciadas por el régimen de Leguía. Condenó también a la Empresa Norteamericana Cerro de Pasco Co., responsable de los humos contaminantes de su fundición de La Oroya que arruinaron la vida económica de muchas comunidades andinas y la salud de sus pobladores y animales de pastoreo y uso doméstico.

A fines de 1924 su taller de impresión fue allanado. Ella fue detenida a y confinada en la cárcel de Santo Tomás durante tres meses. La inculparon de ser agitadora social contraria al orden público.

Fue deportada en 1925 a la Argentina donde permaneció hasta el año de 1936, dedicándose al ejercicio docente, la dramaturgia y la representación de obras teatrales de contenido social y feminista. De vuelta en el Perú se abocó nuevamente a la defensa de los derechos de la mujer y a la vida teatral. Fue pionera del teatro radiofónico pedagógico y del cine nacional. Redactó un guión de radionovela intitulado «La Perricholi» el cual fue actuado y transmitido a lo largo de 30 sesiones por las ondas sonoras de Radio Nacional. Fundó y dirigió la Academia de Arte Dramático «Ollantay».

Aunque fue exponente de ideas avanzadas para su tiempo en favor de la población indígena, las mujeres y los trabajadores, así como en el terreno educativo y artístico, su pensamiento y acción quedó impregnado de los lastres ideológicos y prácticos tanto del higienismo como de la Eugenesia de carácter burgués. Al amparo del régimen de Manuel Prado (1939-1945) promovió la entronización de la Eugenesia, la campaña antialcohólica y la prevención de enfermedades venéreas.    

Su obra periodística ha quedado diseminada en varias revistas y periódicos. Sus huellas las hemos localizado en El Deber Pro-Indígena entre 1913 y 1915, La Escuela Moderna, La Crítica entre 1919 y 1920, y en el diario El Tiempo entre 1924 y 1925.

 

Referencias bibliográficas:

  • ARCHIVO PEDRO ZULEN. Correspondencia de la A.P.T. y otros, 1916. Sala de Investigaciones de la Biblioteca Nacional;
  • MENESES, R. Por el APRA. Lima: Atahualpa. 1933;
  • Entrevista con la Dra. Elvira Zulen. Lima 10 de abril de 1983;
  • ALVARADO RIVERA, M. J. «En Plena Esclavitud», El deber Pro-Indígena (Lima), núm. 5, febrero 1913;
  • _____ «Una Carta de Samán. El deber Pro-Indígena (Lima), Febrero 1915;
  • _____ «La masacre de mujeres en Huacho, La crónica (Lima), 21- VI- 1917, p. 4;
  • _____  «El comercio Femenino de Ayer », La Crítica (Lima), 1 de junio de 1919;
  • _____  «Orientaciones para la Sociedad Femenina de Huaral»;
  • _____  «Notas» El Tiempo (Lima) 15-8-1924 y 31-1-1925.
  • _____  El Tiempo (Lima) 29 de enero de 1920; La Protesta (Lima) núm. 8. Mayo 1913;
  • _____  «El Guarcar» La Crítica 12 de enero de 1919, 19 de enero de 1919, 26 de enero de 1919, y 9 de febrero de 1919;
  • JIMÉNEZ, C. «María Jesús Alvarado Rivera: Una feminista a ultranza», http://www.flora.org.pe/web2/index.php?option=com_content&view=article&id=389:maria-jesus-alvarado-rivera-una-feminista-a-ultranza&catid=54:estudio-y-debate-feminista&Itemid=70, consultada el 12 de diciembre de 2013.  


 

