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Nos encontramos con Ricardo Melgar Bao en Cuernavaca, México, para conversar sobre historia, cultura y política alrededor de su amplia producción. El entrevistado nació en Perú, en 1946, y vive en México desde 1977. Es actualmente profesor e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Nos interesaba su perfil compuesto por una vocación de investigación histórica y una sensibilidad de antropólogo, así como su reflexiva preocupación sobre las trayectorias de las clases subalternas y populares, sus estudios sobre las militancias comunistas, sus trabajos sobre las redes del exilio aprista y, más ampliamente, su singular travesía como intelectual latinoamericano. Por último, no pudimos resistirnos a preguntarle sobre su perspectiva del candente momento de cambio que acontece en estos momentos en Bolivia.[2]

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Adriana Saldaña Ramírez [2]

 

Existe una polémica en cuanto a lo que se quiere decir cuando se habla de antropología mexicana: si es aquella llevada a cabo en el país o es la desarrollada exclusivamente por mexicanos. Para dilucidar la cuestión presentamos esta entrevista con el doctor Ricardo Melgar Bao, profesor investigador del INAH Morelos, quien tiene una larga trayectoria como antropólogo en México. A través del recuento de su interesante vida académica, podemos vislumbrar algunas etapas de la historia de la antropología en nuestro país.

Daniel Omar de Lucia

 

El gran relato de la emancipación humana

La estética será la ética del futuro
Lenin.

 

Pertenezco a una generación que descreía de los homenajes. Los jóvenes argentinos que nos iniciamos en la vida política y la militancia en el temprano deshielo de la dictadura de 1976-1983 descreíamos de los homenajes hipócritas que la “democracia recuperada” acostumbraba hacer a la memoria de los militantes, víctimas del terrorismo de estado. “Homenajes” que eran llevados adelante por los inspiradores y responsables de una política que, poco a poco, le iba garantizando la impunidad a los genocidas; por los mismos pseudodemócratas que, apoyados por una falange de intelectuales conspicuos, decían que los luchadores caídos en la década del 70 eran “terroristas” o “delirantes desfasados”. Con el tiempo me convencí que existen homenajes que vale la pena hacer, si son sinceros y no se quedan en el mero homenaje; si buscan rescatar la acción, la obra o el ejemplo de alguien cuyo legado puede ofrecer elementos para las luchas y debates que están por venir. En dicho sentido es que propongo que sea leído este artículo sobre la obra y el pensamiento de mi amigo y colega Ricardo Melgar Bao. Como un “anti homenaje”, que no se confunda con un acto ritual y simpático del cual el propio interesado ya no puede enterarse. Sino como el rescate de ciertos aspectos de su pensamiento y su obra, terreno en el que alguna vez tuvimos algunos diferendos de tono confrontativo. A la hora de rescatar la obra de un hombre con el que compartía las líneas más generales de su forma leer la realidad, elijo detenerme en algunas tensiones y diferendos que mantuvimos sobre algunos temas puntuales.

Hugo E. Biagini

 

A la memoria de las Universidades Populares Reformistas (Lastarria, González Prada, Martí…)

 

Universidad Popular y Extensión Universitaria

De manera previa o simultánea al surgimiento de las universidades populares stricto sensu, nos encontramos con un ámbito informal análogo desde el cual se cuestionaba al orden imperante, como aquel que simbolizaba el espacio de los cafés en tanto moradas bohemias. Un espacio que –junto a la plaza pública, los periódicos, las piezas y comedores estudiantiles, las fábricas o las escuelas libertarias– constituyó una suerte de microcosmos, miniparlamento, guetto de artistas o casa de quienes no tienen casa.

Aimer Granados[1]

 

Esta investigación tiene como objetivo central identificar algunas entradas de carácter metodológico y analítico que permiten corroborar cómo, en parte de la obra del antropólogo e historiador Ricardo Melgar Bao, existe una expresa intención de poner a dialogar a la Antropología Cultural y a la Historia Intelectual. En los primeros apartados, desde una visión general, se plantea cómo a partir del “giro lingüístico” la tradicional historia de las ideas tuvo un vuelco total que, introdujo nuevos problemas en el tratamiento de las ideas. Estos nuevos “giros” en el análisis de las ideas incorporaron los contextos de enunciación y la recepción/resignificación de las mismas como niveles de análisis muy importantes. Seguidamente, también desde una perspectiva general, se plantea la discusión de cómo antropólogos e historiadores han venido estableciendo un nivel dialógico que amplía el análisis de las ideas. Finalmente, se ubican algunos “nichos” analíticos en la obra de Ricardo Melgar Bao que intentan aterrizar el dialogismo habido entre la Antropología Cultural y la Historia Intelectual.