Arana, María Augusta

Anticlerical, feminista y simpatizante de las ideas libertarias y socialistas. Colaboradora del periódico libertario La Protesta editado en la ciudad de Lima en 1918. Su artículo intitulado «El ave negra» fue reproducido por el periódico El Progreso de la ciudad de Huanta y el tenor del mismo beligerante y contrario a los que llamó «apócrifas discípulos del dulce Cristo», en su mayoría curas extranjeros: «…observemos la conducta, doblemente falaz, de ciertos frailes extranjeros, que usufructuando los dineros de la Nación, comerciando en todo sentido- por infame que ello sea- y embaucando a los incautos con deleznables sofismas y falsas doctrinas. So capa de abnegación y caridad, han sentado aquí sus reales y cual araña venenosa van tejiendo capciosamente su tela […] Rechacemos, pues, a dichos seudos apóstoles, a esos viles traficantes del Templo, con este enérgico apóstrofe: ¡AFUERA SOTANAS!». Fue recluida por sus familiares en el Manicomio de Magdalena del Mar en la ciudad de Lima el 27 de mayo del mismo año. Forma coercitiva extendida en las capas medias y altas para aislar, silenciar o someter a familiares por razones ideológicas, de desavenencias afectivas o disputas de herencia. «Era un heraldo del hermoso credo socialista, que mantuvo incólume y en su justo límite; sin traspasar sus linderos, ni llegar hasta el anarquismo, aunque la torpe y rastrera envidia, se atreviese alguna vez, a achacarlo de libertario...Que sea para la incomparable y amada esposa; para la inseparable amiga del pensador egregio, nuestro hondo sentimiento en la terrible desgracia que hoy la abruma… yacemos desde el 27 de mayo del presente año – totalmente incomunicadas, indefensas y desamparadas en este antro, antro donde – se ampara y ejercita el secuestro más cobarde; y se autoriza y escuda, con certificados médicos (¿?¡¡!!) – en nuestra persona – el abuso incalificable y el atropello más inaudito. …». En el Manicomio de Magdalena del Mar en el Perú, el 25 de julio de 1918.

María Augusta Arana con motivo del deceso de Manuel González Prada le dedica su epístola a su viuda, al mismo tiempo que denuncia su encierro, la cual fue publicada en La Crítica, dirigida por las intelectuales Dora Mayer y Miguelina Acosta. Escribió: « Era un apóstol, del radicalismo puro, el noble Maestro que viviera siempre en su casa de cristal. » El año 1919, apareció la primera colaboración de María Augusta Arana en las páginas de La Crítica, merece destacarse por ser un artículo doctrinario acerca del Socialismo, por su extensión fue publicado en dos entregas. La autora manifestó en dicho escrito su expresa adhesión al socialismo como ideal político. En posteriores artículos, la feminista Arana desarrolló sus ideas sobre la unión como fuerza evolutiva, así como la importancia del 1º de Mayo para la clase trabajadora. Apoyó la lucha por la jornada de las Ocho Horas, y el 25 de Mayo, participó como oradora en el mitin de las trabajadoras en el Parque Neptuno, contra el alza de las subsistencias. En su arenga, privilegió la importancia y la trascendencia de la fusión del proletario de ambos sexos en la lucha reivindicativa en el camino a su emancipación social.

 

Referencias bibliográficas:

  • ARANA, M. A. «Ave Negra», El Progreso (Huanta) núm.43, 17 de junio de 1918, p. 2.
  • _____ ¿Desde el manicomio cómo escribe una loca? Era un apóstol… (A la esposa del grande hombre –MGP-, La Crítica (Lima) núm. 51, 25 de agosto de 1918, p. 3.
  • _____ «El Socialismo» I y II, La Crítica (Lima), 5 de marzo de 1919 y en el número del 9 de marzo de 1919.
  • _____ «Unión Progresiva es fuerza máxima», La Crítica (Lima), 23 de marzo de 1919.
  • _____ « ¿Quién sabe?», La Crítica (Lima), 13 de abril de 1919.
  • _____ «La fiesta obrera», La Crítica (Lima), 27 de abril de 1919.
  • MARTÍNEZ DE LA TORRE, R. Amauta (Lima) núm. 18 octubre de 1928, pp. 39-51.
  • _____  Apuntes para una interpretación marxista de la Historia Social del Perú. Tomo I.

 


Bullón Lamadrid, Sara Antonieta

Escritora, maestra y librepensadora. Nació un 19 de mayo de 1867 en la ciudad de Chiclayo. Falleció en su ciudad natal el 23 de septiembre de 1952. Realizó su ciclo escolar entre las aulas «Colegio de Educandos» de la ciudad de Trujillo y las del Colegio «Nuestra Señora de la Concepción» de Chiclayo. Continuó estudios pedagógicos titulándose de preceptora. En 1884, asumió el cargo de Directora de la Escuela Municipal núm. 02 de Ferreñafe, el cual mantuvo hasta el año de 1896. Un año después retornó a la ciudad de Chiclayo y fundó el Instituto Chiclayo en el cual ejerció la docencia durante 23 años.

Su labor pedagógica frente a las educandas motivó un choque frontal con las tradiciones e instituciones oligárquicas y patriarcales a finales del siglo XIX e inicios del nuevo siglo. Proponía brindar una educación laica así como cursos de gimnasia para las niñas y señoritas. Resintió la censura del alto clero católico por rehusarse a mandar a sus alumnas a la misa dominical. El alto clero y la élite conservadora regional no le perdonaban su voluntad renovadora en el terreno educativo, pero sobre todo que hubiese elegido como texto de lectura el Catecismo Patriótico para uso en escuelas municipales en forma de diálogos (1858) de Francisco de Paula Gonzales Vigil, redactado por encargo de la Municipalidad de El Callao. El autor había sido excomulgado por Pio IX en 1851. Frente al acoso conservador clerical que recibía la educadora radical, salió en su defensa el semanario El Eco Popular de Chiclayo y el periódico Libre Pensamiento de la ciudad de Lima. Juan de Dios Lora y Cordero, presidente del Partido Liberal en Chiclayo, en ceremonia pública le otorgó a Sara Bullón una tarjeta de reconocimiento en cuyo anverso dice: « La sociedad de Chiclayo a la señorita Sara A. Bullón» y en el reverso: «Defendió enérgicamente los fueros de la libertad, contra la tiranía clerical». No obstante lo anterior, la Bullón recuperó la figura de Jesús dentro de las coordenadas del libre pensamiento y del utopismo cristiano plebeyo. Su texto fue motivo de elogio de parte de Gliserio Tassara y Baldomero Baldasari, editores de La Idea Libre en el número correspondiente a 5 de septiembre de 1900: «Hoy cedemos gustos nuestra primera página al elegante artículo sobre Jesús que leyó la señora Bullón en la conferencia dada por la Delegación de la Liga de Librepensadores de Chiclayo. »

Colaboró en las páginas de los principales voceros de la intelectualidad anticlerical con sensibilidad social: Libre Pensamiento en 1898, e Idea Libre en 1900-1902. Se desempeñó como corresponsal de Libre Pensamiento en las provincias de la costa norte. Fue fundadora y conductora del Instituto para la educación femenina en Ferreñafe durante los años de 1899 a 1902 y, a partir de 1903, de su símil en la ciudad de Chiclayo.

En uno de los sonetos que le escribió a Christian Dam - figura mayor de la Gran Logia del Perú y de los librepensadores de la ciudad de Lima - dejó sentada su coincidencia anticlerical: «Tú la hidra del maldito fanatismo,/ potente aplastas con robusta planta,/y, al esfuerzo supremo de tu altruismo./Altivo el pensamiento se levanta/arrancando a su odioso despotismo, /la libertad que entusiasmo canta.»

 

Referencias bibliográficas:

  • GARCÍA Y GARCÍA, E. La mujer peruana a través de los siglos; serie historiada de estudios y observaciones. Lima: Imp. Americana, 1924, pp.188-189;
  • TORO MONTALVO, C. Antología de Lambayeque: desde sus orígenes a nuestros días. Lima: Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 1989. p. 435;
  • http://ie10110sab.blogspot.mx/2011/10/biografia-de-sara-antonieta-bullon.html, consultada el 3 de enero de 2015;
  • http://sarabullon.blogspot.pe, consultada el 4 de enero de 2015.
  • VALDIVIA, M I. El liberalismo social en el Perú: masones, bomberos, librepensadores y anarquistas durante el siglo XIX. Lima: Asamblea Nacional de Rectores, 2010, pp.168-170.

 

[1] En proceso de edición.

 

Cómo citar este artículo:

TÍSOC LINDLEY, Hilda, (2017) “Cuatro feministas peruanas. Contribución al Diccionario biográfico del movimiento popular en el Perú 1848-1960”, Pacarina del Sur [En línea], año 8, núm. 31, abril-junio, 2017. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Domingo, 6 de Octubre de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1468&catid=4